El Gran Sol Rojo del Amanecer

lunes, 22 de noviembre de 2010

Orquestando una Depresión Global para crear un Gobierno Global

Por Andrew Gavin Marshall

Problema, Reacción, Solución: "La Crisis es una Oportunidad"
En mayo de 2010, Dominique Strauss-Kahn, Director Gerente del FMI, declaró que, "la crisis es una oportunidad", y pidió "una nueva moneda global emitida por un banco central global, con una gobernanza sólida y características institucionales", y que el "banco central global también podría obrar de prestamista de último recurso." Sin embargo, dijo, "me temo que aún estamos muy lejos de ese nivel de colaboración global." [1] Bueno, quizás no tan lejos como podría parecer.

La noción de gobernanza global ha tomado un camino evolutivo hasta el día de hoy, con los actores e instituciones políticos y económicos construyendo incrementalmente el aparato de un gobierno global. En el mundo moderno, la gobernanza global es una red traslapada, entrecruzada y entrelazada de organizaciones internacionales, think tanks, corporaciones multinacionales, naciones, ONGs, fundaciones filantrópicas, alianzas militares, agencias de inteligencia, bancos y grupos de interés. La globalización - un término que se popularizó a finales de 1980 para referirse a expansión global de las corporaciones multinacionales - ha sentado los principios ideológicos e institucionales fundamentales de este proceso. La integración social, económica y política global no se producen al mismo ritmo, sino más bien, la integración económica y la gobernanza a nivel global han estado y seguirán estando por delante de los demás sectores de interacción social humana, tanto en el ritmo y el grado de la integración. En definitiva, la gobernanza económica global marcará el ritmo que seguirá la gobernanza social y política global.

En 1885, Friedrich List, un teórico alemán de la economía mercantilista escribió que cuando se llegara a la integración de una "unión universal o confederación de naciones", "Todos los ejemplos que la historia nos puede mostrar son aquellos en los que la unidad política ha liderado el camino, y la unidad comercial la ha seguido. No existe un solo ejemplo que pueda ser aportado en el que ésta última haya tomado la iniciativa, y creciera desde ahí."[2] El Siglo XX ha cambiado la tendencia histórica, haciendo que integración económica – la unión - sea seguida por la integración política. El mejor ejemplo de ello es la Unión Europea, que comenzó como una serie de acuerdos comerciales (1951), llevando eventualmente a una comunidad económica (1957), seguida de una unión económica (1993), seguida de una unión monetaria (2002) , y con el reciente Tratado de Lisboa, se encuentra ahora en proceso de implementar el aparataje de una unión política (2009). Mientras que este mismo modelo de gobernanza regional se está desarrollando a escala global en África, Sudamérica, Asia Oriental, los estados árabes del Golfo, y con la integración norteamericana y euro-americana, tiene a la vez lugar a nivel global. Con el establecimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1995, los sistemas de comercio global fueron institucionalmente integrados, mientras que las principales instituciones económicas mundiales del FMI y el Banco Mundial, así como otras, incluyendo el Banco de Pagos Internacionales (BIS), aceleraron su gestión de la economía global.

El proceso de globalización ha consolidado un sistema económico global integrado, y ahora la crisis económica global facilitará la aplicación de la gobernanza económica global: para crear el aparato económico de un gobierno global, incluyendo un banco central global y una moneda global. Este proceso se aceleró de manera exponencial a través de crisis económicas, las cuales crean la necesidad, el deseo, la urgencia y los medios para establecer una estructura de gobernanza económica global, presuntamente con el pretexto de "prevenir crisis económicas" y "mantener" la economía global.

A las mismas instituciones y actores responsables de la creación de la crisis, se les da la tarea de determinar la solución, y les son otorgados entonces el poder y los medios para su aplicación: problema, reacción, solución. Crean un problema para provocar en una reacción particular, para a continuación, proponer una solución predeterminada. Cuando la presión debe ser aplicada a estados individuales que no están siguiendo los dictados de las instituciones de gobernanza global, el mercado se vuelve contra ellos en un bombardeo de la guerra económica, a menudo en forma de especulación con divisas y comercio de derivados. El resultado de esta guerra económica contra una nación es que entonces deba recurrir a estas instituciones globales para que vayan a su rescate: problema, reacción, solución.

La crisis económica global, que en realidad sólo acaba de comenzar, evolucionará en los próximos años en una Gran Depresión de Deuda Global, sumiendo al mundo entero en la mayor catástrofe económica jamás conocida. Este será el catalizador definitivo, la crisis más generalizada, y la mayor "oportunidad" para implementar la formación de un gobierno global. En 1988, The Economist publicó un artículo titulado "Prepárense para el Fénix", donde postula que para el año 2018, existirá una moneda global, a la que denominó "Fénix". La mención del fénix no es para pasar desapercibida, ya que simbólicamente, un fénix muere y de sus cenizas emerge un nuevo fénix. Es el símbolo de la destrucción como forma de creación; la encarnación definitiva de la crisis como una oportunidad. El artículo en The Economist reconoce este noción, con la idea de que el colapso económico y monetario probablemente conducirá a la formación de una moneda global, afirmando que, " Varias alteraciones en las tasas de cambio, unos pocos accidentes más en el mercado de valores y, probablemente, una caída o dos serán necesarias antes de que los políticos estén dispuestos a hacer frente a esa elección." Además:
Con el paso del tiempo, los daños causados por la inestabilidad monetaria que se va a generar, y las mismas tendencias permitirán que se posicione la utopía de la unión monetaria como posible... El fénix probablemente se gestará como un cóctel de monedas nacionales, así como los Derechos Especiales de Giro lo son hoy. Con el tiempo, sin embargo, su valor frente a las monedas nacionales dejará de importar, ya que la gente lo escogerá para comodidad y estabilidad de su poder adquisitivo. [3]
Esto refuerza aún más la noción de la crisis como una oportunidad, y estableció el deseo de formar una moneda global mucho antes de que cualquier crisis estimulara los llamados oficiales por una. En 2000, Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal, declaró que, "si queremos tener una economía verdaderamente global, una única moneda mundial tiene sentido", y un ejecutivo del Banco Central Europeo afirmó que, "algún día podríamos tener una única moneda mundial", en "un paso hacia la situación ideal de un mundo totalmente integrado." [4] En 1998, Jeffrey Garten, ex Subsecretario de Comercio para el Comercio Internacional en la Administración Clinton, ex Director General de Lehman Brothers y miembro del Council on Foreign Relations, escribió un artículo para el New York Times en el que pedía la creación de una "Fed global" y señaló que "el mundo necesita de una institución que tenga las manos en el timón económico, cuando los mares se vuelvan tormentosos. Se necesita un banco central global." [5]
La Crisis Económica Global como Pretexto para la Gobernanza Global
Con el inicio de la crisis económica global en 2008, poderosas figuras políticas y económicas comenzaron a pedir la construcción de sistemas de gobernanza global para gestionar y "prevenir" las crisis. En septiembre de 2008, en medio de la crisis financiera, Garten escribió un artículo para el Financial Times renovando su llamado a un banco central global, que denominó como "Autoridad Monetaria Global." [6] Un mes más tarde, Garten escribió una artículo para la revista Newsweek señalando que, "los líderes deben comenzar a sentar las bases para el establecimiento de un banco central global." [7] En el mismo mes, John Mack, CEO de Morgan Stanley, dijo que "podría implementarse una coordinación internacional continua para desbloquear completamente los mercados de crédito y resolver la crisis financiera, incluso mediante la formación de un nuevo órgano global para supervisar el proceso." [8]

