domingo, 5 de diciembre de 2010

C H I N A, HOY



C H I N A, HOY

LA RESTAURACIÓN CAPITALISTA

La rebelión se justifica.
Salvo el poder, todo es ilusión.
El poder nace del fusil.

Mao Tse-tung.


En el capítulo correspondiente hemos estudiado el curso de la Revolución China y seguidamente hemos visto el proceso de la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP). En este nuevo capítulo que se refiere a China, veremos la orientación que siguió primero el verdadero golpe de Estado que puso fin a la dictadura del proletariado y a la construcción del socialismo en China y después la restauración capitalista, traicionándose de este modo el legado de Mao Tse-tung.

Después de la muerte de Mao, y precisamente después del asesinato de Lin Piao, se inicia en China una nueva y tenebrosa etapa de dominio absoluto de una derecha cavernaria y reaccionaria con la careta  del "comunismo". Pero veamos cómo ocurrió este fenómeno tan dramático. La G.R.C.P., dejó de existir en realidad con la desaparición de Lin Piao. El ala revolucionaria constituida por  Mao, Lin Piao, Chen Po-ta, Kang Sheng, Chang Chun Chiao, Chiang Chin, Yao Wen Yuan, Wang Hon Weng, cometió tremendos errores que determinaron un triunfo aplastante de la derecha incluso en vida del camarada Mao. 
  
Según nuestra opinión, que será sustentada en todo el presente capítulo, la GRCP, fue interrumpida y cortada precisamente en septiembre de 1971, cuando en circunstancias sumamente sospechosas e inexplicables, muere en un supuesto "accidente", el camarada Lin Piao, íntimo compañero de armas del Presidente Mao y Vicepresidente del PCCh, junto a un grupo de dirigentes leales a Mao. La versión revisionista sostiene que Lin Piao era un "agente enemigo" y "restaurador del capitalismo" que pretendió "apoderarse" del gobierno, "asesinar" a Mao e instaurar su omnímodo poder en China. Su plan habría fracasado y cuando intentaba huir a la Unión Soviética, su avión de estrelló en Mongolia.
  
Es este un "cuento" que nosotros nos negamos a tragar y ni siquiera considerar con alguna seriedad. No podemos admitir una contradicción tan flagrante que sitúa a Lin Piao en la lista de los revisionistas, precisamente cuando él es el enemigo más connotado de los verdaderos revisionistas. En esta virtud nosotros presentamos otra versión que tiene lógica y que concuerda con todo el desarrollo de los acontecimientos y con las posiciones políticas de los actores.

La tendencia derechista, restauradora y revisionista encabezada por Chou En-lai, odiaba a Lin porque les había cerrado el paso, implementando la línea de Mao desde el Ejército y el Partido. Por otra parte una profunda divergencia surgía en torno al enemigo fundamental de China y el Movimiento Comunista Internacional. Esta línea derechista sostenía que la Unión Soviética revisionista se había convertido en el enemigo principal como socialimperialismo y por lo tanto había que acercarse a los Estados Unidos para impedir un ataque nuclear soviético contra China. Este argumento no era del todo falso, empero la falsedad surge cuando como consecuencia de esa disposición táctica, se debía buscar alianzas con todos los regímenes reaccionarios y derechistas del mundo. Por el contrario Lin Piao sostenía que no obstante las traiciones revisionistas, el Imperialismo Yanqui seguía siendo el enemigo fundamental. Entonces, como es costumbre entre los reaccionarios, montaron una calumnia y un complot contra Lin. La calumnia consistió en hacer creer al mundo que Lin había organizado un golpe de Estado y pretendido asesinar a Mao. El complot  consistió en apresar a Lin y conducirlo a Pekín para "juzgarlo" sumariamente y ejecutarlo. Lin trató heroicamente de liberarse y trabó combate en el avión que lo conducía a Pekín. El tiroteo en pleno vuelo determinó que la nave perdiera control y se estrellara en  el norte de China. El "accidente" favoreció a la calumnia y Lin apareció como huyendo a la Unión Soviética después de una supuesta traición.

La versión china de los restauradores, lamentablemente es compartida y coincide con la del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) y el Partido Comunista Revolucionario (EU), según la cual Lin Piao, fue un "traidor" a Mao, mientras aquellos (los revisionistas-restauradores) fueron muy "leales" a Mao. Según estos restauradores, el complot "reaccionario" determinó que las fuerzas de la izquierda revolucionaria, en especial los "cuatro" y Mao en persona, se vieran "obligados" a desatar toda una campaña para acabar con la influencia de Lin y sus apoyos que habrían constituido una fracción derechista camuflada de izquierdista.
  
