IL BOlSCEVICO nº 29

Revelado el dossier del acuerdo secreto entre los imperialistas americanos y el Dalai Lama

 La CIA organizó y pago la rebelión armada para separar el Tíbet de la China de Mao

Fueron 85 mil tibetanos adiestrados en campos secretos de los agentes americanos 

 No es ciertamente una sorpresa la divulgación del material del acuerdo secreto entre los imperialistas americanos y el Dalai Lama gracias a la cual la CIA organizó y pagó la rebelión armada para separar el Tibet de la China de Mao. Entonces, en 1950, la mayoría de los habitantes del Tibet apoyaban el socialismo y la política de Mao de proceder a pequeños pasos en la transformación de la sociedad tibetana estancada aún en la edad feudal; un plan que podía parecer atrasado respecto a la construcción del socialismo que iniciaba en desarrollarse impetuosamente en el resto de China peo considerado necesario por Mao para no forzar de otro modo los tiempos y dar al pueblo tibetano todo el tiempo que le hubiera parecido requerido para convencerse de la superioridad del socialismo. El Dalai Lama y el puñado de reaccionarios tibetanos no tenía ningún instrumento para impedir el desarrollo de tal proyecto, ni para realizar un proyecto separatista apoyado por las masas; la posibilidad de intentarlo le viene ofrecida por el imperialismo americano empeñado en enfrentar a la China de Mao. Una situación bien diversa de aquella actual donde el imperialismo americano está empeñado en contener el desarrollo de la China capitalista e imperialista, su concurrente mundial principal.  El servicio del diario liberal alemán Sueddeustsche Zeitung ha evidenciado como los primeros contactos entre el Dalai Lama y los agentes americanos son desde 1951, un año después de la unión del Tíbet con China, y advienen a través de la embajada USA en Nueva Delhi y el consulado en Calcuta; contactos que en seguida devinieron directos después de la fuga del Dalai Lama. El Pentágono garantizó el abastecimiento de armas ligeras y ayudas financieras, se empeñó en adiestrar guerrillero tibetanos en la lucha armada contra el ejército chino, a armarlos y entregarles una suma equivalente a 180 mil dólares al año.

Un  proyecto que se desarrolló en los años sucesivos tanto que en 1956, la operación de la CIA en Tíbet tomó el nombre en código de “ST Circus”.

Sobre la base de papeles hasta entonces secretos y de testimonios de agentes pensionados de la CIA se confirma que el proyecto anticomunista tenía el objeto de “hacer lo posible para tener en vida el concepto de un Tíbet autónomo” de “desarrollar resistencias contra los éxitos de un Tíbet guiado por la China comunista”.

Los guerrilleros tibetanos fueron adiestrados en campos secretos en bases en la isla del mar del sur y en los USA, en Camp Hale en las montañas rocosas para simular condiciones climáticas similares a aquella tibetana.

Su número fue de 85 mil encuadrados en una organización que se llamaba “Chushi Gangdrug”.

Terminado el adiestramiento los guerrilleros eran lanzados en paracaídas en Tíbet con aviones que habían sido cancelados y contrasignados. Los guerrilleros atacaban en pequeños grupos y “asesinaban voluntarios cuantos más chinos posible”, ha testimoniado un veterano. Muchos de ellos se suicidaron, pocos huyeron al sur y entraron en los cuerpos especiales indios una vez abandonados por la CIA. El fin de la operación secreta organizada por el imperialismo americano fue decidido por la Casa Blanca, una vez registrado el fracaso de la tentativa de separar el Tíbet de la China de Mao y de la decisión de Nixon de abrir normales relaciones diplomáticas con Pekín, esperando en vano de encontrar en Pekín un aliado contra el enemigo principal, el socialimperialismo soviético.

http://www.pmli.it/ilbolscevicopdf/2012n292607.pdf