El Gran Sol Rojo del Amanecer

jueves, 25 de agosto de 2011

Los mercenarios libios no son "integristas".

Hace ya días que, leyendo páginas webs antiimperialistas, y en referencia a los tristes sucesos de Libia, me encuentro con que se utiliza el término "integrista" para referirse a los "rebeldes" libios financiados y organizados por la OTAN para derrocar a Gaddafi. No voy a poner links para demostrar lo que digo: cualquiera puede comprobarlo con un rápido vistazo en Google. Muchas de estas páginas webs y blogs son de personas a las que admiro y respeto, personas que son sinceros, concienciados e inteligentes comunistas y/o antiimperialistas. Sin embargo me temo que en esta ocasión han sido víctimas de la propaganda imperialista a la que, por otra parte, día tras día tratan de combatir desde sus páginas web.
Utilizar "integrista" para referirse a los mercenarios contratados por Francia y la OTAN es no solo un mero error terminológico, sino que es un error de consecuencias muy negativas.


¿Qué quiere decir integrismo?
El término
integrismo es un término teológico. Un integrista es el seguidor de una religión revelada que cree que los principios de esa religión deben permanecer inalterados en el tiempo, por más que cambie la sociedad. Es una corriente teológica que en principio carece de connotaciones politicas. Por tanto, llamarintegristas a los mercenarios libios sería como llamar presbiterianos a los marines que patrullan Faluya: es una generalización falsa y un adjetivo improcedente y tendencioso: ni los mercenarios son mercenarios por ser integristas ni los marines son marines por ser presbiterianos.

Integrismo no es lo mismo que fundamentalismo.
Como nota al margen, hay que aclarar además que, si lo que queremos es referirnos a una corriente que pretende que los principios religiosos sean los que se impongan en la sociedad, entonces debemos decirfundamentalismo. Un
integrista desea que su religión no cambie, un fundamentalista que la sociedad civil se rija por los principios de su religión. El fundamentalismo sí que tiene implicaciones políticas directas. Pero aun así hay que seguir diciendo que tampoco cabe denominar a los mercenarios libios como fundamentalistas. Puede que haya fundamentalistas entre esos traidores, pero también los habrá defendiendo a su país.

Marxismo-leninismo no es lo mismo que socialdemocracia.
¿Cómo es posible que en los últimos días se haya puesto de moda entre los que nos oponemos al genocidio libio llamar "integristas" (con evidente ánimo insultante) a los mercenarios a sueldo de la OTAN? Intentaremos analizarlo. Pero antes será bueno, puesto que la mayoría de los que leen este blog son comunistas, ponerse en el lugar del otro y comprender que las generalizaciones que tan mal vemos en los demás, las cometemos también nosotros. Del mismo modo que muchos musulmanes, sometidos a la manipulación mediática, no saben distinguir a un marxista-leninista de un socialdemócrata, entre los comunistas hay un gran desconocimiento, fomentado por esos mismos medios de propaganda, que les impide distinguir, por un lado, entre las distintas corrientes del Islam y, por otro, entre lo que es mera religión y lo que es política.. De esta confusión se han valido los imperialistas para enemistar y dividir a los que se oponen a sus designios.

Los rebeldes según Rebelión: de progres a integristas en seis meses.
Cuando en Febrero los medios de izquierdas nos informaban de las revueltas en Libia nos decían que los rebeldes eran algo así como intelectuales laicos izquierdistas. Todavía recuerdo cómo Santiago Alba Rico (Alma Allende) en
Rebelión.org llamó "revolución democrática, nacionalista y anticolonial", o como Ramonet tildó de "vendaval de libertad" en Le Monde Diplomatique a las operaciones de Francia y la OTAN para invadir Libia. Ninguno de ellos osaba llamar integristas a los supuestos rebeldes: es más, descartaban por completo que fuesen islamistas (así lo dice expresamente Alba Rico en el referido artículo).
Este disparate fue denunciado desde el primer momento por este blog, en el que se mostraron las conexiones evidentes entre al Qaeda y los rebeldes libios, entre otras cosas, porque eso venía ocurriendo ya
¡desde los 80! (sólo que nuestros prestigiosos polítologos y analistas internacionales no parecían haberse dado cuenta.) Digo esto para evitar que alguien que no conozca la trayectoria del blog me acuse de defender ahora a los islamistas solo porque soy musulmana, cuando lo cierto es que dije hace seis meses lo que algunos parecen descubrir ahora. Unas semanas antes del primer ataque de la OTAN, aquí quedó demostrado que las maniobras de desestabilización en Libia tenían su origen en el islamismo de laboratorio creado por la CIA bajo la marca al Qaeda.
Hoy, después de medio año, cuando ya a ningun antiimperialista mínimamente informado y con un mínimo de vergüenza se le ocurre llamar anticolonialistas al CNT libio, ni a ningún comunista llamarles "camaradas", nos encontramos con que en
Rebelión.org los mercenarios de la OTAN que antes eran ciudadanos progres se han convertido ahora en fanáticos integristas. Cuando eran buenos eran progres, cuando son malos son integristas. Lenguaje de PRISA.

