(NOTA DE LUMINOSO FUTURO: Como ya sabe el camarada lector: hemos dado
alto relieve a lo que algunos han dado en llamar: la noticia más impactante de
lo que va desde el comienzo del 2016. La que por las interrogantes que ha
generado, sus consecuencias económicas, políticas y sociales, a corto y largo
plazo, por más del presente y los próximos años. Y no es para menos, el mundo
de hoy que no sólo es capitalista sino imperialista, está pasando por una gran
transformación, objetivamente revolucionaria, en todas las esferas entrelazadas
del sistema mundial. ¿Es el Nuevo Orden Mundial que se afirma, eternizando las
relaciones de producción, de intercambio y distribución, en fin el capitalismo
imperialista ha encontrado su punto de renovación, o es el nuevo punto de
partida de la necesaria e inevitable revolución proletaria socialista
internacional?
Sea como sea, para nosotros comunistas (marxistas-leninistas-pensamiento
de Mao Tse-tung) los señores capitalistas, sus ideólogos y estrategas no tienen
el monopolio de la última palabra. Los auténticos comunistas y el proletariado
revolucionario, portadores que somos de la transformación del viejo capitalista
agonizante, entrabado por sus propias contradicciones y a-histórico, a un mundo
radicalmente nuevo y superior el sistema político y económico comunista que
está renaciendo al calor del tronar de los fusiles de las guerras populares y
de las guerras civiles por el socialismo, claro que tenemos mucho que decir… y
hacer. Acabe ya el capitalismo-imperialista y reiniciemos ya la organización de
la revolución y construcción socialista. Es la única solución y no hay otra; no
hay catástrofe final del imperialismo, reorganización o nueva fase del capitalismo, nos toca a nosotros
sepultarlo. El comunismo, como nuevo y más racional sistema social, puede y
deberá ser conquistado y establecido en cada país del Orbe. ¡Hagámoslo!
Hemos encontrado este artículo, aparecido en la página web El Robot
Pescador, encontrándolo muy interesante y alertado. Girante al tema del Escándalo
Panamá, más conocido internacionalmente como “panama papers”, y el cual tiene
como tesis la reorganización
programada de la economía, las finanzas y de las relaciones capitalistas de
producción –evidentemente no la presenta así y con esas palabras
precisamente, pero ello se colige de su idea impresa de que detrás de tan
candente denuncia de lo que se trata es de “reconfigurar
el mundo a nivel económico, político y social, para sentar las bases de un
nuevo paradigma global”. Conclusión
general que nosotros, acá en Luminoso Futuro, concordamos. Aunque bastantes
discrepancias encontramos en la Orientación general y la línea general, pequeño
burguesas y no revolucionaria proletaria, expresadas en el artículo. Como
sería, por ejemplo, su actitud benevolente -¿por nostalgia a la otrora URSS de
Lenin y Stalin?- en el tratamiento de Rusia y el papel de Putin. Él nos habla
de los paraísos fiscales con que se rodean las diversas potencias imperialistas
occidentales, para nada dice de aquellos de Rusia imperialista y de China
socialimperialista, fascista ambas. Asimismo, cuando pasa en silencio la
formación de la Gran Bolsa de Valores de la Unión Europea. Lavándola de toda
culpa en el actual bombazo al paraíso fiscal panameño, esto es de los EE.UU.
No
obstante, tales déficit, de su lectura, si no se pierde el sentido crítico
marxista-leninista, son extraíbles elementos de reflexión que alimentarían, a
partir de la actual situación internacional –económica, política y militar- por
la que está pasando el mundo imperialista de nuestros días, nuestra labor de
investigación y análisis teórico marxista-leninista-maoísta sobre el nivel y
grado de agudizamiento de las contradicciones principales, y reforzarían la cientificidad
y exactitud de la línea programática y la línea estratégica y táctica para el
derrocamiento del sistema de poder estatal y gubernamental burgués imperialista
o del capital burocrático-comprador, según la situación concreta de cada país, y la conquista del poder obrero-campesino. Y
ahí, está la debilidad principal de artículo que le presentamos: soslaya en
todo su análisis la lucha de clases, en general y la lucha de clase proletaria
en particular; da de lado la presencia combativa de los auténticos comunistas,
de su partido, y, con ello, abandona o rechaza de hecho esa forma superior de
la lucha de clase la guerra popular de liberación nacional o por el socialismo.
