ANALISIS DE COYUNTURA
La fuerza del pueblo
Otra vez
sucedió. La derrota del 2 de febrero no es definitiva, pero casi lo fue.
El
instinto de ARENA será decir, como tantas veces, "cerremos filas, y vamos
con todo", esperando que esta vez, milagrosamente, si nadie hace una
crítica, si todos decimos que ARENA va a ganar, si se canta el himno
suficientes veces, si no se hace ningún cambio ni se reconoce que hay necesidad
de cambiar, si todos decimos que todo está bien, el pueblo recapacitará y dará
el triunfo a ARENA.
Eso sería
un error craso.
Sí es
cierto que debe haber una compactación de los que tenemos convicciones
democráticas y que queremos el progreso para nuestro país.
Pero esa
compactación pasa por una reflexión profunda sobre la naturaleza, el alcance y
la magnitud de la derrota, y sobre las cosas que hay que hacer para
revertirla en cinco semanas.
No será
fácil hacerlo.
Pero
nadie ha dicho que es fácil sobrepasar un marcador de 49 a 39, revirtiendo
errores que
fueron
obvios desde hace mucho tiempo y que no se quisieron arreglar por vanidad, por
intereses, o porque no se ha comprendido la naturaleza de lo que está pasando.
ARENA
debe interpretar la votación del 2 de febrero como lo que fue: una clara
manifestación del pueblo de que el ambiente político del pueblo ha cambiado
drástica e irreversiblemente.
Pero ese
cambio no ha sido como querría el FMLN, una radicalización del votante hacia la
izquierda, sino una decisión muy clara de los votantes de no someterse a tener
que votar por opciones que no le gustan.
Así, en
medio de circunstancias muy peligrosas, la votación del 2 de febrero ha sido un
avance en el desarrollo de nuestra democracia.
Demuestra
que la nueva clase media no va a jugar los juegos del pasado. Por supuesto, el
electorado está corriendo un peligro muy grande, pero las cúpulas de los
partidos han demostrado que si el país no pasa por ese camino tortuoso y
peligroso no van a ceder el poder al pueblo.
¿Qué
tan masiva es la victoria del FMNL?
La Tabla
1 pone en perspectiva los resultados de la votación del 2 de febrero al
transformar las cifras de cómo las presenta el Tribunal Supremo Electoral
(TSE) —como porcentaje de los votos válidos —a la manera en la que se
presentan en las encuestas— como porcentaje del electorado total, incluyendo a
los que han votado y a los que no votaron.
La
segunda columna le quita mucho a la potencia de la cifra obtenida por el FMLN,
bajándola de 48.92 a 25.44 por ciento de los potenciales votantes.
También
la baja la potencia a la diferencia de votos, de 10 a cinco puntos, ya que como
porcentaje del electorado ARENA sacó el 20 por ciento.
Esta
diferencia tan grande la hizo el enorme porcentaje de los que no votaron, que
representan el 48 por ciento del electorado. Estos, no ARENA, fueron la
segunda fuerza en esta votación.
Tabla 1:
La tabulación de los votos con y sin abstenciones (Primera vuelta 2014)
Los que
creen que la votación muestra un ascenso histórico para el FMLN se sentirán
sorprendidos al ver la Tabla 2, que muestra los porcentajes del
electorado ganado por los distintos partidos en las elecciones anteriores
de presidente.
Note
usted que tanto ARENA como el FMLN cayeron sustancialmente del 2009 a ahora: el
FMLN por seis puntos, ARENA casi por diez. Comparado con 2004, el FMLN ha
regresado al porcentaje con el que perdió en 2004—ha caído al mismo voto
duro que tuvo antes de los votos adicionales que le dio Mauricio Funes.
La
pérdida catastrófica de ARENA no se debió a que el FMLN haya ganado más
votos (está de vuelta en su voto duro, está igual a cuando perdió en
2004) sino a que ARENA perdió 20 puntos con respecto a 2004—como máximo 6
puntos a Tony Saca pero al menos 14 a los que se llamaba indecisos en las
encuestas pero que ahora se ha demostrado que estaban muy decididos a no
votar.
Es decir,
estos votantes que son casi la mayoría abandonaron tanto al FMLN como a
ARENA, dejando a ambos partidos con sus votos duros o semi-duros.
En esos
niveles, el FMLN queda con un número de votos que pierde si todos votan, y
ARENA con un número de votos que pierde si pocos votan.
Tabla 2.
