El Gran Sol Rojo del Amanecer

jueves, 2 de agosto de 2012

Sudafrica (ultima) por Khwezi Kadalie


Objetivos clave de la Carta de Libertad
Durante el Apartheid, el 87% de la tierra fue adjudicada a los blancos. Este sistemático y salvaje robo de tierras fue el sello del colonialismo y el Apartheid en Sudáfrica. Pero en lugar de llevar a cabo una reforma de tierras para dar tierras a las masas que carecían de ellas, como demanda la Carta de Libertad, el gobierno aprueba legislación para regular la relación entre los terratenientes blancos y las granjas comerciales y los trabajadores de las granjas.
Sudáfrica tiene un sistema educativo basado en la raza y en la clase: escuela pública para la clase trabajadora, escuelas de Modelo C para la clase media y escuelas privadas para la burguesía. En lugar de abandonar el sistema educativo basado en la raza y en la clase, que se desarrolló bajo el último presidente del Apartheid, De Klerk, el nuevo gobierno introduce una reforma educativa tras otra de cara a “mejorar” un sistema educativo de tres niveles y hacerlo más “eficiente”.
En la esfera económica e industrial, la Carta de Libertad expone que las minas y bancos deberían ser nacionalizados. Pero en lugar de ello, el gobierno ha aprobado legislación para aumentar la participación de los capitalistas negros dentro de la industria minera. Y en lugar de nacionalizar los bancos, el gobierno negocia con los capitalistas del monopolio para incrementar el crédito a la gente negra de clase media.
En otras palabras: el reformismo está a la orden del día. A pesar de toda la retórica revolucionaria, que en ocasiones se manifiesta en los discursos del domingo, el reformismo se ha convertido en una fuerza sustancial dentro de los círculos políticos y la alianza gobernante ANC-SACP.

