¡Al Combate por el Triunfo de la
Revolución
Proletaria Mundial!
Como cada año, este Primero de
Mayo los obreros de todos los países honran la memoria de los mártires de
Chicago, estrechan sus lazos de solidaridad, pasan revista a sus filas y
reafirman sus objetivos de abolir toda forma de explotación y de opresión sobre
la tierra. Un día donde el ejército proletario mundial, toma las calles al
frente de las masas populares, une sus voces en combate contra el imperialismo
y la reacción, y en apoyo a la lucha revolucionaria de sus hermanos de todos
los países y de los pueblos del mundo.
Y
no puede ser de otra forma, por cuanto la crisis capitalista mundial continúa
haciendo estragos por doquier, llevando los terribles sufrimientos del hambre y
la miseria a las masas trabajadoras, dejando su estela de muerte, de destrucción
de la naturaleza y arrasamiento de los pueblos, acrecentando el peligro de una
nueva guerra mundial para la cual se preparan los imperialistas, poniendo en evidencia
la decadencia de un sistema agonizante, violentamente opuesto al progreso de la
sociedad.
La pretensión de los
imperialistas y sus regímenes lacayos en los países oprimidos de salvarse de la
ruina y de su inevitable destrucción, intensifica la explotación y la opresión
sobre el proletariado y los pueblos, acrecienta la resistencia y la rebelión de
los desposeídos. Las contradicciones antagónicas entre explotados y
explotadores, entre oprimidos y opresores, exacerbadas al límite por la
voracidad de la minoría parasitaria que vive del trabajo ajeno, impulsan las
fuerzas de la sociedad, especialmente las del proletariado de todos los países,
a la revolución: poderosas manifestaciones y huelgas en las mismas entrañas de
los países imperialistas, innumerables levantamientos e incluso insurrecciones
populares contra las consecuencias de la crisis en los países oprimidos,
resistencia armada de los pueblos en Irak, Afganistán y Palestina agredidos por
el imperialismo y sus mercenarios… acontecimientos que son signos innegables de
la tormenta revolucionaria.
Sin embargo, no son
suficientes las luchas y rebeliones espontáneas de los trabajadores, no basta
tumbar tiranos o gobernantes, no basta mitigar los sufrimientos, no basta
frenar la agresión imperialista; hay que decidirse a cambiar radicalmente la
situación del mundo. Ello hace necesario transformar la lucha espontánea en
lucha consciente, pasar de la rebelión a la revolución, llevando la lucha hasta
el derrocamiento de todo el poder de los enemigos del pueblo, destruyendo con la Guerra Popular , con
la violencia revolucionaria de las masas, el viejo Estado reaccionario de los
explotadores, para instaurar sobre sus ruinas el nuevo Estado de los obreros y
los campesinos, la Dictadura
del Proletariado, hacia donde tienen la mira los pueblos de la India , Turquía, Perú y Filipinas, alzados en Guerras Populares dirigidas por los
comunistas, marxistas leninistas maoístas.
El proletariado, la
clase que no tiene nada que perder en la revolución más que sus cadenas y, por
consiguiente, la clase más revolucionaria de esta época, cobra cada día más
importancia en la lucha contra la explotación y la dominación imperialista. Y su
responsabilidad de dirigir la lucha revolucionaria de las masas populares se
encuentra respaldada en los esfuerzos de los marxistas leninistas maoístas que persisten
en construir su Partido político independiente en cada país, como parte de una
Internacional Comunista de nuevo tipo, instrumento imprescindible para el
triunfo de la
Revolución Proletaria Mundial, única salida a la catástrofe que
el imperialismo ha causado a toda la sociedad.
