Fukushima desastre nuclear ya los pocos días ya oficialmente clasificado como nivel 7, es decir, a un nivel equivalente al de Chernobyl en 1986.
Esta información se pasa prácticamente desapercibida en los medios de comunicación burgueses y por buenas razones, la burguesía ya no tiene mucho que decir, excepto un inquietante tono. El propósito de la maniobra es claramente para promover una forma de resignación. El desastre nuclear es prácticamente un comentario, es ahora un lugar común y aceptado como tal.
Este sentido de resignación orquestada no es insignificante, que demuestra que la burguesía tiene una visión limitada de la civilización decadente que representa. Y, en efecto, en la civilización de decadencia de la burguesía, no hay nada más que hacer sino resignarse al horror absoluto.
La burguesía trata de la catástrofe nuclear desde el principio con muchas "advertencias" porque su única posibilidad es seguir explotando el planeta.
En Contra-información, hacemos hincapié en el carácter general de la crisis capitalista. En este sentido, debemos entender que los resultados de la crisis es una completa decadencia de la burguesía sobre toda la línea, lo que lleva necesariamente la decadencia al crecimiento del fascismo.
La burguesía no tiene más los aspectos progresistas que tenía cuando era una clase revolucionaria, en el siglo XVIII. Hoy en día, el aspecto reaccionario supera con creces el punto de que la burguesía se ha enredado en un enfoque diametralmente opuesto a la ciencia. Lógicamente, la burguesía, entonces écosida descuida por completo la vida del planeta y declarado la guerra a la biosfera, como es el caso de la catástrofe de Fukushima.
En este contexto de legitimar la destrucción de la vida, Partido Comunista Marxista-Leninista-Maoísta (de Francia) afirma la necesidad de dar un salto cualitativo hacia otra civilización. Este es un tema urgente que se pone más y más como prueba en los próximos años porque, para la perpetuación de la vida, la Tierra necesita ser liberada.
Para ello, la información es un centro de contra-cultural en nuestro tiempo, que necesita de una alternativa colectiva orientada a la cultura de la biosfera y, dentro de ella, de la humanidad.
Como recordatorio, Contra-Información ha explicado por qué la energía nuclear fue un producto de la pseudo ciencia burguesa que conduce necesariamente a los desastres y allanado el camino para una civilización de Tipo II a través de la utilización prevista de la energía del sol.
Hoy en día, con el desastre nuclear de Fukushima, es innegable que la sobreproducción inherente al capitalismo amenaza la vida en la tierra y los océanos. Nuestro planeta necesita de la planificación económica, la necesidad de la revolución socialista, la Revolución Cultural!
Esta información se pasa prácticamente desapercibida en los medios de comunicación burgueses y por buenas razones, la burguesía ya no tiene mucho que decir, excepto un inquietante tono. El propósito de la maniobra es claramente para promover una forma de resignación. El desastre nuclear es prácticamente un comentario, es ahora un lugar común y aceptado como tal.
Este sentido de resignación orquestada no es insignificante, que demuestra que la burguesía tiene una visión limitada de la civilización decadente que representa. Y, en efecto, en la civilización de decadencia de la burguesía, no hay nada más que hacer sino resignarse al horror absoluto.
La burguesía trata de la catástrofe nuclear desde el principio con muchas "advertencias" porque su única posibilidad es seguir explotando el planeta.
En Contra-información, hacemos hincapié en el carácter general de la crisis capitalista. En este sentido, debemos entender que los resultados de la crisis es una completa decadencia de la burguesía sobre toda la línea, lo que lleva necesariamente la decadencia al crecimiento del fascismo.
La burguesía no tiene más los aspectos progresistas que tenía cuando era una clase revolucionaria, en el siglo XVIII. Hoy en día, el aspecto reaccionario supera con creces el punto de que la burguesía se ha enredado en un enfoque diametralmente opuesto a la ciencia. Lógicamente, la burguesía, entonces écosida descuida por completo la vida del planeta y declarado la guerra a la biosfera, como es el caso de la catástrofe de Fukushima.
En este contexto de legitimar la destrucción de la vida, Partido Comunista Marxista-Leninista-Maoísta (de Francia) afirma la necesidad de dar un salto cualitativo hacia otra civilización. Este es un tema urgente que se pone más y más como prueba en los próximos años porque, para la perpetuación de la vida, la Tierra necesita ser liberada.
Para ello, la información es un centro de contra-cultural en nuestro tiempo, que necesita de una alternativa colectiva orientada a la cultura de la biosfera y, dentro de ella, de la humanidad.
Como recordatorio, Contra-Información ha explicado por qué la energía nuclear fue un producto de la pseudo ciencia burguesa que conduce necesariamente a los desastres y allanado el camino para una civilización de Tipo II a través de la utilización prevista de la energía del sol.
Hoy en día, con el desastre nuclear de Fukushima, es innegable que la sobreproducción inherente al capitalismo amenaza la vida en la tierra y los océanos. Nuestro planeta necesita de la planificación económica, la necesidad de la revolución socialista, la Revolución Cultural!
Tomado de Contra-información
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