Por Quibian
Lo hemos dicho no una sino muchas veces: La ONU, desde hace ya mucho tiempo, ha sido convertida en papel higiénico de las grandes potencias imperialistas colonialista para con que limpiar sus derrames hemorrágicos (sólo que en daño de los países, por lo general del Tercer Mundo y Europa Oriental, que de algún modo se han convertido en obstáculos para sus ambiciones de posesionamiento monopólico de fuentes energéticas y áreas estratégicas para su globalismo.
Grenada, Panamá, Somalia, Yugoslavia, Irak, Afganistán, Chechenia, Georgia y siga la lista que es larga. Es el reguero sanguinolento dejado por los países imperialistas, occidentales y orientales, la mayor de las veces cubiertos con el manto de la ONU y del infame “derecho de injerencia por motivos humanitarios”. Es la filosofía y la práctica permanente del imperialismo del siglo XXI, resumida en la frase de Hilaria Clinton luego que supo de la defenestración golpista del Presidente electo Gbagbo de Costa de Marfil: “Esta transición envía una fuerte señal a dictadores y tiranos de toda la región y de todo el mundo…", "…Ellos no pueden ignorar la voz de su propio pueblo en elecciones libres y justas, y habrá consecuencias para aquellos que se aferran al poder”. ¡Cuánta hipocresía y bajeza anida en su corazón ésta Procónsul del imperio y de la dictadura del capital financiero internacional!
Laurent Gbagbo, aunque en discutidos resultados, ha sido escogido en elecciones generales del país en el 2010. Como se ha resistido a las exigencias de renunciar y permitir que Ouattara, un agente directo del FMI y de las potencias imperialistas occidentales, además de ser extranjero, ocupara su lugar según el mandato de las Naciones Unidas (es decir, Francia y EE.UU.) y en violación de las propias leyes del país.
Belicoso neocolonialismo, con sólo el raído taparrabo de la ONU, que en este año de 2011, se ha inaugurado con la guerra de agresión de la OTAN –malcubierta con los “cascos azules”- contra el Estado soberano de Libia del señor Khaddafy.
Aquí la burlesca lección extraíble resulta ser: "Respeta a las Naciones Unidas y su mandato. Y escucha a sus sabios, los sabios occidentales”. Puesto que, detrás de ellos está la “fuerza” (léase: la fuerza militar).
No hay comentarios:
Publicar un comentario