Esta lucha de los mapuches, una minoría nacional originaria oprimida por el Estado burgués en Chile, por la recuperación de sus tierras ancestrales, es varias veces centenaria. Primero hubieron de enfrentar a los ejércitos del Inca peruano, luego las hordas del conquistador castellano, sedientas de oro y sangre. Fue, esta última, una guerra arrebatamiento de sus tierras, de exterminio y esclavización. Vino la guerra de larga duración por la independencia, en la cual los mapuches derramaron su sangre generosamente por la fundación de la República chilena. Organizado el Estado, los criollos y descendientes de los europeos, monopolizadores del mismo, lo asentaron en la violencia, el racismo y una vez más en el despojo del suelo mapuche. Hoy, dicho reaccionario Estado de los supremacistas criollos chilenos sigue en sus treces, organiza con toda la brutalidad del caso, la continuada guerra nacional contra ellos. Desapropiación, legal o violenta, desalojos masivos, palizas y carcelazos están a la orden del día. La copa está rebosante y desbordante.
La violencia popular mapuche se desata espontáneamente. Un caso, entre muchos generalizados. En estos días, 7 de enero del corriente, se desarrollado un episodio de esta lucha por la defensa de los propios derechos nacionales y recuperación de la tierra mapuche. Como el terrateniente Juan Torres, exmiembro del fascista ejército pinochetista, se ha apropiado ilegalmente de tierras de los mapuches –en el sector de Pidima en la comuna de Ercilla- un equipo de encapuchados, presumiblemente mapuches, han tomado el fundo La Marina y han quemado además de la casa del terrateniente usurpador, dos galpones y una mediagua.
Esto, no sin antes señalarle a los cuidadores del fundo: “nuestro problema es con los ricos”, procediendo, a renglón seguido a ayudarles a sacar los muebles y enseres domésticos. Procediendo, seguidamente, a rociar con gasolina el edificio y darle fuego.
La contraofensiva represiva del reaccionario Estado no se hizo esperar. Se desató una serie de patrullajes y allanamientos de las moradas de los campesinos mapuches.
En el transcurso de estos patrullajes de las fuerzas policiales, como a la 1:34 del día siguiente, un grupo de personas ha realizado una emboscada contra los represores enfrentándolos con armas de fuego, producto de una recuperación previa hecha a un terrateniente en el mes de septiembre.
El enfrentamiento armado con los “defensores del orden burgués-terrateniente” ha durado bien 9 horas.
Los heroicos mapuches siguen brindándoles a las nacionalidades y naciones originarias oprimidas y explotadas de siempre de toda América ejemplos a no olvidar jamás; del como hacer para reconquistar los derechos nacionales conculcados y la libertad política de manos de los guardianes de los terratenientes, grandes burgueses e imperialistas.
Adaptado del Períodico El Pueblo
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