El Gran Sol Rojo del Amanecer

martes, 24 de julio de 2018

PCTP-MRPP: El imperialismo tiene los pies de barro, los pueblos oprimidos lo pueden vencer en toda la línea



Guerra del Pueblo a la Guerra Imperialista

En su blog qué es el silencio de los justos no matar a Inocencio , el camarada Luis Júdice publicó un gran ensayo presente bajo el título La guerra popular en la Guerra Imperialista , llamando la atención sobre el hecho de que en el mundo de hoy las guerras imperialistas se desarrollan en dos frentes inevitablemente: delante de los países coloniales y semicoloniales agredidos y en el interior de la guarida de los propios imperialistas. En cualquiera de estos frentes, la guerra movida por el imperialismo se transformará en una guerra civil revolucionaria, que conducirá a la liberación de los pueblos oprimidos por el imperialismo, a la liberación de la clase obrera y la destrucción del imperialismo.

Judice ataca a los oportunistas y revisionistas que creen que los trabajadores deben defender el imperialismo y condenar como terrorismo los actos de guerra llevados a cabo en el estado imperialista propia, al igual que con los liquidadores de García Pereira y Conceição Franco, agentes ahora claramente asumidos propios imperialistas y de las policías secretas.

Aquí se transcribe el ensayo de Luís Júdice:
"Desde los tiempos de Lenin que el imperialismo se caracteriza como estadio supremo del capitalismo y fautor de guerra y muerte. La burguesía, en su afán de rapiña y dominación, subyuga y humilla a pueblos y naciones, exaure sus recursos y riquezas y exporta sus excedentes industriales, obsoletos y descontinuados.

Esta necesidad, en el un lado, someter a los mercados y asegurar el dominio de los recursos energéticos y de las materias primas y, por la otra, el nivel político, las áreas de influencia imperial, llevado en el último siglo y un medio, tres grandes conflictos mundiales y una globalización sin precedentes de conflictos regionales .

Durante la I y la II Grandes Guerras Mundiales, los conflictos se desarrollaban en un frente único y entre las naciones involucradas. Teniendo en cuenta, en el un lado, la destrucción masiva resultante de estos conflictos en la casa en sí - que son sin duda bien informado sobre la muerte de millones de elementos de las personas y la destrucción de cientos de ciudades y miles de fábricas en toda Europa y en todo el mundo - y la victoria de la concepción marxista-leninista-maoísta de transformar la guerra imperialista en guerra revolucionaria, popular - como se evidencia por las revoluciones rusas de 1917 y la Revolución china de 1949 - la lección de que la burguesía y todo tipo de potencias imperialistas aprendieron a continuación, fue que, en el futuro, debe transferir estos sangrientos conflictos al patio trasero de los demás.

Es en este nuevo contexto que pueblos y naciones de todo el mundo se ven obligados a empuñar armas -porque, como decía Mao, el poder está en la punta de la escopeta, y llevar a cabo guerras por su independencia y autodeterminación contra el imperialismo americano, el imperialismo soviético y otras potencias coloniales.

Sin embargo, tales conflictos continuaban caracterizándose por ocurrir en un solo frente de combate, a pesar de que el imperialismo y el socialimperialismo comenzaron a demostrar, frente a las derrotas infligidas por esos pueblos y naciones, no pasar de auténticos tigres de papel.

Con la derrota de las revoluciones soviética y china a manos de clics traidores que se embarcaron en los sistemas de capitalismo monopolista de Estado y promotores de una nueva burguesía, el imperialismo se hizo aún más agresivo y mediante la aplicación del principio de que siempre se apreciaba la independencia y la soberanía limitada pasa a la policía del mundo y para intervenir militarmente en cualquier lugar y siempre que se considere que se trate de su influencia , es decir, cada vez que sus intereses, su acción de presas, la dominación y la humillación se cuestionan.

Pero, lo que diferencia la situación actual de las épocas arriba descritas es un nuevo hecho, un nuevo desarrollo. La notoria la globalización - tan querido por el imperialismo y el imperialismo - mediante la promoción, en el un lado, la bascularización  la economía, promovió, en la otra, la migración de las Naciones trabajadores masivas y constantes empobrecida por la guerra y la presa de dichas naciones dominantes y promotoras de esa presa, guerra y destrucción.

Si las primeras generaciones de inmigrantes y refugiados fueron asimilados por las naciones de la serie , ya que la segunda y tercera generaciones, con mayor acceso a la formación y la información intelectual, científica y cultural, se convirtió en parte de lo que los gobiernos imperialistas clasificar como movimientos radicalizados . Una clasificación que sirve para escamotear que esta vez los radicales que se oponen al genocidio de que los países de origen de sus padres son víctimas por parte de toda suerte de potencias imperialistas son ahora ciudadanos de las potencias agresoras.

Una declaración utilizado para ocultar su desesperación y debilidad, demostrativa de que el imperialismo tiene pies de barro y que es posible que los pueblos y naciones oprimidos lo venzan en toda la línea, ya sea en el frente externo, ya sea en el frente interno.

Se trata, pues -y es esa la diferencia cualitativa en relación a los conflictos anteriores-, de una guerra trabada en dos frentes. El frente del país o nación invadida por las potencias imperialistas - americanos, alemanes, franceses, británicos, rusos, etc. - y el frente que muchos de los hijos de aquellos que fueron forzados a migrar a esos países imperialistas constituyeron en los mismos. El caso de Francia es paradigmático. Actualmente, el 15% de la población francesa es de origen musulmán.

En países como Bélgica, Francia, Gran Bretaña, pero no sólo, este frente de conflicto puede, rápidamente, resucitar en guerras cívicas. En este contexto, los marxistas-leninistas tienen que saber organizar la clase obrera y sus aliados para transformar las guerras imperialistas y las guerras cívicas que de ellas pueden resultar, en guerras revolucionarias que impongan democracias populares, en el camino hacia la conquista de sociedades socialistas, libres de la presa, del odio, de la muerte y de la humillación que caracterizan al imperialismo, estadio supremo del capitalismo!

Tanto más cuanto que éste es uno de los puntos que está dividiendo a los obreros en el movimiento comunista internacional, donde las corrientes oportunistas y revisionistas defienden que los obreros deben apoyar a las "sus" burguesías, es decir las clases dominantes de las potencias imperialistas agresoras, contra el " terrorismo "atacando y negar la premisa marxista de'Trabajadores de todos los países, pueblos y naciones oprimidos del mundo, uníos!' "

     06/28/2016
Luís Júdice






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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.