¡LA
CRISIS ECONÓMICA DEJA VER LA DESCOMPOSICIÓN DEL SISTEMA IMPERIALISTA Y LA
NECESIDAD DE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL!
—Informe
sobre la Situación Mundial y la Táctica de los Comunistas—
Se ha ido apagando el bullicio de
la burguesía imperialista que anunciaba la pronta recuperación y superación de
la crisis económica del capitalismo mundial, que consideraba el crecimiento de
las llamadas economías emergentes en los países del grupo BRICS —Brasil, Rusia,
India, China, Sudáfrica— una tabla de salvación para reanimar la producción
mundial, que exaltaba la economía china como la locomotora anti-crisis del tren
económico mundial. La crisis económica del capitalismo mundial, prosigue en los
países imperialistas de América, Europa y Asia incluida la economía china donde
quedó al descubierto su carácter capitalista con relaciones sociales de
producción de explotación asalariada, no de colaboración socialista. La crisis
económica mundial persiste en los países oprimidos, independientemente de su
grado de desarrollo capitalista, puesto que sus economías son eslabones de una
sola cadena económica mundial.
El ahondamiento y extensión de la
crisis económica ha atizado todas las más importantes contradicciones mundiales
del imperialismo, porque la crisis misma es el reflejo de la rebelión de las
fuerzas productivas mundiales contra las relaciones sociales de
superexplotación mundial imperialista, contradicción económica fundamental del
capitalismo y base material de la gran explosividad de todas las
contradicciones mundiales del imperialismo. La crisis económica ha sacado a la
superficie el carácter mundial de la contradicción entre el proletariado y la
burguesía; ha puesto de manifiesto la situación generalizada en todos los
países de métodos infernales de superexplotación como la “subcontratación” de
la fuerza de trabajo; ha consolidado ésta como la principal, más extensa y
profunda contradicción del sistema capitalista mundial en la actualidad.
La crisis económica del
capitalismo mundial ha agudizado la contradicción mundial entre los países
imperialistas y los países oprimidos, demostrando que la independencia política
y económica de éstos últimos es solo la apariencia de la dominación
semicolonial imperialista opresora y explotadora en asocio con las clases dominantes
lacayas, siempre dispuestas en ceder al mejor postor imperialista, territorios,
recursos naturales y la superexplotación de las masas trabajadoras. Esta
contradicción acentuada en todos los continentes, tiene hoy su expresión más
costosa y dolorosa en la situación de los pueblos de Palestina, Afganistán,
Irak, Libia, Mali, Yemen, Nigeria, Ucrania, Siria, convertidos en campo de
guerras locales imperialistas. Asociadas a las contradicciones
inter-imperialistas, se han agudizado otras contradicciones entre países
oprimidos tales como Irán y Arabia Saudita, donde la rivalidad entre chiitas y
sunitas sirve de ropaje a su respectivo alineamiento como lugartenientes
locales al servicio de los países imperialistas que se disputan la dominación
en la zona del Golfo Pérsico.
¡El peligro de guerra mundial es hoy la mayor amenaza para la
sociedad!
Las inevitables contradicciones
inter-imperialistas e inter-monopolistas en la lucha por los mercados, fuentes
de materias primas, mano de obra barata, dominación colonial y semicolonial de
los países oprimidos, zonas de influencia, anexiones territoriales, en los
últimos años han sido exasperadas por la crisis económica del capitalismo
mundial, ante la cual, los imperialistas impotentes para resolverla en el
terreno económico, se ven forzados a tomar el camino de la guerra mundial,
intensificando las ya largas y sanguinarias guerras reaccionarias en el Gran
Medio Oriente, y hoy particularmente en Siria y sus alrededores donde los
principales países imperialistas pretextando combatir el terrorismo
fundamentalista islámico, concentran armamento y tropas, hacen incursiones
aéreas y terrestres, entregan asesoría y pertrechos a los ejércitos y
mercenarios que se disputan el territorio, dándose el enfrentamiento indirecto
en el mismo territorio entre Estados Unidos al frente de los países
imperialistas agrupados en la OTAN, y Rusia al frente de la Federación Rusa y
respaldada por China. Es una situación donde el peligro de guerra mundial es
inmediato, donde la diplomacia cede el paso al tira y afloje militar entre los
imperialistas rivales, donde todos reactivan sus medios de producción para la
fabricación de armas convirtiendo la industria militar en un puntal para
mitigar su crisis económica. Todos los jefes imperialistas, unos como parte de
partidos fascistas y neo-nazis, otros de partidos demócratas, falsos
“socialistas” y “comunistas”, encuentran en la contención de los migrantes y la
defensa frente al terror fundamentalista islámico, argumentos a mano para
imponer la política de los alambrados, muros, campos de concentración, estados
de excepción, supresión de libertades y derechos civiles. En las actuales
condiciones la contradicción mundial inter-imperialista, convierte el peligro
de guerra mundial, en la mayor amenaza para la sociedad.
El capitalismo imperialista por
ser un sistema basado en la explotación asalariada del trabajo, que conlleva a
la acumulación de riqueza en un polo minúsculo y parásito de la sociedad y de
la pobreza en toda la población trabajadora, ha sumido la sociedad mundial en
una crisis social, ahora exacerbada y ahondada por la crisis económica, por las
medidas de la burguesía imperialista para transferir sus costos y pérdidas a
las masas trabajadoras, por las guerras locales imperialistas; crisis social
mundial que hoy muestra su rostro dramático en la masiva y persistente
migración económica y de refugiados políticos de África hacia Europa.
Y como si fuera poco el
sufrimiento impuesto por el imperialismo a la sociedad, acicateado por la
crisis económica ha intensificado la destrucción de la naturaleza, poniendo en
peligro la existencia de la sociedad y de la vida misma en el planeta.
¡No hay lugar en el mundo para reformar lo malo del capitalismo!
¡Todo el sistema imperialista está podrido!
La crisis económica muestra el
avanzado estado de descomposición del sistema capitalista mundial y la
necesidad de su derrota total y definitiva, donde la exacerbación de la
contradicción fundamental del sistema entre la producción cada vez más social y
la apropiación cada vez más privada, indica que no queda más opción que
suprimir el parásito imperialista e instaurar la Dictadura del Proletariado
única capaz de colocar la economía mundial al beneficio de la sociedad; único
camino para librar a la sociedad de las crisis económicas, de las guerras
mundiales y de las crisis sociales. Son inútiles las reformas para resolver el
embrollo de la sociedad estrangulada por el capital financiero al mando de la
economía mundial; es necesario cambiar completamente el sistema con las fuerzas
dadas por sus propias contradicciones: las fuerzas de la Revolución Proletaria
Mundial.
La tarea histórica de eliminar el
parásito imperialista, es irrealizable por el reformismo “anti-imperialista”
limitado a cambiar el “modelo neo-liberal”, como lo demuestra la experiencia de
la llamada “revolución bolivariana”, reforma burguesa chavista puesta en
práctica en Venezuela y en otros países latinoamericanos, exaltada por la
socialdemocracia europea y el reformismo pequeñoburgués, apoyada por distintas variantes del
oportunismo internacional y sometida al capital financiero principalmente del
imperialismo oriental. Hoy el reformismo burgués bolivariano sigue en declive
sin poder evitar que la crisis económica arrase y destape el carácter burgués de
su “socialismo” y de su “anti-imperialismo”.
Tampoco es solución el
revolucionarismo pequeñoburgués “anti-imperialista” que se limita a enfrentar
la opresión nacional imperialista, dejando intacta la esclavitud mundial
asalariada; que mientras llama a luchar contra los imperialistas de la OTAN,
principalmente los de Estados Unidos, levanta la voz de apoyo a los
imperialistas “rojos” de Rusia y China, con la falaz teoría de que “el mundo
imperialista multipolar” es la salvación contra la supremacía de Estados Unidos
como “superpotencia hegemónica única”; peligroso engaño pregonado por gentes
revolucionarias de palabra porque en los hechos se hacen cómplices de un bando
imperialista, y desarman al proletariado y a los pueblos del mundo al
ocultarles que todos los imperialistas son sus enemigos a muerte. Tal ha sido
la historia del imperialismo; tales han sido las lecciones aprendidas en la
práctica anterior de los valerosos pueblos de Vietnam y Afganistán, y hoy del
pueblo sirio.
Menos aún puede ser solución
contra el imperialismo, el terror fundamentalista del Estado Islámico que
amamantado por los mismos imperialistas convierte a las masas del pueblo en el
blanco de sus abominables crímenes, y cuya lucha armada guiada por una
ideología reaccionaria, religiosa, sectaria y nacionalista, en vez de liberar
al pueblo, lo somete a viejas formas de esclavización, frente a lo cual es aún
más inadmisible y totalmente condenable que organizaciones que se dicen
comunistas, abandonen la defensa de los intereses de las masas del pueblo y
terminen dando apoyo a sus criminales a quienes consideran “verdaderos
anti-imperialistas”.
Mucho menos es solución a los
problemas en los que el imperialismo ha embrollado a la sociedad mundial, la
política vaticana y demás iglesias que en común con el reformismo reconocen las
terribles consecuencias del capitalismo, pero no la necesidad de extirpar sus
causas. Es una política sumamente peligrosa porque apela a los sentimientos
religiosos de las masas, para apartarlas de las ideas revolucionarias; con su
pregón de paz desarma a los oprimidos y explotados, y fortalece a los opresores
y explotadores al predicar que en manos de su “humanismo” y “generosidad” está
la solución de los problemas sociales.
Solamente la Revolución
Proletaria Mundial es la fuerza política y social capaz de enfrentar al
imperialismo, sistema mundial de opresión y explotación, de derrotarlo y
sepultarlo para siempre, como condición indispensable para detener la
destrucción de la naturaleza y dejar libre el camino al avance de la sociedad
hacia el socialismo y el comunismo.
Las propias contradicciones mundiales del imperialismo proporcionan
las fuerzas políticas y sociales para destruirlo.
La contradicción principal
mundial entre el proletariado y la burguesía, la más revolucionaria de las
contradicciones mundiales del imperialismo, por ser la expresión directa en el
terreno social del antagonismo de la contradicción económica fundamental del
capitalismo, donde junto con la mundialización de la superexplotación asalariada,
se ha poblado el planeta de sepultureros del capitalismo; un ejército
fortalecido a diario en todos los países oprimidos con la masa de desplazados
del campo a la ciudad y engrosado formidablemente en los países imperialistas
de América y Europa con la masa de migrantes expulsados por la superexplotación
y las guerras reaccionarias, y convertidos en una poderosa fuerza social de los
movimientos de masas contra el paro forzoso y la disminución de los salarios,
contra la guerra y la represión, contra la persecución a los migrantes y
minorías. A su vez el dominio colonial y semicolonial sobre los países
oprimidos, el saqueo y las guerras reaccionarias, junto con el desarraigo,
explotación y humillaciones a los pueblos del mundo, conllevan a la rebelión, a
la resistencia armada, al fortalecimiento de las guerras revolucionarias. La
acelerada destrucción capitalista de la naturaleza congrega en su contra a
amplias capas de la población en todos los países y obliga a los
revolucionarios a deslindarse del reformismo ecologista y considerar la
contradicción de la sociedad con la naturaleza en los planes de lucha contra el
capitalismo imperialista, como una fuerza más para la Revolución Proletaria
Mundial. Las contradicciones inter-imperialistas conllevan guerras reaccionarias
y el gran peligro de guerra mundial, que agigantan el odio de los proletarios,
pueblos, naciones y países del mundo contra el imperialismo, desatan guerras de
resistencia nacional, crean crisis políticas propicias para transformarlas en
crisis revolucionarias; son contradicciones que al debilitar al imperialismo,
se convierten en reservas indirectas para el avance de la Revolución Proletaria
Mundial, como ocurrió con el triunfo de la Gran Revolución de Octubre en Rusia
y de la Revolución de Nueva Democracia en China, en el curso de las dos
primeras guerras de rapiña mundial imperialista. El gran peligro para la
humanidad de una III guerra mundial es al mismo tiempo, para el imperialismo,
el gran peligro de que triunfe la revolución en distintos países y prenda en el
mundo como chispa en leña seca, siempre y cuando los comunistas resuelvan el
problema de su unidad y organización.
Deslindar con el oportunismo en toda la Línea General, es hoy la
tarea internacional principal de los comunistas.
El estado de debilidad,
inconciencia y desorganización de las masas populares en muchos países, no es
culpa de los trabajadores sino de la impotencia actual del Movimiento Comunista
Internacional —MCI—, el único que puede transformar la crisis social mundial creada
por el imperialismo, en crisis revolucionarias, en guerras populares de los
explotados y oprimidos contra los explotadores y opresores, en nuevo avance de
la Revolución Proletaria Mundial. El sistema capitalista agonizante causa los
problemas pero genera las fuerzas para resolverlos. La forma de resolverlos sí
depende por entero de los revolucionarios, de los comunistas, obligados ahora
más que nunca a resarcirse de la traición revisionista que liquidó al
Movimiento Revolucionario Internacionalista —MRI—, que bajo la forma “post
marxista leninista maoísta” de una “nueva síntesis” y un “nuevo manifiesto”,
declaró insubsistentes los principios y el método del marxismo leninismo
maoísmo, así como la experiencia de la Internacional Comunista y de la Dictadura
del Proletariado, con todo lo cual, profundizó la confusión, la dispersión y la
impotencia del Movimiento Comunista Internacional.
Si bien es cierto que los
comunistas marxistas leninistas maoístas se esfuerzan por cumplir sus
obligaciones en cada país, por coordinar tareas de apoyo en especial a la
Guerra Popular en la India actualmente a la vanguardia de la Revolución
Proletaria Mundial, por oponer las luchas y guerras revolucionarias a las
embestidas reaccionarias de la burguesía imperialista tanto en los países
oprimidos como en los imperialistas, también es verdad la ausencia de un centro
internacional marxista leninista maoísta que unifique y organice la actuación
política internacional del movimiento comunista. La desaparición del MRI y el
proceso político en Nepal donde uno tras otro, “nuevos” partidos que se dicen
maoístas no rompen de fondo con el “camino prachandista” de la traición, son hechos que dolorosamente corroboran la
verdad de la denuncia de los marxistas leninistas maoístas contra el
revisionismo avakianista y contra el centrismo conciliador; hechos que junto
con la situación mundial actual, objetivamente propicia para la ofensiva de los
proletarios, pueblos y países oprimidos contra el imperialismo, se constituyen
en razones de fuerza para exigir a los comunistas revolucionarios poner al
centro la lucha por su unidad internacional, reconociendo que tal unidad no
pasará de ser un buen deseo si no se traza un deslinde profundo con el
oportunismo en toda la Línea General, si no se asume este deslinde como la
tarea principal ahora para avanzar en la construcción de una nueva
Internacional Comunista, que por ser el instrumento indispensable para dirigir
la lucha de los proletarios y pueblos del mundo en su misión de sepultar para
siempre al imperialismo, que por ser urgente, necesario e irremplazable su
papel de cuartel general central de la Revolución Proletaria Mundial, es la
tarea central internacional actual de los comunistas.
Son también tareas del momento
construir o fortalecer el Partido político del proletariado en cada país para
dirigir revolucionariamente la fuerza del movimiento obrero y de masas que
espontáneamente se alzan contra la opresión y la superexplotación; promover el
más amplio frente de lucha contra el imperialismo, practicando el
anti-imperialismo consecuentemente revolucionario que reconoce en todos los
imperialistas los enemigos a muerte de los pueblos del mundo, que liga el
movimiento anti-imperialista con la lucha por el derrocamiento de las clases
explotadoras; luchar contra la tendencia a centrar los esfuerzos en el frente
anti-imperialista y no en la lucha por la nueva Internacional Comunista; apoyar
el avance de las guerras populares revolucionarias en la India, Filipinas
Turquía y el Perú; oponerse a los preparativos de guerra mundial imperialista,
trabajar sin descanso por impedirla con la lucha revolucionaria de los obreros
y pueblos del mundo, y si se desata, luchar por transformarla en guerra civil
revolucionaria; rechazar el llamado de la burguesía imperialista a formar
frentes nacionales con los pueblos de cada país, denunciando al propio tiempo
como traidores a los oportunistas que secundan ese llamado; denunciar la
demagogia de la burguesía imperialista en defensa de la naturaleza, y la
inutilidad del simple ecologismo que pretende salvar la naturaleza sin acabar
con el capitalismo; refutar las “novedosas” teorías revisionistas que declaran
insubsistente la misión histórica del proletariado, reniegan de su experiencia
histórica al frente de las revoluciones que en Rusia y China desbrozaron el
camino para ejercer su Dictadura de clase y construir el verdadero Socialismo,
que toman de la socialdemocracia burguesa la negación del peso del proletariado
en la sociedad mundial, incluso de su existencia material como la clase cuyo
trabajo es sostén de la sociedad.
RESOLUCIÓN GENERAL SOBRE LA SITUACIÓN MUNDIAL Y LA TÁCTICA DE LOS
COMUNISTAS
Considerando
que:
- La crisis
económica del capitalismo mundial, prosigue indoblegable en los países
imperialistas incluido China, se intensifica en todos los países
oprimidos, agudiza todas las más importantes contradicciones mundiales del
imperialismo, exacerba la crisis social mundial y lleva a los países
imperialistas a puertas de una III guerra de rapiña mundial.
- La política es la
expresión concentrada de la economía y la guerra es política con
derramamiento de sangre, por lo cual la verdadera razón de todas las
guerras reaccionarias y demás atrocidades de las bestias imperialistas y
sus lacayos, es mantener el parasitismo imperialista prolongando la vida
artificial de un sistema caduco e inservible para la sociedad, una vana
ilusión de los reaccionarios explotadores, como estupidez reformista es
intentar remediar lo malo de ese sistema descompuesto y podrido de
conjunto.
- La Revolución
Proletaria Mundial, única fuerza política y social capaz de derrotar al
imperialismo, además de las excelentes condiciones objetivas de
agudización de la lucha de clases a nivel mundial, propicias para
transformar la crisis social en crisis política revolucionaria, urge
resolver la situación de confusión, dispersión e impotencia del Movimiento
Comunista Internacional, indispensable para garantizar el triunfo
revolucionario.
Resuelve:
1.
¡APELAR
A LAS MASAS, PRINCIPALMENTE A LAS DEL PROLETARIADO!, es hoy la
orientación política revolucionaria para la actuación de los comunistas en su
trabajo político de construir el Partido, de elevar la conciencia, movilizar,
organizar y dirigir a las masas, para enfrentar la crisis social y
transformarla en crisis revolucionaria, para impedir la destrucción de la
naturaleza y denunciar las hipócritas medidas de los imperialistas, para
detener una III guerra mundial con la revolución, o transformarla en guerra
civil revolucionaria, en guerra popular contra todo el poder del capital.
2.
Intensificar
la actividad política internacionalista teniendo en cuenta que ¡NO A
LA GUERRA IMPERIALISTA! ¡NINGÚN APOYO POPULAR A LA BURGUESÍA IMPERIALISTA!
¡TODOS LOS IMPERIALISTAS SON ENEMIGOS A MUERTE DE LOS PUEBLOS DEL MUNDO!,
deben ser las consignas actuales de agitación en la movilización revolucionaria
de los proletarios y pueblos del mundo contra las guerras reaccionarias de
rapiña imperialista.
3.
TRAZAR
UNA LÍNEA GENERAL DIVISORIA CON EL OPORTUNISMO PARA FUNDAMENTAR LA UNIDAD DE
UNA NUEVA INTERNACIONAL COMUNISTA, es hoy la tarea principal
inmediata de los comunistas revolucionarios, para avanzar en la tarea central
de construir una nueva Internacional Comunista basada en el Marxismo Leninismo
Maoísmo, necesaria para garantizar el avance general de la Revolución
Proletaria Mundial.
VI Reunión Plenaria
del Comité de Dirección X Asamblea
Unión Obrera Comunista
(mlm)
Colombia,
Enero 2016
La guerra popular bajo la ciencia de MLM pensamiento Gonzalo y dirigida por un partido militarizado maoísta es la única salida que tiene el proletariado colombiano- para su liberación- parcela del proletariado mundial.
