Por José Luís Forneo
(Nota de Luminoso Futuro: En un intento de arrancarle la iniciativa política a las masas populares egipcias y de entrabar la marcha de transformación de la rebelión en revolución democrática, popular, antiimperialista y antisionista, el titiritero le ha cortado los hilos a su monigote. Como justificativo para su acción, claramente circense e hipócrita, Obama recurre a calificarlo de “tirano”, “dictador” y otros adjetivos fuertes. Eso, pese a que por más de 30 años las sucesivas administraciones yanquis le han hecho pasar de “demócrata”, “aliado de Occidente” y de luchador “contra el extremismo y terrorismo árabe” y otras lindezas por el estilo. ¿Incongruencias de la política internacional imperial? Nada de eso. Mientras nos sirva y ayude a nuestros intereses geoestratégicos sin rechistar, le llenaremos de besos y abrazos y de, paso, le reforzaremos de dólares, pero; cuando, como cepillo usado, ya no sirva le tiramos al basurero del patio trasero (sin referencia alguna a Arabia Saudita). Es la vieja filosofía imperialista USA, tan aplicada en América Latina, “es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.
Se fue Mubarak, pero queda en su lugar Suleiman (¡Otro perro sarnoso de la misma camada de militares cipayos yanquis!). Por ende, la lucha del pueblo egipcio por la independencia nacional, la democracia popular y la libertad social no ha terminado, sino que realmente ha comenzado. ¡Que siga extendiéndose el incendio de la revolución mundial!).
Se fue el demócrata amigo de occidente. El pueblo egipcio ha echado al peon del imperialismo, Hosni Mubarak, que ha servido fielmente a los intereses de Estados Unidos, la Unión Europea e Israel en el estratégico país norteafricano.
Los medios de propaganda se empeñan en acusarle ahora, de repente, como si no existieran las hemerotecas, de "dictador", "mano de hierro", "el último faraón" y otra serie de adjetivos con los que intentan esconder la verdadera razón de la salida del pueblo árabe a la calle: su hartazgo de que sean otros los que les gobiernen a través de títeres "democráticos", y de que estos se enriquezcan con la connivencia de las potencias del "mundo libre" mientras sus multinacionales saquean el pais.
Mubarak "ha huido", es decir, hablando claro, ha sido destituido con la intención de poner a otro similar que siga haciendo lo mismo cuando los trabajadores egipcios se calmen. La cuestión es, ¿habrá llegado ya la hora de que los pueblos empiecen a dejar de tragarse los mismos cuentos de siempre?
El pueblo egipcio no solo se jugaba en esta lucha la salida de Mubarak, el dictador que hasta hace unos días fue demócrata para occidente, pues otros le sustituirán si al final el combate no continua hasta que la definición de los significantes la llenen solamente de significado los propios ciudadanos, y ningún títere les venda mas gato por liebre, democracia por dictadura, libertad por sumisión.
Publicado por Cuestionalotodo
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