sábado, 13 de noviembre de 2010

Obama amenaza la soberanía de Myanmar, a pesar de haber tenido su primera elección en 20 años


10 de noviembre de 2010 — Myanmar tuvo sus primeras elecciones en varias décadas, y según todos los reportes de fuentes asiáticas, fueron muy exitosas, a pesar de los gritos y sombrerazos de los agentes y amantes en occidente del imperio británico, empezando con el presidente Obama.
Los resultados preliminares muestran que el 70% de la población votó, en donde la mayoría de los votos fueron para dos partidos ligados a las fuerzas militares, aunque muchos candidatos de la oposición ganaron curules tanto a nivel nacional como locales. La Fuerza Democrática Nacional obtuvo hasta 18 curules de los 37 que estaban en juego para la Cámara de Representantes en Yangón, compuesta de grupos de oposición que rompieron con el agente británico Aung San Suu Kyi, quien boicoteó las elecciones.
Obama, al hablar ante el parlamento indio, sonaba como Dick Cheney denunciando a Myanmar: "Pero cuando se suprimen movimientos democráticos pacíficos, como se ha hecho en Burma, por ejemplo, entonces no pueden permanecer en silencio las democracias en el mundo. Porque es inaceptable silenciar a tiros a manifestantes pacíficos y encarcelar a prisioneros políticos una década tras otra. Es inaceptable que las aspiraciones de toda una población sean rehenes de la codicia y paranoia de regímenes en quiebra. Es inaceptable que se roben las elecciones, como lo ha hecho una vez más el régimen de Burma ante los ojos de todo el mundo". Abiertamente declaró que la cuestión no es sobre "los derechos de las naciones soberanas" cuando se trata de naciones como Myanmar.
A diferencia de Obama, las naciones miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) a la cual pertenece Myanmar, dieron a conocer una declaración en donde alaban las elecciones por ser un "paso significativo más" y declararon que "ASEAN alienta a Myanmar para que continúe acelerando el proceso de reconciliación y democratización nacional, para lograr la estabilidad y el desarrollo del país".
El senador John Kerry, presidente saliente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, en contraste con Obama, dio a conocer una declaración diciendo que el nuevo gobierno de Burma "tiene una oportunidad de provocar el cambio", a pesar del "proceso con graves deficiencias" de la situación política. Hizo un llamado al gobierno para que libere a Aung San Suu Kyi del arresto domiciliario, como dijeron que lo harían la semana siguiente a las elecciones, y dijo que "miembros del partido de oposición que contendieron en las elecciones y ganaron puestos de elección popular podrán tener un papel importante en ayudar a darle forma al futuro de la nación".

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