miércoles, 31 de octubre de 2018

URC-Brasil: La caja trampa se ha cerrado


 "Sobre las elecciones de 2018 y el fin de las ilusiones en la democracia burguesa"


El Golpe de Estado por el que pasa nuestro país es una de las mayores y más inescrupulosas embestidas que las clases dominantes locales y el imperialismo ya realizaron contra el conjunto de las masas trabajadoras brasileñas en nuestra historia. Es precisamente en este contexto en que sucederán las elecciones presidenciales que se avecinan. En este documento, la Unión Reconstrucción Comunista buscará exponer en líneas generales su análisis acerca de estas elecciones, reafirmando el carácter farsario de los pleitos como ya ocurrió en 2014, cuyo resultado fueron el golpe de Estado y la aplicación del programa antipersonal en desarrollo por el gobierno Temer, según denunciamos en diversos documentos durante el proceso de este entonces. Desde ya, reafirmamos nuestra convicción revolucionaria y nuestra confianza en las fuerzas propias de las clases trabajadoras,

Las dictaduras de las minorías dominantes de las minorías dominantes han de ser episodios transitorios, percances que el proletariado puede y debe superar en el camino hacia su emancipación. Para ello, deberá saber canalizar sus fuerzas en los momentos decisivos, contra los enemigos correctos y con una estrategia y táctica justas. Si se conjura correctamente, la furia popular no se detendrá ante nada ni a nadie; su poder creador erigirá una nueva y mejor sociedad. Así, la misión histórica del proletariado es grande y difícil para ser secundada por cualquier mezquindad burguesa. Como dijo el Presidente Mao Tse-tung: "nada es imposible en el mundo para quien se atreve a escalar las alturas". ¡Es el espíritu que debemos asumir en los próximos meses!

1) Desde el punto de vista coyuntural, se debe tener en cuenta el momento en que se dan las elecciones en Brasil este año específico de 2018. Se trata de la primera elección a nivel federal y estadual desde el Golpe de Estado de 2016. A la ofensiva reaccionaria que derribó al antiguo gobierno dejó claro que las clases dominantes de nuestro país ya no están dispuestas a ninguna forma de conciliación y, a la vista de la crisis del sistema capitalista imperialista mundial, aplicar su programa con la mayor rapidez posible. Se busca gobernar sin ningún velo democrático, con represión abierta, recurriendo a cualquier forma de ruptura con la mínima legalidad democrática burguesa; como quedó claro, por ejemplo, con el propio Impeachment, en el episodio de la prisión de Lula, en el asesinato de Marielle Franco, en la intervención militar en Río de Janeiro, así como, en sintonía con esta última, con un mayor papel de los militares en la conducción de la política de Estado (representada por su creciente actuación en las oficinas ministeriales). Esto indica que la quiebra de las ya limitadas legalidades democráticas en el país es cada vez más una constante, y la burguesía expone su cara más reaccionaria y hace claro su programa antipático. Así, en este contexto las elecciones cumplen la función de crear también una apariencia "democrática" y "legítima" al Golpe de Estado.

2) Mediante tal coyuntura, cualquier intento de cambio significativo o incluso de conciliación con las clases dominantes de nuestro país no es más que una ilusión. De un lado porque la gran burguesía, los terratenientes y sus agentes están atentos y dispuestos a profundizar cualquier ruptura con la mínima legalidad establecida ante cualquier intento pretendido de reducir o atacar sus dictámenes y programa político-económico, aunque sea por la vía elecciones. Por el otro, porque las clases dominantes, a pesar de los años del reformismo de "izquierda" al frente de la gestión del Estado que han garantizado la aplicación de su programa hasta ahora, hoy no ve más la vía de la conciliación como necesaria. Esto debido a la necesidad cada vez más acelerada de aplicar el programa general del imperialismo en el país, necesitando llevar a la gerencia del Estado un gobierno "puro sangre", dispuesto a aplicar hasta las últimas consecuencias los dictámenes necesarios al Imperialismo ya las clases dominantes subordinadas internas. Además, en la crisis general de pudrición del sistema, su decadencia hace que los grandes capitalistas burocráticos y compradores y los terratenientes van con mayor avidez en el mantenimiento del viejo orden, buscando todos los medios para mantenerse en el poder; así, ellos no tendrán ningún pudor en romper con lo que sea necesario para garantizar tal tarea, aunque para eso sea preciso rifar a viejos compañeros y aliados. su decadencia hace que los grandes capitalistas burocráticos y compradores y los terratenientes van con mayor avidez en el mantenimiento del viejo orden, buscando todos los medios para mantenerse en el poder; así, ellos no tendrán ningún pudor en romper con lo que sea necesario para garantizar tal tarea, aunque para eso sea preciso rifar a viejos compañeros y aliados. su decadencia hace que los grandes capitalistas burocráticos y compradores y los terratenientes van con mayor avidez en el mantenimiento del viejo orden, buscando todos los medios para mantenerse en el poder; así, ellos no tendrán ningún pudor en romper con lo que sea necesario para garantizar tal tarea, aunque para eso sea preciso rifar a viejos compañeros y aliados.

