El Gran Sol Rojo del Amanecer

domingo, 8 de enero de 2017

La necesaria unidad de lucha antiimperialista


LOS COMUNISTAS ANTE LA GUERRA ISLAMITA Y LA GUERRA POPULAR
por: Quibian Gaytan


La prensa imperialista capitalista mundial, principalmente de la Rusia imperialista, ya que aquella USA ha de conformarse con proclamas triunfalistas sin avanzar un ápice en lo referente a la consolidación de lo conquistado por el imperialismo de casa,  y cuando en realidad se ha empantanado fracazantemente en Medio Oriente –eso evidentemente refleja el colapso de su estrategia de guerra de 30 años- y su hunde en la más pavorosa crisis general de todo su sistema mundial colonial, insiste en cantar victoria respecto de las luchas que está llevando a cabo a nombre de la civilización “occidental y cristiana”, en particular, contra el fundamentalismo islamista representado por la organización político-militar internacional Al Qaeda y el extraterritorial Estado Islámico.

 Machaconamente nos martillean el cerebro con eso de que ambas organizaciones han perdido territorios, que se encuentran en retirada y al borde de la derrota total. Pero, extrañamente, nos vienen decir que “no estaría aun terminado el problema del terrorismo residual que podría desarrollarse en los países emergentes”.

¿Por qué sería así? Porque, según estos, han conquistado ciudades, avasallados y desorganizado Estados. Con el falaz remoquete, creado ad arte imperialista, de “estados fallidos” cuando ellos mismos los han destruido. Allí están, como prendas del collar imperialista capitalista, Afganistán, Irak y Libia como muestras de tal triunfo.

Pero, todo esto es enteramente falso. ¿Por qué? Porque, (1) Se ha tratado de Estados coloniales, aunque jurídicamente “independientes”, o refrendados por la ONU o por tal o cual Estado imperialista, y no de reales Estados nacionales homogéneamente independientes o nacionalmente homogéneos, modernos. Dado el hecho de que  su base aún tribal y semifeudal. Por lo que, pese a lo ilógico de tal aseveración, ya pueden caer unas formas de Estados  y dada esa base social y nacionalitaria –semifeudal, semicolonial y protocapitalista- de las pugnas  internas pueden generarse otras  como resultado de la utilización de métodos de guerra más avanzados; (2) La naturaleza y formas de la guerra –guerra de resistencia nacional (sólo en Siria son más de 60 Organizaciones político-militares basadas en masas campesinas y trabajadoras, más existencia de un Estado, con su forma teocrática de poder,  con sus propio ejército nacional cohesionado ideológicamente) sin fronteras y el recurso de formas modernas, convencionales o irregulares, de llevarlas a cabo-, cuya naturaleza, independientemente de su dirección de clase derechista, resultan objetivamente revolucionarias.

Con lo que se soslaya, además, maliciosamente el hecho principal. El rompimiento del equilibrio internacional del Sistema Capitalista Mundial. Al  generarse un estado de incesante conflicto e inestabilidad. Agudizándose hasta los extremos conflictos y roces inter-superpotencias imperialistas y entre potencias imperialistas, entre las primeras y las segundas, agravando la crisis económica mundial, entre ellas aquella financiera de 2007 que no da visos inmediatos de alcanzar la fase de recuperación, rompiendo la solidaridad relativa interiimperialista, enfrentamientos entre unas y otras a todos los niveles – guerra comercial y financiera, presión política, ideológica y desatamiento de una masiva y terrorista guerra psicológica mediática- con la generalización de la política de golpes bajos cubiertos con acciones terroristas de falsas banderas, intrigas diplomáticas y acciones punitivas clandestinas mutuas, asonadas y golpes de estado, asesinatos de altos representativos del Estado rival.

