Lucha de clases en Ucrania
Alberto Cruz
(Nota
de Luminoso Futuro: La velocidad de los dramaticos acontecimientos, sangrientos
muy a menudo, llevan a menudo a muchos comentaristas a representarselos en blanco
y negro: Golpistas vrs antigolpistas, nacionalistas frente a antinacionalistas
(como si el hablar el ruso fuese no ucraniano), fascistas y antifascistas,
prorrusos vrs proUsa + UE, y más al fondo como si fuese un encuentro
Rusia-Washingtón (así como la leen y no Washington). Algo hay, realmente, de
todo eso. Pero, en ese inicio de autocomprensión de la guerra civil que se está
escenificando en dicho país, hasta ahora relativamente libre y soberano, se
está soslayando lo esencial: la lucha de clase de la clase obrera y del pueblo
ucraniano contra los beneficiarios de la restauración capitalista –las burguesías
burocrático-compradoras dominantes en Rusia y Ucrania-, así como la lucha de
las naciones ucrania y rusa por preservar su independencia nacional (contra la
fagotización depredatoria buscada por la Oligarquía financiera euroyanqui) y la
conquista de la nueva democracia popular. Con la fragosidad y velocidad de los
acontecimientos en Ucrania se quiere adelantarse al despertar independiente de
la clase proletaria y la retoma de su conciencia de clase comunista histórica. “Matar
al niño en su cuna”, tal y como una vez vociferara el imperialista Churchill en
referencia al reción nacido Estado obrero-campesino soviético. Como entonces,
una participación independiente de la clase proletaria ucrania, la precisión de
sus objektivos y tareas, sería un “mal ejemplo” para las clases trabajadoras de
Europa Oriental, Sudoriental y Occidental misma. La retoma de la revolución
socialista proletaria en toda Europa, a partir de allí donde quedó en 1945.
Este es, en lo esencial, del artículo que reproducimos del
blog camarada Odio de Clase. Es un primer intento, serio, de explicar la guerra
civil (que es guerra de clases) en Ucrania desde el método de análisis del
materialismo histórico y dialéctico. Es interesante, para nuestro criterio, no
es completo. Dado que existen en él puntos oscuros. El autor queda a la puerta
del enunciado. Claro es, ello es explicable. Dificil resulta adéntrarse en el
maremagnum de las torcidas informaciones que nos dan los diversos gobernantes y
las fuerzas encontradas, muy interesadas en el ocultamiento del papel
desempeñado o por desempeñar por la clase obrera y los auténticos comunistas.
Con todo, recomiendo éste artículo y que sea utilizado por
los lectores y analistas como guía de futuros trabajos investigativos).
OdC: Lucha de clases en Ucrania. Por Alberto Cruz
Nota: magnifico documento del compañero Alberto Cruz. En primer lugar
resaltamos las citas significativas y a continuación reproducimos el documento
completo.