En octubre de 2008, el entonces Primer Ministro del Reino Unido, Gordon Brown, pidió "un nuevo Bretton Woods - construyendo una nueva arquitectura financiera internacional para los próximos años", y que le gustaría "ver al FMI reformado para convertirse en un "banco central global" monitoreando de cerca la economía internacional y el sistema financiero." [9] El mismo mes, Brown escribió una editorial para el Washington Post donde señaló que este "nuevo Bretton-Woods" debe trabajar hacia la "gobernanza global." [10]

Ese mes, los banqueros centrales del mundo se reunieron en Washington DC, donde la principal cuestión a la que se enfrentaban era determinar "si es el momento de establecer un "policía" económico global para garantizar que la crisis de 2008 no pueda repetirse", y que cualquier organización con poder policial sobre la economía global tendría que incluir a representantes de todos los países importantes - unas Naciones Unidas de la regulación económica." Un ex gobernador del Banco de Inglaterra declaró que la respuesta podría estar en el Banco de Pagos Internacionales (BIS), el banco central a los bancos centrales del mundo, que en comparación con el FMI, "es más independiente y está mucho mejor ubicado para hacer frente a esto si se le da el poder para hacerlo." [11]

La primera cumbre importante del G20 - el grupo de las 20 economías más grandes del mundo – se desarrolló en noviembre de 2008, en medio de la crisis financiera. El G-20 estaba para sustituir al G8 en la gestión de la economía global. Los países miembros son Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, la Unión Europea, Australia, Rusia, Japón, Corea del Sur, Turquía, México, Indonesia, Arabia Saudita, Brasil, Sudáfrica, Argentina, India y China. El Banco Mundial y el FMI también trabajan directamente con el G-20, al igual que el Banco de Pagos Internacionales.

En marzo de 2009, Rusia propuso que la reunión del G20 en abril debía "considerar la posibilidad de crear una moneda de reserva supranacional o una "moneda de supra-reserva", y considerar a los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI para esa facultad [12]. Una semana más tarde, el gobernador del banco central de China propuso la creación de una moneda mundial controlada por el FMI, en sustitución del dólar estadounidense como moneda de reserva global, utilizando también a los DEG del FMI como una cesta de moneda de reserva contra la cual todas las demás monedas serían fijadas [13].

Días después de esta propuesta, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, ex presidente de la Reserva Federal de Nueva York, dijo al Council on Foreign Relations que, en respuesta a una pregunta sobre la propuesta de China, "en realidad estamos muy abiertos a la sugerencia. Pero usted debe considerar que es más bien una evolución, basándose en la arquitectura actual, que – más que - que movernos hacia la unión monetaria global." [14]

A finales de marzo un panel de economistas de la ONU recomendó la creación de una nueva moneda de reserva global que sustituya al dólar, y que sea una "moneda de reserva administrada en forma independiente." [15]

Siguiendo a la Cumbre del G20 de 2009, “se anunciaron planes para implementar la creación de una moneda global que sustituya el rol del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial”. El Punto 19 del comunicado del G20 al final de la Cumbre declaró, "Hemos acordado apoyar una asignación general de DEG, que le inyectará $250bn (£ 170bn) a la economía mundial y aumentará la liquidez global". Los DEG, o Derechos Especiales de Giro, son "una moneda de papel sintético emitida por el Fondo Monetario Internacional." Como informara el Telegraph, "los dirigentes del G20 han activado el poder del FMI de crear dinero y comenzar una "flexibilización cuantitativa" a nivel global. Al hacerlo, están colocando en juego una moneda mundial de facto. Queda fuera del control de cualquier órgano soberano."[16] El Washington Post informó que el FMI estaba preparado para transformarse "en unas verdadera Naciones Unidas para la economía global":
Habría mucha mayor autoridad para actuar como banquero global para gobiernos ricos y pobres. Y con más flexibilidad efectiva para imprimir su propio dinero, tendría la capacidad de inyectar liquidez en los mercados mundiales de una manera limitada alguna vez sólo a los principales bancos centrales, incluyendo la Reserva Federal de Estados Unidos.... es casi seguro que el FMI desempeñe un papel central en la gestión de la economía global. Como resultado, Washington está a punto de convertirse en el centro de poder de la política financiera global, así como las Naciones Unidas siempre han hecho de Nueva York el centro mundial de la diplomacia. [17]
En abril de 2010, el FMI publicó un informe en el que explicó que si bien los DEG ayudarán a "estabilizar" la economía global, "una opción de reforma más ambiciosa sería construir sobre las ideas previas y desarrollar, con el tiempo, una moneda global", pero que es "improbable que se materialice en un futuro próximo en ausencia de un cambio dramático en el apetito por cooperación internacional." [18] Por supuesto, la agudización de una crisis económica global - una nueva gran depresión - podría generar un "cambio dramático en el apetito por cooperación internacional."

Mientras que el FMI es empujado a la vanguardia de la agenda por una moneda global, el Banco de Pagos Internacionales (BIS) permanece como la verdadera autoridad en términos de "gobernanza global" en general. Como declarara en 2009 la revista del FMI, Finanzas y Desarrollo, "el Banco de Pagos Internacionales (BIS), establecido en 1930, es el central y más antiguo centro de coordinación de las disposiciones de gobernanza global." [19] Jean-Claude Trichet, Presidente del Banco Central Europeo (BCE), pronunció un discurso en el Council on Foreign Relations en abril de 2010 donde explicó que, "la significativa transformación de la gobernanza global que estamos desarrollando hoy se ilustra con tres ejemplos":
En primer lugar, la aparición del G20 como principal grupo de la gobernanza económica global a nivel de ministros, gobernadores y jefes de Estado o de Gobierno. En segundo lugar, el establecimiento del Reunión Económica Global de gobernadores de bancos centrales, bajo los auspicios del BIS como principal grupo para la gobernanza de la cooperación entre bancos centrales. Y en tercer lugar, la ampliación de la Junta de Estabilidad Financiera para incluir a todas las economías de mercado emergentes sistémicas [20].
Al concluir su discurso, Trichet hizo hincapié en que, "la gobernanza global es esencial para mejorar decisivamente la capacidad de recuperación del sistema financiero global." [21] Al mes siguiente, Trichet habló en el Banco de Corea, donde señaló que, "la cooperación entre bancos centrales es parte de una tendencia más general que está dando nueva forma a la gobernanza global, y que ha sido impulsada por la crisis financiera global," y que "lo que no es de extrañar es que la crisis ha llevado al reconocimiento aún mejor de su importancia económica creciente y la necesidad de plena integración en la gobernanza global." Una vez más, Trichet identificó al BIS y sus "diversos foros" - tales como la Reunión Económica Global y la Junta de Estabilidad Financiera - como el "principal canal" para la cooperación entre bancos centrales [22]
La Gran Depresión de Deuda Global

