domingo, 5 de diciembre de 2010

R U S I A (hoy) Después de la Unión Soviética


Presentación
La lucha entre la revolución y la contrarrevolución, a lo largo de cuatro quinta parte del siglo XX y que se ha soldado con el triunfo de la restauración capitalista en los primeros páises socialistas, con toda la derrota estratégica -de gran importancia histórica, con todo lo "estratégica", parcial y temporal- del Partido Comunista Mundial, se cierra hoy con los intentos de los auténticos comunistas de sacar lecciones de ella y a no olvidar jamás. De ésta derrota, la que como toda crisis o viraje decisorio en una guerra ha desnudado a los que han laborado para que se diera, los revisionistas modernos y, a sus ayuda de cámara los revisionistas postmodernos, pero también; templado el acero a los auténticos comunistas, bajo la guía del camarada Mao Tse-tung, los que se han esforzado marchando a contracorriente en lavar las banderas rojas, alzarlas y hacerlas flamear con fuerza y nuevos bríos. ¡Hasta el comunismo, ahora más que nunca!
Con satisfacción y orgullo iniciamos, a través de este portal, una serie de aportaciones a la aproximación y respuestas a lo que ha sucedido en dicho lapso histórico marcado por el accionar revolucionario del proletariado internacional. Nada mejor, en ello, que comenzar con Revolución y Socialismo, obra inédita aún del camarada Jorge Echazú Alvarado, Presidente del Partido Comunista Marxista-Leninista-Maoísta Bolivia. En plena confianza de que del mismo los comunistas revolucionarios de todo el mundo sacarán importantes guías para reforzar su confianza en la victoria final, así como la fortaleza necesaria para inevitable autocrítica reconstructiva.
Luminoso Futuro




R U S I A (hoy)

DESPUES DE LA UNION SOVIETICA


Introducción

El voraginoso final del «socialismo» real en la Ex-Unión Soviética y Europa Oriental, la desaparición del enemigo legendario de Occidente, el fin de la bipolaridad planetaria y de la guerra fría, dieron pábulo a que se extendiera una ilusión mundial "democrática".

George Bush I, prometía un "nuevo orden mundial", mientras Margareth Thatcher declaraba que «no podía negarse la esencia fundamental de la naturaleza humana y pretender el éxito y que se había ganado la guerra fría». Francis Fukuyama, el politólogo empleado del Departamento de Estado, proclamaba el «fin de la historia», a comienzos de la última década del siglo XX.

1.             LA RESTAURACION CAPITALISTA EN LA URSS.

Hemos dejado nuestro recuento histórico-político cuando durante las décadas 60, 70  y 80, una camarilla de dirigentes revisionistas del tipo de Jruschov, Brejnev y Gorvachov, se apoderaron ladinamente del poder político en la Unión Soviética y iniciaron el contra-proceso reaccionario que daría como resultado la restauración completa del capitalismo en la Unión Soviética.

En una palabra, el siglo XX se divide para Rusia del siguiente modo:

A) de 1900-1917,  17 años de pre-sovietismo zarista,
B) de 1917-1956, 29 años de ascenso revolucionario socialista de Lenin y Stalin;
C) de 1956-1990, 34 años de revisionismo restaurador (Jruschov, Brejnev);
D) de 1990-2000, 10 años de restauración capitalista total (Gorvachov, Yeltsin  y  Putin).

¿Cómo podríamos explicar para las generaciones futuras este acontecimiento que significa la postergación por mucho tiempo de las aspiraciones de la humanidad para conseguir una sociedad más justa, más libre y más humana?

En el capítulo correspondiente de nuestro trabajo, tercer capítulo, tratamos el gran tema de las divergencias surgidas en el seno del Movimiento Comunista Internacional y expusimos el criterio de la corriente marxista-leninista en el sentido de haberse iniciado desde 1956, año del Vigésimo Congreso del PCUS, una verdadera etapa de restauración capitalista y de abandono completo de la construcción socialista.

A fines de la década de los ochenta, esa posibilidad avisorada y prevista por la corriente marxista-leninista se veía, lamentablemente, corroborada por la práctica y se veía caer uno a uno los regímenes socialistas de Europa oriental y finalmente caer dramáticamente a la heroica e invencible Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas.

¿Cómo fue posible que una empresa de tan gigantesca envergadura, una construcción epopéyica que había costado tanta sangre, tanto sacrificio, que había despertado tan grandes esperanzas e ilusiones en millones y millones de seres humanos de todas las regiones y continentes, una aventura colosal que había despertado la admiración de lo más granado y avanzado de la humanidad, se destruyera, casi de la noche a la mañana, en medio de una indiferencia realmente inexplicable?

En una palabra, ¿qué había pasado?

Decir que se cumplieron al pie de la letra los pronósticos planteados por los marxistas leninistas es una verdad, pero esa verdad precisa de una explicación y una profundización para sacarse las conclusiones que se necesitan urgentemente.

Se dice corrientemente, que Occidente ganó la guerra fría, que el socialismo no pudo sostenerse en la emulación con el capitalismo, que los procesos de construcción socialista cayeron en crisis insalvables que hicieron que los propios pueblos de esos países optaran por echar a los comunistas y llamar a los capitalistas. Ninguno de estos argumentos soporta el menor análisis investigativo.

Comencemos con la llamada guerra fría. La confrontación político-ideológica entre "Occidente" y "Oriente" no fue ganada por ninguno de los contendientes por el simple hecho que no se produjo una confrontación real ni militar ni política. En cuanto a la incapacidad del socialismo para sostener una emulación con el capitalismo, cae por su propia base ya que las incapacidades del capitalismo para resolver los problemas de la gente tienen centurias y no por ello se caen los regímenes capitalistas. Lo mismo podemos decir de las crisis, el capitalismo transcurre de crisis en crisis, pero nadie habla de cancelarlo simple y llanamente por que lo defiende el sistema establecido haciendo uso y abuso de la fuerza y la coacción.

