jueves, 6 de junio de 2019

La oligarquía financiera. Desplome económico del imperialismo estadounidense



En un intento por evitar el pánico “por el comercio”, la Reserva Federal empieza a entrar en pánico
(Nota de Luminoso Futuro: Cuando las bases de un edificio comienzan a crujir se hace evidente el inevitable derrumbe. Para muchos el que el imperialismo en las últimas décadas se haya desaforado en sus acciones internacionales -como podrían ser su estado de guerra permanente, sus amenazas e injeracionismo bélico y político contra países, Estados y naciones soberanas –independientemente sean parte del tercer o del segundo mundo-, viola descarada y cínicamente del Derecho Internacional (establecido preferentemente por todas las grandes potencias imperialistas y por él mismo), estableciendo bases militares por doquier, aprobando astronómicos presupuestos de guerra; robando abiertamente y sin vergüenza alguna fondos estatales y empresas de naciones independientes depositados en su Banca, dicta sanciones económicas y políticas unilaterales, chantajea  impúdicamente con su maquinaria militar a la menor manifestación de disentimiento y no alineación para con sus miras dominacionistas, etc-, les parece que dicha Superpotencias imperialista se encuentra en un estado de histérica ofensiva histórica, estratégica. Se equivocan. Pues, sólo miran al imperialismo yanqui con un solo ojo. No ven críticamente el propio movimiento económico de la misma, los sacudimientos sistémicos que suceden su estructura material interna. Que nos está indicando el debilitamiento agónico de una superpotencia imperialista que ya ha perdido la batalla en la guerra por la hegemonización monopólica del planeta. Esto en beneficio de sus socias y rivales del bloque económico y político euroasiático, China y Rusia, las superpotencias imperialistas en ascenso. Las que aplican nuevas formas y estilos de política neocolonialistas y se posesionan imbatibles zonas continentales estratégicas que las ubican privilegiadamente en la entrante redivisión económica y territorial del mundo capitalista. Que, por otro lado, no logran ver los cambios transcendentales ocurridos en los últimos 30 años, los que nos están marcando que el aspecto principal de una contradicción principal del momento de la época histórica ha cambiado. La explicación de tal fenómeno sólo puede ser explicado a la luz del Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-tung sobre la base del análisis económico de la ocurrencia, y de lo cual la crisis económica-financiera-comercial mundial del 2008 sólo ha sido una manifestación de ello. El imperialismo estadounidense ha perdido la guerra por la hegemonía mundial, en beneficio de dos nuevos gendarmes mundiales que han venido a suplantarlo.
¡Abajo los estereotipos, abajo las verdades petrificadas!
De seguido, ponemos a manos de camaradas y amigos un material de reflexión. Se trata de un artículo que, no proveniente del pensamiento marxista-leninista, nos brinda un elemento esencial necesario para ulteriores análisis de la actual situación internacional y aproximarnos críticamente a la actual fase de la Crisis General del Sistema Capitalista Mundial y la perspectiva del tránsito por la que pasará, inevitablemente, la revolución proletaria internacional).

Los días 3 y 4 de junio, tres funcionarios de alta jerarquía en la Reserva Federal salieron en público a hacer promesas “a los mercados” con anuncios que parecían un re punto de regreso a los programas de “Emisión Cuantitativa” (EC), con medidas inminentes recortes en las tasas de interés para el segundo semestre de 2019. Los medios informativos financieros culpan de esto a la política de aranceles y sanciones del Presidente Donald Trump que desestabilizaron los mercados financieros el mes pasado, pero en realidad las tasas de interés de los certificados del tesoro de EU de largo plazo han venido cayendo constantemente durante los último seis meses, cuando de manera repentina revirtieron el ascenso de dos años. Esta es una de varias señales muy claras de una recesión.
El lunes 3, el presidente de la Reserva Federal de St. Louis, James Bullard, dijo que “se podría justificar pronto un recorte en las tasas de interés”. El martes 4, el propio presidente del Sistema de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo en una conferencia en Chicago que la Reserva estaba preparada “para ayudar a sostener la recuperación con lo que sea necesario”. En una clara referencia a un regreso a la EC, Powell dijo que “quizás es hora de retirar el término de ‘no convencional’ al referirse a herramientas que se utilizaron en la crisis. Sabemos que es probable que se necesiten herramientas como estas de alguna forma en el futuro”. En la misma conferencia, el vicepresidente de la Reserva, Richard Clarida, dio una entrevista a CNBC en la que prometió que habría cuando menos un recorte adelantado; CNBC reportó que “los mercados financieros anticipan cuando menos dos recortes en las tasas de interés antes de que termine el año”. Hasta diciembre pasado, la Reserva estaba todavía aumentando las tasas.
Los pedidos en las fábricas estadounidenses, según se anunció el martes 4, solo aumentaron en 1.0% el año pasado; la producción industrial solo aumentó 0.8% en el mismo período; la encuesta del mentado índice promedio global de gerentes de adquisiciones industriales no creció el año pasado. Esto sin contar la economía agropecuaria; la analista del banco JPMorgan, Ann Duignan, envió un memorando a los inversionistas el 13 de mayo, según Greg Henderson de la publicación agropecuaria Drovers, que “las bases de la agricultura de Estados Unidos se ‘deterioran rápidamente’” y esto está a la vista de todos los estadounidenses.
Pero la disposición de la Reserva Federal a volver al régimen de tasas de interés cero, es extraordinario, si se considera que en mayor, la Reserva publicó un informe, y Powell hizo una declaración al respecto, del creciente peligro de la deuda corporativa de alto riesgo, la cual él advirtió que se encuentra en los niveles, con relación al PIB, por encima del momento inmediato anterior al crac de 2008. Un artículo publicado en Forbes el lunes 3, señala que el volumen de préstamos apalancados en la economía estadounidense casi se ha triplicado desde el 2007, mientras que el volumen de los bonos chatarra (que constituye la mayor parte) se ha más que duplicado. Entre estas dos categorías, hay unos $4.5 billones de dólares (parte de los $14 billones que forman la deuda corporativa no financiera en EU) que constituyen una deuda corporativa adicional que está cayendo de manera sistemática en la categoría de la “deuda chatarra”.
Esta burbuja totalmente madura para estallar, es lo que más le preocupa “sostener” a la Reserva Federal con el regreso a la EC (es decir, imprimir dinero inorgánico para inyectarlo a los bancos a cero intereses, antes de que revienten).

Tomado de Lyndon Larouche. 5 de junio de 2019


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