Según esta tesis peregrina que la iremos analizando, Lin y su grupo, además de ser "pro-esclavistas", "pro-confucianos", etc., se tornaron como enemigos principales de la Revolución China, a partir de 1971, precisamente después de la muerte de Lin.
  
Ahora bien, los criterios que nos dan los camaradas del MRI y sobre todo el PCR-EU, constituyen verdaderas piezas de antología por lo forzado de sus argumentaciones para evitar una conclusión verdadera que es ésta:
  
-- Mao Tse-tung cometió uno de los errores más serios de su prodigiosa vida política, equivocándose completamente en el caso Lin  Piao. Y veamos por qué.
  
Una aclaración previa. Nosotros no contamos ni con documentos ni con datos propios, nuestros análisis son el producto de la lógica y de la consecuencia revolucionaria de nuestros análisis. Además hacemos conocer nuestras opiniones con la mayor consideración y respeto con nuestros camaradas del MRI y el PCR-EU, pues nuestras discrepancias constituyen contradicciones de apreciación y en el seno del pueblo.
  
Bien,  las fuerzas en pugna, durante el proceso de la Revolución Cultural, son tres fundamentalmente:
  
-- La izquierda verdadera con Mao a la cabeza, Kang Sheng, Chen Po-ta, los cuatro (Chiang Ching, Chang Chun-chiao, Yao Wen-yuang y Huang Hung-wuen) algunos otros líderes entre ellos notoriamente Lin Piao.
  
-- La derecha con Liu Shao-shi, Teng Siao-ping, Peng Chen y otros a la cabeza.
  
-- Existía además una tercera fuerza centrista con Chou En-lai, que tiene muchos vínculos con la derecha a la cual sirve en última instancia.
  
La Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) se desata por iniciativa de las masas de estudiantes, obreros y campesinos, la misma que es inmediatamente apoyada por el Presidente Mao y por los maoístas. En esta lucha Lin Piao tiene una actitud muy clara en favor de ella y no solo eso, en realidad Lin es uno de sus principales impulsores. Eso lo sabemos bien. La GRCP, centra sus ataques contra los seguidores del camino capitalista (El cuartel negro de la burguesía), que poco a poco van perdiendo sus puestos y su influencia en medio de una marea de ascenso popular. Primero cae Peng Cheng el alcalde de Pekín, después Teng Siao-ping, secretario general del PCCh y finalmente Liu Shao-chi, presidente de la RPCh. Lin Piao juega un papel muy importante incorporando, por pedido de Mao, al ejército que apoya firme y vigorosamente el  movimiento.
  
Chou En-lai, se encuentra en una situación muy difícil y parece que tarde o temprano caerá, al extremo que en conversación con Kissinger le confiesa que estuvo aislado por varios días por los guardias rojos. Pero ladinamente se mantiene en un segundo plano ocultando sus verdaderas intenciones para confundir especialmente a Mao y, por lo tanto, no es desplazado por instrucciones precisas del presidente; no es destituido juntamente con toda la derecha (error grave), porque Mao pensaba que atacar a Chou era abrir demasiado el frente enemigo. El cuartel general negro de la restauración estaba claramente definido, como tenemos dicho, en las personas de Liu Shao-chi, Teng Siao-ping, Pen Cheng, y otros.
  
Llega 1971, y el primer síntoma del grave avance de la derecha es la destitución en febrero de Chen Po-ta sin razón alguna y luego el 1o. de septiembre, súbitamente sin ningún aviso y sin ningún antecedente, "aparece" el affaire Lin Piao y se "dice" que éste ha  muerto en un accidente aéreo cuando huía a la Unión Soviética, después de fracasar su complot contra Mao para asesinarlo y usurpar el poder. Junto a Lin desaparecen también Yeh Chun, esposa de Lin, Huang Yun Sheng, viceministro de defensa y jefe del Estado Mayor General, Wu Fa-hsien, jefe de las Fuerzas Aéreas, Li Tso-peng, comisario político de la Marina de Guerra y Hu Hui-tso, comandante general de la logística principal del EPL.

La versión de la "traición" de Lin, como hemos explicado,  es sencillamente -para nosotros-, completamente falsa y ha sido montada hábilmente por la derecha y especialmente por Chou En-lai en sus maniobras para servir a la derecha y derrocar a la izquierda, restaurando el capitalismo en China. En realidad se trató de un golpe de Estado típico, tramado en la oscuridad, a mansalva y con los recursos de la policía política y secreta, como consabido expediente de toda fuerza reaccionaria, ya a cargo de Hua Kuo-feng. Haciendo honor al carácter sombrío de las confabulaciones reaccionarias, los grupos derechista de Teng  y el centrista de Chou se ensañan con la familia de Lin y con toda la plana mayor del EPL.
  