De modo que la explicación real de la caída del socialismo en Europa oriental y la Unión Soviética tiene que ser buscada donde corresponde, es decir en las contradicciones en el propio aparato de dominación de los regímenes producto de una errada construcción socialista.

La iniciativa del "cambio" provino de un sector de la misma capa dirigente "socialista" desde largos años atrás. El Partidos y sus líderes renegaron de su pasado y de sus pasadas posiciones ideológicas y adhirieron acríticamente a la institucionalidad democrático-occidental, el principio del mercado libre, en realidad del capitalismo salvaje.

La REGRESIÓN  fue inducida, como decíamos,  por los mismos gobernantes desde Jruschov y Brejnev hasta y principalmente Gorvachov, Afanasiev y otros, en la esperanza de lograr mayores y mejores beneficios como capa social explotadora de nuevo tipo en el nuevo sistema.

Leamos algunos párrafos de un autor con conocimiento de causa:

«La iniciativa de cambio (se refiere a los cambios en Europa oriental), provino de un sector de la misma clase dirigente. La población se mantuvo al margen de los acontecimientos...». (1)  «La transición fue, ante todo, inducida por los mismos comunistas que comprendieron hacia dónde soplaban los vientos y decidieron "gorbachovizarse"...» (2). «En muchas ocasiones, como lo señalábamos anteriormente, fue la misma élite política la que creó los mecanismos y las condiciones para el cambio....» (3)

Concordando plenamente con lo expuesto por Fazio Vengoa, pensamos que fue la propia élite revisionista con rótulo marxista y comunista la que no solamente indujo, sino que produjo el cambio y la restauración. Esta capa social y política se había ido incubando en el seno mismo del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), desde 1956, cuando con el pretexto del "anti-stalinismo" se inició "vigorosamente" el camino restaurador. La camarilla revisionista de Nikita Jruschov, declaró la caducidad de la dictadura del proletariado y creó ridículamente la categoría conceptual del "Estado de todo el pueblo" y a partir de entonces el proceso no tuvo pausa ni pudo ser contenido no obstante todos los esfuerzos de los marxistas leninistas.

Echado Jruschov por sus mismos seguidores, lo reemplazó Leonid Brejnev (1964-1982) que continuó el camino restaurador agregándole una enorme dosis de corrupción, militarismo, agresividad y cinismo. Atacado por varias embolias, Brejnev seguía ostentando el cargo honorífico de Secretario General del PCUS, mientras ordenaba con enorme irresponsabilidad la invasión de Polonia, Afganistán y Checoslovaquia. Unicamente los ciegos y tuertos seguidores incondicionales de una Unión Soviética abstracta, podían aprobar las acciones propiamente imperialistas de Brejnev, pero eso era secundario, en el plano interior la restauración capitalista seguía a pasos agigantados con la careta del socialismo y del comunismo.

«El brezhnevismo fue un pacto político que se selló entre las diferentes tendencias y corrientes que coexistían en la dirección soviética. Su cristalización institucional fue la sustitución del todopoderoso secretario general por la "dirección colegiada". Los máximos órganos de poder eran el politburó y el Comité Central. Los miembros integrantes de estas instancias forjaron inmensas clientelas de subalternos y disponían de grandes redes  de influencia sobre las cuales erigieron su poder y autoridad. Con el sistema de nomenklatura, es decir, designación desde arriba de los funcionarios, los altos miembros de la clase política les dieron solidez y representatividad  a las clientelas y constituyeron sus respectivas redes de influencia. De la  magnitud e importancia de esas redes dependía, en última instancia, la cuota real de poder político, y se emprendían las negociaciones entre los miembros de las instancias superiores...»  (4)

La caracterización de la época de Brejnev no podía ser mejor por parte de Fazio Vengoa, pues muestra el grado de degeneración a que había llegado la Unión Soviética en esta etapa, mientras los adláteres de tierra adentro sostenían una invencibilidad supuesta del socialismo y se defendía con uñas y dientes el rumbo traidor y restaurador en medio de la corrupción más pronunciada. Así se explica que el rumbo socialista hubiera sido abandonado completamente, quedando las formas, las apariencias y la propaganda difusa y profusa de los llamados pro-soviéticos y los partidos comunistas agresivamente dispuestos a romper lanzas contra los movimientos auténticamente revolucionarios del mundo que denunciaban la traición revisionista en curso ascendente. Nada convencía a los "adoradores" de Moscú de esa época. Ni siquiera la evidente incapacidad física y intelectual del No. 1 de la nomenklatura hacía que se planteara siquiera una revisión de las líneas políticas. Todos los críticos, como en la Inquisición medieval, eran tratados de "agentes", provocadores, extremistas y todos los adjetivos conocidos.

Muchos estudiosos y tratadistas del sovietismo sostienen muy seriamente que el brejnevismo constituía una vuelta, aunque solapada y limitada al "stalinismo" denunciado por el antecesor Jruschov. Esta tesis es realmente insostenible y profundamente confusionista, ya que trata de involucrar a Stalin en una política que desarrollan precisamente sus enemigos. Por lo mismo no puede ser más ridícula y al mismo tiempo infame contra Stalin. Brejnev trató de todos los modos posibles de seguir fielmente la línea de Jruschov, pero sin añadirle la pomposidad e histrionismo del rechoncho Jruschov. El antistalinismo de Brejnev fue tan agresivo y radical como el de su sucesor, por ello mismo no es pues pertinente hablar siquiera de una etapa neo-stalinista. Lo que pasó, en realidad, es que Brejnev se dio cuenta de que una enorme cantidad de soviéticos no estaban de acuerdo con aquella condena y trató de ganarse a esa gente. Por otra parte fue muy fácil aparentar adhesión a una figura histórica mientras se apresuraba la verdadera restauración capitalista.

