El Gran Sol Rojo del Amanecer

lunes, 16 de marzo de 2015

Venezuela: LA POSICIÓN DEL PARTIDO BANDERA ROJA ANTE LA CRISIS POLÍTICA NACIONAL E INTERNACIONAL DEL PAÍS

Nota de luminoso futuro: Venezuela es hoy la pila de agua bendita de una cierta izquierda –no sólo de la izquierda burguesa latinoamericana y de otros Continentes -ya desenmascarada y enflaquecida por la crítica maoísta-, latinoamericana, de la reclamada “izquierda revolucionaria”, nada marxista-leninista por cierto, e inclusive de marxista-leninista maoísta, con la cual pretende lavarse la suciedad acumulada por la larga política de convivencia recicladora con esos otros imperialismos  –participe consciente o inconscientemente-, también en avance por áreas estratégicas y por fueros en el nuevo reparto del mundo. Submarinos ya de tal o cual bloque político y
militar, en la que nuestras soberanías territorial y estatal resultan las víctimas. “¡Abajo el imperialismo yanqui!”, “Putin carga la paz mundial y la reconstitución de la Unión Soviética!”.  Mitificación y mistificación. Embrollo interesado de embaucadores políticos. Y quién se aparte de esa pseudoverdad calificable es de “agente del imperialismo yanqui”, “aliado de la derecha fascista” y de ahí merecedor del ostracismo político e ideológico. Y eso, precisamente, es lo que ha ocurrido. El partido de izquierda venezolano, Bandera Roja, una organización reclamada marxista-leninista, debe ser condenado y radiado del movimiento revolucionario venezolano y latinoamericano. Aislado del resto del Movimiento obrero y comunista internacional. No hay apelación, condenado es. Acá, en Luminoso Futuro, órgano que es de propaganda internacional del Partido Comunista (Marxista-Leninista) de Panamá no estamos de acuerdo con una tal actitud, mucho menos sin dar oportunidad de que se conozca dentro del Movimiento comunista internacional su real posición política e ideológica, el por qué tal posición e ideológicamente darle la oportunidad de que se haga oír su voz. Para nosotros eso no es marxista, mucho menos marxista-leninista-maoísta. Abrase, lo más correcto es, un debate amplio y profundo con el Partido Bandera Roja venezolano. Si hacéis propaganda al chavismo militante y toda la izquierda burguesa ¿Qué impide hacerlo con una entidad reclamada marxista-leninista, aunque no haya claridad respecto a su escuela de interpretación y aplicación del Marxismo-Leninismo? Por esto sabemos contra nosotros, los comunistas (marxistas-leninistas de Panamá, ya estamos acostumbrados a eso, se levantarán escudos y espadas “eclecticismo”, “conciliacionismo” y de “abanicar al fascismo venezolano”. De nosotros no tendrán respuestas directas, ya en Panamá hemos tenido la experiencia veinteñal de “carapintadas” devenidos en bandera “revolucionaria”, “antiimperialista” y de coqueteo con el socialimperialismo soviético, dejaremos pues a los responsables del Partido Bandera Roja que se las den. Si les place o no.



La declaración realizada por el presidente de los EEUU Barak Obama, señalando a Venezuela como una “amenaza” a su seguridad nacional y condenando a varios jerarcas principalmente militares de la dictadura, y la casi inmediata respuesta de China invitando a los dos países al “diálogo”, son evidencia clara de que Venezuela es un área en disputa.
Lo que avizoramos en su oportunidad como el inicio de una tendencia ya toma cuerpo y evidencia que el desarrollo alcanzado nos lleva a nuevas situaciones más comprometedoras de nuestro futuro.
La injerencia del imperialismo, de cualquier imperialismo, en la realidad de cada país es directamente proporcional a los intereses que busca consolidar u obtener. La estrategia del régimen, iniciada por Chávez y continuada fielmente por Maduro, de entregarse a otro imperialismo para “enfrentar” a los yanquis, en nuestro caso, es tan vieja como el revisionismo mismo, practicado por otros países del llamado “socialismo real”, de aquellos que se disfrazan de socialistas pero que están al servicio de la oligarquía financiera, inclinados eventualmente hacia uno u otro imperialismo. Siempre, el resultado es la confrontación al convertirse la maniobra en un contrasentido que conduce a una mayor pérdida de soberanía frente a los imperialismos en disputa, que terminan por imponer una política u otra, de acuerdo con los intereses de cada imperialismo y de la correlación de fuerzas alcanzada. Recordemos que la dinámica imperialista se desarrolla con base en la negociación y la confrontación. En las condiciones actuales la confrontación parece ganar terreno frente a la negociación entre el imperialismo chino y el estadounidense respecto de Venezuela. Aún están frescas en la memoria las escenas de Libia e Irak y sus resultados. Aún sangran los pueblos de esos países. Ucrania sufre lo propio, mientras la guerra en Siria, actualmente disputada por varios imperialismos, parece no tener fin.

Destacan en esta nueva confrontación con los yanquis dos cuestiones de trascendencia. De una parte, mientras se produce este episodio, se inicia -vaya extraña coincidencia- la perforación de pozos en territorio Esequibo por parte de Exxon en aguas territoriales del área en disputa entre Venezuela y Guyana, y sumado a esti, el Gobierno venezolano negocia la compra de arroz a Guyana, favoreciendo al país que hoy lesiona abiertamente nuestra soberanía. Invocar la defensa de soberanía frente a las supinas confrontaciones con Estados Unidos, mientras se hacen oídos sordos ante esta lesión al interés nacional, resulta cuando menos evidencia de que se actúa de manera compulsiva buscando el rédito político de cara a las elecciones parlamentarias a realizarse a finales de año.

En segundo lugar, la diatriba frente a las medidas tomadas por Obama dando el ejecútese al mandato del Congreso de Estados Unidos sirve a Maduro y al chavismo oficial para nuclear a su gente, a aquellos que aún conservan como reserva estratégica en medio de una merma de simpatizantes que ponen en peligro sus posibilidades de victoria en el proceso electoral venidero. Vieja maniobra que les permite aprovechar la escena electoralmente. Asimismo, sirve la diatriba para una eventual recuperación de los precios del crudo, también vieja estrategia del régimen. Ubiquemos que un eventual conflicto presionará hacia esta circunstancia.

Bandera Roja rechaza cualquier injerencia extranjera en nuestros asuntos. Este comportamiento es una cuestión de principios y ha sido principio inmutable en nuestro partido desde su fundación. Entonces, la política correcta frente a la defensa de nuestra soberanía es el llamado a los principios más elementales en materia internacional. Los asuntos de Venezuela debemos resolverlos los venezolanos. La autodeterminación supone también la exigencia a cualquier imperialismo a sacar sus manos de los asuntos venezolanos. Chinos, rusos o estadounidenses, deben abstenerse de intentar determinar el curso de nuestra política.

Comité Político Nacional
Partido Bandera Roja



1 comentario:

  1. Saludos. Los invitamos a leer el más reciente artículo de nuestro miembro de la Comisión Internacional de @Bandera_Roja http://jesus-hermoso.blogspot.com/2015/03/venezuela-el-nuevo-reparto-del-mundo.html

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.