¡VIVA LA LUCHA POR LA TIERRA!
La lucha por recuperar las tierras en Nankints, Morona Santiago se
mantiene firme.
El patrimonio que se arroga para sí el estado de la tenencia y uso
de las armas, y con ellas de la violencia, ha sido quebrantado de manera
certera y contundente por parte de los indígenas y campesinos del pueblo Shuar.
Un nuevo intento de los campesinos e indígenas pobres por recuperar
las tierras que de manera alevosa el régimen extractivista y corporativista de
Correa le entregó a la minera ExplorCobres,
dejó como saldo una baja mortal (policía), 5 policías más heridos, uno de ellos
de gravedad y dos militares también heridos.
Acostumbrados a que sean los estudiantes consientes, los obreros, o
los campesinos e indígenas pobres los que pongan su cuota de sangre en las
justas movilizaciones y luchas populares, hoy la reacción ha tenido que pagar
su cuota. Es la condición dialéctica de una contradicción que solo puede ser
resuelta con violencia revolucionaria.
La reacción del régimen ha sido virulenta y masificada. La primera
respuesta: declarar estado de excepción a la provincia de Morona Santiago y sobre
la marcha el desplazamiento a la zona en conflicto de grupos élite de la
policía y del ejército para reprimir la legítima lucha de los campesinos que no
se resignan a dar por perdidas sus tierras.
El régimen fascista, tratando de estigmatizar a los campesinos ante la
opinión pública, sostiene que éstos “están
organizados en grupos irregulares”. Que no van a permitir este tipo de
acciones y que por el contrario, aseguran que “vamos a capturar a los agresores y los someteremos a la justicia ordinaria”.
Para sostener su perorata, Correa manifiesta que se puede no estar de acuerdo con las decisiones del gobierno pero la
única vía para dirimir estas contradicciones es el diálogo.
Pero vale preguntarse: ¿Acaso las 15 mil hectáreas que ha venido
ocupando el pueblo Shuar en Nankints no ha sido reconocido por todos los
regímenes indistintamente de su naturaleza política?
¿Acaso los miembros de la nacionalidad Shuar no han venido
manifestando pacíficamente que fueron expulsados de sus tierras y que debía
retirarse la concesión a la empresa china?
¿Acaso no se adelantaron charlas a través de las distintas organizaciones
indígenas y campesinas solicitando se revea la situación y se desmilitarice la
zona?
Lo que pasa es que el régimen está convencido de que con su
emprendimiento fascista va a intimidar a las organizaciones campesinas,
populares y sindicales. Si bien es cierto la coerción y persecución le ha dado
resultado con cierta dirigencia cobarde, rastrera y oportunista, de ninguna
manera ha podido doblegar la legítima reivindicación y lucha del campesinado
pobre que históricamente ha bregado incansablemente por la revolución agraria.
Que sepan los traidores y aquellos dirigentes oportunistas que
trafican con estas luchas del pueblo, con el revisionismo que meterá la mano
para arrastrar estas luchas a su consolidado político en las elecciones
burguesas; a los aparatos represivos del viejo estado, a los grandes burgueses
y grandes terratenientes, que esta revolución no se la hará en la asamblea, ni
en fatuas mesas de diálogo, sino bajo el furor de las violencia revolucionaria
que inevitablemente devendrá en guerra popular.
Saludamos la acción de estos valerosos campesinos y al pueblo Shuar.
Y el régimen debe saberlo, lejos está que la lucha por la tierra pueda ser
doblegada con la militarización, patrimonio de la fuerza y/o persecución de
dirigentes coherentes y responsables con las tareas del pueblo y sus demandas
históricas.
Rechazamos las declaraciones de la dirigencia oportunista de la
CONAIE quienes no quieren asumir la responsabilidad política de la valerosa
acción de los campesinos e indígenas pobres en Nankints. Rechazamos también su
llamado al diálogo interponiendo de por medio a organizaciones de Derechos
Humanos y a la iglesia, dejando ver su miopía política y su subordinación
ideológica ante los viejos símbolos de la feudalidad en el país. Consideramos
que los intentos armados por recuperar
las tierras del pueblo Shuar son suficiente argumento para que el régimen defina
la salida de la minera china, la desmilitarización de la zona e interrumpa la
persecución de campesinos consientes que luchan por sus derechos: ¡LA TIERRA!,
caso contrario, que asuma con sangre sus errores y decisiones corporativistas.
¡VIVA LAS ACCIONES ARMADAS POR RECUPERAR LA
TIERRA PARA EL CAMPESINADO POBRE EN NANKINTS MORONA SANTIAGO!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN AGRARIA!
¡LA TIERRA PARA EL QUE LA TRABAJA!
¡FUERA MINERAS CHINAS!
¡ABAJO EL VIEJO ESTADO BURGUÉS-TERRATENIENTE!
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