El Gran Sol Rojo del Amanecer

sábado, 16 de febrero de 2013

UN TROZO DEL ARTÍCULO DE STALIN: BREVEMENTE SOBRE NUESTRAS DISCREPANCIAS



(Nota de LUMINOSO FUTURO: Con motivo del 60º aniversario de la desaparición física de nuestro querido camarada José Stalin, este 5 de marzo de 2013, reproducimos un trozo de este importante artículo. Es de plena actualidad. Pareciese por el tema desarrollado, cuando desde hace algunos años espontáneamente y al calor del recrudecimiento de la reaccionaria concéntrica ofensiva general del capitalismo monopolista de Estado contra el Movimiento obrero y el Movimiento comunista y del desborde de un internacional movimiento social, del cual deberán ser excluidos los comunistas (marxistas-leninistas-maoístas), escrito hoy.  Se privilegia el movimiento social espontáneo y se rebaja la necesidad de la conciencia comunista de clase. La historia social, esto es la historia del movimiento obrero, parece repetirse. Se privilegia la espontaneidad y se rebaja el papel de la conciencia comunista de clase, se rompe la unidad necesaria entre la teoría marxista-leninista-maoísta y la práctica cotidiana del movimiento obrero; se niega la inevitabilidad de la unión del movimiento obrero y popular y el Partido Comunista de Nuevo Tipo basado en el Marxismo-Leninismo-Maoísmo; en fin, se niega el papel dirigente del partido de los proletarios comunistas. Papel de punta en esta ofensiva anticomunista y en el aseguramiento antirrevolucionario de la división de las filas obreras lo desempeñan los residuos en vía de reciclamiento del revisionismo modernos, el viejo trotskismo reciclado y las cohortes del neorevisionismo, todo apandillados y empecinados el negar el papel hegemónico de la clase proletaria en beneficio de la intelectualidad pequeñoburguesa, esto es de la burguesía burocrática de los diversos países. Los que con su overoles de falsos obreros y sus zapatos de latón atronan las calles de Panamá y de todas las ciudades del mundo capitalista. “¡Abajo la teoría!”, “desideologizar al movimiento obrero y al movimiento de liberación nacional” y asignarle a la clase obrera el novísimo papel “fuerza de apoyo estratégico de la revolución”; hasta llegar al corolario  “hay que hacer la revolución”, es “el momento de las masas”,  “fuera el centralismo burocrático”. Infamando los mas caras verdades universales y los principios revolucionarios del Marxismo-Leninismo. ¡Y eso es! Un levantamiento antirrevolución ideológica contra la visión y línea leninista-stalinista de la fusión de todo movimiento espontáneo de las clases trabajadoras y populares con el movimiento comunista, su fuerza política  dirigente!).

UN TROZO DEL ARTÍCULO DE STALIN: BREVEMENTE SOBRE NUESTRAS DISCREPANCIAS

¿Qué camino seguía “Iskra”, qué defendía?

 Para comprenderlo, es necesario conocer las condiciones en que “Iskra” entró en la palestra de la historia.

 “Iskra” comenzó a salir en diciembre de 1900.

Era la época en que se iniciaba la crisis de la industria rusa. El florecimiento industrial, acompañado de diversas huelgas económicas 1896-1898), se vió sustituido paulatinamente por la crisis. La crisis se fue agravando de día en día y vino a obstaculizar las huelgas económicas. A pesar de ello, el movimiento obrero se abría paso y avanzaba: los diferentes arroyuelos fundíanse en un torrente, el movimiento adquiría un matiz de clase y poco a poco emprendía el camino de la lucha política. El movimiento obrero crecía con sorprendente rapidez… Lo único que no se veía era el destacamento de vanguardia, la socialdemocracia (*), que introdujera en este movimiento la conciencia socialista, lo uniese con el socialismo y, de tal modo, imprimiera a la lucha del proletariado un carácter socialdemócrata.

¿Qué hacían, pues, los “socialdemócratas” de entonces (se les llamaba “economistas”)? Incensaban el movimiento espontáneo y repetían con toda despreocupación: la conciencia socialista no es tan necesaria para el
movimiento obrero, también sin ella éste alcanzará felizmente su meta, lo esencial es el propio movimiento. El movimiento lo es todo, y la conciencia, una nimiedad. Un movimiento sin socialismo: a eso tendían.

 ¿En qué consiste, pues, en tal caso la misión de la socialdemocracia de Rusia? Debe ser un instrumento dócil del movimiento espontáneo -afirmaban-. No es asunto nuestro introducir la conciencia socialista en el movimiento obrero, no es asunto nuestro ponernos al frente de este movimiento: sería ejercer una violencia infructuosa; nuestro deber consiste tan sólo en seguir con atención el movimiento y señalar exactamente lo que ocurre en la vida social: nosotros debemos ir a la zaga del movimiento espontáneo (**). En una palabra, la socialdemocracia era presentada como un lastre superfluo en el movimiento.

Quien no admite la socialdemocracia, no debe admitir tampoco el Partido Socialdemócrata. Precisamente por eso los “economistas” afirmaban con tanta obstinación que la existencia de un partido político del proletariado en Rusia es imposible. Que se ocupen de la lucha política los liberales -decían-, esto es más propio de ellos. ¿Y qué haremos nosotros, los socialdemócratas? Nosotros debemos seguir existiendo como hasta ahora, en forma de círculos dispersos y actuar aisladamente, cada uno en su rincón.

¡No el Partido, sino el círculo!, decían ellos.

 Así, pues, de un lado, el movimiento obrero crecía y necesitaba un destacamento dirigente de vanguardia, y del otro lado, la “socialdemocracia”, representada por los “economistas”, en lugar de encabezar el movimiento, se negaba a sí misma e iba a la zaga del movimiento.

Había que exponer públicamente la idea de que el movimiento obrero espontáneo sin socialismo equivale a un vagar en las tinieblas, que si conduce algún día al objetivo, nadie sabe cuándo será ni a costa de qué sufrimientos, y que, por consiguiente, la conciencia socialista tiene una importancia muy grande para el movimiento obrero.

Había que decir también que la portadora de esta conciencia, la socialdemocracia, está obligada a introducir la conciencia socialista en el movimiento obrero, a marchar siempre a la cabeza y no contemplar el movimiento obrero espontáneo al margen de él, no ir a la zaga.
Habría que expresar asimismo la idea deque la obligación directa de la socialdemocracia de Rusia es reunir los diferentes destacamentos avanzados del proletariado, agruparlos en un partido único y pone fin así de una vez para siempre a la dispersión del Partido.

Y fue “Iskra” la que emprendió precisamente el cumplimiento de estas tareas.


He aquí lo que dice en su artículo programático (v. “Iskra”, nº 1): “La socialdemocracia es la fusión del movimiento obrero con el socialismo”, es decir, el movimiento sin socialismo o el socialismo al margen del movimiento es un fenómeno indeseable contra el que debe lucha la socialdemocracia. Y como los “economistas” y los partidarios de “Rabócheie Dielo” se prosternaban ante el movimiento espontáneo, como rebajaban la importancia del socialismo, “Iskra” señalaba: “Separado de la socialdemocracia, el movimiento obrero se empequeñece y necesariamente se aburguesa”. De acuerdo con ello, es obligación de la socialdemocracia “señalar a este movimiento su objetivo final, sus tareas políticas, salvaguardar su independencia política e ideológica”.

 ¿Qué obligaciones recaen sobre la socialdemocracia de Rusia? “De aquí se desprende por sí misma -continúa “Iskra”- la tarea que está llamada a realizar la socialdemocracia rusa: introducir en la masa del proletariado las ideas socialistas y la conciencia política de sí mismo y organizar un partido revolucionario, indisolublemente ligado al movimiento obrero espontáneo”; es decir, debe estar siempre a la cabeza del movimiento y su obligación primordial es fundir en un solo partido las fuerzas socialdemócratas del movimiento obrero.

Así fundamenta su programa la redacción de “Iskra” (*).

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.