Hemos recibido el siguiente comunicado y lo publicamos sin que esto signifique que estemos de acuerdo con la totalidad del mismo. Nos fue remitido por un compañero desde Venezuela.
Vivimos al borde del desencadenamiento de una nueva conflagración
bélica de alcance global, en las que sus consecuencias no se limitarían
exclusivamente a la mera fijación de las nuevas fronteras, producto de la guerra
entre las múltiples fuerzas en tensión y combate sobre la faz del planeta, sino
que incluso la existencia del mundo corre por vez primera el inminente riesgo
de extinción.
En este contexto, el Gobierno Venezolano realiza un viraje de 180 grados en
la orientación de su política exterior en relación con la Insurgencia Armada
del Pueblo de Colombia; pues por un lado, el Presidente Chávez, en la
intervención que hiciera ante la Asamblea Nacional a principios del año
2008, solicitó a los gobiernos de la región reconocer el status de Fuerza
Beligerante a las organizaciones revolucionarias en armas en ese país; y por
el otro, recientemente en la ciudad de Santa Marta, a propósito de la reunión
con el paramilitar y narcotraficante presidente Santos, exhorta a la Insurgencia
Colombiana a abandonar la lucha armada.
En efecto, mientras en el mundo se desarrollan no menos de 80
Conflictos Armados de considerable intensidad, algunos de los cuales
amenazan al planeta con un definitivo holocausto nuclear, el Presidente
Chávez decide COLABORAR con el fortalecimiento y expansión de la
burguesía Colombiana al prácticamente plantearle a las FARC-EP y al ELN
que se rindan incondicionalmente; obvia de este modo, las verdaderas causas
del conflicto social Colombiano, su desarrollo histórico y, en especial, las firmes
y Dignas convicciones Humanistas que guían las luchas de estas
Organizaciones Político-Militares en el proceso de construcción de la NUEVA
COLOMBIA.
Quienes asesoran a la diplomacia Bolivariana, o quienes hacen apuestas
creyendo que sacrificando al Movimiento Revolucionario Colombiano o
tomando distancia de él podría garantizarse la sobrevivencia de la Revolución
Bolivariana, olvidan que históricamente está demostrado que las fuerzas que
garantizan la sobrevivencia y profundización de una revolución, son las fuerzas
de los Pueblos, la fuerza de la solidaridad, y que una revolución, si es
verdadera, siempre estará acechada por el enemigo de la Humanidad: el
Imperialismo Norteamericano.
Desconoce igualmente el Jefe de Estado que los Movimientos
Revolucionarios que fundamentan su accionar en la Doctrina Científica
del MATERIALISMO HISTÓRICO, expuesta por Carlos Marx y Federico
Engels, conciben la organización e implementación de la Lucha Armada
por parte de las Clases Sociales oprimidas y explotadas por el Capital, no
como el resultado de una caprichosa decisión militarista fruto de etéreas
especulaciones filosóficas, sino como producto y exigencia de las propias
condiciones históricas concretas del Conflicto de Clases. En consecuencia,
la GUERRA REVOLUCIONARIA, como máxima expresión del ejercicio de la
Violencia Política, presupone la existencia de un CONFLICTO de INTERESES
ANTAGÓNICOS E IRECONCILIABLES entre el Trabajo Asalariado y el
Capital; y a su vez representa una forma superior de lucha a la cual se arriba
producto del propio desarrollo de la Lucha de Clases.
Aunque luzca contradictorio, sólo es posible a través de las Guerras
Revolucionarias acabar con las guerras burguesas e imperialistas, pues
quienes personifican el capital nunca renunciarán a sus egoístas y antisociales
intereses como consecuencia de una reflexiva contrición humanista. De allí
que la historia de la humanidad enseña que el ejercicio de la Violencia Política
Revolucionaria es el inevitable camino en el proceso de destrucción de las
causas que engendran las guerras reaccionarias, la dominación, la explotación,
el hambre y la ruina del medioambiente.
En síntesis, a las y los Revolucionarios que luchan por la reorganización
de la Sociedad a partir de los Principios del Comunismo Científico, no les
cabe la menor duda de que la burguesía oligárquica de Colombia representa
parte de su enemigo histórico, mas cuando su rasgo característico es el
servilismo frente a los intereses del imperialismo corporativo norteamericano y,
esencialmente, en virtud de la actual correlación de fuerzas entre el Movimiento
Clasista de los Trabajadores y el Capital en el concierto internacional.
Constituye una inconsecuencia Revolucionaria, que incluso contraría
de manera oprobiosa el espíritu del Pensamiento y la Acción Bolivariana,
condenar a un pueblo que se ve forzado a desarrollar una Guerra Justa para
derrocar a un gobierno oligárquico que somete a las mayorías populares a
infrahumanas condiciones de dominación y explotación, cometiendo sobre
este Pueblo Bolivariano los peores crímenes de guerra (masacres, falsos
positivos, asesinatos de dirigentes sociales, mantenimiento de una fuerza
homicida paramilitar al amparo del estado, etc.) bajo la mirada complaciente de
la Comunidad Internacional.