Votaciones para presidente como porcentaje del electorado, 2004 a 2014
Estas son
las cifras que son importantes—las que toman en cuenta los que votaron y los
que no. Y en esas cifras el marcador no es 49 a 39 sino 25 a 20, y los
votos que hay que ganar no son los de los que votaron por el FMLN sino los de
los que están decepcionados de éste y de ARENA.
La
pregunta es cómo recuperar esos votos.
La
respuesta pasa por entender por qué los perdió ARENA.
¿Por
qué ARENA perdió esos votos?
La
naturaleza del problema nunca ha sido secreta.
Basta platicar con suficiente número de personas para entenderlo.
Es más,
se ha intuido desde hace mucho tiempo.
En
"El pensamiento de grupo" publicado hace casi exactamente un año, a
fines de enero de 2013, escribí sobre lo que ha causado la abstención del voto:
"El
ambiente electoral es de una desilusión generalizada.
Ninguno
de los tres candidatos inspira el entusiasmo que un candidato debería de
generar para una elección tan importante como la del 2014.
Aunque
estas elecciones son muy importantes para todos, son de vida o muerte para
ARENA y la población que se ha sentido representada por ella en las últimas
tres décadas.
Otra
derrota en elecciones presidenciales dejaría a ARENA muy maltrecha."
En un
artículo llamado Secessio Plebis de noviembre del año pasado explicité muy
claramente la relación de este problema con la abstención del voto:
"La
sensación que tiene el pueblo de estar sujeto a un chantaje de las cúpulas
partidarias no es nueva.
El
mensaje lo ha ido mandando el pueblo de varias maneras y por distintos caminos,
pero los partidos políticos siempre vuelven a pensar que otra vez los
ciudadanos tendrán que votar por lo que ellos digan.
La
probabilidad de que no lo hagan ha ido aumentando, sin embargo.
Si la
gente que medita su voto deja de votar, los que decidirán serán los más
fanáticos, los que votan siempre igual aunque los candidatos sean pésimos y
aunque no tengan la más mínima idea de lo que hay que hacer para mejorar al
país.
Los datos
de las encuestas muestran que si esto sucede se abriría la única oportunidad que
tiene el candidato del FMLN de ganar las elecciones de 2014.
Es el
peor de todos los candidatos pero tiene un voto duro muy sustancial detrás de
él."
Eso es lo
que pasó exactamente. El FMLN ganó con su voto duro porque casi la mitad
del pueblo, más del doble de los que votaron por ARENA, se han rehusado a
dejarse imponer opciones mediocres.
Puede
argüirse que es irracional no votar porque es igual que votar por el
FMLN.
Pero la
gente se niega a ir, año tras año, dejando que le presenten opciones que no son
aceptables.
Ese es el
gran cambio que se ha dado. Esta es la fuerza que está mostrando el pueblo.
Lo
terrible es como ARENA resistió lo que para todo mundo se estaba volviendo
claro.
¿Cómo es
posible que esto haya sucedido en un partido político, que supuestamente debe
estar en contacto con las tendencias
populares?
En el
fondo es la soberbia que quedó de victorias pasadas.
En el
párrafo final del mismo artículo de fines de enero de 2013 escribí:
La base
de esa cultura de "tendrán que hacer lo que decimos" es la soberbia,
que califica de traidor a cualquiera que haga ver que, después de casi
dos años y a pesar de todas las advertencias vertidas en ese período y
desde antes, la campaña sigue estancada y se está abriendo la puerta para
que gane el FMLN.
En vez de
tomar la actitud del avestruz, es tiempo de mostrar seriedad, de ganar
credibilidad real con los votantes que se están yendo al Monte Sacro
(lugar a donde se iban los romanos a negarse a participar en la vida de la
ciudad cuando la clase política no le daba opciones aceptables).
La
responsabilidad que tienen los partidos políticos y los que los manejan es tan
grande que el proceso no puede ser dominado por la vanidad del
poder.
En estas
elecciones nos estamos jugando el país.
No
es tarde
La
votación del 2 de febrero se ha interpretado como un triunfo histórico del
FMLN.
Pero no
lo es.
En
realidad, marca la limitación que tiene un partido extremista de superar una
cuarta parte de los votos con sus propias ideas y gentes.
Tal y
como se predijo tantas veces, el 2 de febrero el FMLN perdió los votos
moderados que había ganado con la candidatura de Mauricio Funes.
