El Gran Sol Rojo del Amanecer

martes, 5 de febrero de 2019

El imperialismo americano apoya a los golpistas que ha inspirado y guiado



Intentado golpe en Venezuela. Guaidó se autoproclama presidente

Maduro: “El imperialismo americano ha establecido un plan para intervenir en Venezuela junto a los traidores de la derecha extremista, para reemplazar al estado fuera de la Constitución, es la hora de defender nuestra patria y nuestra Constitución, es el momento para la Unión cívico-militar".

QUE TODAS LAS FUERZAS ANTIIMPERIALISTAS ITALIANAS SE UNAN PARA APOYAR AL LEGITIMO GOBIERNO MADURO

El 10 de enero el presidente venezolano Nicolás Maduro elevado a su segundo mandato tras su victoria en las elecciones que tuvo lugar el 20 de junio de 2018. El intento de golpe de estado de 21 de enero duró unas pocas horas de la real Guardia Nacional Bolivariana cuarenta que ocuparon un cuartel militar en el barrio de Cotiza, en el norte de la capital Caracas y dirigió un llamamiento al levantamiento popular y Fuerza de Armada Nacional Bolivariana (Fanb) contra el gobierno del Presidente Maduro, como ilegítima. La apelación parece caer en el vacío con el ejército que le intimaba a la rendición y los detención pero la acción fue un preludio a las manifestaciones del 23 de enero por la disuelta Asamblea Nacional, controlada por la oposición, que acusaba al gobierno de haber “usurpado el poder” y pedía nuevas elecciones; la manifestaciones era apoyada con un videomensaje del vicepresidente americano Mike Pence que expresaba “el incondicional sostén" de la Casa Blanca a la oposición fascista y golpista venezolana contra Maduro definido “dictador sin ningún derecho al poder”.

El legítimo Presidente venezolano denunciaba que la toma de posición del Vice de Trump era una “verdadera y propia agresión extranjera” que incitaba a “un golpe de Estado fascista” que no tiene parangón en los 200 años de historia de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela”.

Nosotros apoyamos al legítimo gobierno de Maduro contra los golpistas venezolanos inspirados y guiados por e imperialismo americano, así como el Partido hermano del PMLI, el Partido Comunita (Marxista-Leninista) de Panamá cuyo importante comunicado publicamos a parte.

Las injerencias y las provocaciones del imperialismo americano en Venezuela se  había ya iniciado bajo la administración Obama, el dictador fascista y guerrerista Trump ha continuado el trabajo y lo ha llevado a un nivel superior en el sostén a la derecha fascista venezolana. Hasta a negar la validez de la reelección de Maduro en las presidenciales del 20 de mayo pasado, convalidada del grupo de observadores internacionales de 80 países, y empuja al golpe de mano de la Asamblea Nacional dominada por las oposiciones de las elecciones del 2015 y cuyas  competencias han sido reajustadas en 2017 por la apenas elegida Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

El voto favorable a Maduro de mayo pasado era definido 
“una farsa” por la Casa Blanca  que como después de las elecciones del 2017 que afirmaba que los Estados Unidos no habrían permanecido a ver. Trump definía al gobierno venezolano “un régimen que podría ser derrocado muy rápidamente por las Fuerzas Armadas si se decidirán hacerlo”, una abierta invitación al golpe que no tendría efecto hasta que los vértices militares continuarán fieles a Maduro. La vía golpista inspirada y patrocinada por el imperialismo americano debía pasar de una parte a otra,  desde el pronunciamiento de la Asamblea Nacional. Que sucedía durante las manifestaciones del 23 de enero en Caracas cuando el jóven presidente de la sesión, Juan Guaidó, se autoproclamaba presidente “pro tempore”.

Maduro desde el Palacio Presidencial de Caracas sostenía que “somos la mayoría, estamos en este Palacio por la voluntad popular, y solamente la gente nos puede poner fuera”, mientras el Ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López, declaraba que las Fuerzas Armadas “no aceptan un presidente impuesto por oscuros intereses o que se haya autoproclamado al margen de la ley”.