"lo
que está ocurriendo en Ucrania no es más que una lucha de clases"
"se
estén destruyendo (quemando, literalmente) oficinas bancarias que representan
los principales intereses oligárquicos como Banca Torced, PrivatBank y
Kolomoiski"
"se
estén realizando huelgas mineras (sobre todo en el sector del carbón) como
respuesta a las privatizaciones y medidas de choque adoptadas por el régimen
filofascista de Kiev en cumplimiento de las exigencias del FMI"
"El
pueblo del Donbáss, la gran cuenca minera que engloba las regiones de Donetsk y
Luganks, ha decidido tomar el sus manos su futuro y para ello cada paso que da
es para una mayor y mejor auto-organización"
"El
movimiento del Donbáss ha sido doble: demostrar al mundo su carácter
antifascista y su rechazo a la junta filonazi de Kiev y obligar a Rusia a
moverse más deprisa de lo que al Kremlin le gustaría"
"La
presencia de banderas con la estrella roja de cinco puntas ha sido habitual en
las concentraciones y manifestaciones realizadas hasta ahora en el Donbáss, el
portar la cinta de San Jorge – ... emblema de la victoria contra el fascismo y
... muestra de antifascismo- es habitual en el vestuario de cualquier residente
del Donbáss, y la presencia de proclamas en favor de la nacionalización de los
intereses de los oligarcas ucranianos"
"Si
se produce esta ofensiva militar, la junta filofascista de Kiev y sus
patrocinadores occidentales siempre contarán con las paragubernamentales ONGs,
al estilo de Amnistía Internacional, para hacer el juego sucio y distorsionar
la realidad hasta la náusea (5). Gracias a
ellos ya vemos a los nazis convertidos en héroes democráticos y a los
resistentes antifascistas en “terroristas” "
Lucha de clases en Ucrania
Alberto Cruz
CEPRID
Las
masacres fascistas de Odesa y Mariupol, la negación de la victoria antifascista
en la II Guerra Mundial y la falsificación histórica que conlleva, así como la
“rehabilitación” de los colaboracionistas con los nazis, y el ataque contra la
población insurrecta de Donestsk, Luganks y Járkov escenifica de forma palpable
lo que está ocurriendo en Ucrania. También deja en evidencia a quienes, como de
costumbre, se han pasado semanas alabando iniciativas como las del Maidán y
luego se escabullen de la escena intentando evitar que las responsabilidades
por lo que acontece les alcancen a ellos.
Porque lo
que está ocurriendo en Ucrania no es más que una lucha de clases –a la que esos
aduladores del Maidán sienten una especial aversión- que está alcanzando su
punto álgido en las regiones orientales mencionadas. Que en ellas se haya
desoído el llamamiento de Putin para que se retrasase la celebración del
referéndum de autodeterminación –lo que pone de manifiesto su independencia
pese al calificativo de “prorrusos”, aunque lo sean, y su malestar con la forma
en que Rusia ha actuado al negociar con el régimen filofascista de Kiev sin
contar con ellos-; que se esté construyendo el Ejército del Pueblo del Sureste
de Ucrania; que se esté resistiendo la ofensiva militar de la junta
filofascista de Kiev casi sin armas; que se estén destruyendo
(quemando, literalmente) oficinas bancarias que representan los principales
intereses oligárquicos como Banca Torced, PrivatBank y Kolomoiski (1)
–algo que no se hizo en el Maidán-; que se estén realizando huelgas mineras
(sobre todo en el sector del carbón) como respuesta a las privatizaciones y
medidas de choque adoptadas por el régimen filofascista de Kiev en cumplimiento
de las exigencias del FMI… sólo pone de manifiesto lo dicho antes: que la lucha
de clases en Ucrania está en auge.
La lucha
por la democracia en Ucrania no está en el Maidán y sus representantes del
régimen filofascista de Kiev, sino en el sur y en el este. La proverbial
ignorancia de un cierto sector de “izquierda” (?) no tiene en cuenta cosas tan
simples y ni siquiera se molesta en investigar el quién es quién. Por ejemplo,
el llamado “primer ministro” de la junta filofascista de Kiev, Arsenly
Yatsenyuk. Sólo hay que molestarse en entrar en la página web de la fundación
de este individuo (2) y observar quienes son sus patrocinadores. Pasen y vean.
Y si tras hacerlo consideran que este tipo de individuos son los exponentes de
la democracia en Ucrania, háganse mirar por un especialista médico porque algo
andará mal en su cabeza.
No
obstante, esta lucha de clases y por la democracia en el este y en el sur tiene
dos puntos débiles: Járkov y Odesa. Estas dos ciudades son los principales
centros políticos y económicos de estas zonas, así como es más débil en ellas
la organización popular, y la junta filofascista de Kiev lo sabe. De ahí que no
haya sido en ellas donde esté concentrando la represión sino en ciudades de
Donetsk y Luganks, donde la organización popular está más avanzada y es más
sólida como lo pone de manifiesto la celebración de sendos referendos de
autodeterminación que tuvieron lugar el pasado 11 de mayo.
