El Gran Sol Rojo del Amanecer

lunes, 20 de septiembre de 2010

Que cien flores se abran y debatan cien escuelas de interpretación del marxismo

Que cien flores se abran y debatan cien escuelas de interpretación del marxismo

Con los cinco Maesrtros, venceremos
 
La misión fundamental de los comunistas (marxistas-leninistas) de Panamá es dar satisfacción a la necesidad de la clase obrera, de éste país, de un auténtico partido revolucionario que la dirija por el sendero de la revolución y construcción de una sociedad de nueva democracia popular, con liderazgo proletario, en perspectiva al socialismo. Misión sintetizada en Programa Fundamental de nuestro Partido. Único partido en Panamá que quiere y lucha por una revolución comunista, concretada a través de etapas ininterrumpidas, y que está comprometido en impulsarla con coherencia ideológica (poniendo el Marxismo-Leninismo, hoy Maoísmo, como mando y guía), firmeza política (especificada en Línea Estratégica y Táctica marxista-leninista) y clasista evaluación de la situación internacional, continental y nacional.
Aún cuando la importancia para nosotros de ésta tarea estratégica, siempre hemos remarcado la exigencia de unir a los destacamentos políticos de izquierda con la clase de vanguardia, sí como a esta última con los diversos destacamentos sociales populares camino a la forja de una gran coordinadora popular revolucionaria. Unir para trabajar en el acercamiento del gran objetivo histórico propuesto, la liquidación revolucionaria del actual sistema oligárquico de poder y del yugo neocolonial del imperialismo estadounidense sobre nuestra Patria.
La aspiración a la unidad, a la concertación de partidos, Organizaciones y corrientes político-ideológicas, es una marea creciente en el seno del pueblo trabajador. Empero, no se nos escapa que el camino está preñado de dificultades y factores entrabantes. Forma, carácter y nivel. Algunos avanzan la propuesta de la conformación de un Frente Unitario de Acción política; otros promueven la unidad alrededor y sobre la base de un Frente Político Electoral, y; aquellos la conformación de un Partido Único Electoral. Tales proyectos unitarios no pueden ser desechados porque sí, deben ser examinados, discutidos y contemplados en su factibilidad dentro de la realidad política nacional e internacional.
Nosotros comunistas (marxista-leninistas) de Panamá hacemos presentación de nuestra visión específica respecto a los niveles de unidad de acción política. En cuanto a factibilidad o no. Cuando comparamos los programas políticos o en su defecto la línea política de cada entidad orgánica, por ejemplo del Partido de los Trabajadores y Trabajadoras, del Partido Alternativa Popular, del Partido del Pueblo o ya la del Movimiento de Liberación Nacional 29 de noviembre connuestro programa Fundamental, salta a los ojos inmediatamente que, en la actual situación política, no existen posiciones comunes que permitan una cooperación política global eficaz y fructífera.
Ello se hace patente, aun más, en cuanto a la participación e incidencia real en el proceso eleccionario del 2014, cuando cada formación política de izquierda participará, legal o extralegalmente, con su propia e independiente plataforma y línea electoral. En tales circunstancias, un frente político solo sería sobre la base de una plataforma reformista y legalista; en la cual nosotros, comunistas (ml), deberíamos renunciar a posiciones y principios esenciales de nuestro programa revolucionario. Como les resulta claro, si hiciésemos eso entonces nos deslizaríamos al pantano de la confusión política y a la liquidación de nuestro proyecto histórico.
De ahí, el examen serio y a la luz de los principios del Marxismo-Leninismo-Maoísmo de los programas y de la actividad de tales partidos de izquierda llegamos a la conclusión: No hay base actualmente para un Frente Único Político, ni electoral.
No obstante, esa nuestra conclusión, este nuestro Programa Fundamental llega a tiempo. En los momentos que un gran desorden se extiende sobre el planeta. Desorden generado por la afirmación del imperialismo y el capitalismo en los países exsocialistas, por la traición del revisionismo moderno, el fracaso de la izquierda pro-socialimperialista, la desorganización del movimiento obrero y la bancarrota del antiguo movimiento de liberación nacional; por los inicios de la IV fase de la Crisis general del sistema capitalista mundial y por el aperturamiento de una nueva “guerra de treinta años” iniciada por el nuevo Hitler George W. Bush, y; en la cual debemos enfrentar y derrotar la reaccionaria ofensiva general y concéntrica del gran capital burocrático-comprador y del imperialismo contra la clase obrera panameña y sus organizaciones de lucha, impulsada hoy con un régimen ferozmente anti-izquierda, anti-comunista, anti-nacional y anti-popular como lo es este del neoDuce Ricardo Martinelli, auténtico Estado Mayor neofascista de la guerra social contrarrevolucionaria preventiva..