En principio, veamos cómo veían los camaradas norteamericanos y en especial Bob Avakian, estos problemas:
  
«Específicamente, en los últimos años de la vida de Mao, quedó perfectamente en claro que la Unión Soviética representaba el peligro principal para China y, especialmente en el contexto del acelerado impulso hacia una guerra entre imperialistas con Estados Unidos, era muy probable que la Unión Soviética lanzara un ataque en gran escala contra China, quizá incluso una invasión frontal. En tales circunstancias, era muy correcto para China efectuar ciertas maniobras diplomáticas y de otro tipo (sic) para atajar a la Unión Soviética y aprovechar las contradicciones entre los bloques imperialistas para colocarse en la posición más sólida para lidiar con el ataque soviético. Pero esto debía efectuarse de manera que, en general, contribuyera al avance de la lucha revolucionaria mundial y sin pedirle a los revolucionarios de los países pertenecientes al bloque estadounidense renunciar a la lucha o reducir la "revolución" a la lucha en contra de la Unión Soviética...
  
En conjunto, Mao y el cuartel general.... le dieron a esta contradicción un tratamiento revolucionario. Su línea fue apoyar las luchas revolucionarias auténticas en otros países, contando los pertenecientes al bloque estadounidense; al mismo tiempo les advertían a los revolucionarios que no permitieran a la Unión Soviética infiltrar, usar y convertir tales luchas en su propio apéndice so pretexto de darles "apoyo". Más aún, combatieron vigorosamente la línea de apoyarse en el imperialismo estadounidense -y de hecho capitular a él- y de vender la revolución en China so pretexto de "modernizarla" y "reforzar" su defensa contra la Unión Soviética. Pero, por otra parte, cometieron el error (textual) de adoptar el análisis de que la Unión Soviética constituía la fuente más peligrosa de guerra, con una premisa similar a la de Stalin cuando declaró que los Estados imperialistas fascistas constituían el principal enemigo, a fines de la década de los años 30. Y al menos, en cierto grado, fomentaron la línea de "lucha nacional" contra la Unión Soviética en los Estados capitalistas e imperialistas que, conjuntamente con Estados Unidos, constituyen su bloque imperialista (tal como lo hizo Stalin, en la década del 30, con respecto a los países opuestos al bloque imperialista fascista), como lo afirmó nuestro Partido en las Reuniones Conmemorativas de Mao Tse-tung, en 1978:

Este error, hasta cierto punto, fortaleció a los revisionistas en China quiénes estaban -y están- diciendo que el peligro soviético a China justifica y hace preciso el abandono de la revolución allí y por todo el mundo. Este tipo de error por parte de los revolucionarios, como dijimos, ha existido en el movimiento comunista internacional desde los años 30 y existe una gran necesidad de recapitularlo y criticarlo más profundamente para evitarlo en el  futuro…
  
Al mismo tiempo, nuestro Partido ha planteado constante, y correctamente, una clara línea de demarcación entre la línea y las medidas de Mao, por una parte, y los traidores revisionistas que han usurpado el Poder....» (Subrayados nuestros) (1)
  
Algo que es importante señalar es que la analogía varias veces insinuada de los errores chinos con la política de Stalin antes de la guerra es absolutamente impertinente, ya que esta política de principio de Stalin se demostró exacta y justa y fue aprobada por todos los pueblos, pues hizo posible la derrota del nazi-fascismo que en esa época era exactamente el enemigo principal de los pueblos del mundo y de la revolución socialista. De esto no cabe duda alguna, Stalin dividió magistralmente el frente enemigo en dos bandos irreconciliables, acrecentó enormemente el prestigio de la Unión Soviética stalinista e impidió un ataque combinado de Occidente y Alemania hitleriana a la URSS. No se puede ser tan miope para no ver estos éxitos tan fantásticos y presentarlos como errores del movimiento comunista internacional. Además fue una política completamente excepcional que rara vez volvería a presentarse.