Antes de
Funes tenía el 25 por ciento, con Funes tuvo el 32 por ciento, después de Funes
ha regresado al 25 por ciento.
Es un
golpe muy duro, que no le afectó sus oportunidades de triunfo sólo por los
errores terribles cometidos por ARENA, que lo hicieron perder más.
Es decir,
el FMLN tiene el 25 por ciento del electorado y ya no puede subir de allí.
Esto abre
una oportunidad inmensa para ARENA. Pero tiene que actuar rápido, no con
palabras sino con hechos que demuestren que ha entendido la lección y que
está dispuesta a cambiar en términos de democratizarse, modernizando sus
lideratos y sus ideas, y abrirse a los jóvenes, funcionando institucionalmente
y no con compadrazgos, y buscando el poder con ideas claras, realistas, y
transparencia y probidad.
Dentro de
esas acciones deben estar las necesarias para mostrar que ARENA no permitirá
que el manejo político del país sea un premio adjudicado afuera del
partido mismo a la vanidad de carreras exitosas en otras áreas y que el
partido asegurará que los procesos que se usan para tomar decisiones sean
internas al partido y transparentes para todos sus miembros y la
ciudadanía en general.
Sólo en
la competencia del debate continuo, no por las cantidades aportadas al partido,
es que deben de surgir los líderes y las ideas que ellos promuevan.
ARENA
tiene que ser abanderada de que los poderes político y económico se separen,
así como debe hacerse con Alba y el FMLN.
Por
supuesto, hay muchas cosas que no pueden ya cambiarse en este proceso
electoral.
Pero se
puede demostrar que la lección se ha aprendido y mostrar que se cambiarán en el
futuro.
Si el
partido lo hace de una manera creíble e inteligente, los que se han retirado al
abstencionismo van a regresar a votar por ARENA porque también los resultados
del 2 de febrero han sido un campanazo para ellos.
Les ha
mostrado como sólo la suerte ha hecho que tengamos una segunda vuelta para que
ARENA rectifique y ellos puedan depositar otra vez su confianza en el
partido y evitar el abismo al que nos hemos asomado.
En el
mismo artículo que ya cité "El pensamiento de grupo" de hace un año
escribí: Si las elecciones se pierden, y las probabilidades de perderlas son
altas, nadie olvidará que en enero de 2013 todavía había tiempo de
estudiar la realidad con ojos frescos y corregir la tendencia negativa que
lleva la intención de voto por ARENA.
Hoy
estamos en la hora 23 pero todavía hay tiempo.
Ojalá que
los intereses y las vanidades personales no nos entreguen a lo peor que puede
pasarle a un país—la obscuridad de un régimen basado en el odio y la
ignorancia.
Si el
pueblo se da cuenta de que ARENA ha aprendido la lección, su fuerza dejará de usarse
para que la aprenda y la usará en la construcción de una democracia
próspera para todos, basada en la productividad del capital humano de una
sociedad de clase media, sana y educada, libre y respetuosa de los
derechos individuales.
DEBATE EL SALVADOR.
LAS TRES OPCIONES A
LA ORDEN DEL DIA:
1- LA
REVOLUCION. EL PROLETARIADO. APOYAR EL MOVIMIENTO EL ABSTENCIONISMO. NO VOTAR AUSENTARSE.
PROFUNDIZAR LA CRISIS
POLITICA Y LA IDEOLOGICA EL SISTEMA BURGUES
CAPITALISTA DESACREDITADO POR CORRUPTOS.
INCORPORARSE LUCHAR EN EL NUEVO PROCESO REVOLUCIONARIO POR EL
RESPETO A LOS DERECHOS
HUMANOS DEL PUEBLO.
2- VIVIR DE
APARIENCIAS. EL FRENTE FMLN SOLO ES ELECTORALISMO. NO HAY CAMBIOS DE LAS ESTRUCTURAS.
SU CUPULA DEL FMLN SON CONSPIRADORES. NO
TRABAJAN PERO VIVEN DEL SISTEMA. SU MENTALIDAES BURGUESA. NO SON GARANTIA.
3- LA BURGUESIA. ES LA PRÁCTICA DE LA CONTRARREVOLUCION VIOLENCIA
INSTITUCIONAL
MENTALIDAD DE CLASE EXPLOTADORES Y OPRESORES ASESINOS. ENEMIGOS
DE LA PAZ. INDIVIDUALISTAS.
MERCADERES. ELECCIONES Y VOTO.
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