No obstante, insistimos, debe ser
leído. Leído críticamente, escardando de sus pruritos utópicos reformistas e
ilusiones de que este sistema económico, brutal y opresor, puede ser mejorado
llevándolo a cumplir las reglas económicas y jurídicas normativas de su buen y
correcto funcionamiento. Naderías intelectualistas, políticamente reaccionarias
de hecho. Empero, tiene sus puntos positivos ¿Cuáles? Pues, descúbralo Usted
mismo, camarada lector, leyendo el artículo y, ulteriormente, replicándolo.
NO TE DEJES ENGAÑAR ESTE ES EL OBJETIVO FINAL DE LOS “PAPELES
DE PANAMÁ”
Como ya advertimos
en el artículo ¿QUÉ SE ESCONDE
REALMENTE TRAS LOS “PAPELES DE PANAMÁ”?, el asunto de los “Papeles
de Panamá” es más oscuro e intrincado de lo que parece a primera vista.
Una de las primeras cuestiones que
surgió en muchos medios alternativos (y que prácticamente pasó “desapercibida”
en los medios de comunicación de masas), es la misteriosa ausencia inicial de
clientes norteamericanos del bufete Mossack Fonseca.
Según medios norteamericanos como
Zerohedge, las primeras filtraciones al respecto, hablan de unos 400 clientes
norteamericanos, ninguno de los cuales, sospechosamente, puede considerarse de
“altísimo perfil”.
De hecho, mucha gente se está empezando
a preguntar por qué razón, el Consorcio Internacional de Periodistas de
Investigación (ICIJ) no hace público el listado completo de los archivos
filtrados para que todo el mundo pueda consultarlo libremente, tal y como ha
hecho hasta ahora Wikileaks cuando ha filtrado documentación compremetedora.
En una entrevista realizada por la
revista Wired al director del ICIJ, Gerard Ryle, se le preguntaba precisamente
esto.
Y así es como respondió Ryle:
Ryle dice que los
medios de comunicación no tienen planes para liberar el conjunto de datos
completo, como hace WikiLeaks, argumentando que al hacerlo expondría la
información sensible de particulares inocentes, junto con la información de
figuras públicas que es en las que el grupo de periodistas ha centrado su
atención.
“No somos
WikiLeaks. Estamos tratando de demostrar que el periodismo se puede hacer de
manera responsable”,
sostiene Ryle.
Ryle afirma que
aconsejó a los reporteros de todos los medios de comunicación participantes en
el asunto que“actuaran en función del interés público de su país”
Esta declaración expone
inadvertidamente muchos de los factores sospechosos que rodean al asunto y que
vamos a ir exponiendo en este artículo.
Para empezar, acusa
a Wikileaks de “ser irresponsable”, caracterizando a su vez a los
periodistas del ICIJ (es decir, de los medios de comunicación de masas), como “auténtico
periodismo responsable”.
Y la respuesta de Wikileaks, no ha
podido ser más acertada y demoledora.
A través de su cuenta de Twitter,
Wikileaks ha acusado al ICIJ de haber sido financiado por diversas fundaciones
que se dedican, exclusivamente, a defender los intereses norteamericanos en
todo el mundo.
Es decir, este asunto está siendo
financiado directamente por gente como el multimillonario George Soros (a
través de su fundación Open Society), la Fundación Ford o la USAID, (Agencia de
los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), un organismo
aparentemente independiente que sin embargo sigue las directrices estratégicas
del Departamento de Estado de EEUU.
Así pues, que nadie
se deje engañar: esto no tiene nada que ver con“perseguir a los más
poderosos”, “acabar con los privilegios de las élites” o “sentar
las bases de un mundo mucho más transparente”.
Sabiendo quién está
financiando el caso, podemos deducir claramente que esta maniobra mediática a
escala masiva, obedece a los intereses de determinadas élites, en detrimento de
otras (que quizás no son tan“élites” como nos habían hecho creer, o
como ellos mismos creían ser).
Analicemos un poco la estructura
general de todo este asunto.
La propia declaración del director del
ICIJ, Gerard Ryle a la revista Wired, nos pone sobre la pista de lo que podría
estar sucediendo en realidad.
Para empezar, el ICIJ se está negando
inicialmente a hacer públicos todos los datos de la filtración para que
cualquiera los pueda consultar libremente.
Son solo los
periodistas que trabajan para el ICIJ (financiado por quién está financiado),
los que deciden de manera unilateral quién es expuesto a la vergüenza y quién
no lo es, bajo el vago pretexto de “no exponer información sensible de
particulares inocentes”.
Pero nadie sabe
quiénes son esos “particulares inocentes”.
De hecho, al no hacer públicos los
datos, el ICIJ puede encubrir información relativa a personas influyentes y
nadie se va a enterar de que lo están haciendo.
¿Cómo alguien con
dos dedos de frente, puede creer en las supuestas“buenas intenciones” y
en la “transparencia” de un organismo como el ICIJ, financiado
directamente por organizaciones al servicio de las élites norteamericanas y de
personajes tan siniestros comoGeorge Soros?
Además sabemos, tal
y como denunciamos en el artículo ¿QUÉ SE ESCONDE
REALMENTE TRAS LOS “PAPELES DE PANAMÁ”?, que esta filtración
perjudica principalmente a todos los paraísos fiscales que hacen la competencia
a los paraísos fiscales norteamericanos, radicados en los estados de Nevada,
Wyoming y Dakota del Sur y que son promovidos por la principal mafia bancaria
del mundo, el clan Rotshchild.
Aunque mucha gente se niegue a
aceptarlo, movida por su odio y desprecio ( justificados), hacia los más ricos
y poderosos y sus trampas para evadir impuestos, lo cierto es que cada vez se
hace más evidente que tras todo este asunto se oculta una maniobra de
manipulación a gran escala y a múltiples niveles.
Una gran maniobra de la que conocemos
vagamente sus principales patrocinadores, pero de la que difícilmente podremos
conocer los detalles concluyentes, pues su complejidad y profundidad
posiblemente escape a nuestro control.
De todas formas, sí podemos deducir
muchas de sus implicaciones.
A continuación vamos a exponer cómo lo
vemos nosotros y invitamos a los lectores a que aporten su propio punto de
vista y su análisis crítico al respecto.
Sabemos, tal y como expone el propio
director del ICIJ, que la información completa sobre los clientes del bufete
Mossack Fonseca, no se hará pública y que serán unos pocos periodistas de los
diferentes países afiliados al ICIJ, los que decidirán unilateralmente quiénes
son expuestos a la luz pública y quiénes no.
Es decir, esa información puede ser
utilizada discrecionalmente como arma política para atacar a determinadas
figuras contrarias a los intereses de los medios de comunicación que publiquen
las informaciones (y de los poderes políticos a los que representan realmente).
Así pues, si un determinado grupo
informativo que ejerce de fachada mediática de un conjunto de intereses
políticos “X”, tiene acceso a estas informaciones, podrá utilizar las que más
le convengan para atacar exclusivamente a las personas asociadas a un conjunto
de intereses políticos “Y” enemigos de los suyos.
