LOS COMUNISTAS ANTE LA GUERRA ISLAMITA Y LA GUERRA
POPULAR
por:
Quibian Gaytan
La
prensa imperialista capitalista mundial, principalmente de la Rusia
imperialista, ya que aquella USA ha de conformarse con proclamas triunfalistas
sin avanzar un ápice en lo referente a la consolidación de lo conquistado por
el imperialismo de casa, y cuando en
realidad se ha empantanado fracazantemente en Medio Oriente –eso evidentemente refleja el colapso de su estrategia de guerra de 30 años- y su
hunde en la más pavorosa crisis general de todo su sistema mundial colonial, insiste
en cantar victoria respecto de las luchas que está llevando a cabo a nombre de
la civilización “occidental y cristiana”, en particular, contra el
fundamentalismo islamista representado por la organización político-militar
internacional Al Qaeda y el extraterritorial Estado Islámico.
Machaconamente nos martillean el cerebro con eso de que
ambas organizaciones han perdido territorios, que se encuentran en retirada y
al borde de la derrota total. Pero, extrañamente, nos vienen decir que “no estaría
aun terminado el problema del terrorismo residual que podría desarrollarse en
los países emergentes”.
¿Por
qué sería así? Porque, según estos, han conquistado ciudades, avasallados y
desorganizado Estados. Con el falaz remoquete, creado ad arte imperialista, de
“estados fallidos” cuando ellos mismos los han destruido. Allí están, como
prendas del collar imperialista capitalista, Afganistán, Irak y Libia como
muestras de tal triunfo.
Pero,
todo esto es enteramente falso. ¿Por qué? Porque, (1) Se ha tratado de Estados
coloniales, aunque jurídicamente “independientes”, o refrendados por la ONU o
por tal o cual Estado imperialista, y no de reales Estados nacionales
homogéneamente independientes o nacionalmente homogéneos, modernos. Dado el
hecho de que su base aún tribal y semifeudal. Por lo que, pese a lo ilógico de tal aseveración, ya pueden caer unas formas de
Estados y dada esa base social y
nacionalitaria –semifeudal, semicolonial y protocapitalista- de las pugnas internas pueden generarse otras como resultado de la utilización de métodos de guerra más
avanzados; (2) La naturaleza y formas de la guerra –guerra de resistencia nacional
(sólo en Siria son más de 60 Organizaciones político-militares basadas en masas campesinas y trabajadoras, más existencia de un Estado,
con su forma teocrática de poder, con sus propio
ejército nacional cohesionado ideológicamente) sin fronteras y el recurso de
formas modernas, convencionales o irregulares, de llevarlas a cabo-, cuya
naturaleza, independientemente de su dirección de clase derechista, resultan
objetivamente revolucionarias.
Con
lo que se soslaya, además, maliciosamente el hecho principal. El rompimiento del equilibrio
internacional del Sistema Capitalista Mundial. Al generarse un estado de incesante conflicto e
inestabilidad. Agudizándose hasta los extremos conflictos y roces
inter-superpotencias imperialistas y entre potencias imperialistas, entre las
primeras y las segundas, agravando la crisis económica mundial, entre ellas
aquella financiera de 2007 que no da visos inmediatos de alcanzar la fase de
recuperación, rompiendo la solidaridad relativa interiimperialista,
enfrentamientos entre unas y otras a todos los niveles – guerra comercial y
financiera, presión política, ideológica y desatamiento de una masiva y
terrorista guerra psicológica mediática- con la generalización de la política
de golpes bajos cubiertos con acciones terroristas de falsas banderas, intrigas
diplomáticas y acciones punitivas clandestinas mutuas, asonadas y golpes de
estado, asesinatos de altos representativos del Estado rival.
Pero,
lo más grave aún, los efectos desastrosos sobre los trabajadores del propio país
imperialista o no, de esa política de guerra de pillaje y masacres en que se
han embarcado los gobiernos burgueses a su servicio; anulación de las
conquistas sociales y políticas, derechos y libertades democráticas tan
duramente conseguidas, y que están generando, en respuesta, un nuevo ascenso de
la lucha de clases de la clase obrera, pueblos y naciones de los países
imperialistas capitalistas.
