El Gran Sol Rojo del Amanecer

jueves, 20 de enero de 2011

Daithí Mac an Mháistir -éirígí-

Tercera parte
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RUC/PSNI

La fuerza británica más importante en Irlanda es la policía paramilitar reclutada entre elementos locales conocida como Servicio de Policia de Irlanda del Norte (PSNI según sus siglas en inglés). Formado el 2001, el PSNI está en gran medida compuesto por antiguos miembros de la Real Policía del Ulster (RUC según siglas en inglés) y tiene las mismas funciones esenciales que su predecesor. Es decir, proteger al Estado británico y los intereses británicos, en Irlanda. Es por esta razón que el PSNI es frecuentemente llamado RUC/PSNI.

Con una fuerza de 9.000 personas en servicio, el RUC/PSNI es una fuerza policial inusualmente grande considerando la población y los niveles de “delincuencia común” en los seis condados. El RUC/PSNI es también inusual ya que todos sus miembros están cotidianamente cargados con armamento que va desde las “no tan letales” balas de goma y gases CS, hasta altamente letales subametralladoras y fusiles de asalto. Los miembros del RUC/PSNI también llevan chalecos antibalas constantemente y se desplazan en carros blindados.

Tanto el gran tamaño como el componente fuertemente armado del RUC/PSNI son indicadores claros de la verdadera naturaleza de esta fuerza policial colonial contemporánea.

Desde la creación del Estado del Norte en 1921, la policía ha estado en la primera línea de defensa de la ocupación británica. El RUC/PSNI, como toda fuerza policial, actúa como los “ojos y oídos” de su gobierno –en este caso, del gobierno británico. La recopilación de inteligencia en el interior de las comunidades republicanas y nacionalistas ha sido, desde siempre, parte esencial de los intentos británicos de neutralizar cualquier amenaza a su dominio en Irlanda.

Este es el contexto en el cual se debe entender el reciente esfuerzo de reclutamiento de “Católicos” por parte del RUC/PSNI. ¿Qué mejor fuente de inteligencia puede haber que miles de bien pagados agentes, que viven en el corazón de esa comunidad que tiene tendencia a oponerse a la ocupación británica?

El RUC/PSNI es una fuerza inherentemente política, que no merece ninguna clase de apoyo del pueblo irlandés.

Desde su fundación, el PSNI ha:

• Introducido la detención por 28 días a los seis condados;
• Introducido armas de electrochoque a los seis condados;
• Introducido el espray de gas CS a los seis condados;
• Disparado balas de goma a civiles desarmados y ha acumulado más de 50.000 de estos proyectiles letales;
• Modernizado su vasto arsenal que incluye fusiles de asalto automáticos y vehículos blindados;
• Extendido la ya extensa red de cámaras de vigilancia estilo “gran hermano” y otros tipos de vigilancia;
• Ignorado las resoluciones de la Corte Europea de Derechos Humanos, al continuar utilizando la “Sección 44” para “detenciones y allanamientos” ilegales. El 2009, el PSNI llevó a cabo más de 20.000 “detenciones y allanamientos”, casi exclusivamente contra republicanos;
• Pasado a llevar la ley europea al retener muestras de ADN y de huellas dactilares de miles de personas inocentes, incluidos menores de edad;
• Frecuentemente suprimido la legítima protesta política pacífica;
• Trabajado codo a codo tanto con el ejército británico, como con el MI5, actuando como los “ojos y oídos” locales del Estado británico en los seis condados ocupados.


Ejército Británico

Como parte del programa del ejército británico de “normalización”, el número de tropas en la Irlanda ocupada ahora es de aproximadamente 5.000. Estos soldados están acuartelados en diez bases, en el regimiento de Abercon, Ballykinler; Aldergrove; Campo de Entrenamiento de Balykinler; la Unidad de Duke of Connaught, Belfast; Kinnegar, Hollywood; Campo de Entrenamiento de Magilligan; regimiento de Massereene, Antrim; regimiento de Palace, Hollywood; regimiento de Thiepval, Lisburn. Esta “guarnición” permanente tiene por tarea central el mantenimiento de la “seguridad interna” en el llamado “Reino Unido”, y opera bajo la más reciente campaña militar británica en Irlanda, llamada “Operación Helvética” (nombre con el que se conoce en el ejército británico a la actual operación “en tiempos de paz” en el Norte de Irlanda).

La legislación reciente (El Decreto de Justicia y Seguridad de 2007), da al ejército de ocupación amplios poderes permanentes para detener, allanar, arrestar y requisar. Tales poderes habían sido, previamente, disponibles solamente mediante decretos de “emergencia”.

Con esta legislación, y con el lanzamiento de la “Operación Helvética”, el ejército británico ha puesto en práctica tanto un marco jurídico así como la capacidad física para poder movilizar rápidamente sus tropas nuevamente a las calles irlandesas y los campos de Irlanda, de surgir la necesidad.

