(Nota de Luminoso Futuro: El fraternal Partido
Comunista Revolucionario de Argentina, en días pasados, ha conocido una escisión
en sus filas. Disgusta sobremanera, ciertamente, la fragmentación de una Organización
revolucionaria proletaria, marxista-leninista-maoísta. Pero, cuando se da,
producto de la incompatibilidad en la interpretación del programa y de la línea
política del propio partido una posición que hace imposible la convivencia en
un mismo y único partido resulta preferible la ruptura, voluntaria, a la contraproducente
lucha de fracciones. La lucha interna es positiva, ella da nueva fuerza al
partido y templa el espíritu y la conciencia comunista. La lucha interna, la
lucha de diversas interpretaciones del programa y de la línea política debe fortalecer
al Partido y no debilitarlo, menos romper la unidad interna tan necesaria para
el cumplimiento de las tareas políticas por las contradicciones sociales y la
lucha política de clases. Y lo que se ha dado en él es lucha interna y no lucha
de líneas (confrontación de visiones y programas entre fracciones, nacidas para
romper la unidad partidaria). Malignamente se refosilazaran alguno, nosotros en
cambio confiamos y esperamos el PCRA saque lecciones positivas de los ocurrido
en su seno, pueda tender puente de recuperación de los camaradas escindidos en
base a la propia Declaración de Principios, del Programa Político y de la Línea
Política en aplicación).
Ante las
calumnias sobre el PCR
por Rosa Nassif
Vocera del Comité Central del PCR
El grupo escindido del PCR esgrime como
argumento excluyente de su decisión de fracturar nuestro Partido la acusación
difamatoria de que ocultamos una alianza con el Grupo El Tejar y la Fundación
Alvarado. Esta actitud torna necesario hacer conocer, en consideración a
compañeros honestos que puedan ser confundidos por estas calumnias, la
Resolución tomada por el Comité Central del PCR el 8 de enero del 2012.
La
misma, de Circulación Interna, analizaba el error de haber concurrido a la cena
realizada el 1 de diciembre del 2011 en la Sociedad Rural organizada por la
Fundación Alvarado así como nuestra autocrítica frente a este hecho y la
caracterización de los organizadores de la cena. Decíamos hace ya más de un año
que: “… el grupo El Tejar es uno de los principales pooles de siembra,
principalmente sojero, con cientos de miles de hectáreas propias y arrendadas
en Argentina, Uruguay, Brasil, Bolivia y Paraguay. Fundado en 1987 por Oscar
Alvarado logró su expansión a partir del gobierno de Néstor Kirchner. Los principales
accionistas actuales de la compañía son, además de la familia Alvarado, Kasdorf
y otros grupos locales, fondos de inversiones ingleses (43%) y yanquis (15%)”.
“No
cabe duda de que se trata, como se dijo en el Comité Central, de uno de los
enemigos a golpear en la lucha por concretar nuestra propuesta programática de
un millón de chacras en el campo, en camino a una reforma agraria integral”.
“La
Fundación para la integración social Oscar Alvarado, fue creada en octubre del
2010, a la muerte de Oscar Alvarado, por su hermano Mariano Alvarado y Kasdorf
(actual gerente de Relaciones Sociales de El Tejar). Su objetivo es trabajar
con los movimientos sociales (principalmente cooperativas de trabajo y empresas
recuperadas), articulando ‘entre los distintos actores de negocios’ para operar
en los conflictos sociales con el objetivo de integrar y ‘construir confianza
entre los distintos actores de nuestra sociedad…’”, “… jerarquizan el objetivo
de: contribuir a superar el conflicto social a través de la integración y la
conciliación, derribando las barreras de los prejuicios y resentimiento. En
cursiva, del Folleto de la Fundación Alvarado distribuido en la cena del 1 de
diciembre en la Sociedad Rural.
Continúa
la Resolución del Comité Central afirmando que: “En este camino tratan,
obviamente, de influir y, si pueden, cooptar o subordinar a los movimientos
sociales con los que se relacionan. No se diferencian en esto de otros sectores
de las clases dominantes, ni de los que instrumenta el gobierno a través del
Estado”. A su vez la Resolución señala que: “El Comité Central abordó, aunque
con tardanza, la cuestión del tratamiento que debíamos tener con este grupo. El
Comité Central precisó que se trataba de una relación con sectores del enemigo,
que no debíamos de ninguna manera confundirla con una alianza política y mucho
menos con una relación entre amigos”.
Asimismo, en aquella oportunidad el Comité Central resolvió que haber asistido a ese evento “constituye un grave error político con implicancias ideológicas que afectan los principios y métodos de nuestro Partido.”
Asimismo, en aquella oportunidad el Comité Central resolvió que haber asistido a ese evento “constituye un grave error político con implicancias ideológicas que afectan los principios y métodos de nuestro Partido.”
Esta
Resolución que era interna pero no secreta, ya que establecía que: “como el
hecho fue público, ante cualquier requerimiento de afuera del partido
responderemos ateniéndonos estrictamente a los términos de esta resolución”,
fue aprobada hace más de un año por la totalidad del Comité Central y puesta en
conocimiento del conjunto del Partido y de la JCR, para iniciar un proceso de
discusión crítica y autocrítica que nos permitiera ahondar en las causas de
estos errores y corregirlos.
Por
todo lo dicho, no se puede confundir, como lo hace el grupo escindido, una
decisión de carácter táctico vinculada a la evaluación de los tiempos que
considera necesarios una organización para discutir internamente errores
graves, con el hecho calumnioso de pretender atribuirnos connivencia con
sectores que, como señalamos anteriormente, caracterizamos de enemigos del
pueblo. Esto último hace a los principios de una organización revolucionaria.
Al
mismo tiempo, nos preguntamos cuáles son las razones que llevaron a este grupo
a ocultar que la Corriente Clasista y Combativa resolvió no solo no asistir a
la 3º cena organizada por la Fundación Alvarado en noviembre del 2012, sino
expulsar de la CCC en la primera reunión de la Mesa Federal a quien concurriera
a la misma. Igual mala fe exhiben al escamotear que fue Juan Carlos Alderete en
persona a discutir en varias asambleas del Barrio René Salamanca que no se
debía aceptar el dinero que se recaudaría en dicha cena y que se ofrecía para
la Salita del Barrio, planteando en el debate la importancia de afirmar un
camino de lucha como el que había permitido concretar la Sala del Barrio María
Elena. Debate que sigue abierto como se expuso en el artículo del hoy Nº 1448
del 5/12/2012. Es decir que hicimos no solo una autocrítica del error sino que
estamos realizando una práctica a nivel de masas que avala la lucha por
corregirlo.
Instamos
nuevamente a los integrantes del grupo que se escindió de nuestro Partido a
recapacitar sobre las consecuencias políticas de su conducta, concentrada hasta
ahora en difamar al PCR del cual fueron parte hasta hace una semana, en lugar
de buscar los caminos que permitan confluir en la lucha contra los enemigos del
pueblo.
Publicado
en el semanario Hoy
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