por Quibian Gaytan
Los presos de Pelikan Bay, al Norte de California, una prisión de máxima seguridad, en el mes de julio se han declarado en huelga de hambre en protesta de las condiciones en la unidad de aislamiento. En la cual se ha dado el caso, nada excepcional, de 78 prisioneros mantenidos en aislamiento por más de 20 años. Una flagrante violación de los Derechos humanos en los USA, país que se jacta de campeona en la defensa de los mismos y que se da el tupé de calificar negativamente a países que por una u otra razón entran en contradicción o son mal vistos por Guachinton. En otras palabras, hipócritamente, miran la paja (real o ficticia) en el ojo ajeno, pero no la viga en los propios.
La acción huelguística de los prisioneros sociales de Pelikan Bay muy pronto se ha extendido a otras prisiones del Estado. Tanto así que, el Departamento de Corrección y Rehabilitación viose forzado a admitir que los huelguistas ya suman 6,600 presos en 13 de las prisiones.
Aunque la huelga de hambre de los prisioneros de Pelikan Bay luego de tres semanas, han detenido su acción, la misma se ha reanudado al incumplimiento de los acuerdos y promesas suscritas con las autoridades de las prisiones. Un miembro de una agrupación de solidaridad con la huelga de hambre, Isaac Ontiveros, ha señalado: “Los presos han sentido que el Departamento de Correcciones de California no está negociando de buena fe”. Esto es, que los prisioneros sociales, independientemente delito que hayan cometido contra la sociedad burguesa, han considerado que dichas negociaciones no han llegado a ninguna parte y, que los guardaprisiones ha iniciado una política de intimidaciones y represalias contra quiénes habían organizado o participado en la acción huelguística.
Hora es, sugiero, que los lamebotas gringas de la flamante Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como las Organizaciones Defensoras de los Derechos Humanos, tan proliferadas por todo el mundo gracias a las “donaciones” de dicha Superpotencia imperial, dejen de cubrir la política genocida, violadora de los derechos humanos y el expansionismo gringo “a la brava” y tomen carta en el asunto o que sean disueltas de una vez por toda, por inservibles y serviles.
Que la rebelión en las prisiones estadounidenses, abandonando su resistencia pasiva (‘huelga de hambre’), sacudan no únicamente el inhumano sistema carcelario estadounidense, sino todo el sistema económico y político de dicha Superpotencia imperialista. Y que de allí se generalice e internacionalice. Hasta empatar con la lucha de clase de los proletarios y se hagan parte “como luminosas trincheras de lucha” con la inevitable revolución socialista internacional. ¡Que la chispa encienda el campo cual paja seca y se extienda como incendio incontenible por todo el mundo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario