7-4-12
Como todos los años, en el mismo mes y en el mismo día la clase obrera mundial, este primero de mayo de 2012, se moviliza en conmemoración del 126º Aniversario de la Gesta de los Mártires de Chicago. Jornada Internacional de Lucha por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores, lo más importante para pasar revista de lo logrado y lo perdido y manifestar su disposición de avanzar indestructiblemente por la senda de su emancipación social, de persistir pugnando por un mundo mejor y más justo.
El socialismo es nuestro luminoso futuro. El mundo que queremos solo puede serlo el socialismo. Un mundo sin esclavitud asalariada, sin explotados ni explotadores, sin explotación del hombre por el hombre; sin hambre ni miseria. En que cada uno reciba, de esa inmensa riqueza acumulada fruto de nuestro trabajo y apropiada bellacamente por los capitalistas y terratenientes en la actual sociedad, equitativamente según su trabajo aportado al fondo común y según sus necesidades materiales y espirituales.
Para conquistar eso, para realizar eso, el mundo actual debe cambiar de base. No un simple cambio de fachada, de mentirijilla o repleto de frases ampulosas, para en los hechos “cambiar para que nada cambie”. No, así no hacemos ni queremos los proletarios revolucionarios: Nosotros, inspirados en el martirologio de los obreros de Chicago, principalmente su lección esencial de lucha brindada, subvertiremos las relaciones sociales capitalistas de producción, subvertiremos las relaciones de distribución de los bienes producidos, subvertiremos las viejas relaciones políticas y estatales establecidas por la dictadura del capital y posibilitaremos así todo sea organizado de una manera nueva, que los obreros tengan la sartén en sus manos y colectivicen la distribución de las riquezas.
Por un tal ideal y el atreverse intentar lograrlo, en su día, los gloriosos Mártires de Chicago dieron tan generosamente su sangre y su vida. Gracias a su sacrificio, ante el altar del Moloch capitalista, siempre sediento de plusvalía y sangre obrera, la jornada de ocho horas laborales, salarios más cónsonos y condiciones laborales más humanas fueron alcanzadas, pero, sobre todo, a su vez, el derecho a la lucha contra el odioso sistema de la esclavitud asalariada y la organización socialista del sistema económico y del sistema político fue implantado de hecho. A la manera revolucionaria, a la manera plebeya.
Desde ese día, pese a que intentaron sus voces libertarias, e intentan acallar su mensaje legado a las futuras generaciones proletarias, sepultar bajo una montaña de calumnias y mentiras sus ideales de un mundo mejor, ellos, los Mártires de Chicago, han devenido bandera roja de la lucha por el socialismo y el comunismo.
Camaradas Augusto Spies, Michael Schwab, George Engel, Adolf Fisher, Louis Ling, Oscar Neebe, Albert Parsons, Samuel Fielden… ¡Presentes y Combatientes! Sus nombres están escritos en letras de oro en un capítulo especial en el gran Libro de la Historia de la clase obrera internacional. Vuestras luchas y martirologio siempre tendrán una vela encendida en el corazón y la mente de los proletarios, explotados y oprimidos del mundo.
Junto, íntimamente entrelazados, a los Mártires obreros europeos de 1848, de la Comuna de París de 1871, de la revolución rusa de 1905 y de tantos otros intentos fallidos de asalto del cielo. Vuestra sangre derramada, por la burguesía capitalista y todos los reaccionarios por detener el reloj de la historia, fue abono y fermento de la Gran Revolución Proletaria Socialista de Octubre en el otrora imperio zarista, aquella de Lenin, Stalin y los bolcheviques rusos que ha generado una nueva y grandiosa época histórica; así como parte es de la Revolución del Octubre China y de la Primera Gran Revolución Cultural Socialista Proletaria en el mundo.
El mundo viejo, el mundo de la dictadura sangrienta del capital, ya hoy agotado históricamente políticamente agoniza. Carcomido por permanentes crisis económicas, cada vez más profundas y prolongadas, y el agudizamiento de sus contradicciones internas a niveles insalvables, amen de traer aparejada la destrucción inhumana de las riquezas producidas y despilfarro de lo que debió ser su bien más preciado, la fuerza productiva viva, los trabajadores de todo el mundo, irremediablemente y mortalmente se bambolea. A los ojos de todos está la única verdad, la historia ha condenado ya al capitalismo.
Ya no tiene nada que ofrecer a las masas desheredadas del planeta, sino explotación acrecentada, opresión salvaje y descontrolada, violencia reaccionaria, guerras de conquistas, aplastamiento de las libertades y soberanía de las naciones, terrorismo institucionalizado, aplastamiento de las libertades de la gente por doquier y entronizamiento de salvajes dictaduras fascistas coloniales. En respuesta de esta dramática situación de caos generalizado, de todos contra todos, reinante en el sistema capitalista en su estadio agonizante, millones de trabajadores de todo el planeta se han puesto de pie.
Millones de trabajadores y esclavos del capital, tremolantes sus banderas rojas, se levantan al grito de ¡No más capitalismo! ¡Cese de una vez la explotación!
¡El socialismo es lo que queremos!
“Es justo rebelarse contra los reaccionarios”, es la síntesis del ideal y mandato de los Mártires de Chicago del I de mayo de 1886. La mecha encendida de la bomba de Chicago está, hoy día, a un minuto de explosionar.
El ejército de los proletarios está en pie y en lucha. En combate de vida o muerte, encuentra este Primero de mayo, a los obreros y campesinos del Perú, de Las Filipinas, India, Turquía, Nepal, Bhután, con sus Partidos Comunistas (maoístas) al frente y con sus fusiles ornado con rojos listones: “¡Fuera del poder todo es ilusión!”. “¡Con los fusiles conquistaremos la libertad y el socialismo!”, “¡Solo empeñándonos en guerra popular revolucionaria por todo el mundo alcanzaremos el comunismo!”.
El ejército de los proletarios de la Europa y de los Estados Unidos de Norteamérica está de pie y en lucha. Huelgas generales desarrolladas en olas en Grecia, España, Portugal, Italia, combinadas con poderosas movilizaciones de masas de “indignados”, “ocupy’s” en otras muchas potencias imperialistas. Otrora fortalezas todopoderosas del capitalismo se estremecen y amenazan con dar en tierra definitivamente.
Abajo los tiburones de las finanzas, muera el imperialismo y no más capitalismo es lo que proclaman las masas trabajadoras con conciencia de clase comunista de todo el mundo en este Primero de Mayo.
Paz a los pobres, fuego a los palacios.
Que se levante el puño poderoso de los trabajadores y griten al unísono,
¡Muera el capitalismo! ¡Muera el fascismo! ¡Muera el imperialismo!
¡Viva el socialismo!
¡Por la independencia nacional y la nueva democracia popular hacia el socialismo y el comunismo!
Que este Primero de Mayo… sea un día de lucha contra el sistema oligárquico de poder y contra el sistema económico del capitalismo burocrático, y de preparación de las masas trabajadoras para la revolución.
Partido Comunista
(Marxista-Leninista) de
Panamá.
Publicado por vientodeleste.webnode.es
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