El Gran Sol Rojo del Amanecer

jueves, 26 de julio de 2012

ESTUDIANTES CONTRA EL COLONIALISMO CULTURAL Y EL VACIAMIENTO DE LA CONCIENCIA NACIONAL


COMUNICADO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL “MADRUGONAZO CONTRA LA HISTORIA PATRIA”

A la Comunidad Educativa y de Historia
Al Consejo Académica
A la Asamblea Nacional
Al Gobierno Nacional
A la faz de la Nación

El Movimiento Estudiantil en su condición de vanguardia indiscutible e indoblegable de la Universidad de Panamá en cuanto a la lucha por los intereses sociales del pueblo y por la defensa permanente de nuestra independencia nacional en oposición a la política injerencista del imperialismo, expresa por este medio a la faz del país y deja por sentado ante la historia, su más enérgico repudio a la aprobación a tambor batiente en la Asamblea Nacional del nefasto Proyecto de Ley 407, por el cual se elimina la materia de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, emblemática cátedra que por generaciones ha formado a los estudiantes panameños en el estudio específico de la relación de conflicto de intereses y anhelos de nuestro amado pueblo con el coloso del norte, desde el incidente de Tajada de Sandía a mediados del siglo XIX, la implementación del protectorado del Hay-Buneau Varilla en 1903, la construcción del canal, las luchas por la soberanía, el 9 de enero de 1964, hasta la genocida invasión de Estados Unidos a Panamá en 1989 y el repliegue definitivo del complejo militar norteamericano acantonado en la zona del canal, el 31 de diciembre de 1999; todas fechas que han representado hitos en la lucha histórica, centenaria y generacional del pueblo panameño, de sus estudiantes, obreros, campesinos, indígenas e intelectuales, por la erradicación del tutelaje colonialista de Estados Unidos contra nuestro país. Ha sido en el curso de la contradicción entre el proyecto de estado-nación panameño vs el imperialismo norteamericano, que se ha desarrollado en esencia el carácter de nuestra identidad nacional, y sustentado en sangre el significado de sus símbolos soberanos así como la personalidad internacional del estado panameño como una formación política independiente.
Nos oponemos es al Proyecto de Ley 407, pero aclaramos, como es lógico, que no nos oponemos al estudio de la Historia de Panamá desde un punto de vista o enfoque patriótico, progresista, ni a su clasificación por etapas, sin embargo, creemos que la Historia de las relaciones entre Panamá y Estados Unidos deben estudiarse como un eje puntual, trascendental, en el desarrollo de nuestra identidad como nación, pues las mismas son de naturaleza tan compleja, contradictoria, y de tan larga duración en el lapso de tres siglos, que demandan un estudio específico de cara a la preservación de la identidad nacional amenazada por el bombardeo cultural del norte. Segundo, creemos por otra parte que la periodicidad de la enseñanza de nuestra historia más general como país es necesaria, pero la misma deber ser moderna, y corresponderse con la dinámica de las ciencias sociales, las cuales cambian en tanto se producen nuevos y grandes fenómenos en la evolución humana.
En ese sentido, sumado a nuestro rechazo al Proyecto de Ley 407, nos vemos igualmente en la obligación de hacer algunas aclaraciones conceptuales, ideológicas, científicas y técnicas, sobre nuestra historia a partir de la lectura del mismo.   El Proyecto de Ley 407, aparte de cometer el “pecado nacional” de suprimir la materia de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, entra a clasificar la historia panameña en 4 etapas: pre-hispánica,  hispánica, departamental y republicana. Clasificación que consideramos impropia, académicamente desfasada, inadecuada de acuerdo al desarrollo de las ciencias sociales en nuestro país en las últimas décadas, pues su texto se apega a conceptos o esquemas ideológicos históricamente superados en el estudio de nuestra historia y de la realidad social, como veremos a continuación.
La denominación de “pre hispánica” por parte del Gobierno Nacional, a la primera de las etapas de nuestra historia nacional, es inconsecuente con la realidad de las ciencias sociales de hoy, y de los derechos humanos, pues como sabemos, se trata del estudio de las culturas indígenas o de los pueblos originarios, cuyo estudio como sociedades con identidad propia no puede hacerse tomando como referencia el arribo posterior de los conquistadores españoles a lo que se llamaría el Istmo de Panamá. Referirse  como “pre hispánico” para la investigación de los primeros pobladores de Panamá es un error, científicamente vago e irrespetuoso con la tradición de nuestros pueblos originarios, pues representa la continuidad de los preceptos colonialistas, eurocéntricos y de todos los demás prejuicios racistas heredados por las oligarquías del continente, ignorándose preconcebidamente que en nuestro continente existieron algunas de las más grandes civilizaciones de la evolución humana, y que Panamá fue punto de encuentro e intercambio entre los imperios de Mesoamérica y de América del Sur, mucho antes de la invasión española.