Mientras comentaristas y gobiernos elogiaban la "recuperación económica", el mundo entró en una masiva crisis de deuda global, una verdadera 'Gran Depresión de Deuda Global', donde las principales naciones industrializadas del mundo, habiendo contraído deuda excesiva debido a rescates, paquetes de estímulo y décadas de gastos imperiales y bélicos. La trampa de la deuda para esclavizar al "sur global" ha llegado a casa a instalarse. La primera etapa de la "Gran Depresión de Deuda Global" se inició en Grecia, cuando el país estaba tan endeudado que fue necesario buscar ayuda en la forma de un 'rescate' del FMI para simplemente pagar los intereses de su deuda. Durante casi una década, el gobierno de Grecia, en connivencia con importantes firmas de Wall Street como Goldman Sachs y JP Morgan Chase ocultó su deuda real en el mercado de derivados, así que cuando un nuevo gobierno llegó al poder en octubre de 2009, heredó una deuda el doble de grande de lo que había anticipado, de 300.000 millones de euros. [23]

A principios de 2010, Grecia solicitó un rescate a la Unión Europea (Banco Central Europeo - BCE) y al FMI a fin de pagar la cuota de interés anual de su deuda. El BCE y el FMI acordaron un préstamo en abril. [24] Grecia, sin embargo, había sido presionada por la UE y el FMI ya que, para recibir un préstamo, debía implementar "medidas de austeridad fiscal" a fin de reducir su déficit, y también para convencer "a los mercados globales" de que podría reducir su déficit. Grecia ha puesto en marcha dos programas de austeridad que incluyen recortes masivos del gasto social y alzas de impuestos. Sin embargo, esto parecía no ser suficiente para la UE, el FMI o los mercados mundiales [25] Mientras Grecia estaba imponiendo "austeridad fiscal" y solicitaba préstamos internacionales, los "mercados globales" se habían volcado contra el país, cuando los derivados – particularmente los Credit Default Swaps (CDS) - fueron utilizados para apostar que Grecia se iría a default con su deuda, lo que hundió al país en crisis. Muchos de los bancos que participaron en este asalto especulativo fueron los mismos que ayudaron a Grecia ocultar su deuda en primer lugar. Por lo tanto, en caso de default por la deuda de Grecia, los especuladores que apostaron contra Grecia comenzarían a beneficiarse, y si ese negocio se hace popular, vuelven más difícil a Grecia el pedir prestado el dinero que necesita para pagar sus intereses. Como un experto explicó: "Es como comprar un seguro de incendio para la casa de su vecino - se crea un incentivo para quemar la casa." [26]

JP Morgan Chase, Goldman Sachs, y varios otros bancos líderes ayudaron a ocultar la deuda de varios países por toda Europa, todos quienes comenzaron a entrar en una crisis de deuda. [27] Curiosamente, los bancos expandieron rápidamente el uso del comercio de derivados no sólo a Grecia, sino que a España y Portugal también, "mientras las preocupaciones por las deudas de esos países movieron a mercados de todo el mundo." Posteriormente, "Bancos europeos, entre ellos los gigantes suizos Credit Suisse y UBS, Société Générale de Francia y BNP Paribas y Deutsche Bank de Alemania se hallaron entre los mayores compradores de seguros swaps." La razón es que: "estos países son los más expuestos. Bancos franceses poseen 75.400 millones de dólares en deuda griega, seguidos por instituciones suizas con 64.000 millones de dólares," y "La exposición de los bancos alemanes se sitúa en unos 43.200 millones de dólares." [28] JP Morgan Chase, Goldman Sachs y otros bancos estadounidenses también están participando el asalto de derivados contra Grecia, lo que puede "empujar a Grecia hacia el colapso financiero." [29] Por lo tanto, tenemos una situación en la que los principales bancos globales ayudaron a los gobiernos a contraer extensas deudas (y a ocultarlo de sus balances) y a continuación los países entran en una crisis de deuda. A medida que se imponen medidas de austeridad fiscal para reducir sus déficit, y buscar la ayuda de los bancos centrales y el FMI para pagar sus intereses, los mismos bancos globales especulan en contra de las deudas, lo que arrastra aún más a las naciones a la crisis, agravando la crisis social, y obligando a más y más amplias "medidas de austeridad." Los pagos de intereses de la deuda son, como un insulto añadido, pagados a estos mismos bancos globales, que controlan la mayor parte de la deuda de esas naciones. En resumen, la crisis de la deuda es equivalente a una forma de guerra económica y genocidio social, implementado por los principales bancos globales, el sistema de bancos centrales (que ellos controlan), y las organizaciones internacionales que sirven a sus intereses.

Un documento de trabajo publicado por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en marzo de 2010, explicó que Occidente se enfrenta a una crisis de deuda masiva, y que el Reino Unido y Estados Unidos - junto con otras naciones como España e Irlanda – han contraído deudas masiva en los últimos tres años, haciendo parecer a las crisis de deuda en Italia y Grecia "relativamente pequeñas". [30] Además, los inversores esperan "exigir una mayor prima de riesgo para adquirir bonos emitidos por un país altamente endeudado." [31] En otras palabras, el BIS advirtió de que los especuladores probablemente llevarían a cabo un asalto de "mercado" contra las naciones endeudadas, exacerbando aún más la crisis de la deuda y la presión para imponer "austeridad fiscal", o cometer "genocidio social". En septiembre de 2009, el mercado de derivados se había recuperado con 426 billones de dólares, y sigue planteando "grandes riesgos sistémicos" para el sistema financiero [32].

Nouriel Roubini, un economista que predijo la crisis financiera de 2008, advirtió en marzo de 2010 que, "las recientes dificultades de Grecia son la punta del iceberg. Los mercados ya han apuntado a Grecia, España, Portugal, Gran Bretaña, Irlanda e Islandia. Ellos podrían tratar con otros países, incluyendo Japón y Estados Unidos." [33] El renombrado economista Kenneth Rogoff (que predijo con exactitud la crisis económica de 2008) advirtió también que una crisis de deuda global está en el horizonte, lo que "podría sentar las bases para años de problemas financieros." [34]

En 2010, el Foro Económico Mundial advirtió sobre el potencial de un "crisis fiscal soberana a gran escala" - una crisis de deuda global - posiblemente acompañada de una segunda gran crisis financiera [35] Jürgen Stark, miembro ejecutivo del Banco Central Europeo advirtió en abril de 2010 que, "Ya podemos haber entrado a la siguiente fase de la crisis: una crisis de deuda soberana" que podría extenderse por toda la UE, el Reino Unido, Estados Unidos y Japón [36]. El historiador económico (y participante de Bilderberg) Niall Ferguson advirtió de una "crisis griega se aproxima a Estados Unidos", y una "crisis fiscal del mundo occidental", se extenderá desde Grecia, por toda Europa, y hasta Estados Unidos y Japón [37].
Ajuste Estructural en Occidente

Mientras las naciones de Occidente adquirieron enormes deudas, dándole el dinero a los bancos (de hecho, comprando las deudas incobrables de los bancos), y con décadas de imperialismo construyendo deuda externa masivamente, Occidente y en particular Estados Unidos, están entrando en un período donde estarán sujetos a los mismos o similares "ajustes estructurales" que ya han aplicado al resto del mundo. Con el G-20 prometiendo imponer "austeridad fiscal", los empleos del sector público se perderán, los activos de propiedad y la infraestructura estatal serán privatizados, los impuestos recaudados, las tasas de interés elevadas (eventualmente), y los mercados liberalizados serán ampliados e institucionalizados, por lo menos para que los principales bancos globales puedan obtener ganancias de la posterior caída de las naciones por medio del arma de la especulación financiera. Las clases medias se desvanecerán y la pobreza reinará suprema, mientras que los ricos se volverán infinitamente más ricos y poderosos. Naturalmente, el pueblo se levantará, saldrá a la calle, protestará, se manifestará, se amotinará, incluso se rebelará y revolucionará. Tan seguro como que la gente se resista, el Estado reprimirá con la policía, el ejército y el aparato de vigilancia y control del "Estado de Seguridad Interna". No nos equivoquemos: esta es la 'Tercer-mundialización' de Occidente: la "Revolución Post-Industrial."

A principios de junio de 2010, los Ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20 se reunieron en Seúl, Corea del Sur, en una reunión con una cobertura mediática significativamente menor que la posterior cumbre de líderes del G20 en Toronto, y fue significativamente más importante para la situación de la economía global. El comunicado difundido por los Ministros de Finanzas y banqueros centrales tras la cumbre del G-20 señaló que las naciones necesitan acelerar el proceso de "consolidación fiscal" (léase "austeridad fiscal"). [38] El FMI presentó un informe en la reunión recomendando la adopción de "políticas de ajuste" para presuntamente ayudar en el crecimiento económico. [39] No mencionan, sin embargo, el cómo similares "políticas de ajuste" no consiguieron el crecimiento del mundo en desarrollo durante los últimos 30 años, y de hecho propagaron pobreza y desesperanzas económicas en su lugar.

Después de la reunión de líderes del G20 a finales de junio de 2010, los líderes de las mayores economías del mundo acordaron un calendario para imponer medidas "austeridad fiscal" para reducir su déficit y frenar el crecimiento de sus deudas. El plan implica recortar el déficit a la mitad para el año 2013. [40] En junio, Alemania había anunciado masivos recortes de austeridad en el gasto, impulsando protestas en las calles. [41] Simon Johnson, ex economista jefe del FMI, afirmó que la austeridad fiscal probablemente "exacerbará problemas del mundo en desarrollo en los Estados Unidos - y creará las condiciones para una nueva crisis financiera" [42] El economista jefe del importante banco global HSBC, declaró en mayo de 2010 que, "por lo menos, los gobiernos deben desarrollar un período de varios años de austeridad fiscal", y, en definitiva, "la situación fiscal se volverá intolerable política, económica y financieramente."[43]

La austeridad fiscal implicará recortes masivos en el gasto social, lo que provocará al mundo desarrollado, lo que ellos hicieron con el mundo en "desarrollo": salud, educación y servicios sociales serán recortados, con empleados públicos de esos y otros sectores despedidos, creando una nueva ola masiva de desempleados. Al mismo tiempo, los impuestos serán elevados drásticamente, sobre todo en las clases medias y bajas, que luego serán más pobres que nunca. Sin embargo, la austeridad fiscal no es la única condición de "ajuste estructural", ya que se tomarán muchas otras medidas, avanzando sobre tendencias actuales, incluyendo una mayor ampliación e institucionalización de la liberalización del comercio, así como la venta de activos públicos en grandes programas de privatización. Desde que Occidente privatizó en mayor medida todas las industrias de propiedad estatal en los albores de la era neoliberal, las áreas restantes para privatización se encuentran principalmente en proyectos de infraestructura tales como carreteras, aeropuertos y puertos. Sin embargo, en Estados Unidos, esta se desarrollará por estados individuales y ciudades desesperadas por dinero en efectivo e "inversión". Thomas Osborne, jefe de infraestructura y privatización del banco UBS, señaló en mayo de 2009 que, "la privatización con el tiempo se mantendrá", pero se realizará con "un enfoque más gradual." [44]

En septiembre de 2010, el Chicago Council on Global Affairs, publicó un informe sobre la privatización de la infraestructura. El Council representa y está a cargo de diversos funcionarios de JP Morgan Chase & Co., CME Group (la mayor bolsa de derivados), el Banco de la Reserva Federal de Chicago, Bank One Corporation, McKinsey and Company, Goldman Sachs, Boeing, Northern Trust, United Airlines, la Junta de Comercio de Chicago, y una multitud de otros intereses empresariales, financieros y bancarios, y la junta incluye incluso a la primera dama, Michelle Obama. [45] En el informe patrocinado por el Chicago Council, se señaló que, "la tendencia hacia la privatización de la infraestructura no se está desarrollando sólo en los Estados Unidos, sino que a nivel mundial." [46] En última instancia, el informe reveló que, "la realidad financiera conlleva a que la privatización de infraestructura continúe. "[47] En la definición de la infraestructura, el informe identifica a carreteras, puentes, instalaciones portuarias, plantas de tratamiento de agua, líneas de transmisión eléctrica y ferrocarriles, así como hospitales, prisiones, "y otros bienes comunales que sirven al interés público." [48]

Bajo esa nota, fondos soberanos (SWF) de todo el mundo están comprando la infraestructura estadounidense. Los fondos soberanos son fondos de inversión estatales de acciones, bonos, activos financieros, recursos y propiedades. Algunos de los mayores fondos soberanos del mundo son los de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Noruega, China, Corea del Sur, Kuwait y Rusia. A medida que la "recuperación" pasa al olvido de la Gran Depresión de Deuda Global, los fondos soberanos están comprando infraestructura en Estados Unidos, entre ellas:
Una autopista de peaje en Indiana. La Chicago Skyway. Un tramo de la carretera en Florida. Parquímetros en Nashville, Pittsburgh, Los Ángeles y otras ciudades. Un puerto en Virginia. Y un grupo conjunto de proyectos de infraestructura pública de California, listos para ser licitados a perpetuidad o por cincuenta y cinco o setenta años o más a cambio del pago de una suma única de unos pocos millones de dólares a lo sumo, por lo general sólo para ayudar a enmendar un agujero o dos de un solo año de presupuesto.

Estados Unidos está, literalmente, a la venta, a precios bajísimos, y los compradores son los mismos que obtuvieron grandes ganancias en la burbuja del petróleo. Gracias a Goldman Sachs y Morgan Stanley y otros bancos de inversión que artificialmente inflaron los precios de la gasolina en el transcurso de la última década, los estadounidenses entregaron gran parte de su exceso de efectivo a las arcas de fondos de riqueza soberana, como la Autoridad de Inversiones de Qatar, la Autoridad de Inversiones de Libia, SAMA Holdings Exteriores de Arabia Saudita, y la Autoridad de Inversiones de los EAU de Abu Dhabi. [49]
Este proceso también se está desarrollando en Canadá, donde el gobierno de Ontario consideró en 2009 la venta de "todas o parte" de sus empresas estatales para reducir el déficit provincial, y se contrató a CIBC y Goldman Sachs para desarrollar un posible plan de privatizaciones [50]. Además, hay un aumento de los llamados – en todo el mundo - para avanzar en la agenda de privatización del agua, un sistema que el Banco Mundial ha llevado a varios países por todo el mundo, desembocando en enormes costos - en términos económicos, políticos y sociales – para las personas más pobres, y enormes ganancias para un puñado de conglomerados de agua globales. Organizados en torno a la Asociación Internacional del Agua y el Consejo Mundial del Agua, los grandes conglomerados de agua, el Banco Mundial y la ONU han estado promocionando esquemas de privatización del agua a través del mundo en 'desarrollo' y crecientemente en Occidente como medio para "resolver" la crisis de agua global. Como hemos visto, sin embargo, a partir de los casos de privatización del agua en lugares como Bolivia, Sudáfrica, El Salvador, y varios otros, son los pobres los que más sufren, y será igual en Angola o Estados Unidos.
La Esclavitud de la Deuda
Mientras las naciones de Occidente comienzan a imponerle austeridad fiscal a su población y estructuras sociales, los duros efectos vendrán con el tiempo, puesto que las naciones han mantenido las tasas de interés extremadamente bajas, equilibrando así el "costo" del dinero barato. Sin embargo, como declara el informe del Banco de Pagos Internacionales (BIS) de junio de 2010: "tanto la política fiscal y monetaria tendrían que ser presionadas a la vez." Esto significa que, según el BIS, las tasas de interés deben subir junto con las medidas de austeridad fiscal. Fueron, no lo olvidemos, las tasas de interés extremadamente altas en los 70s y principios de los 80 las que desataron la crisis de la deuda 1980, donde naciones con grandes deudas externas ya no pudieron darse el lujo de cancelar los pagos de intereses anuales, por lo que tuvieron que volcarse ante el FMI y el Banco Mundial para obtener "asistencia" en la forma de "programas de ajuste estructural". El gasto del estímulo y los rescates masivos crearán el probable escenario de generar inflación, por lo que los precios subirán de forma espectacular. Para luchar contra la inflación, las naciones pueden elevar las tasas de interés, lo que a su vez hace al dinero más caro, y por lo tanto, reduce las tasas de inflación.

Mientras los bancos centrales de todo el mundo inyectaron billones y billones de dólares en el sistema financiero, mantuvieron las tasas de interés extremadamente bajas con el fin de fomentar los flujos de dinero. En el informe anual del BIS de 2009, se advirtió que esta política podría desatar inflación masiva, por lo que las tasas de interés tendrán que ser elevadas eventualmente. La pregunta principal es "cuándo" se levantarán; si ya es demasiado tarde, la inflación podría salirse de control, si es demasiado pronto, podría destruir la "recuperación" [51] Así mientras el informe anual del BIS de 2010 pide un simultáneo apriete fiscal y monetario, este podría ser potencialmente desastroso, posiblemente "empujando la economía global hacia la depresión." [52] El efecto de las altas tasas de interés, mientras que potencialmente disminuye la tasa de inflación, aumenta el costo de los pagos anuales de deuda que las naciones deben cancelar, lo que agrava y alimenta la imposición de "austeridad fiscal" para reducir el gasto. Esto repercutirá en la persona promedio, las tasas de interés de todas las deudas, incluidas sus deudas personales también aumentarían. Mientras que la austeridad fiscal eleva los impuestos, aumenta la pobreza, y deconstruye a la clase media, las altas tasas de interés la succionarán hasta secarse. Sin embargo, la inflación actúa como un impuesto oculto, aumentando el costo de los bienes de consumo, como alimentos y combustibles, ya que la moneda se deprecia en valor. Ese es también un importante costo para la desvanecida clase media. Parece que en cualquier caso, la persona promedio está en la mira de un sistema de terrorismo económico. Es la personificación de una "Trampa-22"; estás condenado si lo haces, y estás condenado si no lo haces.

El alza de las tasas de interés durante un período de austeridad fiscal, sin embargo, es particularmente destructiva para la persona promedio. En particular, "el ajuste fiscal y monetario fueron probados en tándem en la década de 1930 y no funcionaron entonces." [53] En otras palabras, ayudó a sumir al mundo en la Gran Depresión. Hoy, sin embargo, sería mucho peor, puesto que ahora tenemos la realidad de las hipotecas, las deudas de tarjetas de crédito, los derivados, la deuda estudiantil, etc. Estas cosas no existían al inicio de la Gran Depresión, por lo que hoy se daría lugar a la "La Depresión Más Grande". Es una trampa de deuda, y todo el mundo está atrapado en ella. Si los estados no elevan las tasas de interés, el "mercado" puede volverse en contra de ellos, cuando los principales bancos globales, hedge funds y especuladores de divisas "pierdan la confianza" en la moneda de un país, y huyan de la moneda, hundirían su valor, lo que podría desencadenar hiperinflación (como se vivió en la Alemania de Weimar y Zimbabwe), la que también tiene el efecto de devastar una nación y saquear la riqueza de su pueblo.

Aunque el aumento de las tasas de interés se realiza para reducir la deuda a un ritmo más acelerado, en última instancia, tiene el efecto contrario. En esencia, se crea una condición en la cual una nación está permanentemente en deuda, y la deuda acumulada crece anualmente. Esto se debe a que una nación que lucha para pagar los intereses anuales de su deuda, busca la "asistencia" del FMI y de los acreedores internacionales para que otorguen un préstamo rápido al país para pagar los intereses. El FMI otorga un préstamo, que es inmediatamente redireccionado a pagar a los acreedores, y el monto del préstamo del FMI siempre se añade a la deuda nacional general. Por lo tanto, el aumento de las tasas de interés elevará los pagos de intereses anuales, debido a que la propia deuda ha crecido. La nación obtendrá la 'asistencia' de otro préstamo - más deuda - para pagar intereses sobre su deuda global, que continúa aumentando. Así es como las naciones del "Tercer Mundo" llegaron a estar tan endeudadas, acumulando más deuda para pagar intereses de deudas viejas, lo que creó nueva deuda, que requirió más deuda para pagar los intereses sobre la deuda acumulada, y otra y otra y otra vez. Mientras tanto, se implementaron los "programas de ajuste estructural" (PAE) bajo las "condiciones" de los préstamos y la "asistencia" del FMI y el Banco Mundial para deconstruir los fundamentos sociales de una nación, eliminar la clase media y exacerbar la pobreza, presumiblemente con el fin de ayudar a reducir el déficit. Este parece ser ahora el destino de las naciones industrializadas del "Primer Mundo". Si bien el informe anual del BIS pide elevar las tasas de interés, un documento interno de trabajo escrito por el economista jefe del BIS en marzo de 2010 advirtió que "luchar contra el alza de la inflación a través del endurecimiento de la política monetaria podría no funcionar, mientras que un alza en las tasas de interés podría resultar en pagos de interés más altos sobre la deuda pública, lo que aumentaría la deuda. "[54]

