Tres personas murieron por disparos en unos enfrentamientos entre policías y manifestantes en el exterior de la oficina del primer ministro albanés, Sali Berisha, durante una protesta para demandar la dimisión del Gobierno por acusaciones de corrupción.
"Desafortunadamente, tres civiles han muerto", dijo a periodistas Alfred Gega, vicedirector del hospital militar de Tirana. Uno tenía una herida de bala en la cabeza, los otros fueron disparados desde cerca en el pecho.
Había grandes manchas de sangre en la calle donde se produjeron los disparos. Unos 33 manifestantes y 17 policías resultaron heridos. Un civil y un agente están en estado crítico, agregó Gega.
La policía respondió a los manifestantes con gases lacrimógenos, balas de goma, cañones de agua y granadas de aturdimiento. Había coches en llamas, algunos vehículos policiales.
El principal bulevar estaba lleno de manifestantes y algunos testigos dijeron que había unas 20.000 personas. Algunos gritaban "Victoria" y otros "Se ha marchado". La policía advertía a la multitud que no entrase en el edificio gubernamental pero unos pocos se aventuraron a su interior.
Tras unas tres horas de enfrentamientos, la policía antidisturbios y tomó el control del bulevar. La televisión en directo mostró a los agentes persiguiendo a los manifestantes que habían quedado rezagados y golpeándolos con porras.
Berisha, que tenía previsto visitar un pueblo en el norte de Albania el viernes por la tarde, no hizo comentarios de manera inmediata. Unas pocas horas después de los disturbios su personal dijo que estaba en su oficina y que hablaría con los periodistas posteriormente.
El Partido Socialista de Edi Rama ha pedido convocar nuevas elecciones al rechazar aceptar los resultados de los comicios parlamentarios de junio de 2009, que ganó el Partido Democrático de Berisha por un estrechísimo margen. Las conversaciones para solucionar el estancamiento han fracasado.
El aliado clave de Berisha, Ilir Meta, ex viceprimer ministro, dimitió la semana pasada acusado de corrupción por su predecesor Dritan Prifti, un ex integrante de su propio partido.
"Desafortunadamente, tres civiles han muerto", dijo a periodistas Alfred Gega, vicedirector del hospital militar de Tirana. Uno tenía una herida de bala en la cabeza, los otros fueron disparados desde cerca en el pecho.
Había grandes manchas de sangre en la calle donde se produjeron los disparos. Unos 33 manifestantes y 17 policías resultaron heridos. Un civil y un agente están en estado crítico, agregó Gega.
La policía respondió a los manifestantes con gases lacrimógenos, balas de goma, cañones de agua y granadas de aturdimiento. Había coches en llamas, algunos vehículos policiales.
El principal bulevar estaba lleno de manifestantes y algunos testigos dijeron que había unas 20.000 personas. Algunos gritaban "Victoria" y otros "Se ha marchado". La policía advertía a la multitud que no entrase en el edificio gubernamental pero unos pocos se aventuraron a su interior.
Tras unas tres horas de enfrentamientos, la policía antidisturbios y tomó el control del bulevar. La televisión en directo mostró a los agentes persiguiendo a los manifestantes que habían quedado rezagados y golpeándolos con porras.
Berisha, que tenía previsto visitar un pueblo en el norte de Albania el viernes por la tarde, no hizo comentarios de manera inmediata. Unas pocas horas después de los disturbios su personal dijo que estaba en su oficina y que hablaría con los periodistas posteriormente.
El Partido Socialista de Edi Rama ha pedido convocar nuevas elecciones al rechazar aceptar los resultados de los comicios parlamentarios de junio de 2009, que ganó el Partido Democrático de Berisha por un estrechísimo margen. Las conversaciones para solucionar el estancamiento han fracasado.
El aliado clave de Berisha, Ilir Meta, ex viceprimer ministro, dimitió la semana pasada acusado de corrupción por su predecesor Dritan Prifti, un ex integrante de su propio partido.
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