No es posible crear una Nueva India sin la formación de una Nueva Sociedad Democrática
La Red
de Blogs Comunistas (RBC),
fiel a su compromiso de convertirse en la voz de los oprimidos y
explotados de la India y de la revolución naxalita en castellano,
ha traducido el último comunicado del Comité Central del Partido
Comunista de la India (Maoísta), en relación a los violentos
ataques de gobierno de la India y sus paramilitares contra los
dalits y otros grupos de demócratas el pasado 1 de enero.
Aprovechando
la celebración por parte de estos del Día
de la Victoria (con
motivo de una batalla contra los hindús hace 200 años), en
Bhima-Koregaon, cerca de Pune, donde se reunieron cerca de 300.000
personas como una celebración-protesta porque los dalit “no
toleran más la explotación y el dominio de las castas elevadas”,
como ha explicado, por ejemplo, Z. Devasagaya Raj, secretario de la
Oficina para los dalit y los tribales de la Conferencia episcopal
India (CBCI).
Este año cientos de nacionalistas hindús atacaron con armas de fuego y armas blacas a los concentrados, situación denunciada por el PCI (M), que acusa al gobierno nacionalista defensor de las castas de Modi de ser su instigador, además de señalar como patrañas las campañas de este a favor de una India Nueva, que no atacan, ni superficialmente, el sistema de castas brahmanico ni, por supuesto, las desigualdad esencial del capitalismo. Como es obvio, para los comunistas y los naxalitas solo la verdadera democracia, el fin de toda explotación, puede dar lugar a una Nueva India, una India roja.
"Nuestro
Partido manifiesta con toda claridad que no es posible crear una
Nueva India sin la formación de una Nueva Sociedad Democrática que
no ceje ante las dificultades y miserias del pueblo, que elimine la
explotación y acabe con
las condiciones que hacen posible las discriminaciones de casta,
religión y sexo".
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PARTIDO COMUNISTA DE LA INDIA (MAOÍSTA)
COMITÉ
CENTRAL
9
de enero de 2018
Nuestro
Partido condena con la mayor energía el ataque con armas blancas y
de fuego llevado a cabo por las fuerzas sectarias del nacionalismo
hindú contra los miles de dalits, demócratas y miembros de grupos
seculares que celebraban el 1 de enero, día de su victoria
histórica, en que se conmemora, igualmente, la dignidad de los
dalits en Koregaon Bheema, Maharashtra. Es innegable que el
nacionalismo hindú se ha convertido en una gran amenaza para la
supervivencia y la dignidad de los dalits, los adivasis y las
minorías religiosas, y que no dejará de crecer, si no luchamos con
todo valor hasta derrotar a las viles fuerzas sectarias brahmánicas.
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En
Maharashtra, el gobierno de Shivaji se prolongó desde 1674 hasta
1680. Más tarde los gobernaron el imperio maratha. Aunque
los marathas derrotaron a los reyes mogoles, no pudieron hacer
frente a los ejércitos británicos. Los británicos les derrotaron
y establecieron su centro militar y administrativo en Poona. En el
primer cuarto del siglo XIX, los peshwas intentaron ocupar Poona con
un ejército de 28 mil soldados, pero los británicos resistieron 12
horas y no cedieron el control de Poona. Fueron los dalits indios
enrolados en el ejército británico quienes resistieron a los
peshwas. Al margen de los británicos, desde hace dos siglos los
dalits celebran el día 1 de enero la derrota de los peshwas como su
día de la victoria y símbolo de su propia dignidad. Las fuerzas
brahmánicas no han podido digerir esta celebración que se repite
anualmente. Con el apoyo del poder central y del estado de
Maharashtra, este año los matones a sueldo del nacionalismo hindú
–con Sambhaji Rao Beede, del Siv Prathishtan, y Milind Ekbote, del
Hindu Ektha Manch, a la cabeza– atacaron a los dalits y a sus
seguidores con armas blancas y de fuego en Koregaon Bheema en el 1
de enero. Decenas de terroristas nacional-hinduistas lanzaron bombas
caseras, provocando el pánico de las gentes de Koregaon y de sus
alrededores. Un joven dalit perdió la vida y otros muchos
resultaron heridos en estos ataques. Los dirigentes de las
organizaciones dalits habían informado al gobierno y a la policía
con mucha antelación sobre las celebraciones, pero éstos no
adoptaron las medidas oportunas de seguridad, precisamente para
alentar los ataques de los matones a sueldo nacional-hinduistas. El
gobierno y la policía espolearon a los terroristas a sueldo del
nacionalismo hindú con el único propósito de que los dalits no
intenten siquiera celebrar estos días de exaltación de su propia
dignidad. De hecho, todo sucedió con arreglo a un diseño previo.
Las bandas de Sambhaji y Milind se limitaron a poner en práctica el
abyecto plan conjunto de los gobiernos central y estatal, de sus
unidades de inteligencia y de las fuerzas del Sangh [Parivar].
