martes, 14 de febrero de 2017

Dakota, USA: Standing Rock



PULSEADA A BRAZO PARTIDO
 LA NACIÓN SIOUX Y EL OPRESOR TRUMP

por: Quibian Gaytan

 No bien se ha acomodado en la poltrona presidencial Donald Trump, entre las otras sandeces que dice llevará a cabo su administración, ha estampado su firma para la reanudación de los trabajos del Oleoducto Dakota Access, luego que había sido paralizado bajo el mandato de su antecesor dada la resistencia de los nativos americanos Sioux.

Proyecto Dakota Access, consiste en la construcción de una línea tuberías de 3.800 millones de dólares, con la cual se buscaría conducir diariamente medio millón de barriles de petróleo desde yacimientos de Dakota del Norte hasta una infraestructura ya construida en el estado de Illinois.

La gente da, no sé por qué, como una verdad incontrovertible, de a puño, que en las sociedades “civilizadas” modernas, esto es  en las sociedades nacionales organizadas por las Superpotencias y potencias imperialistas,  la cuestión nacional interna no existe, han sido resueltas las diferencias y antagonidades entre nación dominante y opresora y naciones y nacionalidades oprimidas y explotadas, establecidas en el mismo territorio. ¡Que en tales sociedades altamente industrializadas y modernamente organizadas, la cuestión nacional ha sido resuelta tiempos ha! Convencidos, tratan de convencernos. Viene, de pronto, un episodio por pequeño que sea y esa verdad de a puño salta por los aires. ¡Que si existen problemas nacionales irresueltos a lo interno de las sociedades capitalistas altamente organizadas!

La nación Sioux, un de las muchas naciones y nacionalidades nativo norteamericanas oprimidas y despojadas territorialmente por el colonialismo interno de la nación blanca dominante, desde fines del año pasado han dado inicio a una fuerte lucha de defensa de sus ríos y áreas sagradas, amenazadas de ser duramente afectadas por el paso del pretendido proyecto en ejecución. La brava lucha que escenifican, en la reserva (“aldea estratégica”, en la jerga colonialista imperialista, o campo de concentración) de Standing Rock,, en defensa de su medio ambiente y la incolumidad de su patrimonio cultural nacional les ha consistado el apoyo de gran parte de las tribus de la región y la solidaridad nacional e internacional.

¿Por qué el fascista neopresidente de USA, contra lo esperado por muchos, ha tomado tal decisión? No simplemente, como pudiera parecer, por su supuesta preocupación de reabastecimiento de energía petrolífera ahora tan necesaria para la economía del país crisis, sino porque él mismo tiene intereses personales en su realización. Trump, como se sabe, es un inversionista de Energy Transfer Partners, la firma con sede en Texas que está detrás del oleoducto. Lejos de su mente, pues, el “interés nacional” sino  la gargantuesca necesidad de ganancias monopolísticas para su clan económico gran burgués.

Es por ello mismo que el fascista y razista neopresidente estadounidense ha decidido abrir esta segunda pulseado de hierro con los activistas, la comunidad sioux y los miles de simpatizantes y apoyadores de todo el país.

Contra ellos se ha fraguado toda una infame conjura, bajo la acusa de “terrorismo interno”, como excusa para desatar la sangrienta represión en daño de la nación sioux. Con ello, buscan la clase dominante y gobernante, es decir Wall Street y  los monopolios petróleros, provocar una guerra interna, nueva versión de sus ya tradicionales “guerras al piel roja”, que les permita su total desalojo y desaparición física y nacional.

En cumplimiento de sus macabros y sanguinosos planes los opresores, los gobernantes, Trump a la cabeza, movilizan a toda su jauría de perros rabiosos. Movilizados son el FBI, el reaccionario ejército, la policía estatal y federal, amén de guardias blancos privados. Los que ejercen toda especie de violencia y provocaciones contra la comunidad sioux, activistas, ambientalistas blancos y apoyadores. Se detiene, se aprisiona y condena a duras penas a todo sospechoso de simpatizar con la nación  nativa americana.

Como era de esperar, todas estas violencias del Estado burgués imperialista y colonialismo  interno han provocado el rechazo del pueblo estadounidense. La solidaridad nacional y clasista del pueblo trabajador estadounidense se está acrecentando a ojos vista, amenazando con frustrar esos proyectos reaccionarios de los dominantes. Centenares, miles, de veteranos de guerra, ya marchando en grupos compactos o individuales buscando arribar por medios extralegales y caminos ignotos arriban cada día a la Reserva de Standing Rock. Las fuerzas represivas (Ejército, Policía estatal y Federal, FBI y grupos paramilitares) resultan impotentes de contener la oleada de marchantes solidarios. Aunque entre estos últimos, suman ya 700 los arrestados y acusados de cargos inverosímiles. Por bajos y ruines que sean, “posesión de cannabis indica”, por portar “equipos de campear”, etc. Según informaciones, el mismo FBI ha montado un Equipo de investigación de actividad terrorista.

El miedo a la rebelión de las naciones colonizadas al interior les escuece el alma y les llena de pavor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario