El Gran Sol Rojo del Amanecer

viernes, 17 de septiembre de 2010

El Imperialismo en el siglo 21 y Las tareas del proletariado revolucionario

Los Grandes Maestros del proletariado internacional nos han dado con el marxismo-leninismo-maoísmo la herramienta más afinada y completa para la disección y estudio del capitalismo. Nada de lo que ha ocurrido en el mundo desde el siglo XIX a hoy ha desmentido, de manera alguna, sus aseveraciones científicas y previsiones teóricas. Como tampoco frustrado sus grandes expectativas transformadoras y su confianza plena en la clase obrera como sepulturera del capitalismo.
En El imperialismo, etapa superior y última del capitalismoLenindándonos una definición del imperialismoha remarcado sus rasgos económicos más característicos, “El imperialismo es el estadio monopolista del capitalismo… Sus cinco principales rasgos característicos son: 1) La concentración de la producción y del capital… que ha alcanzado un grado tan alto de desarrollo de crear los monopolios con función decisiva en la vida económica; 2) La fusión del capital bancario con el capital industrial y el formarse, sobre la base de este “capital financiero”, de una oligarquía financiera; 3) la gran importancia adquirida por las exportación de capital en oposición con la exportación de mercancías; 4) el surgimiento de asociaciones monopolistas internacionales de capitalistas, que se reparten económicamente el mundo; 5) el completamiento del reparto territorialdel planeta entre las más grandes potencias capitalistas”.
Empero, una tal definición del imperialismo quedaría incompleta si, además de señalarse sus rasgos económicos característicos, al mismo tiempo, no se resaltase sus rasgos sociales, políticos e ideológicos. La esencia de su superestructura política e ideológica; en fin, su relación directa con el carácter estrechamente clasista de la democracia y con el fascismo.
Lenin, al enfatizar los rasgos del imperialismo, ha señalado que los cambios operados en la base del capitalismo monopolista inevitable y necesariamente han tenido que reflejarse en su superestructura política e ideológica. A través de lo cual se manifiesta otra tendencia resaltante del capitalismo en su fase imperialista, la de la expansión militar y la del desbordamiento del control político de los pueblos a lo interno que a lo externo. En otras palabras, a la concentración monopólica de la producción y la centralización del capital transnacional, en lo económico, le ha correspondido la acentuación del monopolio y la centralización del poder político del Estado en beneficio del Poder Ejecutivo y de una más restringida capa de la burguesía monopolista, la Oligarquía financiera transnacional. La cual ha impuesto su dictadura y su voluntad política sobre el resto del planeta con los métodos más expoliadores, militaristas y ultranacionalistas.
Apuntando a dichos métodos de acción y pensamientos políticos, totalitarios y canibaléscos, de la Oligarquía financiera transnacional, Lenin en su momento ha señalado: “la superestructura política que cubre a la nueva economía, el capitalismo monopolista… es el viraje de la democracia a la reacción política… En política exterior como en políticainterior, el imperialismo tiende a infringir la democracia, a instaurar la reacción”. Precisando, ésta su idea, Lenin agregará, “el imperialismo es la época del capital financiero y de los monopolios los cuales traen aparejado en todas partes (repito: “en todas partes”. N. d. Q. G.) la tendencia a la dominación y no a la libertad. La reacción en toda la línea, sea cual sea el régimen político (repito: “sea cual fuere el régimen político”. N. d. Q. G.)”.
Esta tendencia a la reacción política y a la violencia, en lo interno y a lo externo; esa ampliación a la infracción de la democracia, de que aquí nos habla Lenin y de la cual no ha llegado a expresar en un singularizado concepto político, en desmedro no sólo de las masas obreras y campesinas, sino que de las capas de la burguesía nacional, que particulariza la dominación política del capitalfinanciero internacional, de ayer y de hoy, ese terrorismo totalitario, ultranacionalista y militarista de los representantes de la Oligarquía monopolista de Estado, sólo tiene una forma de denominación: FASCISMO.
El imperialismo es, en todo momento, tendencialmente fascismo. La democracia burguesa imperialista es, en todo momento, tendencialmente fascista, con viejo o nuevo rostro. El fascismo nace del imperialismo capitalista y es acunado por la democracia burguesa imperialista.
El imperialismo un sistema enfermo
Al presente, todo el sistema financiero yanqui ha rodado por el suelo. Desde mediados de 2008, ha estallado la crisis financiera en máxima intensidad. Pero, a su vez, esacrisis pica y se extiende.Toda esa serie de crisis en las diferentes esfera de la actividad económica, coronada ahora por la crisis de las finanzas en el mundo capitalista, hanse convertido en base para su extensión a toda la producción transformativa, la que constituye la razón de ser del sistema productivo actual. Toda la burguesía, pues, está empavorecida.
No es para menos. La situaciónen la que se ha colocado a sí misma la burguesía imperialista, al borde mismo de la catástrofe. El fascista presidente norteamericano, Bush, actuando en contra de los postulados de los cuales ha sido uno de los primeros en propulsar, "libre comercio" y "nada de intervención estatal en la economía", con esa actitud pragmática proverbial gringa ha hecho aprobar, como medidas extrema,la "nacionalización" de empresas en quiebra o al borde de la bancarrota y, con ello, echado en los bolsillos de los grandes tiburones financieros yanquis algo más de un billón de dólares.Unas tales medidas no son más que paliativos engañososy, que esperaba Usted, serán los trabajadores norteamericanos y los pueblos de todo el mundo, enél comprendido los trabajadores panameños,los que hemos de pagar los platos rotos.
Es la moral reinanteen el mundo burgués, "después demí, el diluvio". Ello se ha hecho más que evidente en esta crisis financiera:cuando las finanzas iban bien, los ricos y superricos monopolistas acumulaban para ellos faraónicos beneficios, ganancias máximasy rentas fabulosas; cuando ellascomenzaron a marcharmal, entonces imponen que la gente sencilla cargue los problemas.
La clase obrera y los trabajadores quieren eso no siga siendo así. Allí están, por ejemplo, el levantamiento de la juventud parisinade mediados del 2008, el gran movimiento huelguístico de los estudiantes italianos de fines de ese año, la rebelión de la juventud griega nomás comenzar el 2009, la resistencia armada del pueblo palestino encabezado por Hamas a la genocida agresión armada de los sionistas fascistas israelíes, el elevamiento de Obama al solio presidencial de EE.UU. como rechazo del pueblo norteamericano a la política guerrerista, fascista y económica atrabiliaria de Bush y que ha desembocado en el estallido de la crisis económica y financiera.
En esta entrada del siglo XXI la tal crisis financiera mundial, como la crisis económica que le ha seguido, ponen en evidencia el que se encuentran en indisoluble ligazón con la Crisis General del Sistema Capitalista. Esta Crisis General del Sistema Capitalista (CGSC). La que no puede ni debe identificarse con fenómenos particulares como las crisis económicascíclicas que se dan en sociedades capitalistas concretas, nacionales o mundiales, como tampoco con aquellas financieras ya a escala de un país o ya internacionales, ni con cualquier otro tipo de crisis. Ella se da a otro nivel y asume características propias y universales.José Stalin en su obra intitulada Problemas económicos del socialismo en la URSS nos da una brillante y exacta descripción la CGSC, "¿La crisis general del capitalismo mundial es ella únicamente una crisis política o no es ella más que una crisis económica? Ni la una ni la otra. Es una crisis general, es decir total, del sistema capitalista mundial, recubriendo a la vez los dominios económicos y políticos. Y está claro que en la base de esta crisis se encuentra el declino cada vez más marcado del sistema económico del capitalismo mundial, de una parte, y la potencia económica creciente de los países que se han liberado del capitalismo - la URSS, China y las otras democracias populares - de otra parte."
En breve se puede decir, la crisis general del capitalismo no es otra que la crisis permanente y universal del capitalismo en la época del imperialismo y de la revolución proletaria.
¿Qué significa eso? Eso significa:
Que el capitalismo, en su estadio imperialista, ha entrado en un período de crisis crónica, permanente,cualitativamente diferente a las crisis cíclicas de la era pre-monopolista o de capitalismo concurrencial.
Que el capitalismo imperialista ha entrado en un período de explosiones violentas, tales como las guerras mundiales - en las cuales con las destrucciones de fuerzas productivas y devastacionesdejado tras sí decenas de millones de muertos -, de guerras locales reaccionarias y de sublevaciones populares y de guerras civiles por el socialismo como sé ha visto ha todo lo largo del siglo XX.
Que con el sistema imperialista mundial, a efecto y a causade esta Crisis General, el capitalismo ha mutado en capitalismo agonizante y, con ello, creado las premisas objetivas al pasaje a una nueva organizacióneconómica de la vida social superior y más racional.