3) En otros documentos nuestros, tomamos en consideración el hecho del gobierno actual de ser un gobierno débil e inestable, que podría ser rifado por la propia burguesía si se mostró incapaz de llevar a cabo hasta el final las "reformas" deseadas. Tal evaluación se mostró una vez más correcta con el aplazamiento de la reforma de la previsión, que este gobierno no pudo conducir. En este sentido, para ser capaz de demostrar fuerza ante la inestabilidad e inseguridad de las propias clases dominantes, el gobierno cada vez más recurre al poder militar, con su expresión más orgánica centrada en el jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, el General Etchegoyen (arquitecto de la intervención en Río de Janeiro), visto como el hombre fuerte de un gobierno débil. Además de Etchegoyen, el Ministerio de Defensa, comandado igualmente por un General, también asume un papel preponderante en la organización del sistema de seguridad pública y del aparato represivo del Estado. Conforme el sistema político se degenera, los militares van asumiendo un papel prominente en posiciones clave del Estado, yendo a su control directo. Sin embargo, se equivocan aquellos que piensan que los militares están a remolque de los dictámenes represivos de Temer y no poseen pensamiento estratégico propio, en el sentido de asumir cada vez más el control directo sobre el Estado. Hemos visto en los últimos meses Generales de la reserva como Augusto Heleno, Mourão y Schroeder Lessa señalan posibilidades de intervención a nivel federal si "No se sitúa el orden en el país". En todos estos casos, el alto mando fue connivente con las declaraciones. En el caso de Mourão, las cosas fueron más allá de la simple connivencia. En el momento en que el general de la reserva hizo tal declaración, el alto mando de las Fuerzas Armadas estaba en la mesa del evento donde fue defendida tal idea, no obstante, nada hicieron; así como el General Villas Bôas (comandante máximo de las Fuerzas Armadas), que cuidó de asumir la actitud de "demócrata" para amortiguar la situación, garantizando que no habría reprensión alguna al General intervencionista, evidentemente por convergencia de intereses. Vemos entonces un guión claro: los generales de la reserva se utilizan de la fraseología propagandística en pro de las medidas más radicales, con el alto mando participando del proceso como cómplice, mientras que intentan amortiguar los choques y posar de "demócratas" a favor de la paz, sirviendo de intermedio con los sectores de las Fuerzas Armadas más ligados a Brasilia. Tales declaraciones de los Generales de la reserva tienen un sentido claro: de un lado el de amenaza de intervención si el gobierno no es capaz de garantizar la estabilidad burguesa; del otro, la negociación en favor de posiciones más radicales del gobierno para garantizar un mayor papel de los militares al mando del sistema represivo, como se viene dibujando. Así, los militares vienen cada vez más ganando papel central en la coordinación del aparato represivo, con la intervención en Río de Janeiro, Espírito Santo y Rio Grande do Norte operando como laboratorios de una experiencia militarca a escala mayor. El gobierno Temer, en un contexto de rechazo de más del 90%, viene operando bajo la tutela del coturno de los militares, y la creación y fortalecimiento de este aparato represivo encabezado por estos últimos establece una elección donde, sea cual sea el candidato que gane, él estará con la punta fría del fusil de los militares apoyada en su cabeza. También es importante citar la falta de unidad de los militares en torno a un candidato civil, lo que puede determinar una intervención en el ámbito federal propiamente dicha, a depender también del propio resultado de las elecciones. Sin embargo, sea cual sea el escenario que se dibuje, es evidente que cada vez más los militares estarán en el centro de la política y de la represión, dibujando un escenario de una república formalmente bajo la apariencia de república democrático-burguesa, pero basada en el recrudecimiento de la represión y el control social sobre las masas.