En razón de lo expuesto, el ESTADO MAYOR CENTRAL de las
FUERZAS BOLIVARIANAS DE LIBERACIÓN (FBL) considera que el
Gobierno Presidido por el Comandante Chávez aún está a tiempo para
RECTIFICAR su posición política en cuanto a la Guerra Civil que se libra en
Colombia y, en consecuencia, le proponemos a los distintos destinatarios del
presente Pronunciamiento, el siguiente cuerpo de planteamientos:
I.- Al Gobierno Nacional:
1) Conforme a los principios del Derecho Internacional Humanitario, proceder
en lo inmediato al RECONOCIMIENTO UNILATERAL de las FARC-
EP y del ELN como FUERZAS BELIGERANTES, por tanto, adoptar las
correspondientes previsiones en función de que la Insurgencia Armada del
Pueblo de Colombia establezca en el territorio de la República Bolivariana de
Venezuela una representación de sus Autoridades, las cuales deben gozar, en
atención al derecho invocado, de las respectivas prerrogativas diplomáticas.
Una vez adoptada esta decisión debe ser llevada a UNASUR para que sea
debatida en ese espacio internacional.
2) Una vez reconocida la condición de Fuerza Beligerante de la Insurgencia
Colombiana, se debe proceder, en coordinación con sus legítimas Autoridades,
a organizar e implementar el correspondiente registro de la Población
Colombiana desplazada a territorio Venezolano con ocasión al conflicto
armado en dicho país y, en tal contexto, se tramite por ante la Secretaría
General de la ONU la concurrencia de la ACNUR a los efectos de garantizar
la regularización jurídica de éstos y la percepción de los servicios y
beneficios que la aludida Agencia brinda a los Desplazados y Refugiados.
3) Incorporar en la Agenda de las reuniones de trabajo que se adelantan
con representantes del oligárquico gobierno de Colombia al servicio del
imperialismo estadounidense, las siguientes exigencias y asuntos: A)
Debatir sobre el retiro de las bases militares norteamericanas en territorio
Colombiano; B) Retiro inmediato de los criminales grupos paramilitares
apostadas en territorio Venezolano; C) Suspensión inmediata de todas las
operaciones de tráfico de sustancias psicotrópicas y estupefacientes por el
espacio geográfico de la República Bolivariana de Venezuela; D) Suspensión
inmediata de las operaciones de extracción de combustibles y otros bienes; E)
Creación y puesta en funcionamiento del Mecanismo de la CERTIFICACIÓN
SOCIAL de los productos, servicios e inversiones que se importen o se
realicen desde Colombia, para lo cual, se creará una Comisión integrada por
representantes de los Movimientos Sociales y Populares de ambos Países, a
objeto de impedir que ingresen a Venezuela servicios y bienes de Colombia,
cuyos productores y comercializadores estén implicados en crímenes contra
Trabajadores, Dirigentes Sociales y Sindicales, o vinculados al narcotráfico y
el paramilitarismo.
II. A los Movimientos Políticos, Sociales y Populares Nacionales e
Internacionales:
1) Diseño y ejecución de una jornada de propaganda a favor del
reconocimiento del carácter de Fuerza Beligerante de la Insurgencia Armada
Colombiana y en procura de una solución política al conflicto.
2) Impulso de una campaña de denuncia en contra de la instalación de
bases militares en el territorio Colombiano que tienen como propósito
principal la agresión contra los Pueblos que luchan por su Liberación.
3) Intensificar la agitación, movilización y gestiones por la libertad de todos los
Dignos Presos Políticos y la repatriación de los secuestrados por el imperio
norteamericano: Simón Trinidad y la Comandante Sonia.
4) Conformación de un Equipo Internacional de Profesionales del Derecho a
los efectos de iniciar las correspondientes acciones legales por ante la Corte
Penal Internacional por los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el
sanguinario gobierno paramilitar, narcotraficante y oligárquico de Álvaro Uribe
Vélez y sus fieles colaboradores.
5) Movilización Popular Internacional en defensa de la Revolución Bolivariana,
objetivo político-militar del imperio norteamericano.
La fuerza emancipadora de la Revolución Bolivariana está en su
Pueblo, en sus formas de organización y en el desarrollo de su Conciencia
Revolucionaria. No es desacelerando la Revolución como se garantiza su
sobrevivencia, es profundizándola y definiendo un camino claro hacia la
construcción del Socialismo.
¡Profundizar y defender la Revolución con el Pueblo, con el
Amor y con las Armas!
¡Somos los hijos de Bolívar y Bolívar vive!
Estado Mayor Central de las
Fuerzas Bolivarianas de Liberación FBL
Venezuela, agosto de 2010.
version final.doc -
No hay comentarios:
Publicar un comentario