El Gran Sol Rojo del Amanecer

sábado, 18 de septiembre de 2010

PRIMERA CONDENA EN EL PROCESO ANTICOMUNISTA DE PHNOM PENH

UNA FARSA DEL ILEGAL TRIBUNAL INTERNACIONAL DE LA ONU MONTAJE DEL IMPERIALISMO
El Tribunal internacional de la ONU en Phnom Penh ha emitido el pasado 25 de julio la primera condena contra un antiguo exponente de los Khmer Rojos, Kaing Guek Eav, alias Duch. La corte lo ha condenado a 35 años de cárcel, teniéndole culpable al menos en parte por la muerte de cerca 15 personas recluidas en la prisión de Tuol Sleng, conocida bajo la S-21, cercana a Phnom Penh, de la cual ha sido responsable en el cuatrienio 1975-79. Para salvar la propia piel no ha denunciado la falsedad de la acusación y se ha justificado diciendo que había solamente “seguido ordenes”.
Este a Kaing Guek Eav ha sido el primer veredicto del tribunal querido y exigido por el imperialismo, a través de la ONU, parta  enjuiciar los supuestos “crímenes” realizados en Cambodia en el cuatrienio en el cual el país, entonces Kampuchea Democrática, estaba bajo el gobierno dirigido por Pol Pot. Es un proceso ilegitimo e ilegal en el cual tienen la palabra solo los acusadores, que ha distancia de 30 años pone en la barra a los ex dirigentes de Kampuchea Democrática y al Partido Comunista de Kampuchea (PCK).
Los Khmer Rojos guiados por Pol Pot han liberado su país del imperialismo norteamericano y de la camarilla de Lon Nol, expulsados de la capital el 17 de abril de 1975 por el ejército revolucionario de Kampuchea.  Será, Kampuchea, el primer país de Indochina en reportar la victoria sobre el imperialismo norteamericano. Una vez llevada a término con éxito la etapa  de la revolución nacional democrática, han iniciado aquella de la  defensa de Kampuchea, de la continuación de la revolución y la edificación del socialismo en el país. Han defendido hasta el fin aquella experiencia cortada el 1 de enero de 1979 por el agresor vietnamita, alentado entonces por el socialimperialismo soviético. Que con los carros armados sentó en Phnom Penh un  gobierno fantoche y lo mantuvo en pie hasta el fin de los acuerdos de paz de París en 1991, aunque la resistencia prosiguió hasta el 98. En el sequito de los agresores se encontraba Hun Seng que inmediatamente tomará la guía del régimen, lo que mantiene hasta hoy, y que la poco tiempo se caracterizará por la corrupción, el tráfico de armas y la droga, la prostitución infantil que han llevado al País a las tinieblas del pasado bajo la dominación imperialista.
Hanoi y Moscú para intentar justificar la agresión un falso entre otros las presuntas masacres del legítimo gobierno kampucheano, encontrando eco entre los reaccionario aunque en aquel momento no en la Casa Blanca; la “guerra fría” no había terminado aún. El imperialismo norteamericano y la ONU condenarán la invasión. En la Asamblea General de la ONU una amplia mayoría de países hasta 1991, con el acuerdo de País, el reconocimiento de Kampuchea Democrática como gobierno legal de Cambodia. Con la caída del Muro de Berlín y el pasaje de Hun Sen al campo imperialista cayeron también las trabas de Estados Unidos de Norteamérica y de la ONU que han puesto a disposición de Phnom Penh cerca de 50 millones de dólares para cocinar la farsa procesual, aunque si parte de ellos han desaparecidos en los bolsillos de los corruptos dirigente camboyanos.
La Corte ha sido constituida con 17 jueces de nacionalidad camboyana y 13 provenientes desde 10 países diversos, una mayoría de los jueces del país interesado, como pretexto del régimen camboyano, que representaba una significativa excepción respecto a análogos tribunales de la ONU (Ruanda, ex Yugoslavia, Sierra Leona y Timor Este) que han tenido una mayoría de jueces extranjeros. Como camboyanas son las reglas judiciarias, reglas de un sistema judiciario considerado por las Organizaciones para los Derechos civiles corrupto y de hecho un instrumento al servicio del régimen. La competencia del Tribunal será limitada sólo en cuanto a lo sucedido entre el 17 de abril de 1975, día del ingreso de los khmer rojos en Phnom Penh, y el 6 de enero de 1979, un día antes del ingreso en la capital de las tropas vietnamitas. En otras palabras el Tribunal ha sido constituido para enjuiciar sólo a los “viejos líderes de Kampuchea Democrática”  y “a los que ah sido sus principales responsables” (del texto institutivo aprobado por el régimen de Phnom Penh), una “justicia selectiva” para un proceso político que llamará a la barra, después de Kaing Guek Eav, al ex Jefe de Estado Khieu Samphan, a los ex ministros Ieng Sary, Ieng Thirith, y Nuon Chea. Los que han abandonado a Pol Pot que ha muerto el 15 de abril de 1998. Otros dirigentes ex Khmer rojos renegados que hacen parte del gobierno actual, a partir del Premier Hun Sen que desertó a finales de 1978, en víspera de la agresión vietnamita, no serán procesados.
El Tribunal no tiene competencia sobre los crímenes cometidos durante la agresión del imperialismo norteamericano, desde el 69 al 75, ordenada entonces del presidente Nixon y por su consejero para la seguridad nacional Henry Kissinger. Sólo en 1973, con la escalada de la intervención directa de Estados Unidos de Norteamérica en Cambodia, los B-52 norteamericanos lanzaron sobre la población del país más bombas que cuantas fueron lanzadas sobre Japón durante toda la Segunda Guerra Mundial, el equivalente de cinco veces Hiroshima, causando al menos 600,000 muertos, Nixon está muerto pero Kissinger, Nobel para la Paz en 1973 por lograr componer el conflicto con Viet Nam, no está en la barra en Phnom Penh sino se sienta entre los Consejeros de Obama. El tribunal no tiene competencia sobre la invasión vietnamita y la ocupación desde 1979 a 1991 y sobre los millones de muertos estimados en la represión de la resistencia apoyada por la población.
El proceso a Kaing Guek Eav se ha iniciado el 17 de febrero de 2009. Con la ocasión los órganos de información, imperialistas y revisionistas, sacan afuera de nuevo las calumnias sobre los “horrores” de Kampuchea Democrática y los casi dos millones de víctimas. Escondidas entre las noticias encontramos también aquella del hecho que solo un millar de camboyanos habían decidido constituirse como parte ofendida o testimonios como aquellos recogidos por la Cruz Roja Internacional en la región de Anlong Veng, último Cuartel General de los Khmer rojos, donde los campesinos afirmaron que “el gobierno de Phnom Penh nos ha cortado todo aquello que los khmer rojos nos habían dado, escuelas, hospitales, arroz. ¿Cómo podemos decirnos felices de haber regresado bajo Phnom Penh?”.
(Artículo tomado del semanario “IL BOLSCEVICO”, órgano del  
Partido Marxista Leninista Italiano, del 1 de septiembre de 2010.
Traducido por Quibian Gaytan, 18/9/10)

1 comentario:

  1. Fe de errata:
    En el primer párrafo, línea 5 se dice "por la muerte de cerca de 15 personas". Es un error del copista. En realidad, debe leerse: "por la muerte de cerca 15000 personas". Nos excusamos.

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.