Pese a
los intentos de la junta filofascista de Kiev por impedirlos, los referendos
han mostrado unos resultados fantásticos para las aspiraciones populares: en
ambas regiones la afluencia fue masiva, pese a que no se pudo celebrar con
todas las garantías en un pequeño puñado de ciudades, cercadas por el Ejército
ucraniano y la llamada Guardia Nacional –de la que forman parte las milicias
fascistas del Maidán-, y pone tanto a Kiev y sus patrocinadores occidentales
como a Moscú ante la política de los hechos consumados. Ya no va ser posible no
contar con ellos en cualquier negociación que se inicie, que tendrá que hacerse
tarde o temprano.
Pero
antes de eso volveremos a ver cómo desde Occidente se repetirá el mantra ya
oído en Crimea: los referendos no tienen validez, se ha votado bajo coacción
–pese a que la gente ha desafiado a los tanques del Ejército y a los matones
fascistas de la Guardia Nacional incluso en las ciudades cercadas-, si Rusia
reconoce los resultados habrá más sanciones… Todo humo. El pueblo del Donbáss,
la gran cuenca minera que engloba las regiones de Donetsk y Luganks, ha decidido
tomar el sus manos su futuro y para ello cada paso que da es para una mayor y
mejor auto-organización. Incluso si no cuenta con el apoyo ruso.
Este es
el gran mensaje que sale de la participación popular en los referendos. Al no
seguir el “consejo” de Putin de retrasar la celebración de las votaciones hasta
que tuviesen lugar las elecciones presidenciales del 25 de mayo, el Donbáss ha
decidido seguir la máxima leninista de que circunscribirse a la defensa es la
ruina de una revuelta. Por lo tanto, tenía que dar un paso adelante y lo ha
dado reforzando, de hecho, el apoyo popular y, al mismo tiempo, poniendo en un
brete al Kremlin, que ahora tiene una disyuntiva difícil: o reconoce la
situación o comienza a perder el favor de la gente. Porque en esta lucha de
clases que se está llevando a cabo en Ucrania, y de la que el Donbáss es su
máximo exponente, también se tiene claro el apoyo oligárquico con que cuenta
Putin, aunque sea una oligarquía nacionalista rusa.
El
movimiento del Donbáss ha sido doble: demostrar al mundo su carácter
antifascista y su rechazo a la junta filonazi de Kiev y obligar a Rusia a
moverse más deprisa de lo que al Kremlin le gustaría. Porque ahora no puede
dejar abandonado a su suerte a un pueblo que masivamente ha demostrado lo que piensa.
Si la junta filofascista de Kiev –y lo hará si cuenta con el beneplácito de sus
patrocinadores occidentales- decide arrasar el Donbáss tras la farsa de las
elecciones del 25 de mayo y Rusia no hace nada, se caerá como un castillo de
naipes el apoyo con que cuenta Putin en la actualidad y ello repercutirá en su
política interna y en su partido, ya derrotado electoralmente en alguna ciudad
significativa (3). La población rusa no va a aceptar, bajo ningún concepto, que
se abandone a los habitantes de habla rusa del Donbáss y, yendo más allá, al
resto de ucranianos que tienen el ruso como lengua materna. Está, también, para
la población del Donbáss el espejo económico de Crimea –sobre todo el pago de
pensiones y salarios- desde que se produjo la adhesión a Rusia, de ahí que la
primera iniciativa tras el éxito de los referendfos haya sido solicitar su
incorporación a Rusia.
El
carácter socio-político de la revuelta del Donbáss está fuera de toda duda y
ahora habrá que ver el contenido de su programa para satisfacer las necesidades
más urgentes de la población y del carácter político que se les da. Esto, al
mismo tiempo, servirá de imán para el fortalecimiento del movimiento popular en
Járkov y Odesa donde, como ya se ha dicho, se está en una situación de mayor
debilidad y eso está siendo explotado por la junta filofascista de Kiev.
