Eduardo Artés
Al inicio del actual movimiento estudiantil, el entonces ministro de educación Joaquín Lavín, dijo que a los estudiantes se les “paso la mano”, así respondía a las exigencias de Asamblea Constituyente y Nueva Constitución Política y de renacionalización del cobre de los voceros estudiantiles secundarios y universitarios. Es claro que por un lado, el movimiento estudiantil se asume desde reivindicaciones sociales y políticas globales, de carácter nacional y que el gobierno empresarial y reaccionario de Piñera, sólo quiere verlas y que se asuman en lo “particular” (lo cual no existe en sí mismo), desde el mundo de la educación.
El movimiento estudiantil se dice que es “transversal” y es cierto, hoy es asumido por las amplias masas populares, en las marchas, cacerolazos, en todas las expresiones de protesta y lucha, junto a los estudiantes, están los trabajadores, pobladores, intelectuales, etc.. La reivindicación estudiantil es asumida como una demanda Democrática Popular Nacional de las amplias mayorías, de allí que rápidamente las exigencias de Asamblea Constituyente y Nueva Constitución Política y de renacionalización del cobre, sostenida hasta hace poco, por los sectores mas consecuentes de la “izquierda” y dentro de ellos, con especial fuerza por nuestro Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) PC(AP), se transformó en el centro de las movilizaciones, en las consignas más voceadas y levantadas en lienzos y carteles.
De cualquier manera ha quedado claro, que la demanda es global y no puntual, es de las amplias mayorías y no sólo del estudiantado, es contra el neoliberalismo y su sostén, la constitución fascista del 80, contra el gobierno de Piñera quién es apenas su administrador de turno, tal como lo fueron los gobiernos de la concertación. Esto es fundamental y marca la diferencia y la ruptura de la esencia democrática popular y revolucionaria del movimiento en curso, con la línea conciliadora y oportunista de la concertación y de la dirección anticomunista del P”C”, que sólo aspiran a golpear a Piñera y no al sistema en su conjunto.
Hoy peligrosamente el lenguaje de los voceros mas “reconocidos” del movimiento estudiantil, está dando un giro y se va centrando exclusivamente en las “demandas educacionales”, las que son y sin duda deben estar muy en alto, pero que no son lo único y más aun, no tienen salida “en solitario”. En Chile NO hay solución a ninguna demanda sectorial del mundo popular, en tanto tengamos la camisa de fuerza de la constitución fascista del 80.
Estamos en un momento muy particular, en el que LA LUCHA entre quienes sostenemos (y la realidad lo demuestra) que el movimiento de protesta y de reivindicación popular NO está agotado, que tiene grades reservas y posibilidades de imponer una salida Democrática Popular, de soberanía popular y nacional, de superación del neoliberalismo, de abrir caminos a los derechos obreros y populares, separándolo de quienes sólo buscan desplazar a un gobierno patronal y neoliberal como el de Piñera, para instalar más de lo mismo, para volver al falso “progresismo” de la concertación y sus apéndices.
La alianza y Piñera aunque son gobierno, la cara administrativa actual del neoliberalismo y porque, cada vez producen más rechazo e indignación obrera y popular, NO son la tendencia principal en el país. La tendencia principal es por EL CAMBIO, por terminar con las abismantes diferencias sociales, con el imperio sin contrapeso del LUCRO en todo, incluida la educación, salud, vivienda, pensiones, etc.. En el seno de la tendencia principal, está planteado el debate y la lucha ideológica y política. O SUPERAMOS al neoliberalismo, instalamos una Asamblea Constituyente e imponemos una Constitución Política Democrática Popular o por el contrario, los oportunistas y neoliberales de la concertación y sus apéndices menores con disfraz de izquierda, llevan por arrastre al conjunto del movimiento popular a dar la “vuelta del perro”, a que nada cambie, a gestionar el neoliberalismo incluida la represión a los trabajadores y masas populares, con lenguaje falso y “ciudadano”.
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