El Gran Sol Rojo del Amanecer

domingo, 19 de junio de 2011

MIENTRAS KHADDAFY JUEGA AJEDREZ, EL SENADO REGAÑA A OBAMA

Adolf Hussein Obama

por Quibian

Noventa días después del inicio de los ataques contra Libia, la OTAN se ha convertido en la manzana de la discordia. Por un lado, Francia, Gran Bretaña y, arrastrada a la zaga, España, por diversos motivos de política interior desesperan por salir del punto muerto; Italia arranca lo que puede, sin quemarse los dedos, y; USA inicia una auténtica danza de “un paso pa’lante y otro pa’tras”. Es que el “líder” Khaddafy les ha resultado un hueso duro de roer (pese a los 10,000 bombazos que los “Caballeros de la Mesa Redonda” han dejado caer en Libia).

Para colmo, Khaddafy se destornilla de la risa. Las medias informan: “El 12 de junio, Gadafi, vestido completamente de negro y con lentes oscuros, jugó ajedrez en Trípoli con Kirsan Ilymzhinov, el director ruso de la Federación Mundial de Ajedrez, quien se encontraba de visita en el país”. Además, anuncian el próximo arriba al país de todo un Viceministro de Putin (o ¿será de Mevdeviev?). Señal de que viento nuevo corre por los pasillos del Kremlin y en los del Palacio de Tiananmen.

Mientras, al Tío Tom en su cabaña blanca le entra el agua por el tejado. Congresistas republicanos y demócratas le han regañado por el concentrado “poder de guerra” con que se ha beneficiado. Además, recriminándole el que “debió obtener la aprobación del Congreso antes de ordenar acciones militares contra Libia” y “mantener participación en las operaciones de la OTAN”.

John Boehner, republicano y Presidente de la Cámara, ha indicado que Obama violaría la Resolución de Poderes de Guerra de 1973, a menos que esa participación concluya antes del domingo o la Casa Blanca obtenga un mandato del Congreso.

El 10 del corriente,  Robert Gates, un señor de la guerra y partidario de la guerra de los treinta años, ha advertido a socios Otanistas que el bloque estaba en riesgo de ser "una colectividad militar irrelevante", a menos de que compartiesen más la carga y los costos militares. Poniéndose en evidencia la contradicción entre “capacidad militar” y “voluntad política”. Más claro no canta un gallo.

En fin, que el Congreso regaña a Obama y su Secretario de Defensa, Gates, levanta la baqueta y la deja caer sobre las espaldas de sus ineptos aliados. Ello para intentar lavarle la cara al “jefe”, y sobre todo para forzarles sigan desempeñando el papel de “escuadrones de la muerte” de la Superpotencia yanqui. O de lo contrario se abrirá la, remarca Gates: “posibilidad real de un futuro poco favorable, si bien no catastrófico, para la alianza transatlántica".

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periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.