Brejnev, contra toda lógica y contra los principios revolucionarios, ordenó primero la invasión a Checoslovaquia  en 1968 y posteriormente, implementó la invasión de Afganistán para respaldar a una camarilla pseudo-socialista de profundo carácter reaccionario. Las aventuras de Brejnev en el Africa (Etiopía, Somalía, etc.) en el cercano oriente, en el Asia y otros lugares, desprestigió totalmente a la Unión Soviética que recibió la denominación correcta de "social-imperialista". Finalmente su política anti-china fue realmente fascista e imperialista. Se sabe con  precisión que en 1968 estuvo muy cerca de ordenar un ataque total y quizá atómico contra China.

La desaparición de Brejnev no hizo sino fortalecer aún más a la camarilla restauradora y sus "herederos" Andropov y Chernienko, no hicieron otra cosa que administrar el curso cada vez más fatídico de la restauración.

Llega Gorvachov en 1985 con su famosa "Perestroika" y su "Glasnost", mostrándonos una rara simbiosis entre la democracia occidental y el socialismo soviético. Gorvi, decía que su programa consistía en más socialismo y más democracia (+ socialismo + democracia = perestroika). Muy rápidamente resultó que Perestroika + Glasnost= Capitalismo salvaje.

La imagen inicial de Gorvachov, parecía constituir la salvación del revisionismo y daba la impresión de que, volviendo a Jruschov, Gorvachov había encontrado el 'camino perdido'. Como todos los traidores antes de su caída estrepitosa, Gorvachov hizo todos los intentos para ser él mismo quien presida y conduzca la transición al capitalismo, pero naturalmente detrás suyo estaban esperando su turno la casi totalidad del aparato del Partido que ya habían producido sus propios cambios interiores y ya no querían saber nada del PCUS ni del socialismo y se peleaban a codazo limpio para participar del modo más visible en la transición.

El principal era naturalmente el dipsómano Boris Yeltsin, exdirigente del Partido, alto exponente de los conversos que, además, estaba profundamente resentido por haber sido expulsado del Partido por Gorvachov. Imagínese el lector, la calidad de los expulsadores y de los expulsados. Pensemos un poco. ¿Podemos decir que éste era el Partido de Lenin o de Stalin? Tenían que ver algo estos bellacos con la Revolución de Octubre, con la defensa de Madre Patria en la segunda guerra mundial, en el sacrificio de la construcción koljosiana? Naturalmente que nada. Eran extraños al cuerpo mismo del gran partido bolchevique, no obstante eran sus...... dirigentes.

Queda pues completamente claro que nuestra tesis fue y es correcta: una "enfermedad" incurable se apoderó de los sectores dirigentes del PCUS después de 1956, esa enfermedad se llama REVISIONISMO, el único culpable de la postergación centenaria de las aspiraciones mundiales al socialismo.

*     *     *

Las circunstancias y las vicisitudes de la caída final del revisionismo y el triunfo final de la restauración son dignas de una opereta de la más baja ralea. El partido bolchevique está penetrado profundamente por traidores, arribistas, tránsfugas y conversos. El entorno de Gorvachov es un círculo de oportunistas que quieren quedar bien con Occidente y seguir gobernando la Unión bajo el signo de la dependencia y la subordinación. El grupo yeltsinista, que resultará triunfante, es un conglomerado aún más amorfo y despreciable que el primero. Finalmente está el grupo de los viejos brejnevistas que pretenden destronar a Gorvachov para seguir con la nomenklatura.

Los comunistas, aquellos que han sufrido arrinconados el auge del revisionismo, no encuentran los métodos para parar la avalancha reaccionaria. No atinan a ninguna defensa y caen derrotados en toda la línea.

Yeltsin maniobra rápidamente y se da cuenta que Gorvachov pretende quitarle el espacio de restaurador pleno y pone en acción lo más negro de la población soviética: los sectores mafiosos que han proliferado desde el ascenso revisionista y más aún con la Perestroika. Se apodera del gobierno de la Federación Rusa y plantea cínicamente la desintegración de la Unión Soviética para dejar a Gorvachov sin su piso de sustentación, recuérdese que es el Presidente de la Unión Soviética.

Gorvachov, intenta un último golpe de escena y simulando una enfermedad se retira al Mar Negro dejando la sensación de que es víctima de un complot de la vieja guardia. Yeltsin toma el Kremlin y destituye a Gorvachov. El retiro del tiznado traidor al socialismo es realmente ridículo y patético, ya no es Presidente de nada por que en los hechos ha desaparecido la Unión Soviética por obra suya.

La vieja guardia intenta un contragolpe tomando las instalaciones de la Duma (El Parlamento) rusa, pero Yeltsin ya seguro de las fuerzas armadas y las fuerzas del ministerio del interior, aplasta el levantamiento a sangre y fuego. Así, casi como una vulgar opereta de barrio bajo, se consuma la derrota final (pero solamente histórica) de la experiencia socialista en la Unión Soviética.

¡Qué contraste tan grande con las jornadas de octubre de 19171!  ¡Qué diferencia entre los dirigentes: ¡Yeltsin y Vladimir Lenin!  ¡Qué comparación entre la implantación del socialismo y la restauración capitalista!

Naturalmente Occidente ha proclamado esos años y esos acontecimientos como los más importantes de la centuria, pero lo único que se puede mostrar es la degradación en la que han caído todos los países ex-socialistas.