En última instancia, hablar de si debe o no elevar las tasas de interés, y la forma de imponer la austeridad fiscal es engañoso. Esto se debe a que estas discusiones operan sobre la base de que estas deudas son legítimas. La doctrina jurídica de la 'deuda odiosa' establece que la deuda soberana contraída sin el consentimiento del pueblo y no en beneficio del pueblo es odiosa y no debe ser transferible a un gobierno sucesor. En otras palabras, si la deuda no beneficia al pueblo, es ilegítima y no debe ser pagada. Si este principio se aplicara al "Tercer Mundo", se podría decir con seguridad que el FMI, el Banco Mundial, y las naciones occidentales perderían efectivamente su control del sur global. Es a través del mecanismo de la deuda que el imperialismo moderno funciona de manera más eficaz. Naturalmente, el camino económico correcto para tener una recuperación efectiva sería la de declarar a todas las grandes deudas como ilegítimas - las del "Tercer Mundo", y las del mundo occidental – en donde las deudas occidentales fueron contraídas por el financiamiento externo para aventuras imperiales, y la deuda de los "demás" es el resultado de ese imperialismo.

A través de la crisis económica, las deudas contraídas lo fueron en mayor medida por comprar las deudas incobrables de los bancos que crearon la crisis, por lo tanto, ellas también son ilegítimas. Incluso el dinero del "estímulo" fue endeudado con el fin de resolver una crisis financiera creada por una minoría corrupta por todo el mundo. Las deudas de tarjetas de crédito y las deudas de los estudiantes incrementan la pobreza, y si no hay trabajo para los estudiantes en una economía quebrada, la deuda es ilegítima. Dado que la deuda de las tarjetas de crédito se ha contraído para financiar el consumo y permitir a la gente a vivir más allá de sus posibilidades, hay una noción de responsabilidad por parte del deudor, sin embargo, eso fue porque las compañías de tarjetas de crédito apuntaron a los endeudados y tienen esencialmente "capturada" a la clase media, y ahora tienen que pagar a través de su propio empobrecimiento, la gente ha sido engañada, y la deuda en última instancia, no los benefició, por lo que también es ilegítima. Si nuestros gobiernos, bancos, corporaciones y todos los acreedores se han puesto de acuerdo en conjunto para buscar beneficios personales y ganancias, mientras nos empobrecen a nosotros y al resto del mundo en el proceso, todas las deudas del mundo con estas instituciones, actores y naciones son odiosas y no debiesen ser pagadas. Tomando esta postura, sin embargo, no llegarás muy lejos en el mundo de la economía o la política, ya que abogar por el fin del imperialismo financiero, económico, social y político y las estructuras de poder, no es una posición muy popular desde la perspectiva de los poderosos.

Así que los debates y discusiones se enardecerán; cuándo subir las tasas de interés, cómo imponer la austeridad fiscal, cómo crear "recuperación"; mientras que las instituciones políticas y económicas globales, los estados y los actores estarán trabajando para empobrecerte a ti y destruir las bases de la sociedad sobre la que estás está parado.
Estados Unidos, Tercermundista

Como una prueba más del estado de ingreso al "tercer mundo" de Estados Unidos, en junio de 2008, en medio de la crisis financiera, la Reserva Federal de Estados Unidos fue auditada por el FMI por primera vez en la historia. Como parte de la investigación, "a la Reserva Federal, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), los principales bancos de inversión, bancos hipotecarios y fondos de cobertura se les pedirá que entreguen documentos confidenciales al equipo del FMI." [55]

Simon Johnson, ex economista jefe del FMI, escribió un artículo en mayo de 2009 explicando que el problema con la mayoría de las naciones del tercer mundo ("economías de mercado emergentes") es que los gobiernos están tan íntimamente unidos con la élite empresarial y bancaria que forman una oligarquía financiera, y que este es esencialmente el mismo problema de Estados Unidos. Él escribió que, "la industria financiera ha capturado con eficacia a nuestro gobierno", y "la recuperación fracasará a menos que se rompa con la oligarquía financiera que está bloqueando la reforma esencial." [56]

En marzo de 2009, apareció un artículo en el Washington Post escrito por Desmond Lachman, miembro del American Enterprise Institute, antiguo estratega de mercados emergentes de Salomon Smith Barney y subdirector del Departamento de Política y Revisión del FMI, donde se refirió a Estados Unidos como el "más terrorífico de los mercados emergentes del mundo." En otras palabras, Estados Unidos se asemeja a una nación deudora del tercer mundo, desde su corrupta élite bancaria, a la inepta clase política, y una enorme deuda externa, Estados Unidos "está llegando a parecerse a Argentina, Rusia y otros así llamados mercados emergentes, tanto en el cómo llegamos a la crisis, y en el cómo estamos tratando de arreglarla." [57]

Pueblos, ciudades y estados por todo Estados Unidos están recurriendo a medidas drásticas para reducir sus deudas, como el cierre de estaciones de bomberos, reduciendo la recolección de basura, apagando las luces de la calle, cancelando los servicios de autobús y transporte público, acortando el horario de la biblioteca o cerrándola por completo, distritos escolares acortando la jornada escolar en días, semanas o año, y se informó en septiembre de 2010 que "los gobiernos locales eliminarán alrededor de medio millón de empleados en el próximo año fiscal, con seguridad pública, obras públicas, salud pública, servicios sociales, y parques y recreación como los más afectados por los recortes." Al mismo tiempo, esto ocurre junto a un aumento dramático en la tasa de las privatizaciones o "asociaciones público-privadas" donde incluso bibliotecas están siendo privatizadas. [58]
Ajuste Estructural y "Explosión Social"

La imposición del "ajuste estructural" en el "Tercer Mundo" dio lugar a una explosión de descontento social, donde los pobres rurales, los pobres urbanos, y la clase media urbana se unirían a las protestas contra estas políticas, [59] y "entre 1976 y 1992 hubo 146 protestas contra las medidas de austeridad respaldadas por el FMI en 39 países de todo el mundo. Estas tomaron la forma de manifestaciones políticas, huelgas y disturbios." [60] Mientras la "austeridad fiscal" y el "ajuste estructural" son impuestos en Occidente, podemos esperar que se produzcan los mismos resultados. De hecho, este proceso ya ha comenzado.

En el inicio de la crisis económica mundial en 2008, el FMI advirtió que los gobiernos de Occidente podrían enfrentar "violentos disturbios en las calles", mientras que "protestas violentas podrían estallar en países en todo el mundo si el sistema financiero no es reestructurado para beneficiar a todos y no a una pequeña élite." [61] Una declaración cínica del FMI, considerando que es una de las instituciones centrales que apoya y defiende los intereses de esa "pequeña élite." A principios de 2009, Europa del Este ya estaba experimentando disturbios sociales en la oposición a los paquetes de austeridad, y Letonia experimentó las mayores protestas desde las manifestaciones masivas contra el régimen soviético de finales de los 80 [62].