Correlativamente grandes cambios han ocurrido en el plano político: La URSsocialimperialista ha perdido la guerra fría, el imperialismo norteamericano continúa como la única superpotencia capaz de dominar el mundo; pese a su agresividad, y desenmascarada su catadura fascista, USA se encuentra no a la ofensiva sino en una defensiva estratégica; la desintegración del socialimperialismo soviético y de su imperio neocolonial ha propiciado el surgir de nuevas potencias imperialistas con ambiciones de Superpotencias (entre ellas el socialimperialismo chino); pese a que el mundo de hoy es monocolory multipolar, ha cambiado la correlación de fuerza entre las potencias imperialistas; el triunfo de la contrarrevolución antisocialista ha propiciado la unidad relativa del mercado imperialista único, sobre esa base la internacionalización de la economía y de las relaciones de producción capitalistas han dado un gran salto adelante.
El imperialismo norteamericano, en situación de gran desorden bajo los cielos, busca consolidar su sistema neocolonial mundial y pugna ferozmente por construirse un “imperio global”. Pero, como resultado de la ley del desarrollo económico y político desigual de los países imperialistas y por la ley de la lucha por la hegemonía mundial, como lo han señalado Lenin y Stalin, USA no podrá tener para siempre en sus manos el cetro de la hegemonía. Sí no se lo arrancan antes los pueblos y naciones oprimidas, con la revolución de nueva democracia y la revolución socialista, lo actuarán sus socios y rivales las otras Superpotencias. Y mejor es si lo hacen la clase obrera, los pueblos y naciones oprimidas.
La lucha contra el imperialismo
El imperialismo, el capitalismo y el semifeudalismo deben ser combatidos sin piedad e intransigentemente,hasta ser borrados de la faz del planeta.
¿Cómo?
Respecto a eso de la lucha contra imperialismo y la inevitabilidad de su superación, el camarada Mao nos ha enseñado el como tratar con él para realizar la historia: “El marxismo es duro, sin piedad, aquello que quiere es aniquilar al imperialismo, al feudalismo y al capitalismo y también la pequeña producción. En este campo es mejor no ser muy indulgentes. Algunos camaradas nuestros son muy benévolos, no duros, en otras palabras, no totalmente marxistas… Nuestro objetivo es extirpar el capitalismo, de extirparlo de todo el globo, de hacerlo devenir un objeto histórico. Todo aquello que aparece en el curso de la historia deberá siempre ser eliminado. No hay cosa o fenómeno en el mundo que no sea producto de la historia, a la vida sucede siempre la muerte. El capitalismo es un producto de la historia, debe, de ahí, morir, hay un óptimo lugar bajo tierra para dormir que le espera”. Esto quiere decir que, primero que todo, deberemos apoyarnos en los mismos principios, finalidades, alianzas, métodos, armas que nos han brindado los Cinco Maestros: La insurrección proletaria por el socialismo y la guerra popular revolucionaria por la nueva democracia y la liberación nacional camino al socialismo.
Asumir esta posición de principios nos salvaguardará de caer en errores y desviaciones de derecha o de “izquierda”. Esto significa en primer lugar,
ØNo pretender cubrir desde la “izquierda” a Organismos mundiales o regionales (tales como la o­nU, OEA, OMC, etc.) instrumentos del imperialismo o su servicio irreformables. Por lo que deben ser destruidos y suplantados por Organizaciones internacionales de los pueblos.
ØNo se combate al imperialismo suscribiendo teorías como “del desarrollo sostenible”, “defensa del medio ambiente, excluyendola lucha de clases”, “desarrollo equilibrado del planeta”, la “no-violencia”, la resistencia pasiva, el boicot y el pacifismo. Ninguna de ellas pone cuestión al imperialismo.
ØNo se combate al imperialismo haciendo recurso al terrorismo ni al guerrillerismo, rural o urbano, alejados de las masas. El “izquierdismo aventurero” y el “revisionismo armado” dan armas y excusas al imperialismo para atacar a los pueblos y naciones;
ØNo se combate al imperialismo en nombre de la humanidad. La humanidad es el conjunto de todos los humanos: independientemente sean clases explotadoras u opresoras y clases explotadas y oprimidas, naciones opresoras y naciones oprimidas. Persistir en poner el “humanitarismo” al primer plano se traduce en el empantanamiento en el interclasismo, en el solidarismo católico y en el reformismo. Combatir el neoliberismo (dicho, neoliberalismo) no es la misma cosa que combatir al imperialismo. El imperialismo es una formación económico-social, un sistema económico, político, estatal, social y cultural, el neoliberismo una dada política económica del imperialismo. Centrar el ataqueen el neoliberismo desvía a las masas de la justa senda de la lucha revolucionaria por la liberación nacional y la renuncia a la lucha por la toma del poder del Estado. No reivindicar la toma del poder, además de deslizamiento al economicismo y al anarcosindicalismo, deja mano libre al imperialismo en sus depredaciones por todo el planeta.
