El Gran Sol Rojo del Amanecer

sábado, 17 de enero de 2015



ATAQUE A CHARLIE HEBDO: UN ARGUMENTO MÁS PARA AGREDIR A LOS PUEBLOS DEL MUNDO.


La violenta acción armada en contra de la revista Charlie Hebdo y la ejecución de algunos de los caricaturistas ha sido sin lugar a dudas la noticia más difundida en los últimos días.

Como era de esperarse, el imperialismo, la reacción y sus lacayos han salido a respaldar y solidarizarse con el estado francés y a condenar no solo al terrorismo (que ellos mismo crearon) sino al mundo islámico en general.

De hecho, en el Ecuador, el fascista Correa hizo lo mismo, emitió su mensaje de solidaridad con el gobierno y estado francés. Bueno, es el pronunciamiento del régimen, el pueblo tiene otra lectura al respecto.
La prensa local se sumó a recrear la noticia tratando de “depositar” en el Islam la responsabilidad de la violencia en el planeta. Sin embargo,  el diario El Comercio del día 11 de enero del 2015, entre rimbombantes noticias sobre los “atentados” en París publica una pequeña nota, no más grande a un aviso clasificado sobre otro atentado, esta vez en Nigeria, donde una niña se inmoló matando a 19 personas. Claro, la noticia intrascendente, es la libertad de expresión, Nigeria no representa lo que Francia para el imperialismo.

Entre los creyentes del islam, al igual que del catolicismo y otras religiones, de la misma manera como existen elementos retardatarios, reaccionarios también hay elementos revolucionarios, hay masas que se adhieren al programa de lucha en contra del imperialismo, del oportunismo, es más, han venido siendo militantes de procesos revolucionarios bajo dirección del proletariado, tal es el caso de campesinos pobres aún sujetos del catolicismo que hicieron y hacen filas en el Ejército Popular en el Perú, en Filipinas, donde la incidencia musulmana es importante,  no diferente en Turquía y en la India donde la religión es un pesado lastre que debe cargar el pueblo sobre sus hombros y en su conciencia.

No diferente es Siria, Afganistán, Irak, Libia, y otros, cuyos pueblos, independientemente de su religiosidad y de no desarrollar guerras populares, nos han dado muestras de mucha rebeldía y combatividad en contra de los regímenes tiránicos, también han sabido entregar generosamente su sangre infringiéndole importantes derrotas al imperialismo y espoleando a las masas de los demás países oprimidos hagan lo mismo.

La inexistencia en estos países de partidos comunistas pertrechados de la ideología correcta ha determinado que en muchos de los casos el elemento identificador de estas masas, además de la explotación a las que son sometidas por las clases dominantes, la opresión nacional y a la brutal agresión que les infringe al imperialismo, sean sus manifestaciones religiosas las que tienda puentes con sus objetivos comunes, sobre todo en la brega antiimperialista. Eso lo entendemos, no obstante el proletariado de esos países debe batallar incansablemente por generar partidos que asuman la responsabilidad de dotar a esas luchas del derrotero correcto por la conquista del Poder y hacer de la de liberación nacional un instrumento más de la gran revolución Proletaria Mundial.

 El atentado a la revista en Francia no nos llama la atención. Tres, cuatro individuos ponen circunstancialmente en jaque a una potencia mundial que se vio apurada a movilizar 80 mil tropas para tratar de contrarrestarlos y eliminarlos. Pero hay que dejar en claro, los terroristas no atacaron a Charlie Hebdo básicamente porque éstos se burlan de su religión, lo hacen porque la revista, el estado, la prensa en sí representa “occidente” y se extravían en el manejo de ese genérico (occidente) pues no consideran (ni les interesa, desde luego) entender que ese no es un todo, que ahí también hay pueblo, masas explotadas.

 En el escenario internacional, contrario a lo que sostienen muchos camaradas y compañeros, el conflicto en el Magreb, Golfo Pérsico y países árabes  no es una guerra religiosa, o una guerra en contra del fundamentalismo, o lo que se aprestan a decir los “intelectuales” de la reacción, una guerra de “civilizaciones”, sino una lucha de clases y por lo menos la que se esgrime en Siria, Afganistán, Libia e Irak es una lucha de liberación nacional con incorrecta guía ideológica.

Cuando la revista publica sus burdas caricaturas, más allá de que en un momento determinado uno de los caricaturistas de manera pragmática haya mostrado sus simpatías a la resistencia kurda en contra de Isis o EI, le estaban haciendo el juego al imperialismo, tanto así que ahora acongojados se reúnen y se manifiestan apoyo; ahora fortalecen sus alianzas “antiterroristas” que en verdad no dejan de ser sino grandes frentes económicos, políticos y militares en contra de los pueblos que  resisten ante su voracidad y agresión. Ahora están argumentando nuevas campañas de guerra que sin duda alguna volverá a dejar un reguero de sangre y destrucción en Palestina, Siria, Irak. De hecho, François Hollande, anunció que su país ha movilizado al portaaviones Charles de Gaulle para intervenir en Irak con “todavía más fuerza e intensidad”. De ese se trataba todo esto, nada más. La provocación de la revista a los musulmanes y muy particularmente a ISIS, la descabellada reacción de éstos en contra de Francia es parte de una trama que tenía, debía, urgía devenir en esto, una mayor participación francesa en la agresión a Irak y Siria, particularmente

 No vamos a ser hipócritas o a sucumbir en el sentimentalismo pequeño burgués, no nos duele en absoluto la muerte de los periodistas franceses, para nada, todas esas sangres juntas no hace una sola gota de la derramada por uno de los miles de niños brutalmente asesinados en Palestina. No nos preocupa la ansiedad en la que vive el régimen político en Francia, por el contrario, que se ahoguen en su dolor, en sus angustias, en su sangre. Los terroristas son parte de todo este sainete, bribones útiles, hijos ilegítimos de Francia, EEUU, Gran Bretaña, Australia, Canadá, etc. Engendros de una misma placenta, de aquella que combatió en contra de los soviéticos en Afganistán, de aquellos que masacran al pueblo Sirio, de los que destruyeron Irak, de aquella placenta que coludida con el sionismo destruye y desgarra con tanta sevicia en Palestina, de aquellos que a pesar de la ensañamiento no pueden doblegar al pueblo Kurdo. A la final sabemos que no hay “mejor cuña que la del mismo palo” y el ISIS o EI, Al Qaeda es eso, un monstruo que se volvió sobre sus creadores.

Nos solidarizamos sí con el proletariado y pueblo de Francia que de una u otra manera vive la zozobra y el marasmo al que los han llevado las clases dominantes y el imperialismo. Nos solidarizamos sí con el pueblo y masas de los pueblos donde el islam es la religión preponderante, porque ellos son y seguirán siendo las víctimas del imperialismo y de aquellos que cabalgando en el corcel de la religión los arrastran a vivir una violencia desmedida que solo sirve a las grandes potencias.

Nos solidarizamos sí con cualquier pueblo que independientemente de su religión lucha por su liberación.

Charlie Hebdo creó las condiciones públicas e internacionales para la agresión que se ve venir de manera más cruenta contra los pueblos oprimidos del mundo. Nosotros, el proletariado, campesinos pobres y demás explotados en el Ecuador nos quedamos con Palestina, con las masas agredidas en Siria, en Líbano, Irak y Afganistán. Nosotros nos quedamos y apoyamos decididamente las guerras populares en la India, Turquía, Filipinas y el Perú. Nosotros nos quedamos con los pueblos del mundo que luchan en contra del imperialismo. Nosotros nos quedamos con el proletariado y su correcta guía de los procesos democráticos y que oportunamente sabrá dar correcto tratamiento al problema de la religión en sus países.

Lo de Charle Hebdo, con ese cuento, a otra parte…


NI FUNDAMENTALISMOS, NI GUERRAS RELIGIOSAS NI CHOQUE DE CIVILIZACIONES. LA LUCHA DE LOS PUEBLOS EN LA ORBITA ISLÁMICA ES UNA LUCHA DE CLASES Y DE LIBERACIÓN NACIONAL.

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.