Para nosotros resulta vital contribuir a la construcción de una política obrera independiente. Para impedir la prolongación del economicismo, el espontéanismo, el legalismo, el pacifismo, el espíritu de colaboración y pacto social en el movimiento obrero; despertar en las masas obreras conciencia revolucionaria de poder y darles una estrategia de poder revolucionario.
Juzgamos, en consecuencia, las fuerzas políticas de la izquierda proletaria deben asumir, para cumplir rol prestante en esta V fase de relanzamiento de la revolución mundial, una clara visión y línea marxista-leninista-pensamiento Mao Tse-tung. Es necesario que los militantes anti-terratenientes, antiimperialistas y anti-capitalistas sepan tomar una posición ante tal Orientación General.
Dentro de tal perspectiva queremos cumplir un papel unificador, empezando por deslindarnos. ¿Seguimos la senda trazada por Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao y vencemos o nos empantanamos en el papel de ala izquierda de la burguesía reformista? Queremos que cada uno, cada Partido u Organización, concreciones orgánicas de una diversidad de escuelas de interpretación del marxismo, fundamento común que nos liga objetivamente en la praxis revolucionaria, se comprometa en un constructivo debate sobre las cuestiones esenciales de la lucha de clases y de la revolución en Panamá y el mundo.
Queremos romper con el espíritu de secta, del encerrarse en pequeñas capillas y en el autoenvanecimiento por logros sin clara perspectiva de salida política, sin generar conciencia de clase comunista, aunque se deban al heroísmo, sacrificio y buenas intenciones de toda la membrecía.
Para el logro de eso se exige, como norma de comportamiento unitario, aquí en Panamá, el respeto mutuo y la coexistencia en lucha no antagonista interpartidarista.
Se exige, además, la férrea y permanente defensa de la línea proletaria revolucionaria y el rechazo claro del modo de pensar y de la línea burguesa.
Asimismo, se exige el permanente estimulo al debate franco y positivo entre los partidos marxistas, marxistas leninistas y marxista-leninista-maoísta.
De conformidad con todos esos postulados, para nosotros comunistas (marxista-leninistas) esto significa que a nivel de pensamiento-guía no puede haber unidad ideológica con el revisionismo moderno y el neorevisionismo. Aunque a nivel político reconozcamos y podamos coordinarnos con todas las fuerzas antiimperialistas y sinceramente antioligárquicas, obreras y campesinas en lucha contra el imperialismo yanqui, la gran burguesía y el latifundismo aún persistiendo tales diferencias ideológicas. Nos comprometemos, consecuentemente, a no poner cuestiones ideológicas de principios teóricos en primer plano en la lucha por la unidad en la diversidad.
Ello en aras de buscar la realización de acciones unitarias lo más amplia posible alrededor de puntos bien determinados y coincidentes. De estas acciones concertadas y la experiencia de lucha, así como los ajustes en los programas políticos podríamos entonces realizar un salto de calidad, a una entidad política mejor definible.
Consideramos que nuestro programa, con sus puntos positivos y sus limitaciones, es un instrumento necesario y básico para iniciar este debate, buscar caminos de unidad política y organizativa para con todos los que quieran y luchen por la libertad nacional, la libertad política y la libertad social. Por ello, resulta esencial comprender: todo aquel que encuentre un punto de coincidencia con nuestro programa de acción, aunque no comprenda por ahora la necesidad del socialismo, es de izquierda. Todo aquel que se oponga a nuestro programa en general esta a derecha, aunque no necesariamente le consideremos enemigo (los marxistas sólo reconocemos “enemigo de clase”).
Porque nuestro objetivo no es que se de un debate literario, sino el reencontrarnos en un programa político de la revolución social en Panamá. La búsqueda de la necesaria práctica común, generadora de una superior estructura organizativa, consecuentemente revolucionaria e intransigentemente clasista. Se trata de combatir el desborde del individualismo burgués en nuestras filas, en los partidos obreros y en el seno de las Organizaciones de masas. ¿No acaso no es evidente el enconchamiento de cada uno en su Organización política y en el seno de las organizaciones de masas, cuando no encerrarse en sí mismo? Que duda puede caber respecto a esta verdad revolucionaria, la libertad de crítica y el libre debate es el alma viva del marxismo.
No es hora, pues, de poner “pero”, ni de buscar “comas”. Urge encontrarnos sobre la base de la tarea urgente de la revolución popular: ¡Prepararla, ponerla en práctica y llevarla a vencer!
25 de abril de 2010


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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.