Berlusconi es el nuevo Mussolini. Debe ser abatido desde la plaza
Berlusconi está políticamente “terminado”, es “chantaje”, es “incapaz de gobernar” porque está ocupado únicamente en cubrir sus escándalos sexuales y en sus enredos judiciarios: debe por eso “dar un paso atrás” para consentir el nacimiento de un nuevo gobierno “de salvación nacional”, o elecciones anticipadas. Esta es en sustancia la posición que la “izquierda” burguesa, desde Bersani a Vendola, sobre la cual concuerdan también Di Pietro y Ferrero, repite como un mantra la ilusión que se traduzca en realidad: o por abandono espontáneo del campo por parte del neoDuce, o por un paso en falso en algún pasaje parlamentario, o también por una de sus tantas pendencias judiciarias que finalmente lo saquen del medio clavándole a su responsabilidad.
El hecho es que ni aún el PD (exPCI revisionista. N. m. Q. Gaytan) pone en discusión el sistema capitalista y las recetas antipopulares y las contrarreformas constitucionales neofascistas, presidencialistas, federalistas y liberistas para “salvarlo” de la crisis. Tanto es verdad que ha dejado pasar la maniobra sin oponer la mínima resistencia. El partido liberal de Bersani prefiere acusar a Berlusconi por su comportamiento inmoral más que por sus fechorías políticas, institucionales, parlamentarias, sociales y sindicales. Dando a ver que basta Berlusconi se haga aparte para remeter al País en los justos binarios. Es por eso porque la “izquierda” burguesa, en esto en plena complicidad con la derecha, esconde la verdad fundamental que está en el fondo de todo eso: estamos en un régimen neofascista y Berlusconi es el nuevo Mussolini.
La “izquierda” burguesa no quiere ni puedo decirlo, y por eso asume una grave responsabilidad histórica. Nosotros al contrario lo gritamos fuerte, con las palabras del camarada Giovanni Scuderi, pronunciadas en el discurso para la conmemoración del 35º Aniversario de la desaparición de Mao, invitando a “todas las fuerzas políticas, sindicales, culturales religiosas, antifascistas a unirse para abatir Berlusconi, el nuevo Mussolini y principal masacrador social. No podemos ciertamente esperar el término de la legislatura en 2013 porque él causará otros y más graves daños al pueblo y al País o retriunfar en las elecciones”.
28 de septiembre de 2011
(Ver el artículo original y completo en la entrada del PMLI)
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