Pero en contra de tal propósito se levanta, no sólo la persecución y
el terrorismo estatal de los explotadores, sino además el oportunismo, la
ideología y la política burguesa en el propio seno del movimiento obrero, que
desvía al proletariado buscando perpetuar el capitalismo imperialista. Tal es
el papel de las corrientes trotskistas y hoxhistas, de algunas que se dicen
marxistas leninistas e incluso marxistas leninistas maoístas, cuyas teorías y
prácticas, como en el caso del Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta),
condujeron a la traición de la revolución, a la claudicación ante el
imperialismo y las clases dominantes lacayas, y al desarme de la Guerra Popular y el
Ejército Popular de Liberación del heroico pueblo de Nepal, cuya experiencia de
lucha será terreno abonado para el reencuentro con la línea correcta de un
nuevo Partido construido sobre la derrota total del viejo partido y su línea
revisionista. Un ataque secundado por el Partido Comunista Revolucionario,
Estados Unidos que, bajo el nombre de la “nueva síntesis de Avakian”, pretende
suplantar la teoría del socialismo científico, el Marxismo Leninismo Maoísmo,
por las teorías burguesas de las reformas sociales. El ataque de esos partidos
revisionistas, integrantes del Movimiento Revolucionario Internacionalista –MRI,
y el silencio cómplice de su Comité dirigente, ocasionaron la debacle de este
movimiento como centro embrionario del proletariado mundial.
Hoy, ante el irrefutable colapso del Movimiento Revolucionario
Internacionalista, la posición centrista que legitimó el silencio cómplice,
oculta el peligro principal que representa el revisionismo para la unidad del
Movimiento Comunista Internacional, minimiza su traición al proletariado
mundial y sus infamias contra el pueblo de Nepal, opaca la visión de los
comunistas e impide a los obreros comprender con claridad el papel del
revisionismo en las derrotas de su movimiento político, contribuyendo a
alejarlos de los problemas políticos de su revolución. Ahora, sobre esa base de
conciliación con los enemigos del proletariado, el centrismo propone revivir el
Movimiento Revolucionario Internacionalista en lo que llaman “Conferencia
Ampliada del MRI”, basada en desconocer su bancarrota y las causas
revisionistas de la misma, con lo cual se agravaría aún más la confusión,
dispersión e impotencia de los comunistas revolucionarios.
Pero contrariando el pesimismo y la desesperanza de los viejos y nuevos
revisionistas, así como el eclecticismo de los centristas conciliadores, las
contradicciones del imperialismo en su avanzado estado de agonía, desatan las
fuerzas mundiales del trabajo contra el parasitismo imperialista, reclamando
con urgencia la unidad internacional del proletariado. Unidad en la cual se
empeñan ahora los proletarios revolucionarios demoliendo las falsas teorías
revisionistas y las posiciones eclécticas del centrismo. Unidad que debe
concretarse en una propuesta de Línea General del Movimiento Comunista
Internacional, que trace un profundo deslinde entre el marxismo y el
oportunismo, y sea la firme base de unidad para forjar la nueva Internacional
que dirigirá las grandiosas batallas de la Revolución Proletaria
Mundial contra el imperialismo y todos sus lacayos.
Las poderosas fuerzas revolucionarias desatadas por
el imperialismo –capitalismo agonizante– exigen la dirección del proletariado y
los comunistas. Por ello este Primero de Mayo, los marxistas leninistas maoístas
llaman a los proletarios de todos los países al combate por el triunfo de la Revolución Proletaria
Mundial, a marchar bajo las banderas del internacionalismo proletario y a unirse
a sus gritos de batalla y lucha política por el Socialismo y el Comunismo.
¡Abajo la Explotación y la Dominación Imperialista !
¡Viva la Revolución Proletaria
Mundial!
¡Vivan las Guerras Populares
en la India ,
Perú, Turquía y Filipinas!
¡Contra
el Revisionismo y el Centrismo: Viva el Marxismo Leninismo Maoísmo!
¡Por
una Nueva Internacional Comunista Basada en el Marxismo Leninismo Maoísmo:
Adelante!
Primero de Mayo de 2012
Centre
Marxiste-Léniniste-Maoïste - Belgique
Parti Communiste Marxiste-Léniniste-Maoïste –
France
Grupo
Reconstrucción - PERUCRPM – Estado Español
Colectivo
Odio de Clase – Estado Español
Comunist
Party Marxist-Leninist-Maoíst (Bangladesh)
Partido
Comunista (Marxista-Leninista) - Panamá
Unión
Obrera Comunista (MLM) – Colombia
Marxistas-Leninistas-Maoístas
Árabes
Publicado por vientodeleste.webnode.es
Camaradas los Maoístas Árabes al final no firmaron.
ResponderEliminarSaludos rojos.