Han transcurrido más 10 años del derrumbe del Muro. Las bellas nociones de interdependencia, cooperación, tolerancia, superación de los problemas fundamentales que aquejan a la humanidad, han quedado opacadas y desteñidas por las catastróficas condiciones de vida a las que han llegado las poblaciones de cada uno de esos países; las tensiones, los conflictos locales, la intolerancia y sobre todo un incremento desesperante de la pobreza en esa parte del mundo que toca peligrosamente niveles insostenibles.

¿Por qué este nuevo cambio fundamental en tan breve período de tiempo?

En lugar del "fin de la historia", vemos emerger un nuevo período histórico que debemos interpretar y traducir, pero que evidentemente está preñado de grandes incertidumbres.

La Comunidad de Estados Independientes (CEI), fue una asociación "voluntaria" de estados independientes que, en vista de los lazos existentes, pretenden encontrar algunas posibilidades de cooperación. Sin embargo, en los hechos, la CEI no es más que una fachada de la total bancarrota de la restauración capitalista.

La Rusia Yeltsinista tuvo que soportar, precisamente por su demagogia que se volcó contra ella misma, varios conflictos armados: Chechenia, Nagorno-Karabaj, Abjasia,  Osetia. Otra vez Chechenia, un estadillo de religión musulmana, en medio del caos creado por la restauración, fue presa fácil de la propaganda fundamentalista que proveniente de los países musulmanes del sur, pretendió una independencia completa diferente a Rusia. Grupos armados, seguramente armados y organizados por el fundamentalismo musulmán en combinación (cuándo no), de la famosa CIA norteamericana, originaron una verdadera guerra que aprovechó las aspiraciones legítimas de esas nacionalidades a la autonomía.

Finalmente se pudo desentrañar el carácter mismo de la guerra de Chechenia. El imperialismo yanqui pretende separar poco a poco todos los territorios de Rusia para debilitarla y apartarla de la riqueza petrolífera del Mar Caspio ya que tiene insertados sus intereses en la región y qué mejor arma que utilizar las aspiraciones de autonomía de un pueblo atrasado y víctima de la manipulación imperial. Se trata de construir un gran oleoducto que extraiga el petróleo del Caspio y lo ponga en Turquía (un lacayo de los Estados Unidos), a disposición de las grandes empresas occidentales del oro negro.

Los nuevos ricos o naciente clase capitalista son el resultado de la combinación de la siguiente ecuación: especuladores+mafiosos+antigua nomenklatura+la corrupción = regresión capitalista.

2.  ASPECTOS ECONÓMICOS DE LA REESTRUCTURACIÓN

Las características de la crisis económica de la Rusia capitalista son gigantescas y catastróficas.

El PIB per cápita en Rusia en 1989 era de 4 550 dólares, en 1992 cayó en un 20%, el PNB, cayó en un 10%.

La producción industrial rusa en comparación con la de 1990,  cayó en 1991 al 91%, en 1992 al 73% y  en 1993 al 64%.

Los precios al detalle aumentaron más de 20 veces y la inflación alcanzó al 2 600% en 1992.

En 1991= 60 rublos por dólar, en 1993, 1 000 rublos por dólar y a fines de 1993, 1300 rublos por dólar.

Las reformas que incluyeron la estabilización, la liberalización de precios, la privatización y la apertura "democrática", lejos de conseguir la inserción de la economía rusa en las relaciones mundiales, la convirtieron en otra de las economías subalternas.

La reforma en la propiedad de la tierra no ha podido implementarse hasta la fecha dada la resistencia de los campesinos a su privatización. Ellos prefieren la seguridad de los antiguos koljoses y sovjoses.

«Al igual que ocurre en la mayor parte de Europa del Este la agricultura no ha corrido mejor suerte (que la industria. n.n.) El aumento de valor de los insumos, la escasez de créditos para comprar maquinaria, la contracción del mercado interno debido a la caída del nivel de vida de la población y el desinterés de los campesinos para vender a los precios fijados por el Estado han alimentado la especulación de productos agropecuarios y han sumergido al campo en una crisis de grandes dimensiones. A esto se suma el hecho de que el campesino se resiste a la privatización de la tierra. En 1992, sólo el 1% de la tierra arable estaba en manos de particulares. Este porcentaje no ha variado mayormente porque la población campesina prefiere la seguridad que le ofrece el sovjos (granja estatal) y el koljos (granja cooperativa) que la aventura individual. Para acelerar la transformación de la tenencia de la tierra las autoridades han pretendido forzar una descolectivización con resultados muy similares de la colectivización de los años treinta: varios millares de cabezas de ganado ovino y porcino sacrificados, además del descontento general del campesinado....»  (5)


3.  LOS PROBLEMAS SOCIALES EN RUSIA DESPUÉS DE LA IMPLANTACIÓN DEL CAPITALISMO.

La pobreza se ha incrementado  en Rusia en forma alarmante.

En 1991, el 55% de la población se encontraba en los umbrales de la pobreza.
En 1993, ese índice se había elevado al 80%.

El semanario ruso Zhizn, según la agencia Reuther, informaba en marzo de 1992 que los vendedores ambulantes de Moscú venden a sus confiados clientes carne de perro y gato sin que éstos lo noten. Muchas calles centrales de Moscú parecen vastos mercados de pulgas al aire libre, mientras que las personas se alinean para vender productos como ropa, artefactos de hogar y una pobre selección de comidas y bebidas a una población que lucha por satisfacer sus necesidades básicas, según el mismo semanario.(6)

Según el periódico Moskovski Komsomolets, son cada vez más frecuentes los casos de fallecidos enterrados en sacos plásticos debido a la carestía de servicios funerarios, y los ancianos exigen el derecho constitucional a "un sepelio digno" para no ir a parar "a basureros" o fosas comunes. Para los rusos, en 1992 hasta morir resulta siendo un lujo.   (7)

La prensa informa en diciembre de 1992, de brotes de pediculosis que provocan los piojos. Igual que las invasiones de lobos, ese fenómeno sólo se producía en tiempos de guerra, epidemias masivas y otros cataclismos sociales, constata el Sovietskaya Rossia. (8)

El empobrecimiento que ha acarreado la reforma económica y anteriormente la "Perestroika", así como el creciente desempleo, ha hecho que los rusos añoren los buenos años del comunismo y reclamen, cada vez más, rectificaciones al modelo económico. Para fines del año 1992 se prevé un desempleo de entre 14 y 15 millones de personas, según el "Komsomolskaya Pravda" (9).