Los camaradas de Estados Unidos tienen que hacer malabares para justificar una política errónea y trágica la de apoyarse en los Estados Unidos y más aún en sus lacayos de occidente realizando alianzas incomprensibles y inaceptables desde el punto de vista revolucionario. Nosotros decíamos y sosteníamos que Lin Piao había sido asesinado por la derecha china. Como lo señalan bien todos los documentos, el asesinato (para nosotros) de Lin Piao, causó un trauma muy grande en China y es precisamente a partir de la desaparición de Lin cuando comienza un brusco cambio en la política interior y exterior de China, al influjo del dominio creciente de la tendencia de Chou En-lai y su camarilla centrista que prácticamente había monopolizado el poder.
  
Leamos algunos documentos en torno a este delicado problema y los cambios en la visión de los camaradas norteamericanos:
  
«Primero, es imposible entender (las últimas batallas de Mao), sin comprender que la traición de Lin Piao y su derrocamiento final tuvieron un efecto traumático en China a todos los niveles, y tuvieron repercusiones por toda la sociedad. Necesitó unos cambios importantes de organización (sic), especialmente en el ejército, donde quedaban todavía muchos apoyantes poderosos de Lin.

Particularmente necesitó (sic) la restauración de unos opositores de Lin Piao --gente que había sido derrocada durante la Revolución Cultural--. El más prominente entre ellos fue Teng Siao-ping.
  
Chou En-lai insistió fuertemente en la rehabilitación de Teng, conforme con sus esfuerzos de rehabilitar a todos los derrocados durante la Revolución Cultural. Mao estaba de acuerdo con algo de eso....»  (Subrayados y negrillas nuestros)  (2).
  
Acá tenemos claramente el fondo del problema reconocido por Avakian, ya que efectivamente Chou En-lai consiguió la "rehabilitación de los enemigos" aprovechando una presunta y supuesta traición de Lin y logró, por lo menos ese fue el resultado, la aprobación de Mao. Es inconcebible sostener que se necesitó  la negación de los veredictos de la revolución cultural y la restauración de la gente derrocada a raíz de la caída de Lin. ¡Una verdadera y absurda contradicción!
  
Por otra parte, tenemos otro documento incluso más claro en cuanto a este tipo de interpretaciones:
  
Zafia Ryan en su artículo plantea la situación del siguiente modo:
  
«En este momento se caldeaba una intensa lucha sobre la situación internacional dentro del liderazgo del PCCh. En 1970 Mao (y Chou aunque por diferentes razones) estuvo de acuerdo en una apertura hacia el occidente, creando una alianza entre la izquierda y las fuerzas centristas de Chou (principalmente la 'vieja guardia' del centro del Partido y las jerarquías militares) contra Lin....» (3)
  
Esto prueba que Lin tenía una línea firme de oposición a Chou y la derecha, porque una alianza con Chou, eso hay que entenderlo, era una alianza con la Derecha.

Siguen los desvaríos de Ryan.
  
«La caída de Lin Piao fortaleció considerablemente la posición de Chou En-lai. Las circunstancias exigían (!!!!) a la izquierda hacer lo que Chou pregonaba: restaurar a los derechistas derribados (!!!) en la Revolución Cultural y colocarlos en los puestos (!!!) dejados por las fuerzas de Lin, incluyendo los del ejercito...(!!!)"(Subrayado y negrillas nuestras) (4)
  
El párrafo es concluyente. No se puede hacer una afirmación más absurda. ¡¡Como van a "exigir" las circunstancias restaurar a los derechistas derribados!!  Esto jamás puede ocurrir, nunca se debe entregar ni un pedazo de poder a la reacción. ¿¡Qué le pasa a nuestra camarada Zafia!? Vemos muy claramente que la caída de Lin Piao fortaleció directamente a Chou En-lai y constituyó un triunfo de la derecha; lo que es imposible comprender es: ¿cómo un triunfo tan pleno y completo de la derecha, como fue la desaparición de Lin y el ascenso de Chou, puede ser interpretado por algunos camaradas como un "triunfo" izquierdista y además, en un cierto sentido?: ¿cuál?

Insistimos, en cuanto a que  las circunstancias de la caída de Lin exigían a la izquierda hacer lo que Chou pregonaba: "restaurar a los derechistas derribados", es otra prueba de nuestras razones y además otra prueba de la total inconsistencia de los análisis del MRI y del PCR. En pocas palabras se sostiene que el vacío dejado por Lin ("triunfo" de la izquierda) necesariamente "exigía" (sic) dejar los puestos ocupados por los apoyantes de Lin, en poder de la derecha enemiga de la Revolución Cultural. ¿Cómo podemos afirmar seriamente que un triunfo de la derecha "exige" nuevas y mayores concesiones de la izquierda a la derecha?
  