Igualmente, tildar de forma simplista como “hispánico” al periodo de invasión y dominación cultural de los españoles, significa dejar de lado el carácter opresivo, agresor, genocida y en fin, la estrategia de culturización forzada de los pueblos originarios a manos de los conquistadores, a los que se les obligó a la esclavitud junto a los negros y se les convirtió al cristianismo bajo amenaza de muerte. No podemos olvidar que la conquista y la colonización, términos que incluso podrían ser más adecuados para referirse a esta etapa, no fueron la consecuencia de un encuentro pacífico entre pueblos, sino que se trató de uno de los más grandes atracos de la historia, peor aún que el Holocausto judío a manos de los criminales nazis, partiendo de que en el lapso de unos cuantos siglos fueron exterminados aproximadamente, unos 80 millones de indígenas u originarios.
El Proyecto de Ley 407 incurre en otro grave e inaceptable error histórico y terminológico cuando califica el periodo de unión de Panamá a Colombia como una elemental “etapa departamental”, con lo cual ello no solo se ve afectada la dignidad nacional de Panamá en nuestros días, sino que pasa por alto que el gesto unionista de Panamá, término más preciso, fue un paso político sumamente altruista, tomando en cuenta que tras nuestra declaración de Independencia de España del 28 de noviembre de 1821, nos adherimos voluntariamente y con gran emoción a la Gran Colombia, en función del ideario del Libertador Simón Bolívar, de su programa de gobierno y por su anhelo de unir a todos los pueblos de herencia indígena y española en un solo estado y convertirnos así en una gran nación y potencia de orden mundial.  Así mismo,  el mote de “departamental” a esta crucial etapa de nuestra historia patria que se extendió por 80 años, implica también desconocer por completo que por espacio de 30 años de esa unión, Panamá no fue un mero departamento de Colombia, sino un estado federal a propuesta de Don Justo Arosemena, maestro de las letras, defensor del ideario bolivariano de unidad continental y preclaro crítico del expansionismo imperialista norteamericano sobre el continente. Resulta más adecuado hablar de etapa unionista, para referirnos a nuestra integración a Colombia.
El Proyecto de Ley 407 carece de suficiente base de investigación científica y multidisciplinaria actualizada, cuando llama “etapa republicana” al poco más de siglo de vida que lleva Panamá como estado independiente. La historia constitucional de Panamá no empieza en 1903, como tampoco el sistema republicano en el que se inspiraban todos los textos legales de Colombia y Panamá. Para ser objetivos, el sistema republicano de gobierno se practicó verdaderamente en Panamá desde nuestra unión a la Gran Colombia y nuestra sujeción a sus leyes, cuando al independizarnos de España en 1821, rompimos con la tradición monárquica de reyes y virreyes de acuerdo a los principios de la Ilustración, la Revolución Francesa, Norteamericana, recogidos por Haití, primer estado independiente de América Latina. Sin importar que estuviésemos gobernados por líderes conservadores o liberales, o que fuésemos departamento o estado federal, tenemos que mientras fuimos parte de la Gran Colombia, Nueva Granada o Colombia, siempre dichos estados estuvieron organizadas bajo formas republicanas de gobierno basada en el principio de separación de los poderes en ejecutivo, judicial y legislativo, razón por la que debe denominarse como “etapa de vida política independiente”, a nuestro desarrollo como estado nacional a partir del 3 de noviembre de 1903.
Por lo antes expuesto, exigimos al Gobierno Nacional, a la Asamblea Nacional y a la Universidad de Panamá, en calidad de miembro de la comisión designada, la anulación del Proyecto de Ley 407, y que sea mantenida la materia de Historia de las Relaciones entre Panamá y Estados Unidos, tanto a nivel de la educación secundaria como universitaria, para la formación de las próximas generaciones de jóvenes, imbuidos de espíritu patriota, alejarlos de la desculturización, y convertirlos en seres educados en el orgullo nacionalista popular, para que comprendan del rol que ha jugado EEUU en los asuntos de nuestro país, y por contraparte, que conozcan de los esfuerzos heroicos de nuestro sufrido y digno pueblo por afirmar su identidad y defender su soberanía e independencia nacional contra el imperialismo y el neocolonialismo practicado por dicha potencia contra nuestra libertad, por 150 años.
Dado en el Campus Central, Ciudad Universitaria Octavio Méndez Pereira, Universidad de Panamá, Ciudad de Panamá, a los veinticinco días del mes de julio de dos mil doce.
ORGANIZACIONES:
Movimiento de la Juventud Popular Revolucionaria, MJP
Pensamiento y Acción Transformadora, PAT
Unidad Estudiantil Revolucionaria, UER

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.