La agencia EFE informa en enero de 1993 que los niños rusos se han convertido en una mercancía más que se vende, se compra o se cambia en Rusia, transformado en un país de capitalismo "salvaje" y miserable, o bien son abandonados o asesinados porque sus padres no pueden mantenerlos. Según la misma información por un recién nacido se cobró 10 000 rublos, lo que equivale a unos 25 dólares o al precio de 20 kilogramos de carne en el mercado local. (10)

Según la agencia EFE, mediante un cable fechado el 31 de julio de 1994, la antropofagia en la Rusia post-soviética ya no causa sorpresa y el canibalismo salta a las páginas de la prensa rusa cada vez con más frecuencia. «El mes pasado, la policía detuvo allí a un grupo de personas que había organizado una borrachera y, después de matar a tres de los participantes, hirvieron y se comieron a uno de ellos.....»  (11)

La misma agencia EFE reporta desde Moscú en noviembre de 1994 que las ratas, cuyo número en la capital rusa superó los cincuenta millones, más de cinco por habitante, se han convertido en un verdadero azote de Moscú y han invadido el Kremlin, teatros, comercios, restaurantes y hasta obligaron a clausurar el mayor hotel de Europa: el Rossia, situado a pocos metros de la Plaza Roja y lugar predilecto de hospedaje de altos visitantes de Moscú que tuvo que ser cerrado por convertirse en campo de batalla contra los roedores, que prácticamente habían paralizado su funcionamiento.(12)

Alexandra Trubnikoff reporta desde San Petersburgo en noviembre de 1994 que en la ciudad rusa los hospitales en quiebra se ven obligados a cobrar servicios oficialmente gratuitos.... «La situación es catastrófica, no tenemos dinero y los hospitales cierran uno tras otro", se queja Valeri Kuriokin, presidente del Comité de Salud de San Petersburgo. En Petersburgo es un suicidio caer enfermo»  (13)

Para julio de 1995, informa EFE, que en los últimos seis meses 3,5 millones de personas pasaron a engrosar las filas de los que viven en la extrema pobreza, lo cual eleva la cifra oficial de pobres a un 30% de toda la población estimada en 150 millones.

«Los datos ponen los pelos de punta, pero la realidad es mucho más desoladora en un país en el que el grupúsculo de nuevos ricos amasa desorbitantes fortunas a velocidad de vértigo, en la mayoría de los casos a punta de pistola, mientras que para los demás parece viable cosechar ingresos más o menos dignos si se opta por el pluriempleo". "Los menos afortunados plantan cara al gélido invierno o cualquier otra veleidad climática hasta altas horas de la noche a la vez que ofrecen para vender desde manojos de perejil hasta trozos de pan.... A todos ellos, como a la mayoría de los rusos, les une una cosa: aquí hay que buscarse la vida como sea. Los medios para conseguirlo son lo de menos». (14)

En octubre de 1995 EFE vuelve a informar que «las reformas capitalistas hacen estragos en la nueva Rusia, donde, según reconoce el Gobierno, 40 millones de personas viven por debajo del nivel de la pobreza, mientras el abismo entre pobres y ricos aumenta. El Comité Estatal de Estadísticas ruso (CEE) anunció que 40 millones de personas, un 28% de la población del país, tienen  ingresos mensuales inferiores al 'nivel mínimo vital' calculado en unos 300 000 rublos (unos 65 dólares)». (15).

La situación de la mujer en Rusia capitalista es cada vez más desesperante.....

En febrero de 1996, Viktor Chernomirdin, el primer ministro ruso, un multimillonario de nuevo tipo, prometió a los 600 000 mineros de las minas de carbón que pagaría sus salarios atrasados desde octubre del 1995, lo que demuestra hasta qué límites ha llegado la insolvencia del gobierno capitalista ruso.

Para 1997 se informa según EFE que la crisis demográfica que se manifiesta en una elevadísima tasa de mortandad, comparable sólo con la de los países más atrasados del mundo, representa ya, en opinión de los expertos, una amenaza para la seguridad nacional de esta potencia euroasiática. Según un informe elaborado por la Comisión para la Mujer, la Familia y la Demografía, adjunta a la Presidencia de Rusia, la actual tasa de mortandad es superior a la que presentaba el Imperio Ruso hace cien años.

En julio del mismo año, EFE informaba que el Ejército ruso se halla al borde de la rebelión. Lev Rojlin, jefe del Comité de Defensa de la cámara baja del Parlamento, dice: «La situación en el Ejército es catastrófica: las familias de los oficiales pasan hambre; la falta de motivación y de perspectivas, así como la agudización de los problemas sociales, han desmoralizado a las tropas». (16)

"El País" de Madrid informa en noviembre de 1997 que en Rusia "los niños se alquilan a 14 dólares". La compra o el alquiler de niños con el fin de utilizarlos para mendigar es un negocio bastante lucrativo en Rusia, según revela un informe presentado por la Policía. Los pequeños --desde bebés hasta adolescentes-- pueden costar desde 14 dólares (en perdidas regiones rurales de la periferia del ex imperio soviético) hasta 4 000 dólares (en los mercados negros de los grandes centros urbanos, como Moscú o San Petersburgo).

