El Gran Sol Rojo del Amanecer

sábado, 11 de abril de 2015

Venezuela: Visión del Partido Bandera Roja sobre la crisis interna y la situación internacional

Luminoso Futuro: Una martillante campaña de desinformación, cuyo tópico central es “quién se opone al gobierno bolivariano venezolano es un agente del imperialismo”, ha logrado tejer  toda una tupida telaraña alrededor del Partido Bandera Roja, tendente a aislarlo, cercarlo y aniquilarlo políticamente. Campaña que en el plano internacional ha tenido cierto éxito. Alrededor del PBR se ha creado, así, una negativa aureola  de ser “oportunista”, “aliado de la derecha recalcitrante y guarimbera”, “agente del imperialismo yanqui".  Propalando eso, han logrado despertar dudas, desconfianzas y animadversión en su confronto dentro del Movimiento Comunista Internacional (ml-PM) y revolucionario mundial. Contra el mismo se han lanzado, en santa unión de hecho, revisionistas, neorevisionistas, trotzkystas e, inclusive marxistas leninistas de la segunda etapa y marxistas-leninistas-maoístas. Se ha asumido una tal actitud, por lo general, ya por desconocimiento de la visión, línea estratégica y táctica y de su particular visión del frente unido contra el enemigo principal nacional concreto o ya porque de algún grado o medida se hace reconocimiento (aunque reticente) al carácter antiimperialista de la llamada “revolución bolivariana”. Nosotros acá, desde Luminoso Futuro, no compartimos unos tales criterios adversos al PBR. Nosotros, hasta ahora, no conocemos al PBR, su línea política hacia la toma del poder en Venezuela, tampoco hemos tenido relaciones políticas o ideológicas con el mismo. Nuestra actitud, de intentar superar nuestro desconocimiento y falta de experiencia en relación a dicho Partido, nace de la experiencia vivida por nuestro partido, el Partido Comunista (ML) de Panamá, en el transcurso de la veinteñal dictadura militar-fascista de los generales Torrijos-Paredes-Noriega la cual ha sabido cubrirse con la fraseología de “izquierda”, presentándose como “antiimperialista yanqui”, “nacionalista” y “revolucionaria” y casi-casi “socialista” también. Toda la izquierda burguesa le ha brindado reconocimiento y apoyo, en cambio a nosotros los comunistas (marxistas-leninistas) de Panamá, asimismo, nos han atacado como “desestabilizadores”,  “enemigos de la revolución octubrina” (así han denominado los militares golpistas a su cuartelazo del 11 de octubre de 1968) y de “puñado de agentes de la CIA”. Si la derecha te ataca, te pinta de negro y te acusa de antirrevolucionario es porque algo estás haciendo correctamente y de conformidad con los principios revolucionarios proletarios del Marxismo-Leninismo. Si al Partido Bandera Roja, de Venezuela, queréis condenarle que ello sea con conocimiento de causas y de una mejor comprensión de la realidad económico y política de dicho país.

No somos sus defensores, oficiales u oficiosos, ni ellos lo necesitan o que nos lo hayan pedido. Sólo queremos brindarles la oportunidad a nuestros lectores de conocer de primera mano quién es el Partido Bandera Roja, qué dice, qué quiere y el cómo se plantea alcanzarlo. Que el lector, el comunista auténtico, juzgue, absuelva o condene conscientemente).



Estados Unidos ha dado un paso que guarda una mayor significación que la asignada por algunos analistas y partidos políticos. Independientemente del provecho que le saca el chavismo, se trata de un asunto serio. A su vez, ciertamente su atención política es bastante compleja y controversial. Veamos.
El paso dado por el gobierno estadounidense se ajusta a los tiempos y se corresponde con asuntos cuyo desarrollo ha alcanzado tal escala que lo fuerzan a responder con el impulso propio de un imperialismo que ve perder espacios, áreas de influencia, fuentes de materias primas entre otros aspectos. En el mejor de los casos, se trata de espacios que se han convertido en áreas en disputa con otros imperialismos o bloques imperialistas. Sería tonto pensar que se trata de un desliz al estilo Bush o que es una decisión personal del Presidente que no se ajusta a los requerimientos de la política estadounidense ni de la venezolana. Aun cuando puede ubicarse en una perspectiva multipropósito, se trata de un asunto bien pensado y cuyo costo y eficacia política han sido calculados.
Es en esencia una respuesta a la tendencia a la nivelación operada desde el asiento nacional del imperialismo estadounidense que ve claramente pérdida la competencia frente a China en varios tópicos: manufacturero, financiero y de mercados y fuentes de materia prima, producto, a su vez, del desarrollo desigual de las potencias imperialistas. China –ese joven imperialismo, en el sentido leninista- desplaza a los avejentados imperialismo estadounidense, europeo y japonés en esos y otros aspectos, por lo que puja de manera firme hasta la eventualidad del encuentro militar, aunque hasta ahora de manera parcial, estimulando conflictos bélicos ente países sojuzgados contra otros, o armando al país que requiera de sus servicios, e incluso a grupos creados por ellos mismos. Esto lo hace uno u otro imperialismo.


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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.