Los mercenarios son mercenarios: una tautología que hay que recordar.
Pues bien, ni antes eran progres ni ahora son integristas. Los mercenarios que trabajan para la OTAN en Libia son, sencillamente, éso:
mercenarios. Trabajan para Francia y la OTAN, ésta les da un sueldo y da igual qué opinen del Islam o del mundo. ¿Que de entre ellos habrán sido reclutados unos cuantos cientos de ignorantes tras convencerles de que la lucha contra Gaddafi es una lucha por el Islam? Sin duda es posible: no en vano ése es -aparte de la soldada y el derecho a botín- uno de los banderines de enganche de al Qaeda. Pero de ahí a llamar "integristas" a los mercenarios libios va un largo trecho. Un largo trecho que la propaganda imperialista se complace en que recorramos sin ser conscientes de ello. Veamos por qué.


¿Qué hay detrás de esta confusión?
Cuando un compañero comunista dice, lleno de justificado odio, "los integristas provocan una masacre de civiles en Trípoli", en realidad está haciéndole un maravilloso servicio involuntario de propaganda a la OTAN. Porque ¿acaso no estamos todos de acuerdo en que son integristas también los que matan marines en Kabul o en Tikrit? Por tanto ¿que diremos sobre Iraq y Afganistán? Puesto que como comunistas odiamos a los marines y, como defensores de la soberanía de Gaddafi, odiamos a los integristas ¿nos convertiremos en unos perfectos ni-nis y diremos ni integristas ni marines en Irak y Afganistán? ¿O para defender a los integristas de Afganistán, nos veremos obligados a ser ni-nis en Libia?
Esta es la imposible disyuntiva en la que nos pone la propaganda imperialista. Pero la propaganda es fácil de desmontar: quienes se defienden de la brutal agresión imperialista en Afganistán y quienes se defienden de la misma brutal agresión en Libia son de los nuestros; los agresores son nuestros enemigos. Punto. Ponerles etiquetas falsas y que nada concreto nos dicen es una estratagema en la que no debemos caer.

Hemos probado que la etiqueta
"integrista" no solo es falsa aplicada a los mercenarios de la OTAN en Libia: es absurda, porque se refiere a una corriente teológica que nada tiene que ver ni con Gaddafi ni con sus enemigos. Cualquiera con un poco de cultura religiosa se da cuenta de la impostura. Es un burdo engaño, como lo son los montajes fotográficos de Al-Jazeera.
No caigamos en ellos, ayudémonos unos a otros a desmontarlos y denunciemos a los que los usan con mala intención.

Publicado por Dizdira Zalakain

Etiquetas: Opinión

1 comentarios:

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VILLAVERDE COMUNISTA dijo...

Hola, me gusta tu página, y la tengo colgada en redmarxista.blogspot.com.

Voy a discutirte el tema de integrista/fundamentalista en un sentido deportivo, por tanto, legal.

De entrada, creo que en español es más correcto hablar de integrista en vez de fundamentalista. Es una cosa que aprendí hace mucho tiempo, cuando se puso de moda en los medios de comunicación hablar de esta corriente religiosa del islam. En realidad, se utilizan ambos términos de forma indistinta.

Entiendo que es conveniente y necesario señalar el componente religioso sectario de los así llamados "rebeldes". Tienen un sector sectario, integrista o fundamentalista, me es igual el término, aunque reitero que creo que en español es más correcto hablar de integrista. Este sector proviene de Al-Qaeda (prácticantes del wahabismo, secta musulmana rigorista, que se podría asimilar al calvinismo cristiano, y que es promocionada por la monarquía saudita), pero también de los Hermanos Musulmanes (que no son wahabitas, sino sunitas, es decir, pertenecen a la corriente "mayoritaria" del Islam, y que tratan de suavizar sus posiciones políticas en público). Hay otro sector entre los "rebeldes", que no está ligado tanto por cuestiones religiosas y partidistas, como por cuestiones familiares o tribales.

A todos ellos se refiere el coronel Gadhafi (también es polémica la transcripción de su apellidos al español) como "ratas", pero también se les podría calificar de bandidos o terroristas. Lo de "rebeldes" es otra calificación genérica, yo también les llamo "sublevados".

También hay controversia en torno a llamar a esta guerra "civil" o no. Yo particularmente la he llamado así desde el principio, pero reconozco que es más cosas.

En fin, un conflicto muy complicado. Lo que pasa que la OTAN no entiende de estas sutilezas, y la burocracia de la ONU me temo que tampoco. (¡Atajo de vendidos, sátrapas, ladrones!).

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.