4) Además de los elementos abiertamente reaccionarios y vinculados directamente a los grandes capitalistas burocráticos, que coordinan el proceso electoral, todavía existen las demás siglas de "oposición", con apariencia de izquierda y que pretenden subordinar la lucha de las masas a sus aspiraciones electorales. Es evidente que, tras el golpe, el PT y las organizaciones a su entorno pretendieron hegemonizar y conducir las movilizaciones de masas antigolpista para crear una cohesión entre sus bases y mantener la hegemonía socialdemocrata sobre tal movimiento, con el fin de llevar tales luchas sólo para el embate elecciones. En el caso de la prisión de Lula, aunque la denuncia de las arbitrariedades que regir el proceso y los intereses escudos detrás de él sean correctos, la posición del PT es nítida: transformar la campaña en torno a su libertad en campaña electoral anticipada, con su discurso "antigolpe" (tanto de Lula y de la dirección del PT de forma general) meramente en torno al carácter "legítimo" o no de las medidas tomadas posteriormente al golpe de Estado, sin exponer concretamente a los enemigos del pueblo de forma consecuente. Por el contrario, al centrar el discurso en la "legitimidad" de las reformas, él pretende mostrarse apto para conducir tales reformas, siendo él un "gobierno legítimo" de la gran burguesía. Sin embargo, como se puede observar, la burguesía burocrática-compradora, los grandes terratenientes y sus lacayos, ya descartaron a Lula como posibilidad viable para sus planes y aún mantiene la pretensión de dejarlo inelegible y preso al menos hasta después de las elecciones. Además del PT y Lula como principales exponentes de esa corriente oportunista de derecha, existen aún las candidaturas de Ciro Gomes y Guilherme Boulos. La primera, con su discurso de "conciliación entre los que producen y los que trabajan", que en un primer momento intenta capturar votos de parte de la base petista, se utiliza de una retórica pseudoprogressista y "desarrollista". Evidentemente en esta concepción largamente derechista de "desarrollo" no existe contradicción entre las grandes masas del pueblo y los grandes barones latifundistas, que son vistos como parte de aquellos "que producen". En el caso del segundo, se pretende movilizar a las masas del MTST para el camino electoral, básicamente con el fin de realizar la reedición de la farsa socialdemócrata que tomó posesión en 2003. Pero esta vez con la importación de concepciones traídas de la nueva farsa reformista europea , a saber, del PODEMOS español y Syriza griego, con sus anhelos de "partido-movimiento"; y que, al fin, sólo realizan, bajo nueva forma, más moderna y sofisticada, el antiguo papel de los viejos partidos oportunistas de la socialdemocracia clásica. El único momento en que su candidatura asume un contenido de clara oposición con respecto a los enemigos de los trabajadores es cuando levanta la bandera del derecho a la vivienda y otros derechos democráticos y sociales, superponiéndolos al derecho de la propiedad. Sin embargo, tendríamos que enunciar la incapacidad de llevar a cabo esta lucha de forma consecuente en el interior del Estado burgués-latifundista, además de ser una forma de no retroceder el contenido de la campaña a punto de desligarse totalmente de la base del MTST. El oportunismo, cuando subordina toda la lucha de masas a sus intereses meramente electoreros, carguistas y carcelistas, cumple la función de obstaculizar las luchas populares, cuando mucho, siendo capaces sólo de llevar a la derrota certera;

5) El boicot a las elecciones asume un sentido estratégico, en la medida en que está ligado a nuestros objetivos a largo plazo y al problema general de la revolución brasileña. Asumir la cuestión del boicot electoral como teniendo un sentido estratégico indica la comprensión de que apuntar el camino de la revolución a las amplias masas del pueblo pasa por denunciar también la imposibilidad de cambio a través de la vía electoral. Es, por lo tanto, una forma de demarcación de la vía revolucionaria con la vía reformista.