Mientras tanto, el ejército británico continúa reclutando y entrenando en Irlanda, preparándose para operaciones en todo el globo, incluyendo “giras de servicio” en otros países ocupados tales como Afganistán e Irak.

Aparte de los 5.000 soldados británicos estacionados en Irlanda, también hay unidades de la Fuerza Aérea Real Británica y de la Marina Real permanentemente estacionados en el territorio ocupado de los seis condados.

MI5

El último elemento de la trinidad de las agencias de seguridad británica en Irlanda, el MI5 (el servicio de seguridad doméstica británico), recientemente ha construido un cuartel último modelo en el interior del regimiento del ejército británico de Palace, en Belfast.

Este nuevo edificio es utilizado para coordinar el creciente trabajo del MI5 (durante el curso de 2007, la responsabilidad relativa a cuestiones de “inteligencia sobre la seguridad nacional” pasó del RUC/PSNI al MI5). Este traspaso fue entendido por no pocas personas como un intento de asegurar que los limitados poderes del “police ombudsman” (“defensor del pueblo” o procurador encargado de las quejas por abusos policiales) y de los comités de policía, no pudieran ser utilizados en la investigación de espionaje británico y de recopilación de inteligencia en Irlanda.

Si bien el MI5 es el ala “doméstica” de los “servicios de seguridad” británicos, esto, por supuesto, no ha impedido que opere regularmente en los veintiséis condados. Ni tampoco su rol aparentemente benigno de recopilar inteligencia implica que no incurran en el uso de fuerza letal. Estas dos cuestiones son muy bien ilustradas por el rol central que tuvieron agentes del MI5 en los coches-bombas de Dublín y Monaghan en 1974, los cuales asesinaron a 33 personas e hirieron a más de 300.

El número exacto de gente trabajando para el MI5 en Irlanda, sea como empleados a tiempo completo o como agentes voluntarios o a sueldo, es un secreto muy bien guardado. Se estima que sus nuevos cuarteles, que cubren 10.000 pies cuadrados, albergan a unos 400 empleados.

Es evidente que cualquier movimiento que tenga por objetivo el establecimiento de una República Socialista Irlandesa, debe terminar con la ocupación militar británica y esto debe ser un aspecto central de su programa político y de sus consideraciones estratégicas. No se puede tranzar en el rechazo a la continua ocupación militar, base desde la cual necesariamente debe partirse para normalizar las relaciones entre Irlanda e Inglaterra.

Pese a todos los cambios superficiales en años recientes, las demandas substantivas de la lucha de liberación nacional y del movimiento por los derechos cívicos (por “igualdad” en el Estado del Norte) permanecen sin cumplirse. Informe tras informe, vienen a confirmar el grado al que las comunidades trabajadoras de los seis condados, y las comunidades de la clase obrera nacionalista en particular, ven negadas aquellas cuestiones necesarias para poder vivir una existencia plena y feliz. No ha habido ningún cambio estructural o radical más allá del maquillaje del Estado de los seis condados en las últimas dos décadas; no hay nada de eso que llaman la “nueva Irlanda del Norte”. Lo que tenemos, es un Estado incapaz de garantizar las necesidades básicas de sus ciudadanos de clase trabajadora, un Estado que, mientras siga existiendo, seguirá tratando a la clase trabajadora nacionalista como ciudadanos de segunda clase.

En breve, el mal llamado “proceso de paz” consiste en la derrota de un movimiento que alguna vez estuvo comprometido con el derrocamiento del mandato británico en Irlanda, al punto de que ahora ellos se sientan en el parlamento títere del gobierno británico, administrando leyes británicas, al mismo tiempo que buscan criminalizar a todos los republicanos que están en desacuerdo con este nuevo status quo. El grado en el cual estos antiguos militantes se han acomodado en su nuevo rol de servidores del imperialismo británico es, en verdad, sorprendente. Martin McGuinness, antiguo comandante del P.IRA, Vice-Primer Ministro en la Asamblea (británica) del Norte, asistió recientemente a una conferencia del Partido Conservador británico, para escuchar al líder de aquel partido y Primer Ministro británico (David Cameron) declarar que “cuando digo que soy Primer Ministro del Reino Unido, quiero, en realidad, decir de Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda del Norte –somos débiles divididos, fuertes juntos, por lo tanto, siempre debemos permanecer juntos”. Sin lugar a dudas solamente los más ilusos o fanáticos pueden aún atreverse a decir que el movimiento provisional retiene algo de su antigua radicalidad o potencialidad para avanzar hacia la causa de la libertad y de la justicia en Irlanda.

Es de importancia vital que aquellos amigos de Irlanda en el extranjero, que llevan adelante sus propias luchas, reconozcan la realidad de la estrategia de contrainsurgencia que sirvió de tablero para todo el “proceso de paz” en Irlanda, y tomen todas las medidas necesarias para asegurar que sus propios líderes y movimientos no sean seducidos por el mismo sendero de corrupción política y de claudicaciones.

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.