El Gran Sol Rojo del Amanecer

martes, 13 de mayo de 2014

UOC MLM: Sobre la situación internacional


Las guerras de Rapiña imperialista son también
antesala de la Revolución Proletaria Mundial

La VIII Asamblea de la Unión Obrera Comunista (mlm) expresó que “La rivalidad entre los propios países imperialistas, y entre los propios monopolios, tampoco ha escapado a la turbulencia económica de la crisis; por el contrario, ésta le ha causado un inusitado impulso, pues al fin y al cabo, es uno de los caminos para sortearla: quemar fuerzas productivas – trabajo vivo y trabajo muerto– en una guerra mundial, que además da salida a la inversión de grandes capitales en la industria militar. Pero la guerra mundial no es de decisión voluntaria de los imperialistas sino de la correlación mundial entre las fuerzas de clase que representan a la reacción y a la revolución”

Esa crisis del capitalismo mundial que azota con fuerza a toda la burguesía, hace que se agudicen de forma exacerbada todas las contradicciones, no sólo entre explotados y explotadores, sino entre los propios reaccionarios, quienes desesperados por sobreaguar y salir fortalecidos, se comportan como buitres que luchan entre sí para quedar mejor posicionados.

La disputa de nuevos mercados, fuerza de trabajo, y control territorial los lleva a desencadenar conflictos regionales, varios de los cuales terminan en enfrentamientos militares, y algunos amenazan con tomar magnitudes desastrosas para toda la humanidad.

Según Latinpress, “en 2012 a nivel mundial se gastaron 1.756 mil millones de dólares, el 2,5% del producto interno bruto (PIB) mundial. Un drenaje que supera cualquier gasto desde la segunda guerra mundial hasta 2010.

En relación a los mayores proveedores de armas convencionales en el mundo, es público que EE.UU. Rusia, Alemania, Francia y China dominan el 75% del mercado. Pocos dudan que la paz del mundo depende de la concentración y venta de las armas nucleares y convencionales; Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte (en ese orden tienen en total: 417.270 ojivas nucleares).”

Uno de los puntos débiles en la cuerda, que puede desencadenar una guerra de grandes proporciones es Asia Oriental. Allí se encuentran dos países con una capacidad bélica inimaginable y con un apetito expansionista de gran magnitud. China y Japón son dos cabezas reaccionarias que han mantenido por décadas una disputa en todos los órdenes, y desde que China (país imperialista) dejó de estar dirigido por el proletariado, las posibilidades de una confrontación bélica reaccionaria aumentaron. A ellos, se suma igualmente la tensión que mantienen los gobiernos de las dos Coreas, que recientemente estuvieron ad portas de lanzar mutuamente ataques militares que habrían desencadenado la guerra. El botín principal en todos ellos son pedazos de tierra, sobre todo, islas que son exigidas como propias por cada uno de los dos países, y a los que se suma también otros con iguales intereses como Filipinas, Vietnam e Indonesia, además de la fuerte tensión en Taiwan que se mantiene “autónomo” bajo la égida del imperialismo EU pero que China exige como parte de su territorio.

Todo allí es un gran enjambre de contradicciones y de acciones militares que ponen en el filo de la navaja una guerra de grandes proporciones.

Hidrocarburos, recursos biológicos y posición estratégica es lo que hay tras la disputa entre China y Japón por un archipiélago deshabitado que hace unos pocos meses el gobierno japonés compró y nacionalizó en una clara provocación a los chinos.

De destacar, es la actuación de los Estados Unidos, quien ha expresado abiertamente su apoyo a Japón. En ese mismo episodio, entre noviembre y diciembre de 2013, China reaccionó con la creación de una“zona de identificación de defensa aérea sobre el mar”, que cobija a este archipiélago; de inmediato los imperialistas yanquis enviaron a la misma zona aviones de combate B-52, advirtiendo a China sobre su disposición inmediata a actuar en defensa de los japoneses si así se ven obligados. En igual circunstancia está la disputa entre dos fuertes aliados de los yanquis en la región, Japón y Corea del Sur, quienes se pelean un archipiélago que actualmente controla Seúl, pero que tiene prendidas las alarmas por la exigencia de los japoneses de ser sus dueños.

La tensión se extiende por los lados de China. Una de las aristas es la confrontación con India, países que mantienen amenazas mutuas por la disputa de la región de Cachemira y el Tibet, que están controlados por el gobierno chino y donde la India apoya en toda la línea a los grupos separatistas.

India es un país igualmente aliado de los yanquis y su crecimiento en arsenal militar y armas nucleares se ha intensificado fuertemente en los últimos años.

La zona de Asia pacífica, no es la única convulsionada por los enfrentamientos que se vuelven amenaza de guerra de rapiña imperialista, de hecho, en todas las confrontaciones regionales, tienen sus garras clavadas y ello lo hace una amenaza inmediata; un botón de muestra es lo sucedido en Siria, donde en el fondo de esa “lucha interna” estaban los rusos y los gringos mostrándose las garras; o la compra de armamento de Venezuela a los rusos o los recientes negocios de Nicaragua con los chinos en material militar y de inversión. En todos los continentes, los imperialistas, asiáticos, americanos o europeos tienen sus garras, y para ellos el mundo es un campo de batalla que están dispuestos a disputarse hasta la muerte.

Pero, por trágico y despiadado que esté el panorama no quiere decir que no sea alentador para las masas. De hecho, una de las alternativas que cobra fuerza en medio de la crisis económica del capitalismo y en medio de las guerras reaccionarias es precisamente el camino de la revolución.

La misma VIII Asamblea de la UOC (mlm) fue contundente al expresar que: “la línea internacional comunista es oponerse, denunciar y evitar la guerra mundial, y de no lograrlo, aprovechar ese enfrentamiento armado entre los enemigos, para transformarla en guerra civil, cambiando la dirección de los fusiles en manos de los soldados obreros y campesinos, extendiendo la guerra popular y la insurrección revolucionaria hasta conquistar el triunfo de la Dictadura del Proletariado, como ya fue demostrado en las dos guerras mundiales del siglo XX.”.


De ahí, que sea muy importante avanzar con firmeza en la superación de la crisis del Movimiento Comunista Internacional, derrotar el oportunismo, tanto el viejo como el “nuevo”, llámese Prachandismo o Avakianismo, trabajando por dotar al proletariado consciente de una Linea General que permita dar pasos decisivos en el camino hacia una Nueva Internacional Comunista que sea el puntillazo a la crisis del Movimiento Comunista Internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.