«En San Petersburgo en la esquina de la céntrica Nevski con la calle Maral, en un baño público, funcionó durante largo tiempo un prostíbulo infantil para 'personas de orientación sexual no tradicional'. Este antro fue clausurado pero no por la policía, sino 'por bandidos locales que se sentían incómodos de tener estos vecinos'» (17)

La crisis desata pánico en Rusia, dice EFE-Reuters desde Moscú el 28 de agosto de 1998. La parálisis del mercado de divisas, provocada por la caída del rublo, y la agonía del sistema bancario ruso, desatan pánico entre la población que desesperada por salvar sus ahorros se lanza a acaparar lo que aún se vende por rublos.

«Las imágenes de rusos desesperados que reclaman su dinero junto a las puertas cerradas de los bancos y las amenazas de tomarlos por asalto hacen recordar el comienzo de los sucesos en Indonesia, donde semejantes episodios desataron los acontecimientos que acabaron con el régimen de Suharto». (18)

Para 1998, según Gorvachov, existen en Rusia tres millones de vagabundos, seis millones de refugiados, 15 millones que viven por debajo de la línea de la pobreza, 20 millones de desocupados o subempleados.

Los índices de desocupación siguen subiendo y no se advierte cambio radical alguno.

Estos datos que proporcionamos panorámicamente, nos muestran de un modo muy claro, dónde ha conducido la desgraciada restauración capitalista en la exUnión Soviética. El muy anhelado "capitalismo" que muchos soviéticos creyeron posible en la antigua Unión Soviética, ha traído, como en ninguna otra parte, una verdadera sanción histórica contra un pueblo que no supo defender las grandes conquistas alcanzadas por las generaciones pasadas que conquistaron la admiración del mundo y pusieron a ese gran país a la cabeza de los países más adelantados del mundo.

Rusia hoy, en el tercer milenio y en los años 2000, es una nación verdaderamente harapienta. Existe una capa social mafiosa, encabezada públicamente por el propio Boris Yeltsin, su familia y su entorno, mientras el pueblo trabajador y el no trabajador (por la falta de empleo), están sumidos en la más espantosa miseria. Leamos algunas consideraciones de la prensa occidental sobre la personalidad de Yeltsin:

«Confunde discursos, olvida cosas, se desvanece en público ya no articula sus palabras, aparece, desaparece, pero aún no pierde su habilidad política. Sigue siendo el Presidente de la Rusia liberal. Un día el fiscal Suratov descubrió una red familiar de Yeltsin que administra sus cuentas en bancos de Suiza. El beodo Presidente instruyó seguir al fiscal y lo pilló en un motel con dos prostitutas y lo filmaron. Luego difundió los videos. Ahh... y cambia primeros ministros con gran facilidad.....» (19)

En Rusia, actualmente existen una serie de Partidos que, en mayor o menor medida, reivindican la revolución socialista y se autotitulan "comunistas". El mayor de todos es el Partido Comunista de la Federación Rusa, jefaturizado por Guenadi  Ziuganov, que si bien tiene mucha influencia del revisionismo supérstite, reúne también militancia stalinista de la vieja guardia. Por otra parte está el Partido bolchevique jefaturizado por la conocida comunista Nina Andreieva que tuvo el valor civil de enfrentar al revisionismo en sus tiempos más fuertes cuando Gorvachov engañaba a todo el pueblo soviético con su estafa de la Perestroika.

Leamos algunos párrafos del más famoso de los documentos de Andreieva:

«NO PODEMOS DESPRENDERNOS DE NUESTROS PRINCIPIOS.  (20)

Decidí escribir esta carta después de muchas vacilaciones. Soy química y doy lecciones en el Instituto Tecnológico de Leningrado.  Que lleva el nombre de "Len Soviet". Como muchos otros, tengo a mi cargo un grupo de estudiantes. En nuestros días los estudiantes después de un período de apatía social y parasitismo intelectual, poco a poco, comienzan a involucrarse en la energía de los cambios revolucionarios. Naturalmente surgen discusiones sobre los caminos de la "Perestroika", sobre sus aspectos económicos e ideológicos. La "Glasnost", la apertura, la eliminación de áreas prohibidas a la crítica, la exacerbación emocional en la conciencia de las masas, especialmente entre los jóvenes, frecuentemente se manifiestan también en la exposición de problemas que en una u otra medida fueran "murmurados" por las radios occidentales o por aquellos de nuestros compatriotas que vacilan en sus concepciones sobre la esencia del socialismo. Y sobre lo que no se habló?. Sobre el sistema multipartidario, sobre la libertad de propaganda religiosa, sobre el abandono del país para vivir en el exterior, sobre el derecho de tratar los problemas sexuales en la prensa, sobre la necesidad de la descentralización en la dirección del sector cultural, sobre la abolición del servicio militar obligatorio. Sobre todo surgen muchos debates entre estudiantes acerca del pasado del país......

Leo y releo artículos bullangueros. ¡Qué es lo que pueden dar a la juventud, por ejemplo, las revelaciones sobre la "contra-revolución" en la Unión Soviética durante los años 30, sobre la "culpa" de Stalin por la llegada del fascismo y de Hitler al poder en Alemania?. O la "mención" pública de los "stalinistas" entre diferentes generaciones y grupos sociales?

De las conversaciones largas y francas con nuestros jóvenes interlocutores sacamos conclusiones tales que los ataques contra el Estado de la dictadura del proletariado y contra los dirigentes de entonces tienen no solo causas políticas, ideológicas y morales, sino también tienen base social. No son pocos los interesados en ampliar el radio de acción de esos ataques, no solo fuera del país. Al lado de los anti-comunistas profesionales de Occidente, que ya hace mucho tiempo lanzaron la palabra de orden supuestamente democrática del "anti-stalinismo", aún viven y esperan los que no olvidaron lo que pagaron material y socialmente sus abuelos. Aquí se incluyen los herederos espirituales de Dan y Martov, otros de las instituciones de la socialdemocracia rusa, seguidores de Trotski e Iagoda, los sucesores de los NEP-man y kulaks, derrocados por el socialismo...