Tensiones similares se hicieron sentir en toda Europa Occidental en 2009, en particular en Francia, donde tuvieron lugar huelgas y protestas masivas, y varios comentaristas señalaban que los disturbios civiles en lugares como Islandia y Europa del Este eran "una señal de lo que vendrá: "una nueva era de rebelión." [63] El 1 de mayo de 2009, grandes protestas y disturbios se desarrollaron en Alemania, Grecia, Turquía, Francia y Austria, y hubo más protestas y disturbios que estallaron en Rusia, Italia, España, y algunos políticos incluso discutieron la amenaza de revolución. [64] En febrero de 2009, Dennis Blair, Director de Inteligencia Nacional del recién formado gobierno de Obama (la posición de inteligencia más alta en el país), señaló a Congreso de EEUU cuáles constituían las mayores amenazas de "seguridad nacional" para Estados Unidos, explicando que la "crisis económica" es una amenaza mayor que el terrorismo:
Me gustaría comenzar con la crisis económica mundial, debido a que ya se perfila como la más grave en décadas, sino en siglos... Las crisis económicas aumentan el riesgo de inestabilidad del régimen que se pone en peligro si se prolongan por un período de uno a dos años... Y la inestabilidad puede aflojar las frágiles salvaguardas de muchos países en desarrollo en materia de orden, lo que puede esparcirse de forma peligrosa en la comunidad internacional [65].
En el mismo mes, el general de más alto rango en los Estados Unidos, "Adm. Michael Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, calificó a la crisis financiera como una de las prioridades más altas y de mayor riesgo para la seguridad que las guerras actuales en Irak y Afganistán". Explicó que "es una crisis global. Y mientas choque con los problemas de seguridad, o alimente una mayor inestabilidad, creo que tendrá un impacto sobre nuestra seguridad nacional de una forma que no hemos descubierto del todo aún." [66] Una vez más, en el mismo mes, el jefe de la Organización Mundial del Comercio (OMC) advirtió que, "La crisis económica global podría provocar una inestabilidad política igual a la observada durante la década de 1930." Comentó: "La crisis actual se está extendiendo aún más rápido (que la Gran Depresión) y afecta a más países al mismo tiempo. "[67]

En febrero de 2009, el renombrado historiador económico y profesor de Harvard, Niall Ferguson, predijo una "prolongada dificultad financiera, incluso guerra civil, antes que la "Gran Recesión" termine", y que, "La crisis mundial está lejos de terminar, [que] no ha hecho nada más que comenzar." Detallando:
Habrá sangre, en el sentido de que una crisis de esta magnitud no puede más que contribuir al desarrollo del [conflicto] político y económico. Está destinado a desestabilizar a algunos países. Causará el estallido de guerras civiles, que han permanecido inactivas. Serán derrocados los gobiernos que hayan sido moderados y traerán a gobiernos extremistas. Estas cosas son bastante predecibles. [68]
En mayo de 2009, el jefe del Banco Mundial advirtió que, "la crisis económica mundial podría conducir a graves disturbios sociales", mientras "existe el riesgo de una grave crisis humana y social con implicaciones políticas muy serias."[69] Zbigniew Brzezinski, ex asesor de Seguridad Nacional, co-fundador de la Comisión Trilateral y un arquitecto clave de la "globalización", advirtió en febrero de 2009 que: "Este va a ser un creciente conflicto entre clases y si la gente está desempleada y realmente sufriendo, demonios, ¡podría haber incluso motines!”[70]

En diciembre de 2009, Moody's - una de las mayores agencias de calificación crediticia del mundo - advirtió que "las futurqs alzas de impuestos y recortes de gastos podrían provocar disturbios sociales en varios países del mundo en desarrollo al mundo desarrollado", resultando en "tensión política y social." [71] En marzo de 2010, Moody's advirtió que Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, España y otros países occidentales probablemente podían enfrentarse a "disturbios sociales" como consecuencia de la imposición de "austeridad fiscal", que "pondrá a prueba la cohesión social." [72]

Un artículo en el Financial Times en mayo de 2010 advirtió sobre la aparición de "la era de la furia", donde el choque inicial de la recesión económica se desacelera, y emergen los disturbios sociales, puesto que suele haber un retraso entre un colapso económico y la "furia social", y que en última instancia, será "una prueba de la fortaleza de las instituciones democráticas en un momento de extrema tensión fiscal."[73]

En septiembre de 2010, el jefe del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo que Estados Unidos y Europa, en medio de la peor crisis de empleo desde la Gran Depresión, se enfrentan a una "explosión de disturbios sociales." Hablando en la cumbre de la Federación Internacional del Trabajo, Strauss-Kahn afirmó que "el mercado de trabajo está en una situación desesperada. La Gran Recesión ha dejado atrás un desierto de desempleo", y que, "la Gran Recesión ha dejado heridas abiertas. Un alto y extenso desempleo representa un riesgo para la estabilidad de las democracias existentes." El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, ha explicado que, "el desempleo a largo plazo es alarmante: en Estados Unidos, la mitad de los desempleados han estado fuera de trabajo durante más de seis meses, algo que no hemos visto desde la Gran Depresión." [74]

El 29 de septiembre de 2010, protestas masivas tuvieron lugar en toda Europa contra las medidas de austeridad impuestas por los gobiernos europeos, con una huelga general convocada en España, que prácticamente cerró el sistema de transporte español. Además, unos 100.000 manifestantes "protagonizaron en Bruselas la marcha más grande en una década y la policía antidisturbios levantó barricadas en la sede de la Unión Europea mientras manifestantes de 30 países se unieron a la reacción contra los brutales recortes en el gasto." [75]

Estas protestas continuaron a lo largo de octubre de 2010, particularmente en Francia, donde millones de personas se declararon en huelga, protestaron, y en algunos casos, se amotinaron contra los planes de austeridad fiscal del presidente Sarkozy, convirtiéndolo en el presidente más impopular en más de 50 años. [76]
La Cumbre del G-20 en Corea
Para acelerar aún más el proceso de gobernanza económica global, es esencial que las principales instituciones y potencias económicas integren a China plenamente en este sistema. China ya es un signatario de la Organización Mundial del Comercio, después de haber abierto su sector bancario a la inversión extranjera, con una economía plenamente integrada con y dependiente en gran parte de Occidente, es fundamental el incluir a China en el sistema de gobernanza global. China está representada en el Banco de Pagos Internacionales (BIS), al que el FMI califica como "el central y más antiguo centro de coordinación de las disposiciones de gobernanza global." [77] El Consejo de Administración del BIS tiene 19 miembros, incluyendo los gobernadores de los bancos centrales de Bélgica, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido y el Presidente de la Junta de Gobernadores del Sistema la Reserva Federal de Estados Unidos, así como los gobernadores de los bancos centrales de Brasil, Canadá, China, Japón, Países Bajos, Suecia y Suiza, y el presidente del BCE (Banco Central Europeo). China también está representada en el G-20, al que el Presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, se refiere como "el principal grupo de la gobernanza económica global a nivel de ministros, gobernadores y jefes de estado o gobierno." [78] En 2009, China e India fueron invitadas como miembros oficiales de la Comisión Trilateral, [79], un think tank internacional creado por David Rockefeller y Zbigniew Brzezinski en 1973 con el objetivo de crear una "comunidad de naciones industrializadas" que abarcase a Europa Occidental, América del Norte y Japón, fundamentalmente con el objetivo de gestionar el proceso de globalización.

