ALREDEDOR DE LAS BASES MILITARES DE LA SUPERPOTENCIA IMPERIALISTA
ESTADOUNIDENSE EN SURAMÉRICA
por Quibian Gaytan
¿Hacia dónde apuntan hoy las bases militares yanquis en
Sudamérica? Digamoslo de una vez, esas bases militares de esa Superpotencia imperialista tienen en miras cercar y amenazar con el chantaje y la presión militar a los países de la ALBA. Es decir, están enfiladas contra gobiernos y Estados que, hoy por hoy, marcan una fuerte tendencia política a romper eslabones de la cadena de dominación y subyugación que ejerce dicho imperialismo en América Latina, en general, y de América del Sur en particular.
Con tiempo las instaló, esgrimiendo fútiles pretextos que si la de
la extensión de la guerra popular de liberación desatada por el Partido
Comunista del Perú; la larga guerra civil de la FARC-EP y otras Organizaciones
revolucionaristas pequeñoburguesas colombianas que desestabilizaban al Estado
narcoterrorista de Colombia, un “aliado” de valor estratégico para sus
proyectos; que si su falsa “guerra contra la droga”, etc.; o aquellos más
alambicado, pero igual de falaces e hipócritas, de una supuesta amenaza a su
“seguridad nacional” y Continental, que representarían el surgimiento de
gobiernos de la burguesía de “izquierda” en países del área y la complacencia
que ella demuestra ante la creciente presencia de sus socios y rivales, el
imperialismo ruso y el socialimperialismo chino, en el cono sur, Centroamérica
y el Caribe.
Esa creciente instalación de bases militares yanquis en América Latina, en particular en Suramérica, las que expanden y seguirán expandiéndose como los hongos después de las lluvias, responde a planes y proyectos estratégicos muy concretos de subyugación militar y recolonización económica. En estos días han pasado a su fase de realización. Primero ha sido la desestabilización de Argentina y la salida dudosamente legal de la Kirshner. Luego, ha sido el golpe de Estado a Roussef en Brasil. El turno, ahora, es Venezuela. América Latina está en guerra.
En otras palabras, Latinoamérica está sometida a una guerra por ahora sin derramamiento de sangre, la desestabilización política y golpes de estado “blandos” y la amenaza de agresión armada directa. Y dichas bases militares estadounidenses, en cada uno de nuestros países, sirven de base de apoyo o a la insurrección victoriosa de sus agentes mercenarios internos o a la guerra de agresión directa. Repito, el imperialismo estadounidense está en guerra con el Subcontinente latinoamericano. No de ahora, como muchos propalan ante la perspectiva de una intervención armada multinacional contra la República Bolivariana de Venezuela, sino desde que el imperialismo estadounidense ha sentido los primeros efectos de la pérdida de su hegemonía mundial, de que sus sueños de hegemonizar el mundo se hayan roto y, en particular, desde que América Latina y Suramérica han sacudido las cadenas de la subyugación y ensayan caminos de independencia económica. Aunque, para nosotros comunistas, erróneos por inconsecuentes porque centrados en el desarrollo del capitalismo burocrático, el populismo de “izquierda” y la contemporización política con ese mismo imperialismo que urde planes de agresión y recolonización.
¿No acaso esos mismos populistas de “izquierda” y nacionalistas burgueses, gobernantes, no han aceptado de buena gana sumarse a esos “ejercicios militares conjuntos” bajo el mando del Comando Sur por años, prestado a cooperar y enviar tropas en operación conjunta de invasión y ocupación militar de Haití, por ejemplo; a esa campaña de falsa lucha contra la droga, contra el así llamado “terrorismo maoísta” y, sobre todo, aceptado esas mismas bases militares Usamericanas violadoras de la soberanía estatal? Cerraron sus ojos ante esa misma guerra política prolongada promovida por el imperialismo, de Reagan a Trump, y ahora se ven abocados a una reaccionaria guerra política con derramamiento de sangre. Cosechando lo que sembraron por su miopía política y sus componendas sin principios democráticos y patrióticos alguno.
En la guerra como en la guerra. Contraproducente resulta, por la desorientación y el conciliacionismo proimperialista que porta, el dedicarse a propalar condenas platónicas e inútiles de la guerra en general. Los Pueblos latinoamericanos, ciertamente, no quieren la guerra, pero es un dado tipo de guerra a que hacen referencia. Rechazan las injustas guerras imperialistas, pero necesariamente, hoy, deben prepararse a la justa guerra revolucionaria por sacudirnos la subyugación bicentenaria por parte del imperialismo yanqui, enemigo principal de la independencia nacional y de nuestra libertad política en el subcontinente americano. A la guerra de agresión imperialista, de marchamo USA, se le debe enfrentar la guerra popular de liberación nacional antiimperialismo yanqui, sin dejar entrar en nuestras casas por la puerta de la cocina ni al oso ni al dragón.
Forjar con nuestras propias manos, separando nuestra guerra
revolucionaria de aquella de los gobiernos reformistas burgueses de
“izquierda”, la unidad de las fuerzas auténticamente patrióticas y democrático-populares
un amplio Frente Unido de Independencia Nacional, tanto a nivel nacional como
continental.
¡Fuera las bases militares yanquis de nuestros territorios nacionales!
¡Ruptura de todos los Convenios, Pactos y Tratados militares contraídos con el imperialismo yanqui!
¡Ni un soldado latinoamericano muera al servicio de la guerra de agresión imperialista contra un país y Estado de América Latina!
¡Ruptura inmediata con el gobierno estadounidense si osa desatar una guerra de agresión contra un país!
¡Ruptura inmediata con organizaciones como la OEA y la ONU, si ellas apoyan y cubren una tal guerra imperialista yanqui!
¡Ni un trozo del territorio nacional sea dado al imperialismo para su guerra de agresión!
¡Por la libertad nacional, la libertad democrática y la paz en todo el continente latinoamericano!
¡Ruptura de todos los Convenios, Pactos y Tratados militares contraídos con el imperialismo yanqui!
¡Ni un soldado latinoamericano muera al servicio de la guerra de agresión imperialista contra un país y Estado de América Latina!
¡Ruptura inmediata con el gobierno estadounidense si osa desatar una guerra de agresión contra un país!
¡Ruptura inmediata con organizaciones como la OEA y la ONU, si ellas apoyan y cubren una tal guerra imperialista yanqui!
¡Ni un trozo del territorio nacional sea dado al imperialismo para su guerra de agresión!
¡Por la libertad nacional, la libertad democrática y la paz en todo el continente latinoamericano!
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