Estos enemigos no tienen por qué ser
solo políticos. También pueden ser enemigos ideológicos, religiosos, étnicos,
culturales, deportivos e incluso personales.
Pero esta quizás es una visión un poco
superficial e ingenua de los hechos.
Podemos ir aún más allá.
Puesto que los interesados en utilizar
toda esta información para sus propios intereses en cada país pueden ser muchos
y muy variados, e incluso contradictorios ideológicamente entre sí (siempre y
cuando no vayan contra los poderes que han financiado la filtración), podemos
deducir que toda esta información filtrada, podría haber sido vendida o incluso
subastada, utilizando como intermediarios a los principales medios que tienen
acceso a ella desde el principio.
De ser esto cierto, la propia
filtración podría convertirse a su vez en un inmenso negocio para sus
promotores, colaboradores y subordinados.
Imaginen, a modo de
caricatura, que ustedes son gente poderosa con una serie de intereses políticos
y económicos de alto nivel y que un determinado grupo mediático que tiene
acceso a los datos de esta filtración, se acerca a ustedes y les propone: “tengo
información muy comprometedora sobre tu gran enemigo ‘fulanito de tal’. Si tú
me pagas tanto, yo haré públicos los datos sobre sus negocios offshore en
Panamá. Y si pagas la cuota Premium, además iniciaré contra él una amplia
campaña de desprestigio”
Y esto a múltiples niveles dentro de
todos y a cada uno de los países donde se publicarán las filtraciones. Y
además, a medida que el escándalo avance, el precio irá aumentando y se
multiplicará en periodos clave, como por ejemplo, antes de unas elecciones.
Así pues, esto podría ir mucho más allá
de las filtraciones por intereses políticos. Esto podría ser un gran negocio a
múltiples bandos y niveles, cuyas implicaciones son más enrevesadas de lo que
pueda parecer inicialmente.
Pongamos un ejemplo: el caso de las
denuncias contra Vladimir Putin.
Entre la gran cantidad de datos filtrados,
había algunos relativos a personas vinculadas con Putin, que han sido
ampliamente utilizados por medios occidentales para desprestigiar la figura del
“incómodo” dirigente ruso.
Es evidente que la filtración, en este
caso en particular, ha sido utilizada por determinados poderes occidentales
como un medio para atacar y desprestigiar a Vladimir Putin y a Rusia en
general.
Sin embargo, cuando los medios
controlados por el Kremlin (como RT o Sputnik), denuncian que el único objetivo
de esta filtración masiva es perjudicar a Putin, lo que hacen es incurrir en
una burda simplificación de los hechos, por no decir que directamente están
utilizando el ataque como maniobra propagandística.
Es obvio que han utilizado la
filtración para atacar a Putin. Pero también es obvio que él no es la razón
única y principal del asunto, por más importante que sea el presidente ruso.
Y esto nos lleva a cuestionarnos
cuántos niveles de intereses podrían ocultarse tras todo este asunto de los
“Papeles de Panamá”.
Tengamos en cuenta que cuando se inicia
una operación de esta magnitud, nunca se hace con un solo y simple objetivo,
sino que se planea para que obedezca a múltiples intereses y alcance diferentes
metas.
Este caso podría estar estratificado
por niveles de interés y por objetivos finales de la siguiente manera:
A- En el nivel más
bajo, tendríamos a la población, que responde de forma refleja a todas estas
filtraciones con gran indignación, pidiendo que se haga justicia con los
implicados, sin tener ni la más remota idea de la montaña de intereses que se
ocultan tras todo el asunto (de hecho, la mayoría de gente ni tan solo quiere
saberlo, porque prefiere vivir en la ilusión de que “se están
destapando los chanchullos de los más poderosos”...¡santa inocencia!)
B- En un nivel
superior, tenemos a aquellos grupos, empresas, organizaciones o individuos con
poder que compran la informacion filtrada en cada país, para atacar con ella a
sus enemigos políticos, ideológicos, étnicos, religiosos, etc…
En este caso
tenemos a determinados poderes que utilizan la información filtrada de forma
discrecional, obedeciendo a sus intereses locales, sin que ello preocupe en
demasía a los patrocinadores iniciales de la filtración, que observan estas
pequeñas guerras locales como“conflictos indígenas”.
C- Por encima de este
nivel, tendríamos a los diferentes gobiernos de cada país, que ven en la
filtración la oportunidad de perseguir la evasión fiscal a todos los niveles,
para conseguir ingresos para el Estado en un momento de “vacas flacas” y
justificar además un aumento de la presión y el control fiscal sobre todos los
ciudadanos.
D- En el nivel
superior al de los gobiernos, encontramos el objetivo de nucleos
multinacionales de poder occidental, que pretenden perjudicar a determinadas
figuras de alto nivel politico teóricamente contrarias a sus intereses geoestratéticos,
como por ejemplo, Vladimir Putin.
E- Aún por encima de
ellos, está el interés de perseguir y acabar con los paraísos fiscales que
hagan la competencia a los paraísos fiscales norteamericanos, para conseguir
así que los evasores dejen de depositar sus capitales en ellos y se produzca un
gran flujo de capitales fraudulentos hacia los paraísos fiscales de EEUU, mucho
más opacos y difíciles de controlar (de momento).
En este nivel se encuentran altos
poderes financieros como el que representa el clan Rothshcild y las élites
financieras norteamericanas, que luchan por conseguir que EEUU se convierta en
el principal (y si puede ser único) paraíso fiscal del planeta.
F- Y por último y como
interés último a nivel más alto en toda esta compleja maniobra, tenemos el
objetivo final de las auténticas élites: reconfigurar el mundo a nivel
económico, político y social, para sentar las bases de un nuevo paradigma
global; aquello que en determinados círculos alternativos se conoce como Nuevo
Orden Mundial.
A este nivel, la
persecución de los paraísos fiscales tiene como objetivo final promover la
creación de organismos globales que se encarguen de controlar el mundo como un
todo, bajo el pretexto de luchar contra el “fraude fiscal global”.
Uno de los puntos
clave de esta presunta lucha contra el fraude fiscal global, es impulsar la
eliminación del dinero físico, sustituyéndolo por dinero electrónico fácilmente
trazable y monitoreable por bancos y gobiernos, bajo el pretexto de que de esta
manera, “el fraude se hace imposible”.
El resultado final de esta maniobra
será que todos los ciudadanos estarán bajo el control y el escrutinio directo y
continuado de los bancos y los gobiernos, que en todo momento sabrán cuánto
dinero tienen, cómo lo gastan, cuándo lo gastan, dónde lo gastan y de hecho,
dónde están a cada instante; lo mismo que sucedería si cada ciudadano llevara
insertado un microchip de seguimiento bajo la piel, como una mascota doméstica.
Es decir, estamos
hablando de un poder absoluto sobre todos los ciudadanos del planeta, a los
cuales, de hecho, se les podrá negar el acceso a su dinero cuando “se
porten mal”, convirtiéndolos pues en esclavos totalmente dependientes de
sus “amos”.
Y una vez creados todos los organismos
de control fiscal global, el paso natural será crear un gobierno global,
controlado precisamente por estas élites; un gobierno mundial cuyos brazos
ejecutivos seran las corporaciones transnacionales y por debajo de ellas, los
gobiernos de los estados que obedecerán directamente sus intereses durante el
periodo de transición que transcurrirá hasta la privatización completa de todos
los poderes públicos.
Todo esto es lo que creemos que se
oculta realmente tras el escándalo de los “Papeles de Panamá”.
Estamos ante un conglomerado de
intereses entrecruzados a múltiples niveles, en el que los propios implicados a
cada nivel, ni tan solo saben para qué intereses trabajan en última instancia,
gracias a la habitual técnica de fragmentación, estratificación y
compartimentación de la información propia de cualquier operación a gran
escala.
