El Gran Sol Rojo del Amanecer

domingo, 23 de octubre de 2011

RECORDANDO LOS 124 AÑOS DEL NACIMIENTO DE JOHN REED


(Nota de Luminoso Futuro: Quién aquí, en Panamá como en otros muchos lugares, no rogó, solicitó o suplicó se le prestase el libro. Quién, en Panamá como en otros muchos lugares, no sólo leyó sino devoró literalmente; se extasió y sintió crecer una llama en su pecho; re-pasando las páginas de “Diez días que estremecieron el Mundo”. Eran nuestros primeros años de militancia de izquierda, de militancia comunista. John Reed, su libro, es el punto de transición, forzada, de la curiosidad y la emoción a la militancia revolucionaria consciente. Puerta de entrada hacia ese mundo maravilloso, casi fantástico de la Gran Revolución Socialista de Octubre y de la construcción de un mundo nuevo, el mundo de la sociedad socialista soviética. Un paraíso aquí en la Tierra. No las promesas, de bienestar y felicidad eterna en un “cielo” lejos de nuestra realidad diaria, que nos han ofrecido nuestros curas y burgueses, nunca realizadas ni realizables. El punto de engarce y de encuentro con la grandiosa obras teóricas y prácticas revolucionarias y constructivas de Lenin y Stalin. Entre la emoción inconsciente del instinto de clase y la conciencia de clase comunista. ¿Cómo lo hicieron los rusos? ¿Qué les impulsó a poner el mundo de revés? Es eso, precisamente, lo que nos responde el periodista estadounidense, comunista él mismo, John Reed en la páginas de su libro, pese a como se ha demostrado ulteriormente algunas inexactitudes y juicios nacidos del entusiasmo y no de la rigurosidad científica revolucionaria. No importa esos fallos, son secundarios. John Reed, además de ganarse el honor de clase de estar en el panteón a la vera de los Muros del Kremlin, de ese Kremlin rojo de Lenin y Stalin, con honor y orgullo tiene un altar en el corazón y la conciencia de los comunistas y proletarios de todo el mundo. ¡MIL AÑOS A SU MEMORIA!).

El periodista y revolucionario John Reed

Isela Martínez Solares - Armando Francisco Higuera del Reyo

Recordar a John Reed a 124 años de su natalicio es reconocer el papel fundamental del periodismo en la sociedad.

El escritor y periodista norteamericano John Reed nace el 22 de octubre de 1887 en Oregón y sus actividades lo conducen a nuestro país siendo joven. Pronto obtiene un enorme prestigio por el trabajo realizado acerca de la Revolución Mexicana de 1910-17.

Con “México Insurgente” se consolida su destacada trayectoria informando acerca de un pueblo revolucionario en armas que reconoce a Francisco Villa como uno de sus principales líderes. Así los peones oprimidos levantaron el estandarte de la revuelta y John Reed cabalgaba con ellos.

El talento y las convicciones de John Reed le permiten escribir después su otra obra maestra en donde ofrece la verdad de Rusia que en las calles decide transformar la realidad que vive, conmoviendo al planeta e impulsando con éxito a los bolcheviques de Lenin con la famosa Gran Revolución Socialista de Octubre de 1917. Su libro “Diez días que estremecieron al mundo” ha sido leído por millones de personas.

John Reed fue principal fundador del Partido Comunista de los Estados Unidos de América. Siendo delegado representando a su partido, fue electo al Comité Ejecutivo de la Tercera Internacional. También participó como dirigente revolucionario en el importante Congreso de los Pueblos de Oriente celebrado en Bakú.

Por su trabajo como cronista de hechos históricos y sociales, fue reconocido como el mejor corresponsal de guerra, pero por sus ideas revolucionarias también es amenazado y perseguido por el gobierno norteamericano y prácticamente es expulsado de su país, recibiendo asilo en la Unión Soviética.

John Reed es considerado como uno de los más grandes periodistas de todos los tiempos.

El peligro jamás lo detuvo. Siempre estuvo en las líneas avanzadas de las trincheras, así recorría el mundo, de un frente a otro, de una aventura extraordinaria a otra, pero John Reed no era simplemente un aventurero ni un espectador indiferente, era un periodista, un observador impasible de los sufrimientos humanos, sufrimientos que hacía suyos. La sangre vertida ofendía su sentimiento de justicia y de decoro. Corría por sus venas sangre revolucionaria.

Así con inteligencia, valentía y honestidad, John Reed nos dice con claridad cómo es posible realizar el periodismo con dignidad, ofreciendo respeto al derecho a la información que los seres humanos tenemos para conocer mejor la realidad e intentar transformarla para vivir en paz y armonía. Por eso John Reed es recordado y todos aquellos que siguiendo su ejemplo, como el caso de Julius Fucik, mantienen viva la esencia de una profesión tan necesaria en la actualidad.

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.