Nuestro Partido hace un llamamiento a los dalits, a los adivasis, a
los miembros de las minorías y a las fuerzas democráticas y
seculares de todo el país para que saquen a la luz pública las
infames tácticas del primer ministro de Maharashtra, Devendra
Fadnavees.
Más de cien grupos dalits, democráticos, seculares, progresistas y revolucionarios apoyaron la convocatoria de una huelga el 3 de enero en Maharashtra para condenar los ataques contra los dalits en Koregaon Bheema. Los ciudadanos de todo el país han demostrado su rabia ante los ataques del nacional-hinduismo por medio de acciones militantes contra el gobierno en muchos lugares. Es lamentable que Prakash Ambedkar y el Partido Republicano de la India, que fue una de las principales organizaciones que llamó a la huelga, se hayan vuelto atrás. Nadie apoyará una decisión como ésa que socava las acciones contra los terroristas nacionalistas hindúes que arrojaron bombas, dispararon armas de fuego y apalearon indiscriminadamente a hombres y mujeres, una decisión que es condescendiente con las promesas de los dirigentes del nacionalismo hindú y en la que se expresa su preocupación por las acciones militantes del pueblo en señal de protesta.
Los matones a sueldo Sambhaji Beede y Milind Limbodi, que participaron en los ataques contra los dalits en Koregaon Bheema, siguen moviéndose libremente. Es natural dada su estrecha relación con Modi, “el principal servidor del pueblo”, desde los mítines electorales de 2014.
Nuestro
Partido condena igualmente con toda energía la detención en Mumbai
de Jignesh Mevani, joven dirigente popular de Gujarat, a quien la
policía de Maharashtra pretende implicar en varios montajes, así
como la detención del líder estudiantil del JNU Umar Khalid,
defensor de la dignidad de los dalits.
Todo lo que dice el nacional-hinduista Modi sobre la mejora de las condiciones de los dalits, destacando las malas tácticas del defensor de los oprimidos Ambedkar, es parte de la conspiración nacional-hinduista y nada más que eso. Digámoslo bien alto y bien claro: Modi, gran Manu que afirma que “cada cual debe cumplir con su deber” en el sistema brahmánico Chathurvarna, en el orden de las castas y de la intocabilidad, tal como se recoge en el Bhagavad Gita, no tiene derecho moral alguno para elogiar a Ambedkar y nunca toleraremos de él ni una sola palabra en contra de los dalits. Nuestro Partido hace un llamamiento a los oprimidos para que luchen unidos y organizados contra las agresiones de las fuerzas nacional-hinduistas que gobiernan con las manos manchadas de sangre, comenzando por la de Rohith Vemula hasta la de los jóvenes dalits de Koregaon Bheema. Es hora de que las fuerzas democráticas, seculares y progresistas muestren sin tapujos la mentira de la política oportunista brahmánica y apoyen las luchas populares. Todo lo que Modi dice sobre la construcción de una Nueva India [“Nava Bharath”], sin tener en cuenta la cuestión religiosa y de las castas, no es más que faramalla. Nuestro Partido manifiesta con toda claridad que no es posible crear una Nueva India sin la formación de una Nueva Sociedad Democrática que no ceje ante las dificultades y miserias del pueblo, que elimine la explotación y acabe con las condiciones que hacen posible las discriminaciones de casta, religión y sexo.
Todo lo que dice el nacional-hinduista Modi sobre la mejora de las condiciones de los dalits, destacando las malas tácticas del defensor de los oprimidos Ambedkar, es parte de la conspiración nacional-hinduista y nada más que eso. Digámoslo bien alto y bien claro: Modi, gran Manu que afirma que “cada cual debe cumplir con su deber” en el sistema brahmánico Chathurvarna, en el orden de las castas y de la intocabilidad, tal como se recoge en el Bhagavad Gita, no tiene derecho moral alguno para elogiar a Ambedkar y nunca toleraremos de él ni una sola palabra en contra de los dalits. Nuestro Partido hace un llamamiento a los oprimidos para que luchen unidos y organizados contra las agresiones de las fuerzas nacional-hinduistas que gobiernan con las manos manchadas de sangre, comenzando por la de Rohith Vemula hasta la de los jóvenes dalits de Koregaon Bheema. Es hora de que las fuerzas democráticas, seculares y progresistas muestren sin tapujos la mentira de la política oportunista brahmánica y apoyen las luchas populares. Todo lo que Modi dice sobre la construcción de una Nueva India [“Nava Bharath”], sin tener en cuenta la cuestión religiosa y de las castas, no es más que faramalla. Nuestro Partido manifiesta con toda claridad que no es posible crear una Nueva India sin la formación de una Nueva Sociedad Democrática que no ceje ante las dificultades y miserias del pueblo, que elimine la explotación y acabe con las condiciones que hacen posible las discriminaciones de casta, religión y sexo.
Abhay,
Portavoz
Comité
Central
PCI
(Maoísta)
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