En fin, que el Sistema Imperialista Capitalista
Mundial hace agua. Se está hundiendo, una vez más, en un período de transición
de una Situación revolucionaria internacional, general, a Crisis Revolucionaria
Internacional concreta e inmediata. Período análogo a aquel revolucionario de ha mediados de la guerra imperialista del 14 o
de aquella del 45.
He
dicho “principalmente para Rusia imperialista”, por ser esta la primera que
abierta y directamente se ha entrometido militarmente en Siria. Ya que para
Rusia a diferencia de los EEUU el movimiento internacional del antiimperialismo
islámico es un peligro territorial, directo y acuciante, dada su reocupación
colonial de Siria, la semicolonización de Irán y sus miras injerecionistas en
Afganistán y la bomba de tiempo que representan las industrializadas y
proletarizadas masas musulmanas poblantes de las Repúblicas del CEI (El
conjunto de exnaciones orientales conformadoras de la otrora Unión Soviética). Por
su parte, USA y Europa Unida, además de padecer graves contradicciones y luchas
nacionalimperialistas mutuas, respecto al cómo resolver la independización de
Europa imperialista Unida de la subyugación económica, política y militar de
USA, burlando e impidiendo las masas trabajadoras europeas independientemente
aporten su propia solución ha dicho problema, confrontan la más grave crisis
migratoria masiva de los pueblos de África, Medio Oriente, Asía, principalmente
china, y América Latina con todo el potencial peligro de verse sumergidos en masivos movimientos sociales
y nacionales de rebelión antiimperialista.
Los
comunistas (marxistas-leninistas), así como marxistas leninistas maoístas,
vemos todo esto como algo positivo. Aunque algunos persistan en remarcar sus
aspectos oscuros, en resaltar por ejemplo el violentismo no proletario,
prejuicios fundamentalistas religiosos, anti-marxismo-leninismo, la tendencia a
la creación de Estados nacional burgueses, rechazo a la participación y
dirección de los auténticos partidos comunistas (ml o mlm) en la guerra de
resistencia nacional, tendencial formas de poder teocráticos, etc. Esos
aspectos oscuros y negativos, indudablemente que son de rechazar y combatir;
pero, deberá primar en nuestra estrategia y táctica de conquista de la
independencia nacional y del poder de Nueva Democracia Popular la unidad de
lucha revolucionaria. Tomar como divisa ¡Unidad
de la lucha armada antiimperialista capitalista! Puesto que, hoy, no se
´puede pretender luchar por la
independencia nacional del propio o de varios países, si no se combate y
derroca el capitalismo burocrático neocolonial y al imperialismo concreto que
nos sojuzga y explota.
Ciertamente
la situación de guerra internacional actual es compleja y lleva a desconcertar
a más de uno. No importe eso, es temporal y un momento de reorientación de
nuestras líneas políticas. Como lo ha dicho Mao Tse-tung, “existe un gran desorden bajo el cielo, eso es bueno”. Es bueno,
porque debemos tender puente entre esas guerras
de resistencia antiimperialistas, hoy por caminos equívocos e
inconcluyentes, pero que objetivamente están socavando las bases del
capitalismo imperialismo, y la justa y correcta
guerra popular de liberación nacional antiimperialista y/o guerra de liberación popular camino al socialismo que dirigen
los comunistas auténticos. No sólo debemos identificarnos sino prepararnos a desenvolver la
guerra popular de liberación nacional y/o la guerra civil por el socialismo,
allí donde se desarrollen, pese a cualquier dificultad por la que se enfrenten,
es nuestro más inmediato deber como comunistas y proletarios revolucionarios;
asimismo, apoyar y defender todas las guerras de resistencia al imperialismo. Si
eso hacemos, ahora tan necesario, las puertas al luminoso futuro serán
franqueadas.
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