En noviembre de 2010, el G-20 tendrá de anfitrión a Corea del Sur, donde se reunirán para avanzar nuevamente en el proceso de gobernanza global y genocidio social global. Antes de la reunión oficial de jefes de Estado, se desarrolló una reunión preliminar mucho más importante entre los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales de las naciones del G-20. Esta tuvo lugar a fines de octubre de 2010 en Seúl, Corea del Sur, en un momento en que el mundo se encuentra inmerso en una guerra monetaria global. La guerra monetaria involucra a varios países importantes, desde Estados Unidos, hasta Brasil y China, tratando de depreciar su moneda para hacer más atractivas las exportaciones, por lo que sus bancos centrales (todos los que cooperan en gobernanza global dentro del BIS), compran y venden divisas de otros, tratando de disminuir el valor de su propia moneda, mientras que elevan el valor de las monedas de la competencia. En resumen, es una carrera hacia el fondo. Para convencer a China de que aprecie su moneda, se deben otorgar incentivos. Si China va a seguir los dictados de los poderes financieros globales, su peso económico en el mundo exige que China esté mejor representada y más implicada en la gobernanza de estas instituciones. Esto significa que si China se está integrando a un sistema de gobernanza global, debe ser invitada a la mesa de gestión.

El G-20 acordó la aplicación de una reforma histórica en el FMI, donde por primera vez desde su creación en 1944, la estructura de gestión del FMI ha sido [algo] alterada. Significa que los países europeos han acordado renunciar a dos de sus asientos en el consejo ejecutivo de 24 miembros, haciendo espacio para China e India, y más del 6 por ciento de los votos del FMI será transferido a los países representados en el fondo. Como informara el Financial Times:
Después que los cambios surtan efecto, Brasil, Rusia, India y China se habrán incorporado a los 10 principales accionistas del fondo. Estados Unidos, con un 17,67 por ciento de las acciones de las cuotas del FMI, conservará su poder de veto para las decisiones clave del fondo, ya que seguirá exigiendo una mayoría de 85 por ciento [80].
Esto es importante tenerlo en cuenta, ya que indica claramente que Estados Unidos sigue siendo el 'padrino' del sistema financiero global. El FMI exige el 85% de los votos para tener acuerdo sobre cambios o decisiones, y dado que Estados Unidos tiene el 17,67% de las acciones, si Estados Unidos vota contra cualquier cosa, el FMI no puede seguir adelante, dando poder de veto a Estados Unidos en el FMI. Sin embargo, estos cambios también representan un esfuerzo gradual para incorporar a China dentro de este sistema de gobernanza global. Al mismo tiempo, un importante banquero chino declaró que, "el yuan debería ser incluido en la canasta de monedas que integran los Derechos Especiales de Giro del FMI." [81] Esto daría a China una participación más directa en la conformación de la moneda global, de la que el gobernador de su banco central ya es un firme partidario.
Conclusión
Herman von Rompuy se convirtió en Presidente de la Unión Europea en 2009, un nuevo cargo creado por el Tratado de Lisboa aprobado el mismo año. Rompuy fue elegido como presidente tras asistir a una reunión del Grupo Bilderberg. [82] Poco después de asumir el cargo, Von Rompuy, pronunció un discurso en el que declaró que el 2009 es "el primer año de la gobernanza global." [83] Como declarara en 2001 Denis Healey, miembro fundador y ex miembro del Comité Directivo del Grupo Bilderberg desde hace más de 30 años: "Decir que nos esforzamos por conseguir un único gobierno mundial es exagerado, pero no totalmente equivocado. Aquellos de nosotros en Bilderberg sentimos que no podemos seguir para siempre luchando entre sí para nada y matando gente y dejando a millones sin hogar. Así que pensamos que una sola comunidad en todo el mundo sería una buena cosa." [84]

Así, mientras que las instituciones y organizaciones de la gobernanza global siguen otorgándose más poder y ampliando su control y autoridad sobre el mundo, los pueblos del mundo tienen que despertar a este proceso y tratar de detener y paralizar su avance. Un gobierno global representaría a los pueblos del mundo incluso menos de lo que poco representados que están a través de sus gobiernos nacionales. Las instituciones de gobernanza global escapan totalmente del escrutinio del pueblo, son totalmente antidemocráticas e intrínsecamente totalitarias. Como escribió Gideon Rachman del Financial Times en diciembre de 2008, "por primera vez en mi vida, creo que la formación de una especie de gobierno mundial es posible". Si bien argumenta a favor de la necesidad de un gobierno global, modelado en la Unión Europea "volviéndose global", examina los contratiempos que tuvo la UE en este proceso, sugiriendo que probablemente serán los mismos en el proceso de gobierno global. En concreto, el identificó que, cuando las personas estaban involucradas en el proceso, actúan para detener o rechazar el proceso de integración. Así, concluye Rachman, la Unión Europea "ha avanzado más rápido cuando se trata acuerdos de largo alcance establecidos por tecnócratas y políticos - y luego pasados sin ninguna referencia directa a los votantes. La gobernanza internacional tiende a ser eficaz, sólo cuando es antidemocrática."[85] En otras palabras, si queremos gobernanza global, debemos matar a la democracia en el proceso.

Lo que esto implica entonces, es que el pueblo tiene el potencial de prevenir que este proceso se lleve a cabo, pero sólo si participa directamente en rechazarlo. Esto significa que los movimientos populares necesitan dejar de reconocer la legitimidad de estas organizaciones e instituciones internacionales, quejándose sólo porque no están incluidos en las discusiones, y en lugar de eso, exigir que sean desmantelados por completo en favor de la formación de nuevos acuerdos de gobernanza - política, económica y social - que representen activamente y empoderen a las personas por sobre los poderes atrincherados. Esa no es una tarea sencilla, de hecho, es probable que sea la tarea más grande y más monumental y desafiante que haya enfrentado jamás la humanidad. Por lo tanto, parece necesario que las personas no pierdan el tiempo, no pierdan sus votos, voces o ideas, y trabajen juntos para promover un cambio verdaderamente progresista y humano. Todavía existe esperanza en la humanidad, pero siempre y cuando permitimos que los poderosos acumulen más poder para sí mismos, no podemos esperar que las cosas mejoren para la mayoría. Debemos aprovechar nuestras libertades con el fin de luchar por ellas y preservarlas. Podemos ser librepensadores, dirigiendo el curso de nuestras propias vidas, o podemos ser esclavos de los banqueros.

_________________________________________________________________________
27 de octubre de 2010

Publicado por The Lone Gunman  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.