La huelga más grande de nunca en Portugal

Por primera vez en 20 años

La huelga más grande de nunca en Portugal

Antideficit contra los recortes decididos por el gobierno de "izquierda", dirigida por Sócrates

Portugal fue paralizado desde el 24 de noviembre por la huelga general proclamada por los sindicatos contra el plan de lágrimas y sangre  antideficit decidido por el gobierno del socialista José Sócrates, Primer Ministro. La huelga había sido convocada por primera vez en más de 20 años, por los dos principales sindicatos del país, la CGTP y UGT, el día antes de su aprobación definitiva por el Parlamento del presupuesto 2011, que apunta llevar a 4.6 % que apunta a llevar el déficit respecto al producto interior bruto para el año próximo. Una medida financiera que ha sido considerada por los sindicatos como "una declaración de guerra a los trabajadores" que ha dado vida a la más grande huelga de nunca en el país, incluso más participada que la última de 1988.

Alta participación en la huelga en el sector público, en particular en el transporte, la educación y la asistencia sanitaria, con de adhesión de hasta un 90%. En las protestas también han tomado parte la policía y carabineros. Aeropuertos bloqueados hasta la noche del 23 de noviembre, suspendidos durante más de tres cuartas partes de los trenes y la mitad de autobuses. En la capital permaneció cerrada la metropolitana como el transporte fluvial entre las dos orillas del Taro, muy pocos autobuses en circulación, los bancos y oficinas de gobierno cerrados. La misma situación en Oporto y en otras grandes ciudades. La misma situación en Porto y en las otras grandes ciudades.

Los trabajadores portugueses y las masas han rechazado las medidas de austeridad adoptadas por el gobierno para hacer frente a la crisis de la deuda y la falta de liquidez, han gritado con fuerza que no deben ellos en pagar las cuentas de la crisis.

Aquello  que al contrario se apresta a hacer el primer ministro José Sócrates, que ha desmentído los pronósticos según los cuales Portugal sería el siguiente estado de la Unión Europea en tener necesidad de empréstitos  después de Irlanda y Grecia, a través del Plan de recortes de gastos públicos y  reducción de los salarios para absorber el déficit. Un plan que cuenta con el consentimiento del Presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, que en un reciente discurso sobre la crisis en la zona del euro, en el Parlamento Europeo sostuvo que el plan de consolidación fiscal envió desde Lisboa será eficaz y capaz de para llevar las finanzas bajo control en un momento dado que en Portugal "no hay burbujas inmobiliarias y el sector financiero no tiene una exposición excesiva en relación con el tamaño del país."

Será cierto, pero sobre las cuentas públicas pesa también el mazo de la deuda pública que está oficialmente en el 86% del PIB (Producto Interno Bruto) en el 2010, pero pocos dudan de que  pueda estar por encima del 110%, con cifras oficiales trucadas PIB a la baja, como fue para Grecia. En tanto pagan los trabajadores y las masas con el proyecto gubernativo que con objetivo de reducir el déficit de 9,3% en 2009, al 7,3% este año hasta al 4,6% en 2011, previendo  el aumento de las tasas a partir del IVA  que pasará de 21 a 23%, un recorte del 5% en los salarios de los dependientes públicos, la congelación de las pensiones, la cancelación de las inversiones y obras públicas, y sobre todo de programas y subsidios sociales en un país donde el salario promedio es de 800 € y el salario mínimo 475 € y en el cual el desempleo está por encima del  10%.

01 de diciembre 2010

(Tomado de Il Bolscevico, órgano del Partido Marxista Leninista Italiano)