Panamá: Una tacita de oro repleta de dólares para los vampiros sociales

Colaboración de Luís García
para Luminoso Futuro

Panamá, según sus talentos literarios e historiadores, que de eso deben saber mucho, es conocida como la “tacita de oro”. No, no, no vaya a pensar usted por sus riquezas naturales, turísticas, posición geográfica (por lo del Canal) o por la capacidad productiva de sus pobladores. Ese cuento que se lo trague el más pendejo, por lo general y por desgracia, resulta ser el pueblo panameño. Se trata de ese talento natural de ese puñado de vampiros sociales –es decir, la capa social terrateniente-comerciantes- que por más de 400 años han estado chupando la sangre al pueblo trabajador panameño, y que gracias a ese cabrón oficio de de acumular riquezas monetarias sin trabajar o adquiridas productivamente, y que  en tan largo período de tiempo engorda como cebado parásito.

Esa profesión de la burguesía semifeudal y neocolonizada istmeña, de acumular capital dinero sin trabajar y sin  invertir un centésimo del dinero propio, para al final embolsarse ingentes ganancias, la que la particuliza frente a sus hermanas de clase de todo el continente. Una clase burguesa oligárquica, parasitaria e in-útil económica y socialmente.

Hoy, para seguir haciendo eso y de paso poner “en algo” a los hijitos de papá, luego del atraco ese de la Terminal de Albrook, se ha inventado un nuevo atraco a los fondos del Estado y a los salarios de los trabajadores  capitalinos, los que al final son el mismo dinero. El Metrobus. La “modernizada” línea de transporte colectivo, gerenciada como empresa mixta de capital privado (para las ganancias) y capital estatal (para las pérdidas). La misma, lo decimos de partida y con profundo odio de clase, resulta ser una nueva estafa, un atraco de rateros a campo abierto. Veamos si no,

Según los planes de embolsillamiento de los genios financieros de dicha estafa, denominada Metrobus, el negociazo se realizará de la siguiente manera: La garantía de su funcionamiento se basará en que será subsidiada por el Estado, cuanta razón ha tenido Carlos Marx de señalarlo como “comité de administración de los asuntos de la burguesía”, los cuales se desglosarán así:

Por los estudiantes, que suman 60000 en la capital, cada pasaje será subsidiado en 15 centavos todo el año escolar. Ello arroja una cifra de 10, 800,000.00 (¡Diez millones ochocientos mil dólares); a los que han de agregar el subsidiamiento del pasaje de los adultos por un estimado que se remonta a los 73,000,000.00 (¡Setenta tres millones de dólares!). Más 600,000 tarjetas vendidas o vendibles a B/2.00 las que arrojan un estimado de ganancia bruta de B/1,200,000.00 (¡Un millón doscientos mil dólares!). ¡Que negociazo!

Todo lo cual arroja la astronómica cifra de B/85, 000,000.00 (¡¡Ochentaicinco millones de dólares!!) que le robarán, sólo en el primer año, Martinelli, Papadimitrius, demás apoltronados  jerarcas del gobernante Partido Cambio Democrático y los rateros del empresariado monopolista del transporte colectivo capitalino, a la saqueada y burlada población de la ciudad capital.

A estos auténticos maleantes y ladrones de saco y corbata ya va siendo hora que el pueblo  panameño les vaya pidiendo cuentas por sus depredaciones y robos descarados en perjuicio de los fondos del Estado y de la nación. No les pedimos que manden al paredón a todos estos malhechores y ratas, solo con que se les meta en la cárcel y se le expropia los bienes mal habidos. Que paguen así el daño que realizan contra los trabajadores del país. En la presente sociedad no habrá tribunal alguno que los condene y castigue, solo la revolución socialista nos dará la escoba de hierro con que barrer a toda esta morralla de especuladores y malviviente comerciantes, banqueros, burócratas y terratenientes y politicastros sin conciencia y sin moral.