A la vez que crea ilusiones en las masas obreras, populares y de la nacionalidades originarias americanas hacia la falsa salida reformistasocialdemocratista de un imperialismo domable, de un capitalismo volcable al bienestar popular y hacia la posibilidad de una política económica neokeyneyseniana de “izquierda” o de “globalización imperialista con rostro humano”.
La lucha contra el imperialismo, en particular y concreto aquel norteamericano, abarca a todo el planeta, al Continente Americano y a todos y cada uno de nuestros países latinoamericanos. Ello demanda la unidad internacional de la clase obrera, de los pueblos y naciones oprimidas; demanda la unidad antiimperialistas yanqui de la clase proletaria, de los pueblos, de las naciones y nacionalidades originarias de toda América Latina, y; por último, para nosotros panameños singularmente, la unidad de la clase obrera, de las clases populares (comprendida la burguesía media) en el más amplio Frente de Liberación Popular contra el imperialismo norteamericano y su aliado más fiel la burguesía burocrático-compradora.
El imperialismo internacional (USA, Europa Unida, Rusia, Japón y el Socialimperialismo chino) son mortales enemigos de nuestra independencia nacional, de nuestra democracia popular con la dirección del proletariadoy de nuestro radiante futuro socialistaEl imperialismo USA, nuestro enemigo principal e inmediato,es hoy más prepotente y agresivo. Pero, no invencible. Es un tigre de papel que puede ser roto y desmenuzado por los pueblos si osan hacer la revolución de Nueva Democracia encaminada al Socialismo. En el siglo XX el imperialismo ha recibido consistentes derrotas, otras y más grave recibirá en estos inicios del XXI. Esa es nuestra convicción y meta.
La actual crisis del imperialismo y sus graves incidencias sobre nuestro país,poniendo en cuestión a todo el sistema en su conjunto, coloca en primer plano la cuestión del poder. Ella ha causado un tremendo trastorno en la base real de su sistema y resquebrajado aún más toda su superestructura política, jurídica, estatal, institucional y cultural. Causando tales alteraciones en las condiciones de trabajo y de vida de las masas trabajadoras y populares, ha generado la convicción en ellas de que la gran burguesía semifeudal y neocolonial es incapaz de darle salida democrática a este caos y a la exigencia de su reemplazo. Por lo que, la madre de todas las cuestiones ha venido a ser: la conquista del poder y la instauración de un nuevo orden económico y político nacional.
 
Hoy, todo programa general que no contemple la conquista de la democracia popular, con la dirección de la clase obrera y sus aliados sociales y políticos, y el socialismose desenmascara como un engaño. Ahora es más valedera que nunca la verdad revolucionaria de que fuera del poder todo es ilusión.
 
  Las clases dominantes, cogidas en el vórtice de la crisis y tomadas por el cuello por los grandes monopolios internacionales y el gobierno imperialista estadounidense, para salvaguardar sus intereses y multimillonarias ganancias, legales e ilegales, se esfuerzan en descargar los efectos de dicha crisis sobre las espaldas de los trabajadores y del pueblo pobre.Ya tienen listos y en ejecución sus planes de endurecimiento de las condiciones de vida y trabajo de las masas, encarecimiento mayor del costo de vida, liquidación del Código de Trabajo, la caída en plomada de los salarios reales y congelamiento de los sobres semanales, quebrarle la columna vertebral a los sindicatos y demás organizaciones reivindicativas de las masas; bajo el pretexto de la “violencia callejera”, aupada e instigada desde el poder, ilegalizar y reprimir de la protesta social y anular el derecho de huelga. Completar la militarización del país, poniendo en pie un régimen presidencialista, corporativista y neofascista. En líneas generales, tales son los aspectos medulares de su reaccionaria ofensiva general y concéntrica contra la clase obrera y las masas populares.
  Contra esos criminales y reaccionarios designios políticos de las clases oligárquicas y de sus amos imperialistas, resulta claro que la clase obrera debe desatar y encabezar la lucha de defensa de sus intereses inmediatos y generales, dirigir aquella de las masas populares, campesinas y nacionalidades minoritarias. Reforzar y poner en pie a sus Organizaciones de lucha de masas, unir y organizar las luchas de sus aliados sociales por sus reivindicaciones específicas y generar, bajo la guía de su Partido revolucionario de clase, formas nuevas de organización y lucha política. Todo ello con miras a encaminarse a generar la contraofensiva popular contra el odioso poder oligarco-imperialista, con la plena convicción de que sin la instauración deun régimen de nueva democracia encaminado al socialismo las masas trabajadoras y las masas populares no encontrarán la posibilidad de resolver sus vitales cuestiones de trabajo, bienestar material y espiritual.