El Presidente venezolano denunciaba que “el imperio americano ha establecido un plan para intervenir en Venezuela junto a los traidores de la derecha extremista, pretendiendo de sustituir al Estado por fuera de la Constitución, es el momento de defender la Patria y la Constitución, es el momento de la unión cívico-militar”. Lo sostenedores del legitimo gobierno Maduro descendían en plaza para defenderlo pero han sido prácticamente cancelados de los medios de informacion imperialista que contrariamente inflaban aquella de la oposición. El 28 de enero el mismo Maduro denunciaba la manipulación de las medias internacionales que distorsionan la realidad del país y recordaba que en los días precedentes más de 3 millones de venezolanos se habían manifestado en defensa de la soberanía del país.

El  26 de enero en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el Ministro del Exterior venezolano Jorge Arreaza recordaba la tentativa de golpe del 11 de abril de 2002 cuando los USA se limitaron a estar “detrás del golpe” contra Hugo Chávez mientras que hoy están “delante”, a la guía de la tentativa. Lo confirmaba el inmediato reconocimiento  del presidente Guaidó de parte de Trump, que en la Conferencia de Prensa en la Casa Blanca repetía la amenaza aún de la intervención militar, “todas las opciones están en la mesa”, y pedía el sostén de los “otros países del hemisferio occidental”. Llamado inmeditamente acogido de los gobiernos reaccionarios de los países latinoamericanos y por el sionista Netayahu.

 El 26 de enero Francia, Alemania y España lanzaban un ultimatum a Maduro, si dentro de ocho días no se hubiese convocado elecciones “equitativas, libres, transparentes y democráticas”, Emmanuel Macron, Pedro Sánchez y Angela Merkel habrán reconocido Guaidó como presidente interino de Venezuela. A la posición de los tres países se alineaba la UE por medio de una Declaración de la Alta Representante Federica Mogherini que cortaba el término de los ocho días, sustituido por un “en los próximos días”. “Europa ha asumido insolente y debe retirar su ultimatum. Se quieren dejar Venezuela  que se vayan, Nosotros a gobernar” era la fulminante respuesta del Presidente Maduro en una entrevista dada el 27 de enero al Canal turco de la CNN.

“La Santa Sede apoya todos los esfuerzos que permitan de salvar ulteriores sufrimientos de la población”, sostenía una nota del Vaticano del 24 de enero. Tanto bastaba para elegir al Papa Francesco portavoz de quienes no apoyan el intento de golpe. Cerrando los ojos sobre contemporáneo artículo del Observador Romano que reporta las palabras del Cardenal venezolano Baltazar Enrique Porras Cardozo que se expresaba indirectamente a favor de Guaidó en el reivindicar el derecho de los sacerdotes a descender en plaza con los manifestantes.  Bajo la sotana del Papa se escondía también el M5S, mientras el aliado del gobierno liguista era parapetado detrás Trump.

El PMLI y Il Bolscevico piden con fuerza al gobierno italiano  de tomar posición con el legitimo gobierno venezolano y de disuadir toda tentativa de agresión por parte del imperialismo americano. Sobre el ejemplo de la concentración de Milán, en el cual ha participado el PMLI, las fuerzas antiimperialistas italianas italianas deberán unirse para obligar al gobierno Salvini-Di Maio a tomar una posición autónoma respecto  aquella de los USA y de la UE y apoyar al gobierno legitimo de Maduro.

La tentativa del imperialismo americano de llevar a casa el apoyo de la ONU naufragaba el 28 de enero cuando el legitimo gobierno venezlano obtenía el apoyo a su soberanía de 19 países, sobre un total de 35 intervenciones, con la condena de la injerencia en los asuntos internos del País y la invitación a un proceso de diálogo entre actores nacionales. En la Sede de la ONU pesaba el voto de Rusia y China, aliados  de Maduro en el desencuentro con los Estado Unidos. De parte de Venezuela se colocaban Bolivia y Sudáfrica, Irán y Turquía, Hesbollah libanés y los palestinos de Hamas y de la OLP. El primero en tomar partido contra “una tentativa de golpe de estado” ha sido el presidente cubano Miguel Diaz-Canel que había expresado de sostener al “Presidente Nicolas Maduro después de la tentativas imperialistas de desacreditar y desestabilizar la revolución bolivariana”.


IL BOLSCEVICO N. 4 – 7 FEBRERO 2019


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periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.