ResponderEliminarLas contradicciones de clase estan violentas y son excelentes contradicciones para el inicio de la guerra popular. Pero falta dirección no hay partido comunista maoísta. Pero las contradicciones de clase son un hervidero de fuegos que pueden encender la mecha de la rebelión. Encender y atizar el fuego de la confrontación es garantía de una explosión social y contamos con revolucionarios maoístas capacitados en direccionar ese movimientos de masas que sin duda se movilizarán ahora el 24 de Enero, movilización que tiene que tener una prueba de fuego. Primero romper esas malditas orientaciones patronales, pacíficas, oportunistas y revisionistas. Segundo, reunificar las bases influenciadas maoístas
que organicen los comités de base que son resistencias que actúan de manera defensiva estratégica, tercera, destacamentos especiales que harán participar a las masas movilizadas confrontando de manera violenta todo aquellos que se interponga a su rebelión, estos destacamentos dirigen de manera audaz tal confrontación. Poner todo patas arriba para organizar de los contrario será una protesta más que no va a ninguna parte y se dirá todo por lo mismo. Aquí la moral es proletaria y va a destruir y no a proteger, todo sobre el suelo capitalista es odiado y no debe desatar sino sólo odio contra los opresores y su dominio. La ira de las masas crecerá y se concentrará sólo para cuando estas masas orientadas por el partido se desaten como un volcán y tomen el poder y jamás se parara la guerra popular sino hasta el fin del comunismo.
Este paro tiene que desatar cosas nuevas y diferentes que apunten a la bella ilusión de destruir el capitalismo y construir el Dorado comunismo, esto tiene que quedar claro en todos aquellos que participen de este movimiento. No permitir que se siga usando a las masas en traiciones, en estafas movilizando a cambio de nada y si para para La Paz de los ricos, no eso no puede repetirse, el proletariado colombiano está saturado de este engaño por años y años.
Por un paro que violente las reglas del revisionismo y los amos de siempre patronales vendidos, combatir con furor!!!
Utilizar todos los elementos para el combate que hagan retroceder a los perros armados que siempre reprimen y para enviar un claro mensaje al pueblo colombiano y al proletariado del mundo, que todo no será como antes y que nunca jamás se seguirá como si aquí no estuviera pasando nada.
La rebelión se justifica!!!
La dictadura del proletariado es la clave!!!
´´la huelga es una escuela de la guerra mas no es la guerra misma ¨ Lenin
Le ofrezco disculpa por hacer pública esta nuestra nota aclaratoria, dado que no nos han dado la oportunidad de tratar bilateralmente este asunto. Sobre nuestro apoyo al Estado islámico de Irak y Siria, a su guerra contra las Superpotencias imperialistas –el bloque militar y político de los imperialistas de la UE, capitaneados por USA, y el bloque militar y político euroasiático –esto es, Rusia y China- y los movimientos y luchas antiimperialistas de los pueblos árabes, se permite el Documento el condenar a “organizaciones que ‘se dicen comunistas’, ‘abandonan los intereses del pueblo’”, árabes supongo y que supuestamente “terminan dando apoyo a quienes consideran ‘verdaderos antiimperialistas’” (¿De dónde han sacado esto último? No de nuestros documentos publicados sino cosecha vuestra es). Por lo que se sabe, los pueblos, tribus y aparatos estatales que se han dotado en el Medio Oriente y el Magreb están sumamente divididos y enfrentados armadamente, con una violencia inusitada y el recurso de métodos bárbaros que hemos rechazado y condenado, unos apoyan al Estado islámico (o Califato) y otra parte apoyan al Estado burocrático baatsista (el clan Al-Assad), entonces ¿a qué pueblo árabe, o persa, como si fuese una unidad nacional, social y estatal homogénea hablan?
EliminarPone en duda el mismo documento emitido, nuestra calidad de comunista ¿cómo es eso, a estas alturas? El PC (ML) de Panamá existe desde muchas décadas (1969) antes de que Ustedes pensasen organizar la UOC mlm. Por otro lado, vuestra Organización ha firmado con nuestro Partido una serie de Declaraciones Conjuntas reconociéndonos de hecho esa cualidad, además continuamente hemos dado publicidad, internacional y nacionalmente, a vuestros materiales ideológicos y propagandísticos. Si nos “consideramos comunistas” y no lo somos, ¿cómo entonces aceptaron nuestra firma en ellos? Mal ligan las cosas. Su referencia a nosotros, en los puntos destacados por mí, no es una crítica sino un inadmisible ataque injusto y artero. Por lo que, exigimos de Ustedes, señores de la UOC mlm, no una reconsideración sino un rechazo claro de este infundado e inmotivado ataque.
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