  La clase obrera, en primer plano, debe combinar la defensa de cada conquista consagrada y por arrancar otras nuevas a los dominantes (como la defensa de los puestos de trabajo, rebaja del tiempo de trabajo sin rebaja saláriales, de la seguridad social, de la legislación laboral, de la educación, atención médica, etc.), con aquellas reivindicaciones políticas (libertad de ideas, de organización, de protesta y lucha hasta el derecho a ejercer el poder político). Con la lucha, en fin, por la implantación de un nuevo Estado de dictadura democrático-popular, en su esencia una forma de la dictadura del proletariado, y la construcción de una sociedad de nueva democracia popular, una sociedad no capitalista y encaminada a posibilitar la revolución proletaria socialista y la edificación del socialismo.
Por eso, de crucial importanciasalvaguarde sus propios intereses y rechace los cantos de sirena de los explotadores tendentes a reconducirlas, por la senda de la concertación y la paz social, a defender intereses que no son los suyos. La crisis no la provocamos nosotros, sino los ricachones del mundo entero y de Panamá. Luego que la paguen ellos mismos, no lo trabajadores.
  Colocado en primeras filas nuestro partido, el Partido Comunista (Marxista-Leninista), debe sostenerla, impulsarla, dirigirla y hacerla converger en la lucha contra la burguesía neocolonizada y el imperialismo norteamericano. Nosotros somos parte del ejército político revolucionario y nos esforzamos por cohesionar y fortalecer sus filas, en ello tendemos lazos de unión con todos los otros partidos reclamados de la posición de los proletarios y del pueblo.
 
El carácter internacional de la lucha antiimperialista
 
Por su posición económica e histórica el pueblo panameño, victima de los desafueros del imperialismo y del capitalismo burocrático-comprador, forma parte del gran frente único internacional de los pueblos en lucha por la conquista de la independencia nacional, contra elimperialismo, el capitalismo y el neocolonialismo. Grandiosa lucha que hace parte de la lucha por la emancipación social de la clase asalariada, el proletariado.
Combatiendo al imperialismo global, la clase obrera debe saber individualizar a aquel imperialismo concreto, inmediato, esto es, tenemos una contradicción fundamental con el imperialismo global, empero el aspecto particular y principal de dicha contradicción es con el imperialismo norteamericano. Esta superpotencia imperialista resulta ser nuestro enemigo principal. Como lo ha remarcado el camarada Mao, “El imperialismo americano es el peor enemigo de los pueblos del mundo” (Ver: La declaración del Presidente Mao, del 12 de enero de 1964, en sostén de la justa lucha patriótica del pueblo de Panamá contra el imperialismo americano). Este imperialismo en búsqueda de la máxima ganancia marcha dejando tras de sí un reguerosanguinolento y se encuentra, todo él, manchado con la sangre de todos los pueblos del mundo y del pueblo panameño. En su lucha contra el imperialismo USA el pueblo panameño debe unir sus fuerzas patrióticas y democráticas a la de los pueblos y naciones de toda América Latina y de todo el mundo, comprendido el proletariado y las naciones oprimidas norteamericanas.
Derrotar al fascismo es nuestra tarea política inmediata
En esta lucha contra el imperialismo norteamericano, el pueblo panameño debe centrarse contra el sistema de Estado y el sistema de gobierno oligárquicos, en eso en el gobierno Martinelli el cual resulta ser un peón dentro de la estrategia político-militar norteamericano en América Latina y en el mundo.
A este gobierno de capitalistas y proimperialistas lecombatimos con todas las armas de que disponemos ideológicas, políticas, sindicales, periodísticas. No le daremos la más mínima confianza. Toda su demagogia, engaños y actos de política económica, social, exterior, militar, institucional y cultural, serán combatidas, denunciadas y hacerlas fracasar. Entre nosotros, revolucionarios proletarios, y el gobierno del NeoDuce Ricardo Martinelli, un gobierno proimperialista, traidor al espíritu latinoamericanista bolivariano, Opusdéista, corporativista y neofascista, no habrá paz social ni paz civil, sino lucha y más lucha hasta tanto no sea derrocado.
Es nuestra identificación y compromiso internacionalista con las titánicas luchas que desenvuelven nuestros hermanos y camaradas de toda América.
El imperialismo en el siglo XXI marcha hacia su ruina, que la clase, los pueblos y naciones americanas le ayuden a bien morir.
Panamá. 14 de junio de 2009

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.