El Gran Sol Rojo del Amanecer

lunes, 18 de febrero de 2013

Carta de Samer Al-Issawi, preso palestino 205 días en Huelga de Hambre


(Nota de Luminoso Futuro: Un hombre está muriendo voluntariamente, en una mazmorra, para que su pueblo y su nación vivan. Por una Patria libre y democrática se está dispuesto a entregar la propia vida sin pedir nada a cambio, sólo la satisfacción de que su cuerpo servirá de abono al árbol de la libertad y la dignidad nacional. Él es símbolo de que todo lo que haga el odioso ocupante nazisionista, sus masacres, violencias horrendas, sus torturas, sus saqueos y robos de las tierras ancestrales, contra del martirizado y heroico pueblo palestino no podrá detener la marcha del reloj de la historia. El Estado fascista israelí está  condenado por la historia y la humanidad, cada vez más asqueada de sus criminales acciones, le repudia y aísla; mientra Israel, pese al respaldo que le brinda el imperialismo yanqui y beneficiado de la inepcia de la ONU, se hunde en la miasma de sus violencia canibalesca, el pueblo palestino marcha inderrotable hacia la conquista de su propio Estado nacional independiente y único. Es la fe y la confianza que mueve a sus combatientes, hombres, mujeres y niños, y a sus mártires. ¡Muera el Estado nazisionista para que el Estado libre e independiente de Palestina viva!


Carta del prisionero palestino en huelga de hambre Samer al-Issawi.

"Le hablo con admiración a las masas de nuestro heroico pueblo palestino. Les saludo por estar con nuestra lucha para defender nuestro derecho a la libertad y la dignidad.
Cojo mi fuerza de mi gente, de todos los pueblos libres del mundo, los amigos y las familias de los prisioneros que cantan día y noche por la libertad y el fin de la ocupación.

Mi salud se ha deteriorado dramáticamente y estoy entre la vida y la muerte. Mi cuerpo débil está a punto de derrumbarse, pero todavía es capaz de resistir y seguir con el enfrentamiento. Mi mensaje es que voy a seguir hasta el final, hasta la última gota de agua en mi cuerpo, hasta el martirio. El martirio es un honor para mí en esta batalla. Mi martirio es mi bomba contra los tiranos y torturadores en la cara de la política de empleo racista que degrada a nuestro pueblo y ejerce contra nosotros todos los medios de opresión y represión.

Le digo a mi gente: Soy más fuerte del ejército de ocupación y sus leyes racistas. Yo, Samer al-Issawi, el hijo de Jerusalén, te dejo mi voluntad, que si caigo como un mártir, mi alma será como un grito de todos los prisioneros, hombres y mujeres, grito por la libertad, la emancipación y la salvación de la pesadilla de la cárcel y su oscuridad. Mi lucha no es sólo por la libertad individual.
La lucha por mí y mis colegas heroicos, Tariq, Ayman y Ja'affar, es la batalla de todos, la lucha del pueblo palestino contra la ocupación y sus mazmorras. Nuestro objetivo es ser libre y soberanos en nuestro estado y en nuestra bendita Jerusalén liberada.
El pulso débil de mi corazón, depende de mi gran pueblo.
Mis ojos, que han empezado a perder la vista, sacan la luz de vuestra solidaridad y apoyo. Mi voz débil saca su fuerza de tu voz que es más fuerte que la voz del guardián de mi celda.

Yo soy uno de tus hijos, entre los miles de tus hijos que son sus prisioneros todavía y languidecen en las cárceles en su ayuno, a la espera de poner fin a su sufrimiento, su dolor y el sufrimiento de sus familias. Los médicos me dijeron que estoy en riesgo debido al trastorno de latidos de mi corazón, la falta de azúcar en la sangre y la tensión baja. Mi cuerpo está lleno de frío y no puedo dormir por el dolor constante. Pero a pesar de los dolores de cabeza crónicos y fatiga extrema, tan pronto como me muevo en la silla, estoy tratando de convocar todos mis recursos para continuar en el camino hasta el final. No hay vuelta atrás, sólo para mi victoria, porque yo soy el dueño de mi derecho y mi detención es ilegal.
No tengáis miedo por mi corazón, si se detiene, no temáis por mis manos, si estaré paralizado. Todavía estoy vivo hoy y mañana y después de la muerte, porque Jerusalén se mueve en mi sangre, en mi devoción y mi fe."

del 16/02/2013

Desde 1967 más de 750.000 palestinos, cerca de 1/3 de la población palestina, fueron encarcelados, y desde el año 2000 hasta la fecha, 75.000 palestinos/as pasaron por las cárceles sionistas. De ellos, 9.000 fueron niños y 900 mujeres. La situación más complicada y más difícil que enfrentan los prisioneros/as es el confinamiento aislado e indefinido, que puede oscilar entre varios meses y varios años. Debido a las torturas y a diferentes métodos de interrogatorio, junto con la ausencia de las condiciones sanitarias necesarias, son muchos/as los/as presos/as que han fallecido dentro de las cárceles sionistas.


  Soy más fuerte del ejército de ocupación y sus leyes racistas”. (Samer al-Issawi)


¡CONTRA EL SIONISMO ASESINO, LIBERTAD PRESOS PALESTINOS!
 HIYA 

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.