Problemas para los reformistas
Sin embargo, el sistema burgués en Sudáfrica se enfrenta a un problema fundamental: no tiene el potencial financiero o económico, ni tampoco lo tendrá una política nacional coherente, para sobornar a partes importantes de la clase trabajadora negra hacia la colaboración.
Durante los años del Apartheid, la clase gobernante creó satisfactoriamente una mano de obra aristocrática formada por blancos, que ha sobrevivido hasta el día de hoy y que aún hoy es alimentada por el sistema. El sistema ha fracasado, sin embargo, y ciertamente nunca tuvo intención alguna de crear una mano de obra aristocrática formada por negros.
Es por ello que el reformismo es una fuerza sustancial dentro de las estructuras estatales; es la ideología de la clase media, incluyendo la emergente clase media negra.
Pero el reformismo ha fracasado en su intento de emplear a sus arribistas de la clase media negra para dominar los corazones y las mentes de la clase trabajadora militante en Sudáfrica, cuya conciencia está siendo establecida por las condiciones de pobreza existentes, la explotación y la alienación. En otras palabras: ¡el espíritu revolucionario de la clase trabajadora sudafricana no se ha roto!
¡Esta clase revolucionaria lucha diariamente contra la explotación capitalista; esta clase quiere la libertad de la esclavitud salarial; esta clase ve el socialismo como la plenitud de sus aspiraciones!
Con el paso de los años, se han introducido las denominadas políticas “neoliberales”, tales como la privatización de activos estatales a lo largo de todo nuestro país, adhiriéndose a las demandas del IMF[3]  y el Banco Mundial.
Como resultado, unas pocas personas se han hecho millonarias, y los beneficios de las corporaciones y de los monopolios capitalistas internacionales han aumentado significativamente. Paralelamente a estas ganancias para los explotadores vienen las habituales cargas sobre las clases trabajadoras: el desempleo se ha disparado y la pobreza y la desesperación entre los trabajadores urbanos y las masas rurales sin tierras han alcanzado niveles sin precedentes.
La situación social de la clase trabajadora y de las masas sin tierras se ha deteriorado hasta tal extremo que el gobierno se ha visto forzado a introducir ayudas sociales en un intento de calmar el hambre y la desesperación del pueblo. Doce millones de habitantes de Sudáfrica son receptores de estas ayudas, sin los cuales habría brotes de hambruna en Sudáfrica, aunque se trate de uno de los países más ricos del mundo. ¡Tales son las realidades de la denominada “economía de libre mercado”!
Los sudafricanos revolucionarios y los Marxistas Leninistas fundaron la Escuela de Trabajadores Marxistas de Sudáfrica a fin de educar a los trabajadores en la histórica responsabilidad de la clase trabajadora, como la clase más revolucionaria en nuestra  sociedad, para que se organice ella misma y asuma la lucha por un futuro socialista. Nos hemos dado cuenta de que la esclavitud salarial, la pobreza, el crimen, la ignorancia y el subdesarrollo sólo podrán ser superados cuando la clase trabajadora haya instaurado un sistema socialista bajo la dictadura del proletariado.
La lucha de clases desplegada por la clase trabajadora de Sudáfrica es una lucha contra la clase capitalista gobernante en Sudáfrica. Y es al mismo tiempo una parcela de la lucha internacional del proletariado, de la cual somos una parte.
Nuestra lucha es parte de la lucha de la clase trabajadora internacional y del pueblo oprimido contra la explotación capitalista y la dominación imperialista.
-          Es por esto que apoyamos la redistribución de tierras en Zimbawe y la lucha del pueblo de Zimbawe bajo el liderazgo del ZANU-PF en defensa de su soberanía nacional contra el imperialismo británico.
-          Es por esto que reclamamos la victoria de la lucha por la liberación nacional en Irak y Afganistán.
-          Es por esto que apoyamos la lucha de liberación nacional antiimperialista de la Revolución Verde contra la cotrarrevolución interna y los salvajes bombardeos y la recolonización de Libia por parte de la OTAN.
-          Es por esto que apoyamos al partido antiimperialista sirio Baath y al gobierno de coalición sirio, que incluye al Partido Comunista Sirio, en su lucha contra la contrarrevolución interna, la desestabilización por parte de regímenes árabes reaccionarios y la agresión imperialista.
-          Es por esto que apoyamos la lucha por la liberación nacional de Palestina, por una Palestina democrática en la que musulmanes, judíos y cristianos puedan convivir en paz, libertad y libres de la ideología reaccionaria y racista del sionismo.
-          Es por esto que apoyamos a los países socialistas como la República Popular China, la República Popular Democrática de Korea, la República de Cuba y la República Socialista de Vietnam.
Cada uno de estos países socialistas se encuentra en una fase diferente de desarrollo, pero sin embargo sostienen el socialismo y desarrollan sus países bajo las condiciones de extrema dificultad de un mundo de dominación imperialista. Cada uno de estos países es la prueba viviente que la clase trabajadora puede ser dueña de su propio destino.
Apoyamos completamente a los países socialistas en la defensa de sus victorias trabajosamente labradas y en la defensa de su soberanía nacional e integridad territorial.
-          Es por esto que construimos relaciones internacionales con organizaciones y partidos de clase trabajadora revolucionaria: partidos que están basados en el Marxismo Leninismo; partidos que comprenden que sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario; partidos que han roto de manera consciente todas sus ataduras con el oportunismo, el revisionismo la socialdemocracia y el trotskismo.
El Partido Comunista de Gran Bretaña (Marxista-Leninista) es uno de estos partidos que incansablemente pone al descubierto estas tendencias miniburguesas  dentro del liderazgo de la clase trabajadora; que apoya las luchas antiimperialistas del pueblo oprimido, y que lucha por el establecimiento de un partido proletario verdaderamente revolucionario en la clase trabajadora británica.
Quisiéramos agradecer una vez más el PCGB-ML por la invitación y la oportunidad de dirigir esta reunión.

¡Larga vida a la solidaridad entre las clases trabajadoras británica y sudafricana!
¡Larga vida el proletariado internacionalista!

¡Trabajadores y pueblos oprimidos del mundo uníos contra el imperialismo!


[1] “Gente de color”, “coloured people” en inglés, es un término empleado en Sudáfrica y otros países africanos, para referirse a la gente que presenta una mezcla étnica, gente por cuyas venas corre sangre de tribus africanas y sangre europea. N. del T.
[2] ANC, “African Nacional Congres”, “Congreso Nacional Africano” en sus siglas en inglés. N. del T.
[3] Fondo Monetario Internacional por sus siglas en inglés. N. del T.

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.