6) Además del problema del Estado burgués en general, debemos también comprender la forma más reaccionaria en que eso se expresa en los estados semicoloniales. A diferencia de los Estados capitalistas desarrollados, que se formaron tras procesos revolucionarios donde la burguesía derrotó a la clase latifundista y realizó las tareas democráticas, los estados semicoloniales se forman a través de la colaboración entre el latifundio, la gran burguesía y la metrópoli imperialista, en el caso brasileño, Inglaterra y luego los Estados Unidos. Por lo tanto, en el contexto de los países semicoloniales, donde el Estado es comandado por las oligarquías agrarias y por los grandes capitalistas burocráticos y compradores, su estructura de Estado es necesariamente más represiva y más cerrada a la participación de las masas, aunque bajo la forma de las repúblicas democráticas burguesas clásicas. El revestimiento democrático-burgués en la forma del Estado se basa en la represión y control social directo sobre las masas, que podemos ver como regla en toda la historia de Brasil. Incluso la redemocratización, en la medida en que se dio sin una ruptura con la Dictadura Militar-Fascista y bajo la observación de ésta y del Imperialismo norteamericano, habría profundizado tal proceso.

7) En el caso del oportunismo, de forma general existe una concepción que orienta su trabajo electoral y su trabajo político. Se trata de confundir las reivindicaciones democráticas e inmediatas de las masas y de la clase obrera con la participación en el proceso electoral. El PT llevó a cabo tales concepciones de forma más aguda desde las discusiones en sus congresos en los años 80, donde al mismo tiempo que criticaban enfáticamente las concepciones de lo que llamaban "partidos comunistas tradicionales" con relación al carácter democrático de la revolución brasileña, defendía que las tareas democráticas no realizadas por la burguesía podrían realizarse en el interior de su actuación parlamentaria, haciendo así un "acúmulo de fuerzas" hasta la revolución socialista. Por lo tanto, la concepción según la cual las luchas cotidianas de las masas proletarias y trabajadoras en torno a sus exigencias concretas no podían ser resueltas fuera del espacio electoral, y deberían, de este modo, ser realizadas dentro del ambiente institucional-burgués como "preparación de terreno" la transición socialista, balizó la línea política del oportunismo hasta los días de hoy, cuando continúa proporcionando la línea para su intento de subordinar las luchas de masas a sus anhelos electorales. Es válido apuntar que conforme se va realizando tal actuación electoral, lo que sucede en la práctica es la incorporación de sectores de los movimientos populares al Estado, reforzando la ideología burguesa en el seno del movimiento obrero; y, conforme se adaptan al propio "modo de ser" de la política parlamentaria, se van convirtiendo gradualmente en "obreros del Estado",

8) Por lo tanto, para llevar a cabo tal tarea de modo consecuente, debemos denunciar el carácter reaccionario del proceso electoral, al mismo tiempo que sostenemos la perspectiva de la formación de un fuerte Partido Comunista, armado por una ideología correcta, para así perseguir el camino de la Revolución Brasileña.

Hechos estas consideraciones, a las que llegamos después de analizar las determinaciones concretas de la coyuntura brasileñas, concluimos que el actual pleito electoral se reviste de una corteza ideológica aún más gruesa que los pleitos anteriores. Ello porque su función de legitimación no se vuelve únicamente para la conservación del régimen burgués-latifundista en nuestro país, como en las anteriores elecciones, sino también para justificar y cubrir con un manto de legalidad la profundización radical de la explotación de las masas trabajadoras y el recrudecimiento de la población la represión militar-fascista asumida por el Estado reaccionario. Así, más que nunca debemos empeñarnos en denunciar el verdadero carácter antipopular de las elecciones y de toda la estructura de Estado burguesa-latifundista. Debemos exponer sin rodeos el enorme abismo, que no cesa de aumentar, entre las masas trabajadoras y las instancias de poder de las clases dominantes, incluso las querellas y mezquinas electorales, absolutamente incapaces de hacer disminuir este abismo. La decadencia de todo este orden de dominación, visible en la discrepancia entre los problemas concretos de los trabajadores y los disparates dictados por los candidatos, deberá impulsar nuestras movilizaciones y apuntar a una ruptura con los preceptos reformistas que hegemonizaron a las masas trabajadoras en las últimas décadas.

¡DENUNCIAR LA FARSA ELECTORAL Y EL GOLPE DE ESTADO!
¡APROVECHAR LA DECADENCIA DEL RÉGIMEN PARA APROXIMARNOS A LAS MASAS POPULARES!
¡CONTRA LAS "¡REFORMAS” REACIONARIAS, LA HUELGA GENERAL!
¡CONTRA EL TERROR EN EL CAMPO, TOMAR TODAS LAS TIERRAS DEL LATIFÚNDIO!
¡CONTRA EL GOLPE, MOVILIZAR LAS MASAS Y RECONSTRUIR EL PARTIDO COMUNISTA!


08/24/2018
Publicado por Movimiento Bandera Roja - Brasil

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