LA RESPUESTA DEL ZAR PUTIN A LA
LIBERACIÓN DE ALEPO
Según informa la Agencia rusa Sputniknews.com
el Ministerio de Guerra de la Superpotencia imperialista rusa ha comunicado
que, “este 8 de agosto seis bombarderos Tu-22M3 atacaron posiciones del grupo
terrorista Daesh al este y noroeste de la ciudad de Palmira en Siria”.
Enviar su flota de bombarderos
estratégicos contra el Estado Islámico de Irak y Siria (EI o ISIS), ha sido la
respuesta airada del zar Putin a la derrota táctica sufrida por la resistencia
antiimperialista al ataque y cerco de la ciudad de Alepo y finalmente su liberación.
Esta liberación de Alepo, cercada por un mar de fuego y hierro y
sometida a ataques aéreos indiscriminado -¡todo vale para los terroristas
imperialistas yanquis y rusos en su sucia guerra de agresión al Pueblo de Siria!-,
resulta una derrota de valor estratégico para los agresores imperialistas de la
Santa Alianza de las Superpotencias hegemonistas. Los que se han visto
impotentes de tomar una ciudad abierta, cercada, sin defensa antiaérea y
padeciente de una y mil necesidades de los más elementales bienes de consumo
para su población, ha provocado el desespero y la rabia de los militarotes
colonialistas rusos.
Enviar sus bombarderos pesados contra la resistencia nacional antiimperialista
siria ha sido la respuesta del Kremlin a su derrota en el campo de batalla de
Alepo. Una tal decisión, por su carácter brutal y desproporcionado, revela la desesperación
que embarga el ánimo de Putin. No es para menos, son ya ¡11 meses que dura la
intervención militar directa en Siria! Y no alcanzan, en todo ese larguísimo tiempo,
el asestarle un golpe definitorio El. EI Estado Islámico les ha resultado, a la
Coalición imperialista encabezada por Rusia, un hueso duro de roer.
Los burgueses imperialistas rusos, así como sus socios estadounidenses,
han olvidado las lecciones históricas extraíbles de todas las guerras populares
de liberación nacional -y la guerra de resistencia nacional de los pueblos
árabes y musulmanes, como no árabes tales como los chinos, vietnamitas,
camboyanos, etc.- que no son las armas, por modernas y mortíferas que sean,
conque cuente los agresores y opresores lo que deciden el final de una de tales
guerras, sino el PUEBLO. Puesto que las guerras revolucionarias antiimperialistas
son y serán guerras de las masas anhelantes de libertad nacional y de libertad
política.
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