Brevemente: la derecha exigía a la izquierda entregarle el poder con el pretexto de la caída de Lin. Un verdadero intríngulis, pero solamente para quiénes no quieren ver la verdad de frente.
  
El contradictorio trabajo de Zafia Ryan, publicado por "UMQG", No. 19/93, sostiene con un candor infantil que:
  
«La izquierda lanzó la campaña de crítica a Lin Piao y Confucio en 1974... Por alusión histórica esta campaña tenía por objetivo a Deng Xiao-ping (Confucio) y en forma secundaria Chou En-lai, cuyo programa centrista era el vehículo para el ascenso de la Derecha...." (5)
  
Es realmente muy extraño que se sostenga seriamente que la campaña Lin y Confucio fuera dirigida contra Deng y Chou (aunque secundariamente, se dice), nadie pudo advertir nunca que la profusa y difusa campaña tuviese ese sentido. En realidad fue una furiosa campaña contra Lin Piao y en su nombre propio, todo esto acompañado por una política internacional reaccionaria y completamente inaceptable para cualquier revolucionario.
  
Chou En-lai vuelve inmediatamente a ser el número 2, en realidad es el 1.  Se inicia la etapa de pleno dominio de Chou En-lai (1971-1976) y es eso precisamente lo que se debe comprender. El camarada Mao ha sido desplazado por la línea de Chou la misma que propugnaba la confrontación con la URSS y el acercamiento a los Estados Unidos. La derecha ha obtenido sendos y claros triunfos, pero los analistas del PCR-EU, piensan que fue un "éxito" de la izquierda.
  
Veamos los hechos. China dirigida por Chou, inicia inmediatamente un acercamiento a los Estados Unidos, hasta la llegada  del propio Nixon a la China para entrevistar a Mao, con el antecedente de las varias visitas previas de Kissinger. Son tiempos difíciles para los maoístas del mundo que no pueden comprender que China se acerque a los Estados Unidos, es decir al imperialismo yanqui que está atacando sañudamente y mediante bombardeos criminales a la República Democrática de Vietnam y al Vietnam meridional. La China Popular se acerca no solamente a los Estados Unidos, sino a dictaduras nefastas como las de Pinochet en Chile, Suharto en Indonesia, Marcos en Filipinas y Mobutu del Zaire. Son bien recibidos en China fascistas de la calaña del alemán reaccionario Franz Joseph Strauss y otros. Apenas los revolucionarios maoístas podemos creer lo que ven nuestros ojos: el abrazo entre nuestro querido y respetado líder el Presidente Mao y el criminal de lesa humanidad Richard Nixon.

¡¡ ¿Podemos ocultar esto? !!    
  
Algunos razonamientos sobre todo de dirigentes del PCR EU, sostienen que los errores de China en esa época pueden parangonarse con la alianza de Stalin con las potencias imperialistas en contra del hitlerismo. Tal paralelo es absolutamente impertinente pues jamás China Popular fue agredida por país alguno imperialista para justificar su alianza con otros imperialistas. Por otra parte ya sabemos que existen algunas explicaciones e inclusive justificaciones, algunas de ellas valederas, como aquella que asegura que la Unión Soviética del valetudinario Brejnev, estaba preparando un ataque nuclear contra China, como vimos en la cita número (2), y que los análisis de Mao eran coincidentes en este punto con los de Chou que decía que los Estados Unidos estaban en decadencia y que era la Unión Soviética revisionista la enemiga mortal y principal de la China Popular. Aún así, no podemos justificar la enorme pérdida de prestigio que sufrió la China con la política de Chou tolerada por Mao que esa política sí ocasionó una enorme confusión en las filas marxistas, leninistas y maoístas.
  
Pero, volvamos atrás, decíamos que la caída de Lin Piao fue una victoria neta de la derecha, por consiguiente y a pesar de los supuestos "errores" de Lin, no podemos menos que alinear a éste en la izquierda. Se dice que Mao y la izquierda lanzaron la famosa campaña "contra Lin y Confucio" y que para llevarla adelante se "tuvo que aceptar las exigencias de Chou y la derecha de atenuar y pasar por alto y finalmente revocar los veredictos de la Revolución Cultural". Es decir que se quiere justificar teóricamente una alianza subordinada con la derecha para acabar con un "enemigo" izquierdista por lo demás ya desaparecido.
  
¡¡ Imposible aceptar esta lógica !!
  
Y no sólo eso, sino permitir a la derecha tomar los puestos de mando, mientras la izquierda se distrae con una confusa campaña contra..... "Confucio y Lao Tse".
  