La
presencia de banderas con la estrella roja de cinco puntas ha sido habitual en
las concentraciones y manifestaciones realizadas hasta ahora en el Donbáss, el
portar la cinta de San Jorge –que sí fue instaurada por Catalina II en 1729,
como recuerda la prensa burguesa, pero que el Ejército Rojo de la URSS
convirtió en el símbolo de la lucha contra los nazis y, en 1945, fue el emblema
de la victoria contra el fascismo y así se considera hoy por lo que el simple
hecho de portarla es muestra de antifascismo- es habitual en el vestuario de
cualquier residente del Donbáss, y la presencia de proclamas en favor de la
nacionalización de los intereses de los oligarcas ucranianos (sobre todo de
hierro y acero, que convierten a esta zona en una de las principales
productoras de estos materiales a nivel mundial) no se han hecho esperar cuando
se anuncia que el primer paso tras los referéndum será el de la creación de
entidades estatales y militares propias. Es el primer paso para romper con los
restos oligárquicos del Partido de las Regiones –el Yanukovich-, de quien se
considera ha traicionado las aspiraciones populares aunque alguno de sus
dirigentes haya tenido un papel más o menos importante en la rebelión.
Los
movimientos que se produzcan desde ahora hasta el 25 de mayo van a ser
cruciales para el devenir de la situación. La junta filofascista de Kiev
intentará por todos los medios controlar la situación en Járkov y Odesa para
evitar la influencia del Donbáss; el Kremlin insistirá en la necesidad de
negociar mientras se da un tiempo para ver qué resulta de las famosas
elecciones del 25 de mayo –donde está a punto de ser prohibido el Partido
Comunista y los candidatos del Partido de las Regiones son hostigados,
denigrados y apaleados sin que los “observadores” occidentales hayan dicho ni
una palabra sobre ello- y en las que, como es obvio, no participará el Donbáss
y está por ver cuál es el índice de participación en Járkov y Odesa, mientras
Occidente volverá a reafirmarse en el apoyo de los títeres de Kiev mientras
anunciará más “sancioncitas” contra Rusia.
Eso si no
hay algún movimiento loco, como la guerra abierta contra los rebeldes del
Donbáss porque su ejemplo está sentando unas bases inquietantes para las
diferentes oligarquías de la zona. De hecho, el pasado 13 de mayo el Ejército
ucraniano –siguiendo el ejemplo de lo que hizo también el Ejército colombiano
en repetidas ocasiones- utilizó el símbolo de la ONU en sus helicópteros para
acercarse a Kramatorsk y atacar posteriormente las posiciones de los milicianos
(4). La difusión de las imágenes, logradas por residentes locales, ha obligado
a la ONU a abrir una investigación aunque, conociendo a este organismo
multinacional –de naciones- no saldrá de ello ni una mísera reprimenda a la
junta filofascista de Kiev.
No
obstante, a tenor de cómo la resistencia popular armada se está intensificando
y demostrando cada vez más efectividad, el resultado no está tan cantado como a
primera vista parecería dada la superioridad armamentística del Ejército
ucraniano.
Si se
produce esta ofensiva militar, la junta filofascista de Kiev y sus
patrocinadores occidentales siempre contarán con las paragubernamentales ONGs,
al estilo de Amnistía Internacional, para hacer el juego sucio y distorsionar
la realidad hasta la náusea (5). Gracias a ellos ya vemos a los nazis
convertidos en héroes democráticos y a los resistentes antifascistas en
“terroristas”, así que en caso de una agresión armada contra el Donbáss y su
rebelión democrática y de clase invertirán sin pudor el discurso que ahora
utilizan en Siria: el gobierno de Kiev será el bueno y los resistentes
antifascistas, los malos.
Notas:
(1) http://www.youtube.com/watch?v=444dU2Zv2AM (2) http://openukraine.org/en/
(3) Alberto Cruz, “Rusia: Dos pasos adelante, uno atrás y el nuevo orden
geopolítico mundial” http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1833 (4)
http://www.youtube.com/watch?v=W0P_sv_x4E0 (5) https://www.youtube.com/watch?v=JcGa4W-bYxI
Alberto
Cruz es periodista, politólogo y escritor. Su nuevo libro es “Las brujas de la
noche. El 46 Regimiento “Taman” de aviadoras soviéticas en la II Guerra
Mundial”, editado por La Caída con la colaboración del CEPRID.
Publicado por el Blog camarada Odio de Clase
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