CUMBRE DEL GRUPO DE
SHANGHAI
China y Rusia
imperialistas quieren subentrar en Afganistán
Las dos superpotencias quieren
"fijar el orden político y económico global en una dirección más justa y racional”... sus intereses
imperialistas.
EE.UU. y la OTAN se preparan a
salir de escena aunque no completamente de Afganistán. China y Rusia imperialistas
ven una buena ocasión para tomar el relevo.
La prueba ha dado en la Cumbre grupo de
Shanghai (OCS) que se celebró en Beijing 6-8 de junio con la inserción en el
Orden del Día de la situación de Afganistán, discutida con la presencia del presidente Karzai, presente
como invitado.
El presidente chino, Hu Jintao, anunció
una ayuda "sincera y gratuita" al presidente Hamid Karzai de casi 20
millones de euros, destinados a la construcción de infraestructura y una beca de estudio para los jóvenes del país.
Como corolario de la ayuda
"gratuita", Pekín y Kabul firmaron un acuerdo estratégico para
aumentar las inversiones chinas en Afganistán.
Hu Jintao también ha reivindicado
para la OCS "un papel más amplio en la reconstrucción pacífica de
Afganistán ", acciones en el campo "de las Infraestructuras, de la energía
y del adiestramiento” que representan una pieza de la estrategia SCO aún más
comprometida "en el afrontar las principales problemáticas internacionales
y regionales. "
Sobre este punto un pleno acuerdo
ha sido alcanzado el 5 de junio en la Cumbre de dos entre Hu y el colega ruso Vladimir Putin, con
el cual ha firmado una serie de acuerdos
que estrechan aún más los ligámenes y los objetivos económicos y estratégicos comunes entre China y Rusia. Y
el presidente chino ha querido subrayar que es necesario "Fijar el orden
político y económico global en una
dirección más justa y racional”, obviamente respecto a sus intereses
imperialistas.
En cuanto a las intervenciones en
Afganistán China imperialista está ya a
un paso adelante. El símbolo de la intervención de Beijing puede ser representado
por el rascacielos gran altura construido hace ya algunos años entre el barrio
de Sharenaw y la antigua zona urbana de
Afghanan en Kabul, o la gran avenida construida en el norte del país, de Mazar hacia
el paso de Salang. Mejor aún lo será la ferrovía que la sociedad china MCC construida en la región de Kabul hacia
Pakistán y por último a los límites con Uzbekistán; 900 km de pista férrea, en un país donde trenes casi no existen, con
un costo de al menos 4 mil millones dólares a cargo de la sociedad china para transportar
hacia casa el mineral extraído de la mina de Aynak, como está previsto en el
contrato de explotación firmado en 2008.
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