Para nosotros, entonces, no caven dudas: Lin Piao fue víctima de un complot asesino de la derecha china encabezada ya por Chou En-lai, que engañó maliciosamente a Mao haciéndole creer que Lin pretendió asesinarlo.

En cuanto al engaño que sufrió Mao, tenemos la versión de Kissinger que retrata rigurosamente el decaimiento del Presidente Mao y su salud.

«Antes de nuestra primera entrevista, ya había sufrido una serie de derrames debilitantes. Sólo podía moverse con dificultad y hablaba con considerable esfuerzo. Las palabras parecían emanar de su corpachón con gran dificultad; eran expulsadas de sus cuerdas vocales en rachas… Mas tarde, después que la salud de Mao se deterioró aún más, el esfuerzo se hizo tan evidente que era doloroso observarlo…. En octubre de 1975, así como durante la visita del presidente Ford en diciembre de 1975, Mao apenas podía hablar…..» (6)

Kissinger tenía estas visiones de Mao enfermo después de considerarlo: "una figura de otro mundo", "Jamás conocí a nadie de quién emanara con tanta potencia una voluntad tan recia y concentrada…".  "La sola presencia de Mao demostraba un acto de voluntad"….." De Mao se desprendían vibraciones de fuerzas, poder y voluntad….".  "Ese era el coloso ante cuya presencia seríamos introducidos….» (7)

Estas condiciones físicas de Mao, el deterioro profundo de su salud, hicieron posible el triunfo del complot de la derecha de Chou En.Lai. La izquierda cayó en el engaño como verdadera chorlita, mordió el anzuelo hábil y criminalmente maquinado por los derechistas  Deng Xiao-ping, Liu Shao-shi y otros bajo la batuta de Chou. En primer lugar dividieron la izquierda, ganancia neta, segundo, desorientaron a las masas, ganancia neta, tercero, desacreditaron a Mao, ganancia neta, cuarto, tomaron los puestos de mando, ganancia neta. Por tanto: ergo, la caída de Lin fue el punto de partida de la derrota de la Revolución Cultural y el inicio de la restauración capitalista en China, en vida de Mao, con su consentimiento, pero terrible y dramáticamente engañado por el centrista-derechista Chou En-lai que debe figurar entre los grandes traidores y enemigos de la China maoísta y como propiciador triunfante de la restauración capitalista.
  
Felizmente en una última intervención del camarada Raymond Lotta del PCR EU, leemos que se señala a Chou En-lai como el patrón y padrino de Teng. (8). La famosa, malhadada y errónea campaña contra Lin Piao y Confucio, dizqué llevada a cabo por la izquierda, fue la continuación profundizada del error, pues le caía como anillo al dedo a la derecha restauradora que, al ser rehabilitados todos sus miembros incluido Teng Siao-ping, aplaudían dicha campaña justamente como opuesta a la Revolución Cultural, por haber sido planteada precisamente sobre los supuestos de la revocatoria de sus veredictos. La campaña contra Lin y Confucio era la contraparte de la Revolución Cultural. ¡¿Dónde estaba la izquierda?! !¿qué estaba haciendo? ¿No se daba cuenta de la actividad febril de la derecha? ¿Por qué no alertaron al Presidente Mao de la gravedad de la situación que estaba enmascarada con la famosa campaña contra Confucio?  ¡Qué confusión más confusa!
  
Pero los izquierdistas Chiang Ching, Chang Chun-chiao, Yao Wen-huang y Wuan Hung-weng, también erraron dramáticamente, no vieron la avasalladora ofensiva derechista y en lugar de combatirla a muerte, la consolidaron, la estimularon, "luchando" arduamente y "victoriosamente" contra Lin que había sido asesinado largos años atrás.
  
Lin Piao figura en la literatura oficial china como traidor, (naturalmente se trata de un calificativo de la época, porque ahora nadie en China se acuerda de estos episodios) junto a los viejos revisionistas como Chen Tu-siu, Li Li-san, Wang Ming, Pen Te-juai, etc. Pero la lista de los traidores según los maoístas es pues otra y debe estar encabezada precisamente por Chou En-lai, seguido de cerca por Teng Siao-ping y Liu Shao-chi.
  
Lin Piao es recordado por nosotros, como el compañero íntimo del Presidente Mao, como el conductor de la GRCP, como el editor del famoso "Libro Rojo" y el autor del sensacional estudio: "¡Viva el Triunfo de la Guerra Popular!",  que nuestro Partido reprodujo como una síntesis magistral de la obra militar de Mao.
  