Desgraciadamente, la gente de la calle
ni tan solo se enterará de lo que está sucediendo, manipulada como está por los
medios de comunicación y los periodistas que trabajan en ellos.
Unos periodistas
que en la mayoría de los casos, ni tan solo saben a qué intereses sirven cuando
les contratan para vomitar toda esta propaganda, que ellos vergonzosamente
califican de “información periodística”.
Es así de triste, aunque mucha gente se
niegue a aceptarlo.
Lo peor es que la población será
incapaz de tener una imagen de conjunto de todo el asunto, confundida como
estará por el incesante ruido mediático provocado por el incesante desfile de
personajes acusados en las filtraciones.
Y es que, hablando
en plata, “las hostias irán en todas las direcciones”.
Como hemos dicho, creemos que en esta
filtración masiva, se expondrá al escarnio público a muchas personas u
organizaciones a causa de intereses partidistas, ideológicos o económicos a
nivel local, nacional o internacional y que en muchos casos, estas denuncias se
producirán tras una venta de la información a sus enemigos directos, que pueden
llegar a ser incluso cruzadas, es decir, que los enemigos A y B paguen a la vez
por que se aireen los chanchullos de su contraparte, quedando ambos expuestos
al escarnio público (un negocio redondo para los vendedores de información, que
en este caso actuarían como traficantes de armas que venden armamento a ambos
bandos de un conflicto).
A la vez, creemos que habrá un elevado
número de personajes públicos que serán expuestos con el simple objetivo de
generar ruido, aumentar la sensación de corrupción generalizada y justificar
las políticas de control fiscal que se implementarán a todos los niveles.
Todos los campos y estratos de la
sociedad deberán quedar expuestos: deportistas, artistas, políticos,
religiosos, organizaciones, ong’s, bancos, empresas, etc…
El objetivo final
de todo ello será que se genere la sensación entre toda la población (el nivel
más bajo de la maniobra), de que el fraude fiscal de los más ricos es “intolerable” y
que debe ser perseguido tomando las medidas que sean necesarias (las que
indicábamos en el nivel más alto de la maniobra).
Y una vez se
aplique la persecución del fraude para los teóricamente más poderosos, la
conclusión será inevitable: “si los más ricos están sometidos a tanto
escrutinio, todo el mundo debe estarlo”.
Y es que como
venimos denunciando desde hace tanto tiempo, el objetivo final siempre hemos
sido nosotros: la “gente de la calle”.
Sabemos que lo que denunciamos en este
artículo no es lo más popular en estos momentos.
Sabemos que nos
iría mucho mejor si ignoráramos lo que vemos de forma tan clara y diáfana,
restringiéramos nuestro campo de visión y nos añadiéramos al coro de demagogos
que denuncia a las “malvadas élites defraudadoras”, pidiendo
ciegamente que se tomen las medidas que precisamente las élites que han montado
este tinglado, están persiguiendo.
Sabemos que habrá gente que querrá
malinterpretar lo que hemos expuesto, acusándonos estúpidamente de justificar
el fraude de los más ricos.
¿Es que acaso alguien niega que la
mayoría de los multimillonarios implicados son unos egoístas, unos corruptos,
unos hipócritas, unos ladrones y en muchos casos unos psicópatas?
Eso ya lo sabíamos antes de que
afloraran “los Papeles de Panamá”.
Lo único que hacemos es pedirle a los
lectores que no se dejen manipular, que abran bien los ojos y vean el cuadro
completo como un plano general y no como un plano de detalle.
Desgraciadamente, esto no es lo que
parece a primera vista.
Lo sentimos por todos aquellos que
creían que estaban viviendo un cuento de hadas…
Publicado por GAZZETTA DEL APOCALIPSIS
No hay comentarios:
Publicar un comentario