Gran
movilización en todo en país de rechazo de la propuesta
de restringir la ley sobre la interrupción del embarazo, ya una de
las más restrictivas en Europa, hecha por el derechista
gobierno polaco, respaldado por la Iglesia Católica.
La
ley, aprobada en 1993, permite la interrupción del embarazo solo en
tres casos: amenaza para la vida de la madre, violación y
malformación grave del feto. La objeción de conciencia de los
médicos también está permitida, lo que hace que el uso del aborto
sea aún más complicado y dramático. El acreciéndose dramáticamente el número de abortos
ilegales, así como los riesgos para la salud y la vida de las
mujeres.
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