Pero, lo más grave aún, los efectos desastrosos sobre los trabajadores del propio país imperialista o no, de esa política de guerra de pillaje y masacres en que se han embarcado los gobiernos burgueses a su servicio; anulación de las conquistas sociales y políticas, derechos y libertades democráticas tan duramente conseguidas, y que están generando, en respuesta, un nuevo ascenso de la lucha de clases de la clase obrera, pueblos y naciones de los países imperialistas capitalistas.

 En fin, que el Sistema Imperialista Capitalista Mundial hace agua. Se está hundiendo, una vez más, en un período de transición de una Situación revolucionaria internacional, general, a Crisis Revolucionaria Internacional concreta e inmediata. Período análogo a aquel revolucionario de  ha mediados de la guerra imperialista del 14 o de aquella del 45.

He dicho “principalmente para Rusia imperialista”, por ser esta la primera que abierta y directamente se ha entrometido militarmente en Siria. Ya que para Rusia a diferencia de los EEUU el movimiento internacional del antiimperialismo islámico es un peligro territorial, directo y acuciante, dada su reocupación colonial de Siria, la semicolonización de Irán y sus miras injerecionistas en Afganistán y la bomba de tiempo que representan las industrializadas y proletarizadas masas musulmanas poblantes de las Repúblicas del CEI (El conjunto de exnaciones orientales conformadoras de la otrora Unión Soviética). Por su parte, USA y Europa Unida, además de padecer graves contradicciones y luchas nacionalimperialistas mutuas, respecto al cómo resolver la independización de Europa imperialista Unida de la subyugación económica, política y militar de USA, burlando e impidiendo las masas trabajadoras europeas independientemente aporten su propia solución ha dicho problema, confrontan la más grave crisis migratoria masiva de los pueblos de África, Medio Oriente, Asía, principalmente china, y América Latina con todo el potencial peligro de  verse sumergidos en masivos movimientos sociales y nacionales de rebelión antiimperialista.

Los comunistas (marxistas-leninistas), así como marxistas leninistas maoístas, vemos todo esto como algo positivo. Aunque algunos persistan en remarcar sus aspectos oscuros, en resaltar por ejemplo el violentismo no proletario, prejuicios fundamentalistas religiosos, anti-marxismo-leninismo, la tendencia a la creación de Estados nacional burgueses, rechazo a la participación y dirección de los auténticos partidos comunistas (ml o mlm) en la guerra de resistencia nacional, tendencial formas de poder teocráticos, etc. Esos aspectos oscuros y negativos, indudablemente que son de rechazar y combatir; pero, deberá primar en nuestra estrategia y táctica de conquista de la independencia nacional y del poder de Nueva Democracia Popular la unidad de lucha revolucionaria. Tomar como divisa  ¡Unidad de la lucha armada antiimperialista capitalista! Puesto que, hoy, no se ´puede  pretender luchar por la independencia nacional del propio o de varios países, si no se combate y derroca el capitalismo burocrático neocolonial y al imperialismo concreto que nos sojuzga y explota.

Ciertamente la situación de guerra internacional actual es compleja y lleva a desconcertar a más de uno. No importe eso, es temporal y un momento de reorientación de nuestras líneas políticas. Como lo ha dicho Mao Tse-tung, “existe un gran desorden bajo el cielo, eso es bueno”. Es bueno, porque debemos tender puente entre esas guerras  de resistencia antiimperialistas, hoy por caminos equívocos e inconcluyentes, pero que objetivamente están socavando las bases del capitalismo imperialismo, y la justa y correcta  guerra popular de liberación nacional antiimperialista y/o guerra de liberación popular camino al socialismo que dirigen  los comunistas auténticos. No sólo debemos  identificarnos sino prepararnos a desenvolver la guerra popular de liberación nacional y/o la guerra civil por el socialismo, allí donde se desarrollen, pese a cualquier dificultad por la que se enfrenten, es nuestro más inmediato deber como comunistas y proletarios revolucionarios; asimismo, apoyar y defender todas las guerras de resistencia al imperialismo. Si eso hacemos, ahora tan necesario, las puertas al luminoso futuro serán franqueadas.


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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.