En el centro de muchas discusiones actuales, según pienso, permanece el mismo problema, ¡qué clase o sector de la sociedad es la fuerza dirigente y movilizadora de la "perestroika"? Sobre eso se habló parcialmente en la entrevista del escritor A. Prohanov en el periódico "Leningrad Rabot, de nuestra ciudad. Prohanov parte del hecho de que la particularidad de la actual situación de la conciencia social se caracteriza por la existencia de dos corrientes ideológicas, o, como dice él, de "pilares alternativos", los cuales, en varios sentidos intentan liquidar "el socialismo construido en las batallas" en recíproca entre estos dos pilares, el autor, a pesar de esto, con justicia enfatiza que "ellos solo se unen para golpear los valores del socialismo". Pero, las dos partes, como dicen sus ideólogos, están por la "Perestrioka".

La primera, que es la corriente ideológica más poderosa y que surgió durante la "perestroika", pretende como modelo un cierto socialismo de la "inteligencia" de izquierda liberal, como supuesta expresión de humanismo "más verdadero" , "más puro" de los estratos sociales. Sus apoyadores oponen al colectivismo proletario la "auto-evaluación del individuo" con tendencias modernistas en el campo de la cultura, con tendencias religiosas, ídolos tecnocráticos, preconizando las maravillas "democráticas" del capitalismo actual, distorsionando sus hechos reales o imaginarios. Sus representantes afirman que nosotros supuestamente solamente hoy, "por primera vez en la historia se dio la unión en la dirección política y de la inteligencia progresista". En un tiempo en que millones de personas en el planeta mueren de hambre, de epidemias y por las aventuras militares del imperialismo, ellos exigen la elaboración urgente de un "código jurídico para la defensa de los derechos de los animales", y afirman que la inteligencia no es una particularidad social sino biológica, heredada genéticamente. ¿Me pueden explicar lo que significa todo esto?....

Precisamente los defensores del "socialismo de los liberales de izquierda"  crean la tendencia de falsificar la historia del socialismo. Ellos quieren convencernos de que lo que es real en el pasado del país son apenas algunos errores y crímenes, silenciando así todo lo relacionado a las magníficas conquistas del pasado y del presente. Pretendiendo la absoluta verdad histórica, ellos substituyen los criterios socio-políticos del desarrollo social por categorías ético-escolásticas. ¿Deseo saber a quien y por qué interesa que cada dirigente del comité central del partido y del gobierno soviéticos, después de ser apartados de su puesto, sea desacreditado, en relación a sus errores, inventados o cometidos, durante la solución de problemas complejos en las encrucijadas históricas?

Si los "liberales" se orientan hacia occidente, el otro pilar alternativo, para usar la expresión de Prohanov, los "defensores y tradicionalistas"  proponen "liquidar el socialismo en nombre de un retorno al pasado", en otras palabras, volver a las formas de la Rusia pre-socialista. Los representantes de este "socialismo original campesino" están magnetizados por este modelo. De acuerdo a su pensamiento, hace 100 años fueron perdidos los valores morales acumulados en la oscuridad secular de la comunidad campesina. Los  "tradicionalistas" tienen méritos indiscutibles en el desenmascaramiento de la corrupción, en la justa solución de problemas ecológicos, en la lucha contra el alcoholismo, en la defensa de los monumentos históricos, en la lucha contra la influencia de la cultura decadente, que ellos con justeza valoran como psicosis de la sociedad de consumo....

A lo que parece, hoy la cuestión del papel y del lugar de la ideología socialista asumió formas muy agudas. Los autores de  pequeños trabajos coyunturales en defensa de la "pureza" moral y espiritual rompen las fronteras y los criterios de la ideología científica; manipulando la "glasnost" difunden el pluralismo extra-socialista, que objetivamente impide la reestructuración en la conciencia social. De manera especialmente dolorosa esto se refleja en la juventud, cosa que, repito, sentimos profundamente nosotros pedagogos en las universidades, profesores de las escuelas y todos aquellos que se ocupan con los problemas de la juventud. Como dijo M.S. Gorbachov en el pleno de febrero del comité central del PCUS, "nosotros debemos actuar también en la vida espiritual y, posiblemente, precisamente aquí, en primer lugar, actuar guiándonos por nuestros principios marxistas-leninistas. De los principios, camaradas, nosotros no nos debemos desprender por ningún motivo"

Somos y seremos por esto. Los principios no los recibimos de regalo, sino que los conquistamos con sufrimientos y con los impetuosos cambios de la historia patria».

La carta de Nina Andreieva tiene muchos aspectos francamente revolucionarios, sin embargo se notan todavía serios resabios revisionistas. Lo más llamativo de la interesante carta que causó sensación en la Unión Soviética moribunda es aquella cita de Gorvachov en la que sostiene que los camaradas no se deben desprender de sus principios. No cabe sino un total y absoluto desprecio por la falsedad y la impostura de este representante digno del revisionismo traidor. Habría que preguntarle hoy día qué fue de sus "principios"  o si alguna vez tuvo algunos.

A fines de 1999, se celebran las elecciones parlamentarias para la Duma de la República Federal Rusa. Según la prensa occidental, los comunistas han ganado la elección con un pequeño margen sobre el Partido Unidad, propiciado por Yeltsin, obteniendo un 24,22 %, contra un 23,37%, respectivamente. Sin embargo lo importante del reportaje es que, frente a la evidencia del gran apoyo que tiene solamente el nombre del comunismo en Rusia, pone los pelos de punta de la reacción internacional. Leamos, igualmente, los justificativos para denigrar en realidad a un pueblo valeroso como el ruso que tuvo el error mayúsculo de no defender su revolución como su propia obra.