Nosotros no podemos, cerrando los ojos, censurar a Lin y convertirlo en un traidor, cuando justamente su desaparición, constituye el punto de arranque de la restauración capitalista, la derrota estrepitosa de la izquierda y el abandono paulatino, firme y sostenido por parte de los protegidos de Chou En-lai, de las enseñanzas de Mao.
  
La Gran Revolución Cultural Proletaria, que nació en 1966, tuvo su abrupto final en 1971. A partir de entonces nace una nueva etapa, la del inicio de la restauración, la dinastía Chou, una etapa negra y vergonzosa que la enfermedad del Presidente Mao y su aislamiento, no le permitieron ya combatir, en tanto que una izquierda desorientada caía en las redes del confusionismo más absoluto. No se puede, pues incluir la etapa 1971-1976, en los registros de la Revolución Cultural, como se está haciendo hasta ahora.

Por otra parte, es cierto que Mao trató de enmendar la situación de la hegemonía de la derecha y el 1° de enero de 1976 publica nuevamente dos de sus poemas escritos en 1965 antes de la Revolución Cultural en los que ridiculiza al "comunismo de Goulash" y el lloriqueo de los revisionistas.

"Mao publica una declaración atacando a Teng por intentar usar las directivas de Mao para defender su propia línea según la cual el orden y la estabilidad para garantizar la producción son "el eslabón clave". La lucha de clases es el eslabón clave, contesta Mao, y todo lo demás depende de ésta. Junto con esto, Mao ataca públicamente a Teng y a todo el viento revocatorio derechista, enfáticamente declarando que "revocar los veredictos correctos va en contra de la voluntad del pueblo". Teng, dice Mao francamente, no sabe nada del marxismo-leninismo, nunca habla de la lucha de clases como eslabón clave, está tratando de revocar los veredictos correctos, y representa la burguesía....". (9)

Si Mao estaba tan claro en cuanto al papel de Teng como representante connotado de la derecha recalcitrante y del camino restaurador capitalista, no comprendemos por qué no instruyó su destitución definitiva, su expulsión del Partido, ya que no era marxista-leninista, y finalmente su propia eliminación como traidor de leso socialismo. Es cierto que destituyó  otra vez a Teng y trató de debilitar a la derecha, pero nada más que eso. Parece que Teng, no hizo sino otra cosa que salir de una habitación y esperar a la vuelta de la esquina la muerte de Mao para tomar tranquilamente el poder, mientras la izquierda, completamente confundida y desorientada seguía luchando contra Lin Piao. ¡Qué tragedia!

En realidad se trató de la última batalla victoriosa de Mao, pero una victoria muy pasajera.....
  
A partir de 1976 (la muerte de Mao), aparece la figura siniestra de Hua Kuo-feng que emergería después de un brutal golpe de Estado que en la forma más cínica y emulando con la metodología política más reaccionaria del capitalismo y del militarismo, implantó una verdadera dictadura burguesa arrasando todo rastro de democracia socialista y constituiría una transición hasta la vuelta triunfante y "definitiva" de Teng Siao-ping. (La dinastia Teng = "definitivo" triunfo de la restauración capitalista).

Se comenzó a hablar de la banda de los cuatro, es decir del grupo de la Revolución Cultural que apoyaba a Mao y estaba constituida, como sabemos por Chiang Ching, Chan Chung-chiao, Yao Wen-yuan y Wang Hung-wen. Se procedió al arresto inmediato de los cuatro dirigentes maoístas y se instaló un tribunal de excepción para juzgarlos sumariamente. Se los condenó a muerte y después de les conmutó la pena por otra de cadena perpetua. Así actúa la derecha, así de sumariamente suprime la derecha a los líderes revolucionarios, mientras una condescendencia inexplicable permitió la supervivencia del archi-renegado Teng Siao-ping durante tanto tiempo.

La "justicia" de los revisionistas chinos fue mostrada en la televisión cuando los guardias agredían brutalmente a Chiang Ching y ésta defendía vigorosa y valientemente el legado de Mao. ¿Qué podía valer ya esa actitud valerosa frente a los revisionistas vencedores? ¿Se puede sostener, en estas circunstancias que fue correcto desplazar a los partidarios de Lin Piao para entregar sus posiciones a los derechistas de Chou En-lai y Teng Siao-ping? Como vemos no hay ninguna forma de justificar ni siquiera explicar el desatino que constituyó la famosa y errada política de lucha contra Lin Piao y Confucio.