«El carácter ruso se ha ligado a la resignación, la esperanza frustrada y la fe un tanto ciega en que todo irá mejor no por su aportación personal sino por las "autoridades", un concepto en el que se funden paternalismo, miedo y comodidad.

Con los zares y con el comunismo, por mucho que se sintieran engañados, por más golpes que recibían de las "autoridades", los rusos volvieron otra vez a agarrar el clavo ardiendo de la nueva promesa, también creída y traicionada.

Los historiadores de Rusia destacan la constante crueldad del poder, CON ABUSO SISTEMÁTICO DE LA PUSILANIMIDAD DE UN PUEBLO INERTE QUE NO SE INMUTA POR NADA, QUE NO SE MUEVE PARA NADA, Y QUE SE CREE CUANTO LE DICEN DESDE ARRIBA, COMO DEMUESTRA CHECHENIA.

El silencio general y la complicidad ante las atrocidades de la guerra se completó con el estruendo de las urnas a favor del Kremlin...»   (21) (Mayúsculas nuestras)

El infeliz reporterito que ha escrito estas letras inmundas, no conoce ni de lejos al heroico pueblo ruso y soviético. No sabe, el ignorante de pacotilla, que las hazañas más grandes del siglo XX, las escribió precisamente el pueblo ruso desde 1917 a 1945 y 1953, en la epopeya de la intervención imperialista, en el comunismo de guerra, en la construcción socialista de los planes quinquenales y en la Segunda Guerra Mundial. En fin, qué podemos decir de los mercenarios de la pluma que escriben por encargo, bien pagados para agradar a sus amos.

Se llama inerte a un pueblo que saliendo de la Edad Media, alcanzó los primeros lugares del desarrollo mundial.....en unas dos décadas.

Se llama pusilánime a un pueblo cuyo heroísmo asombró al mundo en Stalingrado, Leningrado, Moscú, Kursk, y en mil batallas que han hecho historia.

Finalmente los últimos días de 1999, Yeltsin, el dipsómano "presidente" de Rusia, renuncia al cargo y deja como su delfín a Vladimir Putín, un desconocido político del entorno yeltsinista que antes había sido jefe de la inteligencia rusa. Se celebraron elecciones presidenciales en los primeros meses del 2000 y sin necesidad alguna de campañas electorales, el candidato Putín obtuvo la victoria, nadie sabe cómo ni por qué, únicamente se conocieron los resultados y a los pocos días se inauguraba la etapa constitucional de Putín, como continuación del yeltsinismo.

Rusia sigue cayendo en picada. Por si fuera poco, nuevamente se encendió la mecha de Chechenia y una larga y extenuante guerra fratricida, completamente desprestigiada, golpeó brutalmente al pueblo ruso que no sale de su perplejidad frente a las desgracias mayúsculas que caen una sobre otra en las espaldas de una población aniquilada y desmoralizada. La tragedia del submarino ruso "Kursk" en las heladas aguas del mar de Barents, constituyó una prueba más de la verdadera maldición que ha caído sobre el  heroico pueblo ruso.

No es posible que las desgracias sigan enconándose con este pueblo valiente. Es seguro que pronto comenzarán las cosas a cambiar. Precisamente un estado circunstancial y que pronto será revertido, no puede constituirse en parámetro para medir la pertinencia y la vigencia de una revolución que fue destruida pero que volverá como vuelve el Ave Fénix  de sus propias cenizas.

Veamos finalmente, en este sentido,  algunos datos del 2000 adelante:

«El 57%  de los rusos quieren retornar a la URSS;
 el 45%  considera el sistema soviético mejor que el actual;
 el 43%  incluso desea una nueva revolución bolchevique;
 el rechazo masivo a las grandes privatizaciones criminales llega al 80%» (22)

Rusia tiene un poderoso historial revolucionario, fue uno de los  pueblos que destacó más claramente en las epopeyas del siglo XX y ese potencial saldrá necesariamente a la luz, para regocijo de los revolucionarios a comienzos del Siglo XXI.





NOTAS BIBLIOGRÁFICAS


1.                         FASCIO VENGOA, Hugo. "Después del comunismo". Instituto de Estudios           Políticos y  Relaciones Internacionales, IEPRI. Editorial. Bogotá-Colombia. Pág. 36.
2.                         Idem. Pág. 41.
3.                         Idem. Pág. 63.
4.                         Idem. Pág. 80.
5.                         Idem. Pág. 177-178.
6.                         Agencia Reuther, marzo de 1992.
7.                         Moscovski Komsomolets.
8.                         Sovietskaya Rossia, diciembre de 1992.
9.                         Komsomolskaya Pravda, diciembre de 1992.
10.                     Agencia EFE, enero de 1993.
11.                     Agencia EFE, 31 de julio de 1994.
12.                     Agencia EFE, noviembre de 1994.
13.                     TRUBNIKOFF, Alexandra.  Noviembre de 1994.
14.                     EFE, Julio de 1995.
15.                     EFE, octubre de 1995.
16.                     EFE, Julio de 1997.
17.                     "El País". Madrid-España, noviembre de 1997.
18.                     Agencia Reuther EFE, 28 de agosto de 1998.
19.                     "La Razón". La Paz, 21 de diciembre de 1999. Página política internacional.
20.                     Sovietskaya Rossia, 13 de marzo de 1998.
21.                     "La Razón". La Paz, 21 de diciembre de 1999. Página internacional.
22.                     Mundo Diplomático. «Entre la nostalgia soviética y el nuevo patriotismo de Estado»                    Edición boliviana. Año II, número 18, marzo 2004. Pág.  18.


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