La camarada Chiang Ching fue asesinada  en la cárcel por órdenes de Teng, pero la propaganda reaccionario-revisionista habló confusamente de un suicidio, la verdad es que fue eliminada brutalmente  por los enemigos de Mao que incluso hoy día se enmascaran con la efigie del gran timonel. La actitud de Chang Chun-chiao fue igualmente digna y revolucionaria. No así la de los dos jóvenes dirigentes de la Revolución Cultural Yao Wen-yuan y Hang Hunh-wen que capitularon cobardemente ante el enemigo de clase.
  
¡Y la China cambió de color......! En 1990 ya  bajo la dictadura reaccionaria de Teng Siao-ping (fallecido) y sus sucesores como Li Peng y Yan Ze-ming  se completaba la restauración capitalista. El proceso que hemos descrito de toda la etapa decadente de la Revolución China, debe ser perfectamente comprendido para no caer en apreciaciones incorrectas que permitan la repetición de los errores garrafales.

La China "popular" actual esta gobernada por un "partido comunista", es una nación "socialista", sin embargo las comillas constituyen acá lo principal. China 2 000-2006 es una potencia económica que hace temblar de miedo a los imperialistas, pero como potencia capitalista cuya base socialista fue construida por el pueblo chino conducido por su líder Mao Tse-tung durante los 50 años de su liderazgo. La potencia de China no se debe, ni mucho menos a la línea economicista de Deng, como suponen algunos. La base de la modernización de China fue puesta por el socialismo de Mao, pues para Mao estando la política al frente y el poder omnímodo en manos de la clase trabajadora, no se descuida, ni mucho menos, la producción y el desarrollo de la ciencia y la tecnología. La diferencia del desarrollo socialista con el desarrollo capitalista está en que, para el socialismo, el desarrollo se subordina a la distribución nueva del excedente social, en cambio para el capitalismo todos los excedentes benefician a la minoría burguesa.

La China moderna ha reconquistado Hong Kong y Macao, se ha convertido en una verdadera potencia económica y levanta tímidamente el legado de Mao Tse-tung, junto al "legado" de Teng Siao-ping, lo que constituye una aberración. Significa que China y sus actuales dirigentes creen que se puede combinar la política revolucionaria de Mao con el pragmatismo de Deng lo cual, naturalmente es una falacia.
  
Lejos ya de aquellos acontecimientos, nosotros maoístas bolivianos, relevamos y enaltecemos la memoria de los auténticos maoístas chinos que lamentablemente fueron asesinados, no por los enemigos externos imperialistas o por los reaccionarios de Chiang Kai-shek, sino por elementos incrustados en el Partido que lo capturaron y revocaron todos los principios. Ni siquiera Jruschov actuó tan brutalmente contra los estalinistas Molotov, Malenkov y Kaganovich. Los revisionistas chinos actuaron como verdaderos enemigos de clase. En el curso de la misma construcción socialista en esta aguda y compleja lucha de clases en el seno del Partido Comunista de China se destacaron como maoístas íntegros los camaradas Chen Po-ta, Lin Piao, Kang Sheng, Chang Chun-chiao y Chiang Ching, que jamás fueron derrotados por el revisionismo restaurador.
  
Nuestra posición, como se ve, es producto de un análisis lógico y dialéctico de los acontecimientos contemporáneos de China y concuerda coherentemente con todos los acontecimientos posteriores. Nuestra crítica respetuosa, revolucionaria y marxista de Mao, no le quita un ápice de su grandeza al Presidente y líder de todos los marxistas del siglo XXI.
  
Pero China la milenaria volverá, estamos seguros, por la senda de la revolución. La semilla sembrada por su hijo predilecto y más grande de todos los tiempos: Mao Tse-tung no puede desaparecer nunca y volverá a germinar en la hora decisiva de la revolución en el siglo XXI.




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NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

1.  Bob Avakian. "Las contribuciones inmortales de Mao Tse Tung". RCP Publications   1979. Págs.  324-325)
2.   Bob Avakian. "La pérdida en China y el legado revolucionario de Mao Tse tung". RCP .Publications.   Chicago 1978. Pág. 36.
3.   Zafia Ryan.   "Chiang Ching: Las ambiciones revolucionarias de una líder comunista". "Un  Mundo que Ganar". 1993/19). Pág. 34.
4.      Ibidem.  Pág. 34.
5.         Ibidem.  Pág. 35.
6.    Kissinger, Henry. "Mis memorias". Págs. 728.
7.    Ibidem.  Pág. 727.
8.    "Un mundo que ganar" No. 1995/20,  pág. 48.
9.     Bob Avakian. "La Pérdida de China......" Citada.  Folleto. Págs. 51 y 52.


  
  
  
  
  
  
  
    

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